Ventaja de parto fácil frente a inteligencia
Un experto especula sobre la posibilidad de que nuestra superioridad sobre los neandertales fuera debido a que adquirimos mayor eficacia reproductora y no a nuestra hipotética superior inteligencia.
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Nos creemos los reyes de la creación, e investidos de propiedades divinas creemos que Dios nos hizo a su imagen y semejanza. Como tenemos gran variedad físicas entre nosotros, asumimos que esas semejanzas deben de ser a nivel intelectual y nos autodenominamos homo sapiens. Como especie elegida nos creemos superiores y atribuimos nuestra imposición a los neandertales, seres con los que compartimos este mundo en un pasado no tan remoto, a nuestras superiores capacidades intelectuales.
Los estudios más recientes, basados en la indistinguibilidad de las tecnologías en el pasado de ambas especies, parecen demostrar que la inteligencia de los neandertales debía de ser muy similar, e incluso igual a la de sus coetáneos homo sapiens, nuestros antepasados directos. Incluso algunas veces se atribuye nuestra inteligencia al cruce con esa otra especie del género homo.
Ahora, un grupo de expertos sugiere que nuestro éxito se debió a una superior capacidad de reproducción pero a costa de un peaje: menor capacidad craneana.
Christoph Zollikofer y sus colaboradores de la Universida de Zürich en Suiza han reconstruido tridimensionalmente el cráneo de un recién nacido neandertal de Rusia y de dos bebés de Siria de la época. Han descubierto que el tamaño craneal de los recién nacidos neandertales tenían el mismo tamaño que los homo sapiens de la época al nacer. Aunque las hembras neandertales tenían un canal del parto un poquito más grande, debido a la cara más prominente del feto, éstas debían de tener los mismos problemas a la hora del parto que las mujeres de homo sapiens.
Esto sugiere que ambos tenían que tener las mismas estructuras sociales necesarias para ayudar en el parto y que además el cerebro grande debió de haber evolucionado en alguna especie anterior y común a los dos, tanto sapiens como neandertales, todavía por descubrir.
Hay polémica sobre el ritmo de crecimiento en neandertales o si nuestra prolongada niñez nos permitió desarrollar mayor inteligencia.
El nuevo resultado muestra que los bebes neandertales crecían un 5 ó 10% más rápido que los humanos modernos, pero como los neandertales tenían cuerpos más grandes necesitarían del mismo tiempo para llegar a adultos.
La gran cuestión es que pasó hace 50.000 años. Los homo sapiens de la época y sus coetáneos neandertales parece que tenían similares cerebros al nacer y crecían a un ritmo similar. Pero los cerebros de los bebes actuales son menores a los bebes de ambos. ¿Está el cerebro moderno mejor organizado o cambiamos inteligencia por cráneos más pequeños que nos permitieran reproducirnos más rápido?
Zollikofer especula que quizás tuvimos más éxito que los neandertales, no por ser más inteligentes, sino por reproducirnos más rápido.
Fuentes y referencias:
Noticia en New Scientist.
Artículo original en PNAS (en abierto).
Neandertales en NeoFronteras.
7 Comentarios
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miércoles 17 septiembre, 2008 @ 3:43 am
Pues vaya, suena un tanto descorazonador.
miércoles 17 septiembre, 2008 @ 4:25 pm
Sí, suena bastante descorazonador -aunque es una mera especulación- y a parte de descorazonador un tanto peligroso para la especie humana, dada la presión de la «bomba demográfica». Un problema del que nadie al parecer quiere hablar, por entrar de lleno en el campo de la «incorrección política».
sábado 20 septiembre, 2008 @ 4:36 pm
Bomba demográfica no, ya que el planeta puede soportar a 12 mil millones de seres humanos. Lo Que Sucede es que la Huella Ecológica de unos 800 millones basta para acabar con los recursos del planeta en 20 años. 600 de esos 800 viven mayoritariamente en EE.UU., entonces ¿dónde está la bomba?
Muy por el contrario de lo que quiere sugerir el autor del artículo, es justo esa ventaja evolutiva-sexual la que ha permitido que la humanidad haya sobrevivido a tantas eras glaciares, supererupciones volcánicas, impactos cósmicos de pequeño porte y cientos de miles de epidemias y pandemias. De todas maneras, la planificación demográfica hoy es un imperativo.
lunes 22 septiembre, 2008 @ 6:37 pm
Veo dos temas: Reproducción e Inteligencia. Puesto que aún no nos ponemos de acuerdo sobre lo que es realmente inteligencia, creo que ese tema es bastante rebuscado y más aún en el campo de la especulación arqueológica. Sobrevivimos y aquí estamos. ¿12.000 millones de humanos? Necesito saber de donde es ese cálculo, ya que como dice Alejandro, apenas soportamos a 600 millones. Creo que la planificación reproductiva es fundamental en un mundo globalizado, más que nada para ponernos de acuerdo y saber utilizar de manera renovable los recursos.
Neanderthales y Homo sapiens, hermanos todos. Ojalá eso lo lean los racistas.
miércoles 24 septiembre, 2008 @ 1:34 am
Todo está en la huella ecólógica. Serge Latouche se ha referido a como se puede «decrecer sosteniblemente» términos que difunde también James Lovelock. Los datos expuestos son claros. Se puede contrastar la información en los distintos buscadores y temas relacionados con el decrecimiento sostenible. Es de esperar que nuestra inteligencia aumente lo suficiente para que podamos emplear positivamente nuestra capacidad de supervivencia por sexualidad.
miércoles 24 septiembre, 2008 @ 11:04 pm
Es el típico problema que cuanto más tiempo pase sin resolverse más horroroso se hará. En un planeta finito no se puede crecer indefinidamente. Es como un cultivo de bacterias que al terminarse los nutrientes mueren todas en un paroxismo de muerte.
Si no nos controlamos la hecatombe puede ser terrible. Incluso antes de acabar con los recursos las pandemias nos pueden diezmar.
Para cualquier país, salvo para mantener ejércitos y tener más peso «político», el tener más población no le reporta ninguna ventaja, es simplemente los mismos recursos para más gente. Ya se ve con el precio de los alimentos, la escasez de agua dulce o el agotamiento de las reservas pesqueras.
Que los recursos estén encima mal repartidos tampoco ayuda. Y el que se reparta todo hasta que todos seamos igual de pobres tampoco parece una buena perspectiva. Además, los recursos puede que sean universales pero unos crean riqueza y otros no.
Las predicciones maltusianas no se han cumplido hasta ahora porque la tecnología nos ha permitido explotar más y mejor los recursos, pero esto no significa que esa explotación sea correcta. Invertir una caloría de trabajo para conseguir una caloría de lechuga en la era preindustrial quizás era mejor que invertir 10 para conseguir esa misma caloría en la actualidad. Todo a costa de una energía fósil barata que a cambio ha destruido el sistema climático del planeta.
Por desgracia los sistemas económicos y sociales, muchas veces basados en un timo piramidal, son un escollo difícil de superar. Los condicionamientos culturales son incluso peores.
Quizás decrecer sea mucho pedir, mantenernos con la misma población ya sería todo un logro, un milagro y nuestra salvación como especie.
sábado 27 septiembre, 2008 @ 1:47 am
El tema no pasa por riqueza o pobreza (patrones de la actual civilización insostenible) sin por la calidad de vida sostenible. Serge Latouche lo explica a su modo claramente. Una huella ecológica sostenible no es ser pobre, al contrario, es ser realmente rico, porque el ejemplo del cultivo de bacterias que agotan los recursos de su medio ambiente es el paradigma de una dinámica de miseria total; eso bajo ningún aspecto puede ser considerado como «riqueza». Obviamente, una cosa es razonar ello y otra es lograr modificar los patrones culturales de masas. Es el trabajo que tenemos por delante y que de hecho se hace a través de web’s como esta.