Sobre el origen de las religiones moralizantes
La aparición de la opulencia sería la causante del surgimiento de las religiones moralizantes.
Aunque ya sabemos el mal que las religiones pueden llegar a ejercer sobre las sociedades humanas (y algunos aspectos positicos) merece la pena estudiar el fenómeno social de las religiones para saber cómo surgieron.
Reconozcámoslo, al principio las religiones hasta eran divertidas. Había un dios para cada fenómeno natural o cada necesidad humana y tenían toda una parafernalia mitológica. Sabemos por los registros históricos que durante miles de años las religiones se centradas en lo inmediato y se basaban en rituales, en tabúes que evitaban el infortunio y en recompensas a corto plazo. Si se quería, por ejemplo, que lloviera para tener así una buena cosecha, se hacía un sacrificio al dios correspondiente y ya está. Esas religiones no tenían una gran carga moral.
Pero la situación cambió entre el año 500 y 300 antes de Cristo, cuando aparecieron las religiones moralizantes a lo largo de Eurasia desde China a Grecia. Esto fue un cambio radical en el que apareció el Estoicismo, el Jainismo o el Budismo, así como sus sucesores directos más tarde: el Cristianismo y el Islam. Todas estas religiones comparten muchos más conceptos de los que sus adeptos quieren reconocer. Estas doctrinas enfatizan el valor de la trascendencia personal, la noción de que la existencia humana tiene un propósito distinto a la del éxito material y descansan sobre una existencia moral que controle los deseos materiales individuales a través de la moderación en el sexo y la comida, promueven el ascetismos, el desapego material, la compasión y la ayuda a los más necesitados.
De todos modos, ese ajuste temporal en la franja de 500-300 A.C. es bastante más difuso, pues ideas sobre religiones moralizantes aparecieron antes en algunas regiones del mundo.
Estas religiones y sus variaciones son las que operan hoy en día, mientras que las demás son minoritarias. Pero, ¿por qué sucedió esto? Un nuevo estudio, realizado por Richard Sosis (University of Connecticut) y sus colaboradores, apunta a que la opulencia fue el motor de este cambio.
Las religiones moralizantes se centran precisamente en eso, en la moral. Se basan en la autodisciplina o el ascetismo, se centran en la lucha contra el egoísmo y a favor de compasión. Y, principalmente, en una recompensa futura en el mundo del más allá.
Esta recompensa futura es la clave de la tesis de Baumard. Antes del surgimiento de las religiones moralizantes sólo se daba la recompensa a corto plazo, principalmente porque económicamente no podía darse otro comportamiento. Los psicólogos han demostrado que cuando la gente tiene acceso a pocos recursos, priorizar el aquí y el ahora es la mejor estrategia. Ahorrar para el futuro no es el mejor uso que se puede dar a los escasos recursos en ese caso.
Pero una vez que la riqueza aparece en escena sí cabe la planificación, el ahorro y la recompensa a largo plazo. Pensar acerca del futuro empezó a tener más sentido. Esto permitió derivar la idea hacia la recompensa futura en el más allá por parte de las religiones moralizantes a costa del día a día. La gente ya tenía los recursos necesarios como para mantenerse sin problemas y fue relativamente fácil dar el paso psicológico desde la planificación material a la planificación moral. Por tanto, sería la opulencia la que habría cambiado la psicología de la gente y, por lo tanto, su comportamiento religioso.
Los valores como la autodisplina y el sacrificio a corto plazo son precisamente los que promueven las religiones moralizantes y son justo los que se pueden permitir económicamente cuando se alcanza cierta riqueza. Una vez que la gente de cierta sociedad ha realizado el desplazamiento mental hacia el planificación a largo plazo las religiones moralizantes aparecieron para reflejar esos nuevos valores y prometer una vida mejor después de la muerte si se invertía con buenas acciones en el día a día.
Estos investigadores recopilaron datos históricos y arqueológicos de Eurasia para poner justificar esta idea a lo largo de diferentes sociedades: ricas, pobres, ricas, primitivas, políticamente complejas, etc.
Resultó que el mejor indicador para la aparición de una religión moralizante era una captura de energía del medio, tanto en forma de comida como en combustibles y recursos, por encima 20.000 kilocalorías diarias. Por debajo de ese límite las religiones moralizantes casi nunca aparecían. Básicamente se necesita tener más para así desear tener menos.
Con ese nivel de 20.000 kilocal/día tenían un techo sobre sus cabezas, una vida segura y suficiente comida en sus platos. Pero esto fue relativamente nuevo en ese momento. En las sociedades tribales o en imperios antiguos el hambre o la enfermedad eran muy frecuentes y la vivienda era muy rudimentaria. Justo alrededor del los años 500-300 A.C. el gran aumento de la población y de la urbanización cambió todo eso y parte de la gente empezó a vivir mejor.
Otra forma de interpretar el fenómeno, según otros estudiosos, sería que las religiones moralizantes propiciaron la creación de sistemas más justos que permitieran una mejor distribución de la riqueza a través de una disminución de la violencia y una promoción de la cooperación y el éxito cultural.
Así por ejemplo, se ha propuesto que las sociedades grandes son posibles y funcionan mejor porque poseen una religión moralizante que las sustenta. Pero Baumard pone como contraejemplos al antiguo Egipto, al Imperio Romano o a los imperios Azteca, Inca o Maya.
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Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: NeoFronteras.
27 Comentarios
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lunes 15 diciembre, 2014 @ 2:19 am
Habría que discutir lo de «moralizantes»:
es.noticias.yahoo.com/blogs/gaceta-trotamundos/si-no-crees-en-dios–estas-en-peligro/100129206.html
lunes 15 diciembre, 2014 @ 11:22 am
Cuando la superstición eficaz empieza a convertirse en rito ya la podemos llamar religión. Cuando el primer chaman deja de compartir sus conocimientos con el resto de la tribu aparece la primera élite extractiva.
A partir de entonces la religión adquiere sus dos básicas funciones, tanto la de mantener los privilegios de las élites extractivas, como la de mantener la cohesión tribal entre las élites y los ya súbditos. De tal manera que tribu y religión quedarán tan íntimamente unidas, como para que no sea posible una tribu sin religión, ni una religión sin una una gran carga de tribalidad. Y en los casos en que surge una desviación religiosa que atenta contra la integridad tribal o los privilegios de las élites, es eliminada por herética o domesticada por las élites de turno para que siga cumpliendo ambas funciones.
Que La aparición de estas herejías esté relacionada con la opulencia me parece un poco flojo, solo con esos «insignificantes» contra ejemplos lo veo más casual que causal. Y por supuesto, su mantenimiento en el tiempo se debe a si se prestaron a su domesticación para el uso y abuso de sus dos básicas funciones.
Abrazos y o saludos.
P/D: Por supuesto amigo Miguel Ángel somos un gran peligro para las élites extractivas y ellas son muy conscientes de ello.
lunes 15 diciembre, 2014 @ 12:00 pm
¿Estamos en peligro? ¿Qué le vamos a hacer? Que sea lo que dios quiera.
lunes 15 diciembre, 2014 @ 5:18 pm
¿Estamos en peligro?, que nos pillen confesados, jejej
lunes 15 diciembre, 2014 @ 6:43 pm
Aquí, evangelizados por la santa publicidad, mientras sigamos los sagrados preceptos de lo santisimos mercados y no dejemos de practicar sus sacrosantos ritos consumista, no corremos ningun peligro.
lunes 15 diciembre, 2014 @ 7:39 pm
Y el ritual se completa con la dolorosa liturgia impuesta por el Sancta Santorum del Estado: El Tres veces santo de la Agonía del Servicio de Impuestos Internos.
Como puedes ver Pocosé aún practicando los sagrados rituales del bendito consumismo no estamos a salvo, el Clero del Estado aun quiere de nosotros las crueles ofrendas propiciatorias.
miércoles 17 diciembre, 2014 @ 8:46 pm
No amigo Javier.
Son esas ofrendas las que nos mantienen a salvo.
Cuando de verdad estaremos en peligro, es cuando las élites no puedan o no necesiten extraer de nosotros.
Desde aquel primer chaman que requisó una parte de lo cazado por haber dirigido el rito propiciatorio de la caza, ni las élites han dejado de extraernos ni nosotros de aportarles las ofrendas propiciatorias.
El peligro viene de que si dejamos de lado todo tipo de creencias y pensamos libre y lógicamente muy fácilmente pondremos en duda el sistema vigente. De ahí sus miedos y los peligros nuestros.
Aquí se nos tolera, pero solo mientras hablemos bajito. Cuando se actúa y o se grita muy fuerte… … … La Armada contra Greenpeace, ley mordaza, amenazas de apocalipsis económico, manipulación informativa, control de las redes, etc. etc. etc.
jueves 18 diciembre, 2014 @ 2:42 am
¡¡¡Maese Pocosé!!!:
¡Qué derroche de agudeza y humor! A destacar la ironía con la que has resaltado los cinco contraejemplos del final de la noticia y tu frase:
«El peligro viene de que si dejamos de lado todo tipo de creencias y pensamos libre y lógicamente, muy fácilmente podremos en duda el sistema vigente».
Precisamente se trata de no perder el terreno ganado y evitar volver a ese muy reciente pasado en que si eras ateo u homosexual era motivo suficiente para ser excluido de la tribu y considerado un apestado.
Por aquí, el propio Neo o el amigo «lluís» han manifestado en más de una ocasión su preocupación ante la posiblidad involucionemos. Se basan en algunos indicadores preocupantes (retroceso cultural, requeteblindaje del aforamiento de los poderosos…).
¿Pero cómo llenar el mostrador de «verdades incómodas» en detrimento del de «mentiras reconfortantes»?
jueves 18 diciembre, 2014 @ 8:55 am
Queridos Pocosé y Miguel Ángel:
Entre ambos habéis enumerado las esposas que nos maniatan. Sí, seguramente estaban incluidas en los «etc.» de Pocosé, pero Miguel Ángel las ha terminado de identificar. Aún así quedará alguna por descubrir.
Y como viene a decir M. A., Neo y «lluís» son sabios analistas. ¡Qué suerte para mí teneros como referencia!
Un grandísimo abrazo para todos. Verdaderamente os quiero.
viernes 19 diciembre, 2014 @ 5:49 pm
Pocosé y Miguel Angel:
Concuerdo plenamente con vosotros en cuanto a lo general, mas cuando llego a fin de año cada año veo que la expoliación que hace de mi negocio el estado es cada vez mayor y si hago una simulación de aquí a 2 o 3 años, veo la quiebra inminente, la solución es ser mas eficiente, pero no puedo traspasar mis perdidas a mis trabajadores ( a eso llaman eficiencia en mi país), la competencia quizás lo hace mejor que yo, la otra solución; diversificar: pero hay que apostar: contratar mas trabajadores y maquinaria. Y el próximo año se ve difícil, con China creciendo menos, europa deprimida, el precio del petroleo es un alivio (pero es momentáneo y artificial (cuanto tiempo disfrutaran los gringos del cracking: 2 o 3? años). En lo personal las ofrendas propiciatorias me están asfixiando.
sábado 20 diciembre, 2014 @ 12:05 pm
Pero «javier», ¿cómo puedes quejarte de tu mayor socio, el Estado?
¡Qué ingratitud! Y, si haces bien los números, verás que el Estado no va a quebrar. No seas pesimista. Venga a cantar: ¡Feliz Navidad, próspero año y felicidad!
Ánimo y un abrazo.
sábado 20 diciembre, 2014 @ 1:34 pm
Algunas teorías sugieren que la revolución agrícola implicó al mismo tiempo una revolución religiosa. El cazador-recolector recogía plantas silvestres y cazaba animales salvajes, la categoría de tales plantas y animales, era considerada, en una suerte de animismo como igual a la categoría de » Homo Sapiens». Al parecer, no se pensaba que el hecho de que el hombre cazara animales salvajes, convertía a tales animales en inferiores al hombre, del mismo modo que el hecho de que un tigre destripára a un cazador-recolector,no hacía inferior a éste frente a los tigres.Es decir los seres tenían una especie de comunicación «animística» entre ellos y de alguna forma se comunicaban entre ellos, negociando las normas que regulaban su ámbito compartido.
– Contrariamente los ganaderos poseían y manipulaban plantas y animales y estos ya no estaban dispuestos a ningún tipo de «negociación» con sus posesiones.De esta manera se dice que el primer efecto religioso de la revolución agrícola fue convertir en propiedad animales y plantas, que antes fueron miembros iguales en una especie de mesa redonda espiritual-animística.
– Por todo esto gran parte de la mitología antigua es un especie de contrato legal en el que los humanos prometen devoción a los dioses a cambio de un poder dominante absoluto frente a plantas y animales.
– En los primero capítulos del Génesis hay una buena muestra de todo esto.Miles de años después de la revolución agrícola, la liturgia religiosa se basó en que los humanos sacrificaban corderos, y ofrecian vino y comilonas a los poderes divinos, quienes a cambio prometían cosechas abundantes y rebaños fecundos.
_ Si esto es así,es plausible que la aparición de la opulencia, fuera la causante de las religiones moralizantes ( independientemente, de que el concepto » moralizante», sea meramente instrumental y por ello muy discutible).
sábado 20 diciembre, 2014 @ 2:01 pm
– Por otra parte la idea de » religión moralizante» (al menos en su faceta «redistribuidora de la opulencia», en beneficio de una mayor «justícia social» y una mayor compasión hacia los pobres)puede ser pefectamente puesta en duda por lo que al Cristianismo se refiere si de golpe nos encontramos con un Jesucristo ególatra y partidario de la pobreza, como el que aparece en el Nuevo Testamento en el que se narran los siguientes hechos:
» Poco antes de la crucifixión de Jesús una mujer le ungió con un aceite precioso, que valía 300 denarios-muchísimo dinero en aquella época- los propios discipulos de Jesús echaron en cara a esa mujer el enorme gasto diciéndole que en lugar de ungir a Jesús, podría habérselo dado a los pobres. Jesús, por su parte, defendió a la «perfumista» , y dijo » Pobres siempre los tendreis con vosotros, y cuando querais podeis hacerles el bien.Pero a mi, no siempre me tendreis» ( Marcos, 14:7)
lunes 22 diciembre, 2014 @ 3:33 am
Algunas personas, hablan de que lo malo del ateísmo, es que como no hay ningún castigo por venir, se vuelven materialistas y piensan que el fin justifica los medios, para enriquecerse.
Lo bueno es que se pueden centrar en la realidad en la que viven sin tener otras distracciones.
Al final concluyen que la posición del agnosticismo, es la correcta. No sabemos nada, afirman, y lo de medir y cuantificar las cosas, esta muy bien. Pero debemos empezar a pensar en lo que no podemos ver, tocar y medir. Como por ejemplo, el Qi o Ki, aunque según wikipedia, por ahora, no se ha podido medir o verificar. Estas personas, también hablan de que el termino alucinógeno, puede no ser correcto, y lo que hacen este tipo de drogas, es un especie de llave que abre otras realidades u otros mundos.
¿Infantilismo, que confunde realidad con deseos¿ ¿O es realmente la posición mas acertada, y la mas inteligente¿
En mi caso, me siento mas cómodo con las tesis del nihilismo y naturalismo. El paraíso, Santuario, Nirvana/Zambala, o como quieran llamarlo, he leído, que no es un lugar físico al que se va, sino un estado mental que se alcanza, en alución a la teoría de la reencarnación, (En realidad no es mas que una especie de Papa Noel, para adultos) que los primeros padres de la iglesia, trataron de eliminar, por que si la salvación esta en uno mismo, ¿para que son necesarios, los intermediarios, como institución.¿
La propia teoría de la reencarnación, debe de ser, una persona que inicia el ejercicio de la meditación, alcanza un estado de conciencia alterado, que transforma a esta persona, y posteriormente, regresar a la realidad. No de que una misma persona, se transforme en otra o en algun animal, que no debe de ser mas que folklore popular de la región. El hinduismo, como el judaísmo y derivados, no es una religión homogénea, sino un mosaico formado por muchas ideas foráneas, tomadas de otras culturas.
Los griegos clásicos, sabían además que sus dioses, no eran mas que fenómenos naturales. Los cristianos, no sabían esto, y pensaban que los personajes bíblicos, fueron personajes históricos. Ponen como ejemplo a Saga, que es la migración de Sarawati a Occidente, Abraham es A-Brama,El personaje de Ester, en realidad es Bastaría, una diosa acuática babilonicca. También hablan de que Samson-Salomon y Jesús, en realidad son el mismo personaje, que representa al Sol. Samson es el mas evidente, el Sol en Verano, tiene los tallos largos, y calienta con mucha fuerza, pero en invierno, los rayos son cortos y calienta con poca fuerza.
Buda, en Oriente, tampoco fue una persona real histórica, y también representa al Sol.
Los ángeles caídos, son meteoros que caen a la Tierra, y la lucha entre dioses, choques y llamaradas entre planetas y otros cuerpos celestes menores. Todo muy cosmogónico.
Un saludo a todo@s.
lunes 22 diciembre, 2014 @ 1:41 pm
El autor, pone como contrapunto, a los imperios romano, egipcios,y sudamericanos (mayas y aztecas)… ¿Y a los hititas, no los pone también como ejemplo; que tuvieron una guerra civil colosal, que lo extermino como pueblo.¿
Algunos textos webs, PDF y libros que he visto interesantes sobre el tema, son:
– web: lapizarradeyuri.blogspot.com.es/2010/07/el-origen-de-dios.html
– Libro: 101 Mitos de la Biblia (Gary Greenberg)
– Libro: Deseptions and Mith un the Bible (Loyd Graham)
– PDF: Mortalidad e Inmortalidad en la literatura. Mitos, leyendas, Obras (Jose Luis Muñoz Boix)
– Texto-web: La Horrible Verdad acerca de las religiones Andrés Werner, con traducción de Adela caufman)
– Texto-web: Los Orígenes del cristianismo y la búsqueda del Jesucristo Histórico (donde hablan de que en realidad, es una personificación del Sol, al igual que Buda.)
viernes 26 diciembre, 2014 @ 2:50 am
Unos ultimos textos webs:
– La horrible historia detrás de la religión.(Andrés Werner)
– El Culto al Sol y Otros Atajos Hacia Ninguna Parte (Zen Gardner)
viernes 26 diciembre, 2014 @ 8:10 pm
No te rompas la cabeza, amigo David. Los humanos hemos inventado unos cuantos dioses para que refuercen nuestra tribalidad. Es decir, una religión por tribu. Eso es todo.
Aquí la cuestión puede consistir en que, seguramente, fue el primero un chamán que le dijo al cazador: «Yo guiaré tu lanza y matarás a tu presa, pero habrás de darme una parte de ella». Y el cazador se la dio.
Pero también estuvo el señor del garrote que, viendo ahondar en la tierra al primero que plantó algo, le dijo: «De lo que ahí surja me darás una parte, o te romperé la crisma con esto», y le enseñó la estaca. Y el incipiente agricultor, consintió. Aunque, no tardando y viendo que había tres cada uno con su garrote acongojando a unos cuantos que laboraban, se juntó con cuatro más y, en siendo cinco, se impusieron a los otros tres. Entonces se proclamaron soldados que, además defendían a los indefensos labradores.
Chamanes y soldados, al ir tomando buena parte de lo conseguido por cazadores y labradores, acumularon bienes y, al precisar cambiarlos porque se les estropeaban, inventaron unas cosillas un tanto redondas por lo general, y a eso le llamaron dinero, que tenía la virtud de representar cualquier bien. Luego vieron que aquello permitía acumular mucho más sin estropearse y, juntando temor espiritual con temor físico, e impidiendo que los más débiles accedieran a esas cositas redondas, lograron otra clase de poder que resultó de un poder asombroso: el poder económico. Se dice que lo ejercía un señor grueso y lustroso. Vete a saber.
El caso es que, juntos, el jefe de los chamanes, el de los soldados y el de los gordos-lustrosos, protegieron muy bien a los cazadores y labradores y otros oficios que se fueron ideando. Bueno, los protegían de no se sabe qué; seguramente de otros chamanes, otros soldados y otros gordos-lustrosos; y sobre todo, especialmente, les aseguraron que tendrían otra vida -maravillosa, eso sí- una vez que se les hubiera agotado la de todos sus penosos días.
Pero hubo desagradecidos que se rebelaron y terminaron por inventar la democracia en la que esa especie de conglomerado de poder tiene que ser elegirlo -quiérase o no- por aquellos que han de soportarlo, para que luego no vayan protestando. Porque, aunque no votase más que uno ya tenía el cien por cien de la «voluntad de la tribu». Y si no votase ninguno, tampoco pasaría nada: se mantiene lo que había y arreglado.
Y en esas estamos.
viernes 26 diciembre, 2014 @ 8:16 pm
¡Vaya por dios! Se me han escapado los chamanes para estropearme la historia. Si me hicieras el favor, querido Neo, de tachar eso último de mi anterior comentario, te lo agradecería infinito, tanto como la ultravida misma.
domingo 28 diciembre, 2014 @ 11:37 pm
Un último aporte sobre el tema Los origenes del cristianismo y la Busqueda del jesucristo hisstorico. http://www.bibliotecapleyades.net/biblianazar/biblx/biblianazar_45.htm
Explica entre otras cosas, que » se ha demostrado continuamente por siglos que este personaje, Jesús Cristo, fue inventado y no representó a una persona verdadera y que entonces fue convertido en súper-humano por sus seguidores entusiástas.»
Tambien, que, «aunque la mayoría de la gente piensa en Buddha como una persona que vivió cerca de 500 B.C.E., el personaje retratado comúnmente como Buddha se puede también demostrar que es una compilación de los dioses-hombres, las leyendas y los refranes de los varios santos hombres que precedieron y sucedieron al período atribuido al Buddha.»
¡Que cosas!… Lo positivo de esto, es que al menos, ahora en invierno, los chicos pasan unas fiestas bonitas, con muchas luces, mucha ilusión, descansan, se relajan y juegan. Sobre todo, los más pequeños, son los que disfrutan más de éstas. Hay comidas, anécdotas que contar, personas que vienen a vernos, cine, teatro, salidas o pequeñas escapadas. El trasfondo, no importa mucho, ya tiene más de folklore, que de cosa seria, al igual que le ocurre a a la Semana Santa (Para mi, Vacaciones de Abril o de Primavera), la Fiesta de las cruces, en Mayo, o el puente de mediados de Agosto (la Ascensión). Excusas para hacer una escapada, o salir a la calle a pasear y tomar un aperitivo, una cocacola y ver el ambiente festivo en la calle. Lo malo es lo de la comunión, que es un rollo del pollo, y encima lo hacen de crios, que no saben bien, lo que es, y lo mas importante, es que vienen personas a verte de lejos, el ambiente festivo, que te visten como a los novios para casarse, la comida y los regalos. (Menos mal que yo no la hice, mi paders eran laicos. Si quieren hacerla, que la hagan cuando sean mayores, y por lo que es, no por la fiesta la comida, los amigos y los regalos). Os dejo un articulo interesante sobre todo esto.
http://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/el-pensamiento-analitico-debilita-las-creencias-religiosas
Por eso, con el pasar de los años, deje de creer en la religión y en todo su contenido, apartir de los 16 años; «eran todos leyendas que contaba el cura», y cambié las clases de religión en el Instituto de Secundaria, por las clases de ética… Aunque según el hermano pequeño, no fue merito mio sino del programa de laicidad de los Socialistas (es un aguafiestas) Es las ciudades no se nota tanto, el que lagente deje de creer y se haga agnostica o atea, pero en los pueblos, sobre todo en los pequeños, ya se nota más. En uno en que estuve un año, a principios de 1990, todavía salian los chicos en grupos, y delante de ellos, iba un grupo de chicas, que iban mirando hacia atras, y los otros saludándolas. Como en los años 50 y 60 (Los chicos con los chicos y las chicas con las chicas) _son muy conservadores en los pueblos_ En la ciudad capital de provincia, esto ya no se veía, iban los chicos y chicas, juntos y revueltos.
Un saludo.
martes 30 diciembre, 2014 @ 2:27 am
Muchas gracias a «lluís» y a «David» por sus aportaciones.
martes 30 diciembre, 2014 @ 10:11 pm
La religión aspira al poder, quiere poder sobre sus creyentes. La mayoría de los fieles lo son porque esperan una solución a sus problemas. Cuando los problemas carecen de solución, como el hambre o la pobreza, se ofrecen soluciones trascendentales: Existe la justicia, existe el cielo… Mientras, los poderosos, acumulan riqueza y más poder y se “vuelven” religiosos para dar a entender que comparten tales ideas.
Parte de eso lo explicó Nietzsche en su genealogía de la moral y Joe Hill lo expresó con más sencillez en su conocida canción «The Preacher and the Slave»
Long-haired preachers come out every night,
Try to tell you what’s wrong and what’s right;
But when asked how ‘bout something to eat
They will answer with voices so sweet:
You will eat, bye and bye,
In that glorious land above the sky;
Work and pray, live on hay,
You’ll get pie in the sky when you die.
En fin, que no hace falta ser catedrático para entenderlo.
miércoles 31 diciembre, 2014 @ 9:37 am
Pues a vosotros, incrédulos de la frontera, os voy a contar una historia que demuestra que todas las religiones son verdad:
Buda estaba en la higuera, como siempre. Una higuera enorme y frondosa a cuyo pié había una losa casi plana. En realidad, no exactamente plana: el tiempo y el peso de Gautama la habían conformado para adaptarse a las posaderas de aquel hombre irrepetible. También la gravedad había alargado los lóbulos de sus orejas en su interminable y ascética meditación vacía -o sea, de reflexión en nada, pero con gran intensidad, mucho y sin descanso-. En su frente, poco más arriba del entrecejo, le había salido un habón del tamaño de una uña. Se decía que era un incipiente tercer ojo que, no tardando, podría verlo todo, pero, en ese estado de acceso a la perfección, de momento, no veía gran cosa. En realidad, si se examinaba aquello con algún detenimiento, podía descubrirse un diminuto agujerillo lateral por el que, de cuando en cuando, entraba y salía un minúsculo insecto al que por allí llaman «come-come», porque lo cierto es que pica con muy mala saña. ¿Quien sabe si con ello, más que una negra noche, o una deslumbrante claridad -ambas sensaciones muy propias de la profunda meditación-, vería las estrellas? Pero Buda, el paciente, era perfectamente capaz de soportar tal incordio y siempre respetó la vida del bichito; al fin y al cabo, aquel sacrificio era parte de su filosofía.
De la higuera donde Buda estaba, partía el que se llamó «Camino del Medio» y, en su margen izquierdo -según como se mirase- había un lago salado: era el Mar Muerto. A la derecha, el desierto. (No se sabe por qué lo de la izquierda y la derecha era muy complicado y equívoco; recordaba absurdos como los de Alicia en el País de las Maravillas. Por ejemplo, tenías algo a tu izquierda, dabas media vuelta y aquello se había trasladado a tu derecha: un verdadero lío, aunque la gente ya estaba acostumbrada; pero, por si acaso, nunca daban la vuelta entera).
En la orilla del lago, Jesucristo caminaba descalzo sobre unas piedras que, un poco bajo la superficie de las aguas, le habían puesto sus discípulos para que practicase aquella afición que tanto le gustaba. Cierta vez hiló un discurso extraordinario al que llamó «El sermón de la Montaña». Fue su mayor contribución a la honestidad entre los hombres. Pero nadie le hizo caso. Se distraían lavándose las manos, mirando hacia otro lado, llevándose herencias a Andorra o, simplemente, rompiéndose una pierna para ser curados milagrosamente luego y que les firmase Cristo un autógrafo en la escayola. Sí, cuando acabó de hablar le aplaudieron, pero los pobres nunca llegaron a ser reyes de ningún sitio, ni los mansos recibieron otra cosa que golpes y patadas. Algunos fueron reconocidos como grandes hombres; Ghandi, por ejemplo, y Luter King; Pero, finalmente, ambos acabaron asesinados. Además, por mucho que se empeñó, no fue capaz de hacer pasar un camello que allí estaba por el ojo de una aguja. ¡Y eso que empujaron lo suyo sus discípulos! Muy imprudentes, le empujaban por detrás y, molesto ya, el pobre animal atizó una coz a Judas que lo dejó sin dientes. !Y luego a buscarlos entre las piedras! Creo que por eso se llenó el apóstol de tan mala uva; y de ahí la cosa de la traición.
Muy cerca, por el desierto, sobre las ardientes arenas, paseaba Mahoma. Tan cerca estaban los tres que podían hablarse, salvo Buda, claro, que, aunque pudiera, siempre estaba a lo suyo, sin decir «esta boca es mía».
Jesús, cortesmente, invitó a Mahoma a caminar sobre las aguas. Éste, que, además de misericordioso, siempre presumió de inocente, cruzó el camino y se llegó al borde del lago. Con prudencia extrema, pues no sabía nadar, introdujo un pié por ver si también él podía realizar tal maravilla. Pero no. Debió meterse en alguna profundidad y, sumergido hasta el turbante, comenzó a hacer burbujas y raros gorgoritos. Así que Cristo hubo de ayudarle y sacarlo del apuro.
Un tanto escamado, aunque agradecido, Mahoma requirió a Jesús para que le acompañase en un paseo sobre la arena del desierto y tratar de temas religiosos. Éste aceptó encantado, pues aquel suelo parecía sólido; al fin y al cabo había visto a su compañero desplazarse sin problemas. Traía Jesús los pies mojados y todo fue bien durante unos instantes. Pero, al poco, comenzó a dar unos saltitos extraños que pronto se convirtieron en verdaderos brincos con respingo, levantamiento de túnica y algún taco moderado; algo asó como «mecachis», «joder», «esto quema…» y cosas así. Rápidamente, lo tomó Mahoma en sus brazos, cruzando el camino y llevándolo a la sombra de la higuera, junto al inmutable Buda. Éste salió por primera vez de su tránsito y reprochó a Cristo el no haberse fijado en que Mahoma llevaba sandalias y al árabe le explicó que Jesús se apoyaba sobre piedras.
Los tres se miraron con amistosa complicidad. Sobre todo porque los lugareños se admiraban de que el cuerpo de Buda nunca hacía sombra y -mejor no comentarlo- es que la higuera lo cubría muy sobradamente. El caso es que se abrazaron y, previendo el futuro, se lamentaron de que los ideales y las religiones, a las que darían lugar cada uno de ellos, serían un semillero de odios y guerras; de que insensatos fanáticos matarían en nombre de la insondable voluntad de Dios-Alá o de un Buda deificado. Tan insondable sería ese divino destino que cualquiera podía interpretarlo como más conviniese a sus inmisericordes fines. Pero que también, los tres, serían símbolo engañoso de esperanza y bondad sincera para los muchos inocentes de los que otros se aprovecharían. Aun así, aun adivinando ese porvenir -asombrosamente y nunca sabremos por qué-, pesó más su esperanza y decidieron continuar su misión. Jesús levitó hasta los cielos; Mahoma hizo lo mismo algo más tarde y Buda, el más antiguo de los tres, siguió en la higuera milenaria soportando el inaguantable «come-come».
Esto es historia, queridos amigos. Y la historia demuestra. Por tanto, he demostrado, como prometí al principio.
domingo 4 enero, 2015 @ 9:17 am
En mi 22, puede verse «Luter King; Pero» lo cual es un error al teclear. La separación debería ser un punto, no un punto y coma, o bien seguir con minúscula.
De todas formas, la RAE, a mi juicio catastróficamente, admite la excepción en los casos en que la información de una oración se aparta mucho del discurso principal. Y ponen uno de los ejemplos: «Como se ha explicado, la iniciativa es muy novedosa; ¡Ay!, me invade la nostalgia al recordar aquellos días; Ven un momento, Sara». Pág. 307 de «Ortografía de la lengua española». Existen varias formas de resolver la cuestión sin necesidad de atiborrarnos de excepciones.
Y ya que estamos en eso, creo que irán todos al infierno por cosas como así, aunque haya que reconocer los grandes literatos que conformanla RAE.
domingo 4 enero, 2015 @ 10:20 pm
La aparición de la opulencia como causa del surgimiento de las religiones moralizantes, me parece un poco flojo como explicación, sobretodo la cadena opulencia – planificación – pensamiento a largo plazo – recompensa futura en el mundo del más allá.
El mismo autor aporta un dato para una explicación alternativa, en mi opinión mucho más creíble: el aumento de la productividad por encima de las 20.000 kilocalorías diarias posibilita el surgimiento no directamente de las religiones moralizantes, sino el de una casta dominante a expensas de la apropiación del exedente del trabajo ajeno por encima del mínimo de subsistencia. Y esta casta se mantiene no sólo por la fuerza bruta, sino también por la ayuda de una religión que promete una vida mejor después de la muerte(y el castigo eterno para los rebeldes)como consuelo de las penurias y recompensa del sometimiento presentes. La autodisciplina, el ascetismo y la caridad que se pregonan(o imponen) son «virtudes» sobretodo para mantener el sistema explotador.
jueves 8 enero, 2015 @ 9:10 am
Estimado Joseba:
Me parece muy razonable tu argumento. Es evidente que las 20.000 Kcal/(día y per cápita) estarían desigualmente repartidas. Unos tendrían muchas más y otros muchas menos, lo que, evidentemente, lleva consigo la formación de una clase-casta dominante que se sirve, como dices, de la fuerza violenta y la religiosa y, añado, de cualquier otra que imaginar pueda.
Cordiales saludos.
lunes 12 enero, 2015 @ 2:49 pm
Hoy he leído, en una web llamada ‘El ojo cuántico’, sobre el .
tema de la ‘psiconeuroinmunologia’. Donde explican que «hasta ahora lo decían los iluminados, meditadores, y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos, los que en gran medida, han creado y crean continuamente nuestro mundo. Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusion, tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro.
Definen la laico bruto inmune logia, como la ciencia que estudia la conexión entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. El pensamiento y la palabra, son una forma de energía vital, que tiene la capacidad de interactuar con el organismo, y producir cambios físicos muy profundos, termina diciendo, el reportaje sobre el tema, el blog.
Cuanto menos, resulta un tema curioso, del que nunca había oído hablar.
Si, en cambio, había escuchado una vez, o leído por ahí, que los que estudian ciencias inexactas, como la física, química y biología, tendían a ser mas escépticos, por que seguro, seguro, no hay nada. Mientras que los que se inclinaba mas a la religión, y a las creencias en lo sobrenatural, tendían a ser los que estudian ciencias exactas, como las matemáticas; y otras, como la medicina, se trata de salvar vidas, de tener esperanzas y poner empeño en ello.
Finalmente, les dejo un reportaje curioso: http://www.círculo escéptico.org/artículos/ciencia a frente a creencias a religiosas.html
La revista Muy interesante, tiene un peque reportaje, en el que explica que el pensamiento critico, debilita las creencias religiosas
Un saludo.
lunes 12 enero, 2015 @ 3:48 pm
Espero que «Muy Interesante» haya dejado de ser la revista amarilla y carente de información de hace décadas, pero me temo que no es así.