¿Cuánto plástico hay en los océanos?
Un estudio calcula la cantidad de plástico que hay ya en los océanos de la Tierra.
Nuestro planeta es una bola de roca con dos capas muy finas que permiten la vida en este mundo. Una es la atmósfera y la otra los océanos. Sin estas dos finas y delicadas capas la vida no seria posible. Esto es algo que al ser humano parece que se la ha olvidado. Para el tamaño de un humano la atmósfera y los mares parecen muy gruesos, por eso es normal que al hombre de la calle se le antojen difíciles de contaminar. Son los científicos los que le tiene que sacar de ese enorme y peligroso error.
Llevamos un siglo contaminando masivamente con dióxido de carbono la atmósfera terrestre, tanto que ya estamos cambiando el clima y la química oceánica. Pronto los corales y otros seres con exoesqueletos de carbonato desaparecerán de los mares por culpa de la acidificación y con ello se producirá una extinción masiva como las que pasaron hace millones de años. Esta vez inducida por el ser humano.
El dióxido de carbono es invisible, así como la acidez del mar. Pero otros factores contaminantes son muy visibles. Así por ejemplo, en el Pacífico hay un “isla” de gran extensión de plásticos que las corrientes marinas amontonan. La gente espera ver una especie de “Australia” hecha de botes de yogures vacíos donde uno pueda caminar. Pero no es así, simplemente hay muchos fragmentos de plásticos flotando de aquí para allá en una concentración muy superior al promedio. Pero en otros lugares también hay estos residuos plásticos.
Las basuras son arrojadas al mar, a veces con la ayuda de los ríos, basuras que incluyen plásticos. Los barcos que surcan estos mares que antaño eran limpios y llenos de vida, también arrojan residuos, muchas veces son residuos plásticos. Los plásticos no se degradan, simplemente se fragmentan en trozos cada vez más pequeños. Si se analiza la arena de las playas de cualquier parte del mundo se pueden encontrar trozos de plásticos. Incluso en los hielos polares también hay plásticos, como una vez vimos en NeoFronteras.
Hay, por tanto, una contaminación de microplásticos (que no vemos o no queremos ver) y otra de macroplásticos (que irremediablemente vemos si queremos mirar). Pero, ¿cuánto plástico hay ya en total en los mares del mundo? Un estudio reciente ha contestado a esta pregunta. Hay 269.000 toneladas de restos plásticos flotando en los océanos del mundo.
Hasta ahora no había datos suficientes como para calcular una buena estimación sobre esta amenaza plástica. Así que científicos de seis nacionalidades contribuyeron con 24 expediciones durante un periodo de seis años (de 2007 a 2013) a la recopilación de los datos necesarios. Entre otras técnicas usaron redes que les permitieron recolectar microplásticos y medir así su concentración. Visitaron diversos lugares para realizare las medidas, como la costa australiana, la bahía de Bengala, el mar Mediterráneo, etc.
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Calculan que, como mínimo, hay 269.000 toneladas de plásticos flotando por los mares del mundo, siendo los macroplásticos más abundantes a lo largo de las costas. Los microplásticos son más abundantes en ciertas circunvalaciones subtropicales (como las mencionadas antes) y en las zonas subpolares, algo, esto último, no esperado por los investigadores.
La distribución de los microplásticos más pequeños en regiones remotas indica, además, que ciertas circunvalaciones marinas actúan como trituradoras que van fragmentado los residuos plásticos.
Según Marcus Eriksen, las islas plásticas en el centro de las cinco circunvalaciones subtropicales no serían, por tanto, el destino final de las basuras plásticas, sino que los microplásticos interaccionan con el sistema oceánico al completo.
Los plásticos absorben sustancias tóxicas que luego pasan a cuerpo de los animales marinos que ingieren accidentalmente estos microplásticos. Además de verse ahogados y estrangulados por macroplásticos, algunos animales ingieren estos residuos al confundirlos con sus presas naturales, como les pasa a las tortugas, que creen que las bolsas de plástico son medusas. Incluso las aves mueren por culpa de las arandelas agrupan las latas de refrescos y cervezas.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4568
Fuentes y referencias:
Artículo original
Plasticosfera.
La fusión del Ártico liberará plásticos
Foto: Wimedia Commons/ Plants of Hawaii.
11 Comentarios
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martes 16 diciembre, 2014 @ 12:25 pm
Parece que la cumbre del desastre está frente a Los Ángeles, más o menos a la longitud 150º o 160º O. Pero no creo que la suciedad venga principalmente de allí, sino de la corriente Kuro Shivo que llega de Japón. Debe haber algo que la haga ralentizarse y formar algún circuito menor.
Y me pregunto: ¿los microplásticos pasarán por nuestro cuerpo y el de los animales sin pena ni gloria o los descompondremos de modo que asimilemos lo más venenoso como el bisfenol y cosas así?
miércoles 17 diciembre, 2014 @ 2:23 am
Esa corriente a la que te refieres, amigo «tomás», bien podría llamarse «de Urdaneta» en vez de Kuro Shivo, en honor a su descubridor en una de las expediciones más épicas de la historia de la navegación: la de García Jofre de Loaísa.
miércoles 17 diciembre, 2014 @ 2:59 am
Sobre la segunda cuestión que planteas me he visto sorprendido al no encontrar referencias sobre el efecto de la ingesta de microplásticos en nuestra especie.
Todo lo que he encontrado se refiere a animales marinos (medusas, gusanos, peces o cangrejos) y hablan más bien de que acumulan microplásticos y tardan mucho tiempo en eliminarlos pero, al menos en lo que yo he revisado, no veo que hagan mención a que se hayan demostrado efectos patológicos, pero tampoco afirman con seguridad que no los haya.
Abrazos.
miércoles 17 diciembre, 2014 @ 11:57 am
Pues sí, querido Miguel Ángel. Tienes toda la razón en lo de preferir un honorífico Urdaneta frente al descriptivo Kuro-Shivo. Hemos perdido muchas ocasiones de sembrar de nombres españoles el mundo. Ahí está el continente América, y el país Colombia, cuando debiera ser al revés como mucho. Bueno, que tampoco cambiaría mucho la cosa. Si, por lo menos, Colón fuera vasco, que ya sabes que los vascos nacen donde les da la gana…
Y es que Rodrigo de Triana, era de Lepe -creo- aunque presumía de trianero y cuando avistó tierra, no se le ocurrió otra cosa que llamar a grandes voces a Américo Vespucio: ¡Américo! ¡Américo! gritó el muy imprudente -porque creo que éste era el cartógrafo- y como al amanecer -y sobre todo en el mar- se oye fatal, los tripulantes de las naos entendieron «¡América!» y así quedó la cosa para siempre jamás. Y Colón cabreado por que él quería llegar a las Indias. Además el avistador perdió la ocasión de que aquellas tierras se llamasen Rodrigia que me parece un nombre precioso (visto lo acaecido). O Leperia, o Triania que también quedan fenómeno.
¡Que otra tontería te voy a contar que tú no sepas, mi querido amigo!
jueves 18 diciembre, 2014 @ 3:45 am
¡Rodrigia!…no sólo bonito, además evoca al Rodrigo más famoso, ese que describe el Cantar como «amigo de amigos y enemigo de enemigos», el castellano recio.
Si has leído la crónica -excelente, por cierto- de Wikipedia del viaje de García Jofre de Loaísa, verás que hay otro ejemplo de ATRACO a mano armada en ese mismo viaje ya que se anticipan en 55 años a Drake en cruzar el extremo sur de América. Además, tengo entendido que hubo algunas expediciones posteriores que también pasaron por allí antes que Drake.
En este caso el perjudicado es Francisco de Hoces para favorecer a un pirata de esos que Inglaterra tenía «legalizados».
viernes 19 diciembre, 2014 @ 6:06 pm
Tomás y Miguel Angel:
Con mucho cariño: los que vivíamos aquí (en lo que llaman américa) antes de que llegara la banda de maleantes colonizadores desde el Reino de España, le teníamos puesto otro nombre, por donde yo vivo le llamaban y todavía le llaman Meli Wrtrian Mapu ( la tierra de las cuatro esquinas – en mapudungún) ese me parece el nombre mas indicado para el continente que actualmente se conoce como América del Sur. Por lo anterior me parece mas acertado los nombres locales como Kuro Shivo en vez de «de Urdaneta». La historia que conocéis o que exponéis es extremadamente autorreferente.
Un abrazo
sábado 20 diciembre, 2014 @ 11:51 am
Seguramente tienes razón, estimado «javier». Pero no eres consecuente porque, ateniéndome a tus palabras, has de ser chileno. Pero Colón arribó a una isla caribeña y a Chile se llegó mucho más tarde. Y se respetó el nombre que por allí se daba a la zona.
De todas formas tu reivindicas para todas las Américas es un nombre local y bastante estrecho (Andes-Pacífico).
Por otra parte, me parece muy posible que tengamos antecesores maleantes comunes, salvo que seas nativo puro lo que me parece dudoso dada la labor progenitora que por allí se realizó (haz el amor y no la guerra). Sí, ya sé que nuestros antecesores se llevaron cuanto pudieron, pero es que, sin ánimo de defender el hecho, todos los imperios se han dedicado a eso. Es un rasgo típico que también se dio entre los pueblos amerindios aunque en menor escala, pero sólo porque su tecnología no daba para más; no porque no quisieran.
Y los conquistadores que no se llevaron nada es porque se quedaban allí y allí guardaban lo atesorado. Luego les venía bien engañar al pueblo diciendo que los españoles se lo llevaban todo y así, que ese pueblo de criollos, no de nativos aunque también (pero estos sin beneficio alguno) se sintiera en contra de los conquistadores, pero los que así decían no eran precisamente nativos, eran criollos, o sea, hijos o nietos o biznietos de españoles; formaron su clase dominante y se inventaron el enemigo. Esto sucede también con nuestras independencias caseras cuyo lema profundo es «que nadie de fuera meta la mano donde sólo la hemos de meter nosotros».
Además no olvides que se llevó allí la salvación de las almas por medio de la cruz; un poco puntiaguda, afilada y con empuñadura para no dañar la mano. Y la salvación vale más que el oro.
Por último, si realmente piensas como dices, no deberías identificarte «javier», nombre tan de maleante como el mío según tus varemos. Habrías de llamarte de forma más histórico-tradicional y noble. Si yo pensase como tú debiera llamarme quizá «tartesio» o algo así. Piénsalo.
Un abrazo sincero, estimado «javier».
sábado 20 diciembre, 2014 @ 8:30 pm
Estimado Tomás:
Antes de ser «chileno» como dices me considero mapuche, los que no sólo estábamos a este lado de los andes, nuestro dominio se extendía hasta las tierras donde sale el sol y donde reina el viento y el frió (provincias unidad de la Plata y la Patagonia), la que compartíamos con los Tehuelches, en el fondo todo el «cono sur» debiera ser llamado Meli Wrtrian Mapu. Tienes razón mi adn tiene algunas secuencias de lo «godos» europeos, pero reniego de esa herencia genética. La labor «progenitora», de la que escribes fue muy extensa (y en lo personal me parece tan vergonzoso que no la habría nombrado), esos godos eran unos asesinos (de personas de sexo masculino) y luego reclamaban «el botín» que la formaban esas familias de los que mataban, eran muy lujuriosos violentos y violadores masivos -nunca fue amor como intentas tergiversar- (el estado islámico actual es una burda y pequeña copia de lo que llegaron a hacer los godos asesinos) ya que actualmente mas del 70% de los chilenos son mestizos, eso me hizo plantear en clases de historia (6to grado – tenía 10 años) que la llamada «madre patria» debiera calificarsele mejor como «Pvta Madre».
Los reyes de Castilla y Aragón sabían muy bien como instaurar un estado excluyente, lo demostraron muy bien cuando expulsaron a los judíos y musulmanes, sólo los que eran mas ricos alcanzaron a negociar «cambio a raíz crisitana del apellido» (los Santa Cruz, Torres de la Cruz, esos eran los mas influyentes, los de mas bajo poder adquisitivo les alcanzó solo para nombres de arboles: Perales, Naranjo, etc – los musulmanes del sur a lo menos conservaron su raiz: alvarado, almodovar, albornoz) esas mismas técnicas (y muchas otras) de exclusión social usaron en américa. Los anteriores son los motivos históricos de porque me llamo así «javier» (pero recordando a los toreros muertos: yo no me llamo javier) mis apellidos también son vascos, pero la realidad es que debería llamarme Lautaro Manquecura (sólo quizás) eso es lo que alcance a desenmarañar en mi historia familiar, ya que incluso a comienzos del siglo XX la exclusión social no hubiera permitido que mis abuelos entraran el la universidad con ese apellido (manquecura).
Pero en españa hay distintas formas de ser, tengo amigos andaluces maravillosos y son muy afines con los chilenos, lo que no soporto es cuando un castellano comienza a dictar las normas de su lenguaje, en eso son extremadamente desagradables. Y la verdad también sea dicha (pero no es consuelo): fue mejor ser conquistados por la banda de malenates godos y violadores que los que les pasó a los queridos hermanos apaches, navajo, sioux, ser asesinados masivamente por una banda de fanáticos religiosos.
Respecto de la cruz y la «salvación» que mencionas puedes hacer con ellas lo que mejor te plazca y guardarlas por allí, no soy católico ni menos cristiano, si no fuera por mis creencias ancestrales, sería un ateo – laico, quizás algo agnóstico. Me extraña que en españa aún no haya juicios masivos contra los curas abusadores, se ve que el Opus aún tiene poder.
Saludos, un abrazo también sincero Tomás
domingo 21 diciembre, 2014 @ 10:45 am
¡Jo, «javier», veo que andas más ofendido que un catalán con seny! Pero hombre, no te lo tomes así, que te va a dar algo. Mira, pienso que todos los humanos somos producto de conquistas, guerras, violaciones masivas y cosas así. Aquí, en España, que la historia recuerde, parece que estaban los íberos, por aquello de Iberia, pero ya había alguien de los que solo se sabe dejaron algún resto arqueológico. Llamémosles «proto» por decir algo. A los íberos les atacaron los celtas, los vascos -que, a lo mejor igual eran «protos»-, aunque vinieran, posiblemente, del Caúcaso -es que con los vascos nunca se sabe porque has de tener en cuenta que ellos nacen donde les da la gana, cosa de común conocimiento-, los fenicios, los griegos, los romanos, los gordos que tú nombras, los árabes, -los judíos lo hicieron sin ruïdo, suave, callada y pacíficamente-. En fin, «pa qué» te voy a contar. Que si empezamos, no acabamos. Los últimos fueron, los americanos USA. Aunque esta invasión fue muy celebrada, eso sí; puedes verlo en la película «Bienvenido Mr. Marshall», que te recomiendo encarecidamente si no la conoces. Por eso, en mi familia los hay de todos los colores; panochas tres, rubios casi de pelo platino los más; de tez oscura y pelo fino y lacio, dos; de cabello grueso como el alambre uno; ojos verdes, azules, marrones y negros puede ser cualquiera. Desde muy altos a muy bajos y robustos. Y es que somos una mezcla; más bien una emulsión. Y eso pasa en las mejores familias y en las peores.
Así que no te mortifiques más.
Pues nada, ya ves que si queremos recordar agravios no hay límite. Así que un abrazo de hermanamiento y consuelo.
Además, para que veas lo hermanos que somos, mi pareja es chilena, como tú, y muy bonita.
Abrazos.
domingo 21 diciembre, 2014 @ 4:34 pm
No te preocupes Tomás, no me mortifico, lo que pasa es que el sentido común no solo es patrimonio de catalanes si no de todo el que quiera. Es solo que los veo discutir acerca de como debiera llamarse tal o cual lugar y les parece con el ego que tenéis que debiera llamarse así porque un tipo que viajo por ahí lo describió por primera vez a europa, ¿habéis visto alguna vez un mapa turco o uno chino de la misma época? tienen nombres que ni te imaginas para españa y sus sitios geográficos. También debéis comprender que hay muchos lugares por acá, impuestos: el cerro «Santa Lucía» se ha llamado así hace casi 500 años, pero a lo menos 200 años (o sea desde hace 700) antes ya se llamaba (y aún le llamamos) Huelen.
Que bueno que no tengas problema con sentirte una «emulsión» etnica, pero aquí en Chile vieras como se discrimina por color de piel, por apellido, por donde vives, por el colegio donde estudiaste, por la universidad a la que fuiste, y todo promovido por todos, pero los que siembran mas semillas de la discordia: el clan de los millonarios, la derecha fascista (udi) y la iglesia católica.
Tomas, gracias, me has permitido hacer catarsis de un modo insospechado
Un abrazo fuerte y cariñoso
lunes 22 diciembre, 2014 @ 11:58 am
Eso de la catarsis es bueno. Yo lo percibo como una lluvia que todo lo limpia, caída sobre el espíritu.
Me alegra infinito si te ha hecho bien.
Un abrazo.