Los miembros varones de la tribu Nyangatom que toman parte en incursiones violentas sobre otros grupos vecinos poseen más esposas e hijos en sus vidas, por lo que tienen un mayor éxito reproductor.
La realidad es que la humanidad no ha disfrutado de largos periodos de paz desde que se tienen registros históricos. En un lado u otro del globo siempre hay algún conflicto bélico. Ahora mismo hay varios puntos del mapa en el que hay guerra.
Pese a nuestra compasión por los demás, nuestra capacidad de cooperar y nuestra necesidad de comunicarnos, al final podemos terminar involucrados en una guerra. Pero, ¿por qué es esto así?
Un estudio realizado por Richard Wrangham, Ruth Moore y Luke Glowacki, apunta a que los conflictos violentos pueden, en algunos casos, ofrecer una ventaja evolutiva bajo ciertas condiciones. (leer más…)