NeoFronteras

Aumenta rápidamente la acidez de los océanos

Área: Medio ambiente — viernes, 28 de noviembre de 2008

Según las medidas de campo la acidez de los océanos aumenta a un ritmo muy superior a lo predicho.

Foto

Uno de los efectos más perniciosos de las emisiones de dióxido de carbono de origen humano es la acidificación de los océanos. El CO2 se combina con el agua y produce ácido carbónico. Aunque la acidez no sea muy elevada puede dificultar o impedir la formación de conchas y exoesqueletos de los animales marinos o la formación de corales duros. Estos seres utilizan calcita, aragonito y otros minerales de carbonato cálcico que son sensibles a la acidez. Un pequeño experimento que se puede hacer en casa es sumergir un trozo de coral encontrado en playa en un vaso de vinagre y ver cómo se disuelve. Es la misma razón por la cual algunos pavimentos de caliza utilizados para cubrir el suelo de una casa pueden dañarse si se vierte vinagre accidentalmente (incluso al mármol le pasa lo mismo).
Aunque pudiéramos controlar la temperatura atmosférica con algún método desconocido, si no impedimos la acidificación de los océanos las consecuencias serán igualmente dramáticas. Podría darse una extinción masiva que colapsara los océanos. En el pasado hubo épocas en las que los niveles de dióxido de carbono eran elevados, pero la vida marina se las ingenió evolutivamente para adaptarse al nuevo ambiente porque el cambio se produjo de manera lenta. Hace tiempo incluso hubo numerosos animales que utilizaban el sílice para construir sus esqueletos. Las esponjas y las diatomeas actuales así lo hacen.
En el presente el ritmo de aumento de la acidez de los océanos es la clave. Si esta velocidad es muy alta a las especies no les dará tiempo a adaptarse y se extinguirán. Si fuera lento habría esperanza.
A veces se utilizan modelos informáticos para predecir cómo será el clima futuro o cuál será la acidez de los océanos, pero no siempre nos podemos fiar de los modelos.
Ahora Timothy Wootton y sus colaboradores de University of Chicago han documentado con datos reales que la acidez de los océanos crece más rápido de lo que previamente se había pensado. Además pueden demostrar que este aumento de la acidez está correlacionado con el aumento de dióxido de carbono atmosférico.
Aunque se había predicho que el aumento de los niveles de dióxido de carbono haría aumentar la acidez de las aguas, las pruebas empíricas han sido limitadas hasta el momento.
Este nuevo estudio se basa en 24.519 medidas del pH oceánico realizadas a lo largo de ocho años. Esto representa la primera base de datos detallada del pH costero a una latitud templada, latitud que corresponde a las regiones de mayor producción pesquera del mundo.
Según este estudio la acidez aumenta 10 veces más deprisa que lo predicho por los modelos de cambio climático y otros estudios. Según Wootton este aumento tendrá un impacto severo sobre la red alimenticia marina y muestra que la acidificación es un asunto más urgente de lo pensado, al menos en ciertas áreas oceánicas.
El océano juega un importante papel en el ciclo del carbono. Este gas se disuelve en el agua de los océanos. Durante el día su nivel cae debido a la fotosíntesis, pero por la noche su nivel sube de nuevo. Este estudio ha documentado este ciclo diario, así como el aumento promedio total de la acidez en el tiempo.
La acidez oceánica interfiere en el proceso de formación de los arrecifes coralinos, y por tanto pone en peligro la existencia de numerosas islas de zonas tropicales. Amenaza que se suma al aumento del nivel del mar debido al calentamiento global (incluso sin deshielo solamente la dilatación del agua que ya hay producirá un desastre).
El estudio también ha documentado los efectos que el aumento de la acidez está provocando ya en la vida marina. Las poblaciones de mejillones y percebes en los alrededores de la isla Tatoosh (en el Pacífico, muy cerca de Vancouver) donde se hizo el estudio han ido decayendo conforme aumentaba la acidez. Al mismo tiempo las poblaciones de otras especies de animales de pequeñas cochas no calcáreas y de algas no calcáreas han aumentado.
Según Catherine Pfister, coautora del estudio, hasta el momento hay una falta de información sobre cómo ha cambiado el ciclo del carbono en años recientes. Las concentraciones de dióxido de carbono continuarán aumentando y este trabajo apunta a la urgente necesidad de entender mejor los cambios en el pH oceánico y su efecto sobre la vida marina.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa en University of Chicago.
Artículo original (resumen).
Foto: J.T. Wootton, The University of Chicago.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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16 Comentarios

  1. ___Emilio:

    Ese es el verdadero problema contra el que llevo clamando en el «desierto» durante años: la manía del agua de unirse al CO2 para hacerse ácido carbónico… provocando el fin del mundo oceánico tal y como se conoce.
    Supongo que los negacionistas dirán que el CO2 viene de los volcanes o de los pedos de las vacas… ¿no?

    Saludos.

  2. lluís:

    Pues me parece que vas a seguir «declamando» en el desierto, y quizás no por muchos años, desafortunadamente. Por ahora nadie parece que sea demasiado consciente de que se pueden acabar los «mejillones y los percebes» y además se avecinan esa pesadez de fiestas en las que al que más que menos le apetece tomarse unos percebes con un poco de cava… por si se acaba el mundo.

  3. NeoFronteras:

    Este asunto de la acidificación del agua no es nuevo, en el mundo académico lleva bastantes años. Por desgracia los expertos se han pasado años denunciando el problema sin que los medios de comunicación digan nada, al menos en España. ¿Se ha mencionado alguna vez este asunto en un telediario?
    La importancia que tiene un asunto para un periodista es algo misterioso. Uno de los problemas quizás sea el soltar en la sociedad licenciados en periodismo que no saben absolutamente nada sobre cualquier otro tema. El periodismo debía de ser un máster de posgrado.

  4. lluís:

    No. La respuesta es claramente no. Jamás he visto un telediario, al menos en España, que se haya hecho eco de esta materia. Ni de ésta, ni de ninguna que tenga que ver con la ciencia. A no ser algo sobre medicina porque «han encontrado algo para curar aquéllo». Pero lo más apabullantemente vergonzoso es el absoluto desconocimiento que los periodistas tienen sobre cualquier tema científico, por muy básico que sea. He visto grandes figuras del periodismo, que ni siquiera saben cual es, aproximadamente, la velocidad de la luz (y ya no digo «en el vacío»). Sin ir más lejos, ayer vi un programa en televisión, en el que un físico le preguntaba un tanto sorprendido al presentador-periodista… ¿Pero no sabes la 3ª Ley de Newton? Por no saber ni sabía que Newton «hacia leyes». La pregunta la respondieron chicos de ESO.Un o una periodista son señores que tienen una carrera universitaria. Y lo que es peor, ¿cómo pretenden los señores periodistas explicar un mundo cada vez más tecnocientífico? ¿No son ellos quienes deben indagar sobre la verdad de las cosas para poder explicárnoslas? ¿Cómo pretenden explicar los avances en genética, biología molecular, biotecnología, etc? ¿Qué clase de sociedad están diseñando, si no son capaces de documentar una opinión pública cada vez más acrítica? Durante la carrera debería darse a los periodistas unos cursos básicos de física, biología, y química, pero desde luego con fórmulas, no pura «ciencia escrita». Leí, y me quedé gratamente sorprendido, del alto nivel de los grandes periódicos que informaron de la visita de Einstein a España, algunos periodistas que acudieron a sus conferencias (nada divulgativas y sí bastante técnicas) y llegaron a incluir en sus crónicas las fórmulas que el sabio escribió en la pizarra y las interpretaron para el público lector. Nadie puede imaginar hoy en día una cosa semejante…¡¡¡Fórmulas de Einstein en una crónica periodistica!!! Los periodistas de hoy sólo acuden a las notas informativas de Nature y Science. Son, entre muchos otros, responsables del declive de la ciencia.

  5. NeoFronteras:

    La solución una vez más está en eliminar la licenciatura o grado en periodismo y similares. Salvo las titulaciones relacionadas con los medios técnicos (utilización de cámaras, revelado, fotografía, etc.) las demás titulaciones sobran.
    Lo ideal sería que estudiaran un master en periodismo los licenciados o graduados en Políticas, Económicas, Filosofía, Físicas, Biológicas, etc. Al menos así sabrían de algo.
    Los periodistas de ahora en España presumen de: haberse pasado la carrera en el bar de la facultad, no haber aprendido nada de sus estudios y de ser de letras. La ciencia simplemente la desprecian y buscan la menor excusa para desprestigiarla.
    Hace un tiempo, por ejemplo, salía un especial en el dominical de «El país» en donde se repasaban los casos de «fraude científico». Ni que decir tiene que sólo salían unos cinco casos de los últimos siglos (se olvidaron de los rayos N y del hombre de Piltdown). Los científicos son humanos y se esperaría mucho más fraude, sin embargo vendían una prueba de honradez como si fuera una prueba de maldad intrínseca.
    En otros países, sin embrago, la situación es distinta. La universidades británicas prestigiosas no emiten títulos de licenciatura en periodismo, por ejemplo.
    En EEUU, pese a todos sus defectos, se difunden mucho más los hallazgos científicos.

  6. NeoFronteras:

    Por cierto el artículo creo que era este:

    El País

    por ROSA MONTERO:

    La gente todavía tiene cierto respeto por los científicos. Los políticos nos parecen unos cantamañanas, los periodistas unos mentirosos, los abogados unos mangantes y así sucesivamente a lo largo de casi todo el espectro profesional, pero los científicos aún conservan su prestigio y mantienen una imagen idealizada de seres austeros, honestos y entregados a la búsqueda de la verdad, o más bien de aquellas pequeñas certidumbres que son empíricamente demostrables dentro de la inacabable vastedad del mundo. Por eso los fraudes científicos escandalizan tanto: porque empañan una de las últimas credulidades que nos quedan.

    El reciente caso del coreano doctor Hwang ha sido un ejemplo clamoroso de este abuso de confianza. En primer lugar, porque sus supuestos logros en la obtención de células madre hicieron concebir ansiosas esperanzas a una infinidad de enfermos graves; pero además porque, al parecer, el tal Hwang tiene un descaro monumental y se ha inventado todos sus hallazgos. Siempre que se descubre una pifia de semejante calibre, los periódicos dicen que el investigador en cuestión logró engañar a la prestigiosa revista científica tal o cual (en el caso de Hwang se trató de «Science»), que dio por bueno y publicó el tramposo trabajo sin advertir que era una pieza literaria tan alejada de la realidad como una mala novela.

    Resulta curioso que los medios repitamos una y otra vez el adjetivo ‘prestigioso’ con referencia a esas revistas científicas, porque lo cierto es que estos fraudes son mucho más abundantes de lo que queremos creer y las revistas meten la pata una y otra vez. Pocos días después del escándalo del coreano se descubrió otra estafa científica cometida por el doctor Ram B. Singh, un experto en alimentación indio que supuestamente había demostrado en un estudio que las frutas, la fibra y los vegetales disminuían hasta el 50% el riesgo de ataques de corazón en personas con dolencias cardíacas. Por lo visto la investigación había sido totalmente manipulada. Esta vez le metieron el gol a la revista (naturalmente prestigiosa) de la British Medical Association. Recuerdo otro caso glorioso de hace dos o tres años, el de Hendrik Schön, un alemán de 32 años que era una estrella mundial de la física, un niño prodigio del que se hablaba como próximo Nobel. Este Schön trabajaba en un importante laboratorio (Bell Labs) y publicó nada menos que diecisiete artículos en prácticamente todas las grandes (y prestigiosas) revistas científicas del mundo antes de que se descubriera que sus trabajos en electrónica molecular estaban plagados de irregularidades y de que Schön no pudiera mostrar ni una sola prueba de cómo había obtenido sus resultados.

    No me digan que todo esto no es muy raro. No digo ya el afán de mentir, de medrar y de destacar aunque sea a través del engaño, un vicio muy humano y tan antiguo como el mundo, sino el hecho asombroso de que tantos investigadores puedan inventarse resultados espectaculares como quien se inventa un cuento de hadas, que alteren los experimentos, que carezcan por completo de pruebas de lo que hacen y que, sin embargo, todo el mundo parezca estar dispuesto a tragarse feliz y fácilmente sus engaños: sus jefes, sus compañeros, sus colegas, el mundo oficial representado por las revistas. No sé, no me parece un comportamiento muy coherente con la cautela empírica, con el rigor científico.

    Los fraudes de este tipo siempre han existido. Citemos como muestra al pobre Paul Kammerer, un biólogo austríaco que en los años veinte del siglo pasado impactó al mundo con una asombrosa investigación evolucionista hecha con un sapo, hasta que se descubrió que el sapito había sido pintado con tinta china. Kammerer nunca admitió su culpabilidad, dijo haber sido él mismo engañado y al final se suicidó. Tengo la sensación de que hoy los protagonistas de estas grandes imposturas no se muestran tan proclives al suicidio. Y no creo que esa sea la única diferencia: me parece que la situación ha empeorado. Estoy convencida de que en la actualidad hay muchos más fraudes, probablemente porque hoy hay muchas más presiones económicas sobre los investigadores, una competencia mucho más apremiante y enajenante. Porque se han multiplicado las injerencias del poder y el dinero y se ha declarado una batalla a muerte entre los grandes laboratorios. Por eso el entorno del mentiroso tiende a creer sus mentiras: porque le conviene y le interesa creerlas. Como dice nuestro eminente bioquímico Santiago Grisolía, «hay una red intrincada entre ciencia y beneficio económico». Una red que acabará asfixiándonos.

  7. NeoFronteras:

    Pero claro todo el mundo sabe que el mundo del periodismo está poblado solamente por gente honrada, prestigiosa, buena, honesta…

    Cuando se hace una encuesta en España sobre la valoración de los distintos profesionales los periodistas están en el segundo escalón (detrás de los políticos) con la peor valoración por parte de los ciudadanos. Los científicos, sin embargo, están entre los mejor valorados, pese a todo.

  8. tomás:

    Pero Neo y lluís ¿por qué ese furibundo ataque a la luminosa profesión periodística? ¿Cómo podríamos saber sin ellos cual fue el brevísimo pero interesarte comentario que hizo mientras se subía a su gran coche el primo del hermano de la tía de la sirviente de tal actriz sobre por qué había discutido con la abuela del amigo del padre de su pareja? Exageráis sin duda.
    En unas profesiones, puede decirse que, excepcionalmente hay alguna oveja negra. En otras la excepción es a la inversa, pero se da. Existen periodistas buenos, incluso, diría yo que hasta políticos decentes, pocos, pero los debe haber.
    Otra vez se me ha ido lo importante. Veo como irremediablemente vamos hacia un final como el de la isla de Pascua. Y ello me lo indica el tipo de medidas para paliar la crisis económica. El remedio es más desarrollo, más consumo, lo que, inevitablemente, conlleva más CO2 y mayor acidificación de los mares. Cuando la crisis acabe, para mantener la economía, la misma receta: más y más otra vez.
    Un saludo optimista.

  9. NeoFronteras:

    Sí supongo que debe de haber periodistas honrados, e incluso políticos decentes. En cuanto a los científicos, no lo son por naturaleza, lo son porque no les queda otro remedio. Su trabajo está a la vista de todos y si otros no reproducen sus resultados son defenestrados como le pasó al tipo de los Bell Labs. Si el sistema les deja un resquicio para «arrimar el ascua a su sardina» lo harán, son humanos.

    En cuanto al cambio climático-ecológico es tal que es pasmosa la poca importancia que se le da en los medios. ¡En sólo un año la selva amazónica ha disminuido un 4%!
    Mientras tanto la industria automovilística norteamericana está presionando para recibir los fondos (con la excusa de la crisis) dedicados a las ayudas a las tecnología verdes de transporte que el congreso norteamericano ya aprobó para dárselos a otros.
    BMW sólo necesitó 10 meses para desarrollar el mini couper eléctrico. Automovil que ya está en modo «alquiler» en los EEUU.

    Si, estimado Tomás, cada día nos aproximamos más a la isla de Pascua. Jared Diamont lo explica bastante bien en su libro, Pascua es una metáfora perfecta del destino del planeta Tierra.

  10. ___Emilio:

    Constituye el mismo peligro soltar a la calle periodistas sin formación científica que científicos sin formación periodística o humanística.
    Dejémos de jugar a ser ministros de educación :) porque al final todos llevamos un «fascista» del BOE dentro -en plan: si me dejaran hacer a mí… lo arreglaba yo en dos patadas-.
    Las cosas son mejorables, pero estamos mejor que hace 20 años (y no digo 40): la gente tiene acceso a información, libros especializados, etc.
    Otra cosa es que mucha de la información esté falsificada (sí, falsificada sutilmente) para que se cree opinión y la gente se manipule.
    Y cuando digo gente me refiero desde Neofronteras, hasta yo y el último mono de la selva.
    Vivimos cada vez más en una sociedad donde el interés económico supera al humano, y eso siempre trae cadáveres bajo la alfombra que todos se niegan a ver condenando al que dice «ahí parece que hay un bulto bajo la alfombra, señores».
    Por cierto: ¿Podría neofronteras abrir un hilo sobre el mayor escándalo realizado sobre las fraudulentas «investigaciones» sobre el cáncer de mama que han sido realizadas durante los últimos 20 años con… atención… células de cáncer de piel !! (melanomas, vamos)?
    Me pregunto cómo es posible que durante esos años se hayan sacado al mercado medicamentos «que son la caña de España para que a su mujer no le corten los pechos, señor»… y que estaban basados en otro tipo de cáncer!
    Está publicado… pero no pasa nada, seguimos diciendo lo mismo: la tierra es plana, los cerdos vuelan y la energía nuclear es segura.
    Ahora vendrá Manuel Toharia (uno de los más grandes chiquichancas de la «divulgación» científica a decir lo que sea para salvar el culo a cualquier multinacional).

    Saludos de un semiperiodista semicientífico semitécnico :)

  11. NeoFronteras:

    Estimado Emilio:
    No sé de dónde saca eso de la manipulación y falsificación en todos los medios incluidos NeoFronteras. Aunque sea sólo para evitar el que se piense eso de «qui tacet consentire videtur» no queda más remedio que responder. Con respecto a los demás allá cada cual, pero NF nació como una publicación veraz y honrada. Entristece pensar que a los ojos de algún lector no se lo parezca. Tampoco hay que confundir las noticias en sí con los comentarios que son aclaraciones o simplemente opiniones.

  12. ___Emilio:

    Ciertamente creo que habéis leído mal mi comentario. Nunca he dicho que Neofronteras falsifique o manipule. Y pido ayuda a cualquier lógico de la lista para que me respalde.
    Lo que he dicho es que «otra cosa es que mucha de la información esté falsificada (sí, falsificada sutilmente) para que se cree opinión y la gente se manipule.
    Y cuando digo gente me refiero desde Neofronteras, hasta yo y el último mono de la selva.»
    Es decir: Neofronteras no es una institución científica, es sólo un vehículo de las noticias que las instituciones publican «interesadamente» en ciertos casos.
    De ese modo se crea opinión (jamás ha sido vuestra labor refutar experimentos o comprobar la validez de los mismos, como máximo razonar, si tenéis conocimiento/experiencia/razonamiento, sobre «esto me huele a chamusquina»).
    Y esa opinión cala poco a poco, en vosotros, en nosotros y en ellos.
    Ruego que si entendéis mi postura rectifiquéis vuestro comentario.

    Saludos.

    pd: sigo sin poder publicar que las centrales nucleares producen compuestos radioactivos que se acumulan en los dientes de los niños tal y como probó Jay Gould y se recoge en el experimento «Ratoncito Perez», sirva esta postdata para rectificar lo contrario.

  13. NeoFronteras:

    Estimado Emilio:
    Es un alivio saber que no piensa que NF está manipulada. En cuanto a lo de dejarse «manipular» por otros, pues se intenta que así no sea.
    Las notas de prensa a veces son simplemente publicidad con escasos resultados y en esos casos no nos hacemos eco. Otras veces los resultados ahí expuestos son controvertidos pero se intenta exponer esa condición en el texto de la noticia una vez se publica. Por eso no son traducciones directas en general y se menciona eso de «según Fulano…»
    También hay empresas que nos mandan sus notas de prensa y que no son más que publicidad, por eso no salen.
    Obviamente carecemos de recursos para comprobar los resultados expuestos y confiamos en las revistas y sus revisores.
    La ciencia no es un listado de verdades inamovibles y los modelos científicos cambian en el tiempo. Si hubiese que estar 100% seguros de todos los resultados esta web estaría vacía. Ni la Tierra es perfectamente esférica.
    Tampoco puede ver conspiraciones por todos lados. Sí hay intereses, pero si los intereses de, por ejemplo, la industria nuclear, no encaja con los suyos o su ideología, simplemente luche por hacerse oír.

  14. __Emilio:

    Estimados (y la palabra estimados la utilizo al 100% de su significado) Neo:

    Intentaré dejar zanjado el tema porque creo que a ambos los tres :) nos interesa.

    1- Leo Neofronteras todos los días. Si pensase que fueseis unos manipuladores por acción u omisión sería masoquista o un necio y no lo soy.

    2- Disfruto, en general, de todos los artículos que aumentan, en la medida de mis posibles, mi conocimiento.

    3- Que tengáis una actividad económica no os desmerece ante mis ojos (no creo que tengáis un ferrari gracias a publicar sobre cloroplastos fagocitados :) )

    4- Os supongo un buen conocimiento científico (físico desde luego) y bastante más alto que el mío.

    Dicho lo anterior, os digo que sobre mí:

    1- He tenido la desgracia de comprobar hasta dónde están metidas las multinacionales (especialmente las farmacéuticas) en todo lo que se publica como «cierto» en las revistas científicas (caso V IO X X y el british medical journal, con director dimitido incluido en el precio por publicar datos falsos a sabiendas -datos falsos que beneficiaban a Merk, el fabricante-)

    2- He tenido la suerte de ver a un humorista del CSIC afirmar rotundamente que el fuel oil se solidificaría en «4 días» en el fondo del mar

    3- He tenido la suerte de ver Los Simpson en directo al ver que escolares rondaron alegremente entre partículas nucleares. A ecologistas de GreenPeace colarse hasta la cocina de Zorita ante un pobre vigilante privado gordito que decía «alto, alto» mientras los ecolos montaban su pancarta.

    4- He visto cosas que cosas que vosotros no creeríais, atacar naves más allá de Orión… perdón he visto el Formaldehido no ser prohibido hasta que ya era evidente que miles de operarios y consumidores morían por él. Todos esos momentos: el amianto, los pararayos radioactivos, las dioxinas en alimentos, se han perdido, como lágrimas en la lluvia del olvido de la masa que una y otra vez vuelve a creer que la telefonía móvil es segura, las centrales nucleares también, que el aspartamo es el mejor edulcorante que ha parido madre y que la modificación genética es siempre, siempre, siempre segura. También he visto Blade Runner :)

    Es decir, que a estas alturas de la película, todo lo paso por el filtro que tiene ya 2.200 años de antigüedad y que yo no he inventado: cui prodest? (a quién beneficia)? del olvidado Cicerón.
    En este mundo actual, nada -periodísticamente hablando- se mueve por azar.
    En este mundo actual, los errores se pagan con vidas -en los temas que yo discuto con vosotros y la lista-.
    Y todo está «atado y bien atado», especialmente en España, donde el movimiento ciudadano es «nulo» y la justicia va subliminalmente contra el ciudadano. En EE.UU te estrellas por un neumático mal fabricado y te retiras con la indemnización a Honolulu, aquí en Aurgi te mandan a la mierda y como mucho pones una hoja de reclamaciones.
    Y, son las 9 y aún no he dado el callo en el curro. Lo dicho: lucharé por lo que crea MI verdad.
    Pero siempre desde la des-acritud hacia vosotros. Si puedo lograrlo, estupendo.
    Si no, siempre podéis ofrecerme una colaboración ;), nada como el vil metal para doblar principios. Ni Uri Geller, oiga.

    Saludos y venga! que hay muchos sinvergüenzas que desenmascarar!

  15. tomás:

    Estimado Emilio: Creo que cualquier persona razonable ha de estar de acuerdo contigo, pero es cuestión de grado, lo que depende de la mentalidad de cada uno. Sin duda eres un apasionado de tus convicciones y así hay que aceptarte.
    Un saludo cordial.

  16. NeoFronteras:

    Estimado Emilio:
    Es estupendo que que defienda su postura y sus ideas. Todo lo que esté encaminado a evitar los riesgos para la salud del ser humano y su entorno es loable. Me permito añadir un factor más que podría ser dicho por otro replicante Nexus 6 ficticio:
    «He visto locales lleno de humo cancerígeno en donde la gente se veía obligada a divertirse. He visto embarazadas fumar. He visto a padres fumar en casa con sus hijos dentro. He visto morir por culpa del tabaco a 50.000 fumadores anualmente sólo en España. He visto morir de cáncer a otros miles de fumadores pasivos. He visto malas leyes antitabaco pisoteadas por miles de seres egoístas…»
    En el caso del tabaco también hay intereses económicos y de seguro miles de muertos asociados. Además, hace décadas los científicos demostraron la relación del cáncer con el tabaco.
    No deja de ser paradójico que milagrosamente no veamos (o no queramos ver) este problema real. Parece que hay muertos de primera y de segunda. Los de las carreteras son de primera, los fumadores pasivos muertos por cáncer de segunda. ¿Cuántos Chernobiles tendrían que suceder para que se igualara el número de muertos al del tabaco?

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