NeoFronteras

Calidez física y psicológica conectadas

Área: Psicología — miércoles, 29 de octubre de 2008

La temperatura física afecta a las propias impresiones que tenemos de los demás y a nuestro comportamiento hacia ellos sin que seamos conscientes de esta influencia.

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A veces decimos que una persona es cálida. Naturalmente nos referimos a su personalidad y no a que tenga fiebre permanente. ¿De donde vienen este tipo de metáforas?
Lawrence E. Williams de University of Colorado en Boulder y John A. Bargh de Yale University están estudiando precisamente esto, en concreto la conexión entre el mundo físico y psicológico. Según unos experimentos que han realizado recientemente las personas pueden cambiar su actitud hacia un extraño simplemente por sujetar una taza de café caliente previamente durante unos momentos.
El artículo publicado en Science por estos investigadores describen como unos voluntarios puntuaban a unos extraños de manera diferente dependiendo si habían bebido una bebida fría o caliente justo antes de realizar el test.
La gente habla de forma natural sobre lo «fría» o «cálida» que puede ser una persona y prefieren pasar el tiempo con aquellas que considera “cálidas”. Según los estudios de estos expertos estas metáforas no serían casuales ni accidentales. Además cualquiera que hable otros idiomas sabe que esto se da en muchas lenguas.
A los voluntarios que participaron en las pruebas no se les informó de la razón última de las pruebas a realizar. En el primer tipo de experimento una persona conchabada con los investigadores y que hacía de «gancho» acompañaba a los sujetos voluntarios desde el vestíbulo de entrada del edificio al sitio donde se realizaban las pruebas usando el ascensor. Llevaba consigo un sujetapapeles, un par de libros de texto y una taza de café o bien caliente o con hielo. A lo largo del camino pedía al sujeto a estudiar que sujetara la taza durante un tiempo mientras tomaba nota de su nombre y hora de participación.
La hipótesis era que la persona que sujetase una taza caliente tendría una valoración más positiva de un extraño que tenía que juzgar una vez llegaran a la sala de pruebas que aquellas que sujetasen la taza fría. Según los resultados William estaba en lo cierto y las personas que sujetaron la taza caliente brevemente percibieron a la persona a juzgar como más cálida que aquellos que sujetaron la taza de café con hielo.
En un segundo experimento se eliminó la posible influencia no intencionada del «gancho» eliminándola. Además no se usó una bebida, en su lugar se usó unas compresas calientes o frías que los sujetos tenían que evaluar bajo la excusa de un test de productos comerciales.
Después de probar la efectividad de estos supuestos productos a los sujetos se les daba a elegir entre llevarse un vale por un dólar para una heladería cercana o un refresco de frutas a cambio de realizar las pruebas. Unas veces el pago era ofrecido como un regalo para un amigo y otras veces como una recompensa personal. Independientemente del objeto elegido aquellos «preparados» con frío eran más propensos a elegir un regalo para ellos mismos, mientras que aquellos que habían sido «tratados» con calor eran más proclives a elegir un regalo para un amigo.
Según Williams experimentar la temperatura física per se afecta a las propias impresiones que tenemos de los demás y a nuestro comportamiento hacia ellos sin que seamos conscientes de esta influencia.
De este modo, en una reunión de dirección de una empresa, por ejemplo, estar dispuesto a tocar humanamente a los demás, darles la mano y ese tipo de experiencias son realmente importantes aunque no seamos conscientes de ello. Se ha demostrado que en restaurantes en los que el personal toca afectuosamente a los clientes se reciben más propinas. Es un gesto agradable, pero también cálido.
Según Williams este resultado podría tener implicaciones en el marketing porque muestra cómo de fuerte es la relación entre el mundo físico y el psicológico. Pone como ejemplo el tratar de promocionar un producto en la calle en un día frío. Si al posible cliente se le da una galleta caliente se facilitará la conexión con él.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa en University of Colorado.
Foto: «grin» por amanky, vía Flickr.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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2 Comentarios

  1. salva 60:

    Noticia interesante, podría completarse con una hipótesis de la causa del fenómeno.
    Posiblemente, como al subir la temperatura las reacciones químicas se aceleran, y así lo hace el metabolismo, aumente el nivel de hormonas, y con él la emotividad. Por tanto si los estímulos son atractivos, se siente más atracción, pero también se dice: «Estoy ya caliente de tantos ataques infundados», es decir faltaría realizar experimentos con estímulos negativos, con una emoción de repulsión moderada, posiblemente al subir la temperatura y el metabolismo, aumente la tendencia agresiva.
    En los países ecuatoriales ha habido y hay muchas guerras.

  2. Juan E. Díaz:

    Excelente: pero también a la inversa, como ha mostrado el cine-arte, parejas que se separan o terminan una relación, sienten súbitamente el frio ambiente, su «sensación térmica» varía.
    Además las personas «cálidas» hablan cierto tipo de palabras, con una entonacion o registro vocal muy particular, pausado, amable, sugestivo, de tonos mas bien bajos en el hombre, y no muy agudos o «chillones», sino suaves, en la mujer.
    Frase típica: «Pienso que si usted…digo, con lo sensible que es… no daría una moneda por ese amor que todavía recuerda». Tiene muchas probabilidades de recibir ayuda.

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