Un dispositivo simple ahorra un 20% de combustible
Hay pruebas de que un dispositivo sencillo acoplado a un motor de explosión interna ahorra hasta un 20% de combustible.
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En los últimos tiempos cada vez que vamos a la gasolinera para llenar el depósito de nuestro automóvil los pelos se nos ponen de punta al ver lo que tenemos que pagar al final. El precio del petróleo sube y no parece que baja a bajar significativamente en el futuro.
Los sistemas híbridos o eléctricos que ahorran mucho todavía son muy caros o tardan en llegar al mercado. Por esta razón cualquier sistema que permita ahorra un pequeño porcentaje de gasolina en un sistema tradicional es bienvenido. Además, el ahorro de combustible significa que dañamos menos el medio ambiente. Desde esta página hemos cubiertos algunas noticias sobre estos sistemas, pero sería de optimistas esperar milagros en este campo.
Ahora Rongjia Tao de Temple University nos sorprende con un sistema sencillo y barato que permite ahorrar hasta un 20% de combustible en motores de explosión interna alimentados por inyección. No se trata de un fraude como los imanadores de gasolina y otros timos que se vendieron en el pasado, la American Chemical Society se hace eco del invento.
Tanto los motores diésel como los motores de gasolina modernos inyectan el combustible en el cilindro. Cuanto mejor se haga esta operación mejor combustión se obtendrá y mejor rendimiento final tendremos. Los ingenieros han diseñado a lo largo de los últimos años diversos sistemas mecánicos o aerodinámicos para lograr esta meta.
Tao utiliza otra aproximación al problema, el dispositivo desarrollado por él utiliza un campo eléctrico que reduce la viscosidad del gasóleo o gasolina y así la gotitas de combustible que se inyectan en el motor son más pequeñas. Gracias a esto la combustión es más efectiva y limpia, alcanzando el motor un rendimiento mejor que sin el dispositivo. Éste se alimenta por electricidad procedente de la batería del coche.
Los seis meses de pruebas con un motor diésel Mercedes-Benz demuestran que se pasa de recorrer en carretera 13,5 km por cada litro de combustible consumido a recorrer 16.1 km. Esto representa, más o menos un 20% de ahorro. En ciudad el consumo se reduce un 12 ó 15 por ciento. Un 20% es simplemente una mejora increíble.
Los investigadores implicados esperan mejorar aún más el sistema y aplicarlo a todos los tipos de motores de combustión interna, tanto presentes como futuros. Obviamente aquellos que utilicen carburación quedarían fuera de esta mejora.
La generalización de este sistema ahorraría millones de euros en combustibles y reduciría las emisiones de dióxido de carbono.
Fuentes y referencias:
Nota de prensa en Temple University.
Artículo original (abierto).
Noticia en American Chemical Society.
17 Comentarios
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miércoles 1 octubre, 2008 @ 10:22 am
Sin comentarios, eso digo yo…
A ver si consiguen hacerlo más eficiente. Hasta un 50 % y nos hacen padre a media humanidad.
S2.
miércoles 1 octubre, 2008 @ 12:18 pm
Es curioso, al final no deja de ser un fenómeno eléctrico (ya sea de campo magnético o de campo eléctrico) y algo tan «burdo» como reducir la viscosidad… Desconozco si los imanes podían reducir el consumo (los fabricantes decían que sí, bajo estudios…) y también desconozco la propiedad eléctrica que hace actuar sobre la físico-química (viscosidad).
Y algo tan «burdo» (repito), al final se traduce en un 20% de reducción!! y todos tan felices…
Me pregunto: ¿y si justo a la pre-inyección se inyecta un aditivo que mejore la viscosidad? (y que, de paso, no sea cancerígeno en la combustión y que no emita plomo y que…).
Mientras no vienen los coches de hidrógeno, bien venido sea este invento (y los imanes, si fueran útiles).
Saludos.
miércoles 1 octubre, 2008 @ 3:42 pm
El sistema es muy curioso y simple como el mecanismo de un botijo. Vamos, que es muy fácil hacérselo en casa.
Leyendo el articulo original me da que la reducción de viscosidad es sustancial en diésel, pero en gasolina me parece poco significativa. Por tanto creo que esta mejora solo funcionará en diesel y no en gasolina. Ademas la gasolina se evapora antes de llegar al cilindro, con lo que la mejora no creo que sea posible.
Creo que calentar el gasoil también disminuye su viscosidad, con lo que es probable que un simple calentamiento haga el mismo efecto.
miércoles 1 octubre, 2008 @ 8:47 pm
Por eso se dice «hasta un 20%». El gasóleo es más viscoso que la gasolina por lo que se beneficia más del invento. En el caso del diésel es química elemental, cuanto más finamente divididos estén los reactivos más rápida y mejor será la reacción, en este caso la combustión.
Cualquier traza de combustible que no se queme bien influirá negativamente en el rendimiento y se expulsarán partículas nocivas. Sólo hace falta situarse detrás de un autobús urbano para «apreciarlo».
En el caso de la gasolina quizás cuanto más fino sea el aerosol antes y mejor se evaporará, aunque sobre esto no mencionan mucho en la nota de prensa.
En Europa la mayoría de los automóviles son diésel por lo que el invento nos vendría muy bien. Además por ser diésel, estos motores ya de por sí ahorran más.
Su uso en un híbrido diésel basado en un generador a ritmo óptimo (ya hay prototipos) sería igualmente una buena cosa.
jueves 2 octubre, 2008 @ 8:56 am
Hola de nuevo:
¿Alguien sabe explicar el fenómeno por el cual un campo eléctrico disminuye la viscosidad de un fluido?
Gracias!
jueves 2 octubre, 2008 @ 10:40 am
La viscosidad en este caso es la viscosidad efectiva de un líquido en suspensión. Los detalles, como la polaridad de las diversas moléculas que componen el combustible, el voltaje aplicado, etc. aparecen en el artículo original que se anexa y que está en abierto. Según los autores reducen la viscosidad del gasóleo en un 9%.
jueves 2 octubre, 2008 @ 3:53 pm
Hace algún tiempo vi dos noticias relacionadas con el aumento de eficiencia.
Las dos consistían en aprovechar el calor del tubo de escape.
Una proponía hacerlo mediante termopares. La otra mediante una miniturbina de vapor.
Con el aumento del precio del combustible veremos aplicar muchos de estos avances.
jueves 2 octubre, 2008 @ 3:57 pm
También quería mencionar que el sistema «Common rail» consiste en tener un tubo común de gasoil a alta presión. Los inyectores son abiertos de forma eléctrica (el los diésel normales se abren por la subida de presión del combustible)
El avance de este sistema consiste precisamente en atomizar mas el combustible, gracias a la alta presión, permitiendo una mejor combustión. Probablemente este invento en coches con esta tecnología no proporcione ventaja alguna.
viernes 3 octubre, 2008 @ 2:56 pm
Imanes vs aparato.
Antes de leer el artículo, me pregunto lo siguiente:
Si por lo que se ve es un tema de orientación de las moléculas (se orientan en un campo eléctrico, me imagino que el diésel debe ser polar, etc…) y eso reduce la viscosidad, ¿no? Entonces, si ponemos un campo magnético muy potente; ¿habría o no orientación de las moléculas? Si fuese este el caso (repito, no he leído aún el artículo); ¿tendrían fundamento los imanes para reducir el consumo?
Saludos y buen fin de semana.
viernes 3 octubre, 2008 @ 9:12 pm
La gasolina y el gasóil son apolares, no tienen carga eléctrica, así que un imán no va a hacer nada más que atraer el dinero del comprador.
Teniendo en cuenta que es apolar, no se puede inducir un dipolo (hidrocarburo puro y duro) y carece de grupos ionizables (como pueda tener, por ejemplo, un ácido graso) no se puede ionizar con un imancillo como los dispositivos que se comercializan por ahí, no se ya un campo eléctrico muy potente…
Se pueden polarizar (sí tienen carga eléctrica neutra, pero aplicando energía podemos romper los enlaces e incluso ionizar cada partícula) los enlaces pero hace falta más que un imán, hace falta imponer cierto incremento de energía para hacer cambiar de nivel los electrones de valencia en cada átomo, que a voz de pronto no sabría decir de qué magnitud es en estas moléculas, pero es que si se descompone el hidrocarburo ya pierde sus características propias y no valdría como combustible.
Hicieron una prueba en VAGtopista hace años con uno de estos ionizadores y decían que si ahorraban combustible, de todas manera hay por ahí estudios que dicen que el porcentaje de combustible no quemado es muy pequeño, mucho menos de ese 20%.
Los aditivos wins también reducen el consumo, no sé ya si por el mismo mecanismo.
saludos
sábado 4 octubre, 2008 @ 3:23 am
Siempre según el autor del artículo original, el campo aplicado (de 1000 V/mm) induciría interacciones dipolares y se formarían agregados moleculares pequeños:
domingo 5 octubre, 2008 @ 7:00 am
Estoy con los escépticos sobre la eficacia de los campos electromagnéticos por su acción sobre la viscosidad. Si el campo es de suficiente gradiente -Neo da 1000 V/mm y dice se forman agregados menores- destruyendo -como ya indicaba Pablo- la estructura molecular, la clave podría estar en esa transformación, siendo la viscosidad una consecuencia secundaria, importante en los productos resultantes.
Lo seguro es, como dice Jose M Piñeiro, que la mayor temperatura disminuye la viscosidad.
Sin embargo, la afirmación de que el menor consumo es real, merece ser muy considerada, bien demostrada y, a ser posible, explicado su proceso, porque hay muchos intereses económicos de por medio y algún magnético enredo. Así, el que la entidad que nombra Neo, avale la cosa, parece buena señal. Pero la prueba no es buena en carretera por la gran cantidad de variables incontrolables. Es más segura en un banco de pruebas con diferentes motores-tipo. En fin…
Un cordial saludo.
domingo 5 octubre, 2008 @ 11:42 am
En todo caso es lo que el investigador afirma. Las pruebas las hicieron durante 6 meses y presumiendo la buena fe del investigador el invento parece funcionar. Como los resultados son en teoría reproducibles ya habrá gente estudiando el sistema.
Otra cosa diferente es la explicación. El investigador propone una en su artículo, pero pudiera ser que la razón del ahorro fuera otra.
domingo 5 octubre, 2008 @ 2:29 pm
Tratando de otro tema.
¿No creéis que si se estandariza esta medida en los automóviles y medios de locomoción en general reduciendo el consumo el precio del carburante aumentaría la parte proporcional para que las grandes petroleras no perdieran dinero? Creo que estas medidas estarán muy bien para el medio ambiente por su reducción de emisiones, pero en absoluto lo será para el bolsillo del consumidor.
lunes 6 octubre, 2008 @ 8:57 am
Cita Pablo: «Hicieron una prueba en VAGtopista hace años con uno de estos ionizadores y decían que si ahorraban combustible, »
Hola Pablo, creo que lo que conocemos sobre la polaridad de los combustibles es lo normal (en condiciones normales de T y P y voltaje/magnetismo), pero en cuanto aplicamos un campo de 1000 V/m (que es una salvajada) o metemos un campo magnético de varios Teslas (que también lo es)… las propiedades eléctricas de la mezcla combustible parece que varían (desde luego, ya no puede negarse que con el campo eléctrico no lo hagan…).
Respecto al campo magnético (imanes potentes), citas una prueba que sí dijo que ahorraban combustible… no sé, pero parece que no es tan tajante como antes el decir que no sirven… ya digo pa-re-ce (no afirmo que sean útiles, pero que de entrada no puede decirse que un imán es tontería y un campo eléctrico es lo mejor que ha parido madre :) )
Saludos.
PD: por lo que se ve la rotura de las moléculas es la que hace que disminuya la viscosidad, posiblemente al romperse en moléculas más pequeñas (hidrocarburos menores) lo que está haciendo es aumentar -anarquicamente- el índice de cetano… aumentando la calidad del diésel (a costa, quizás, de disminuir la vida final del motor (?) ) Seguiremos informando.
domingo 12 octubre, 2008 @ 1:02 pm
Yo digo arriba que si se rompen las moléculas, ya no sirve como combustible, y no es lo mismo un imancito como los que se comercializan por ahí que produce un campo magnético ridículo que un dispositivo electromagnético de gran potencia, que induzca dipolos en una sustancia apolar como el combustible diésel, pero sin pasarse, porque si no se rompen las moléculas y ya no sirven, hay que jugar con un campo efectivo que no rompa las moléculas y reduzca la viscosidad, puede ser que funcione o que no, el tiempo lo dirá, aunque algo tan sencillo es raro que se haya escapado hasta ahora, yo soy muy escéptico con todo este asunto.
lunes 13 octubre, 2008 @ 8:12 am
Insisto en la necesidad del banco de pruebas. Las de carretera no son nada fiables por muchos coches que lleven el artilugio. Nada más hay que ver el éxito económico de los imanes. La publicidad y el efecto placebo pueden hacer milagros: piénsese en Lourdes.