NeoFronteras

Azúcar básico en el lugar apropiado

Área: Espacio — lunes, 1 de diciembre de 2008

Un grupo internacional de científicos ha logrado detectar glioaldehído, una molécula de azúcar precursora del ARN, en una región de formación estelar.

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¿Estamos solos en el Universo? ¿Hay vida en otros planetas? Todavía no sabemos la respuesta a estas preguntas. Ni siquiera tenemos todavía una definición definitiva de lo que es la vida. Pero como el borracho que al volver a casa pierde las llaves y las busca debajo de la farola porque es el único lugar en donde hay luz, nosotros, con sólo un ejemplo de vida, buscamos la misma bioquímica que nos forma en otras partes del Universo.
A lo largo de los años los astrofísicos han encontrado muchas moléculas orgánicas en el espacio exterior, lejos de nuestro sistema solar y también en el interior de los meteoritos más antiguos que han caído sobre la Tierra. Esto ha hecho pensar a algunos expertos que quizás los ingredientes para la vida vinieron del espacio y luego, sobre el planeta, las reacciones químicas subsiguientes dieron lugar a la vida tal y como la conocemos.
En el caso que nos atañe ahora se ha logrado detectar glicoaldehído, molécula precursora del ARN, a 26000 años luz de distancia de nosotros, en una región de la galaxia denominada G31.41+0.31 y en donde es posible que se estén formando planetas habitables. El equipo de investigadores detectó esta molécula apuntando con los radiotelescopios IRAM (Francia) hacia la región en cuestión en diferentes longitudes de onda y con alta resolución angular. Las observaciones confirmaron la presencia de tres líneas de glicoaldehído en la parte central de la región en cuestión. Al parecer esta molécula se forma bajo una simple reacción entre monóxido de carbono y otras moléculas presentes en el polvo interestelar.
El glicoaldehído es el monosacárido más simple y puede reaccionar químicamente con el propenal para formar ribosa, un constituyente fundamental del ARN.

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Complejo del radioobservatorio IRAM en Francia. Foto: Rebus.

Serena Viti, una de los autores del artículo en donde se explica el hallazgo, dice que este descubrimiento es importante porque es la primera vez que un azúcar básico como el glicoaldehído es detectado en una región de formación estelar donde los planetas que puedan surgir sean propicios para albergar vida.
Esta molécula ya se había detectado en una región cercana al centro de nuestra galaxia, pero allí las condiciones son más extremas que en el resto de la galaxia y es mucho más difícil que haya planetas que puedan ser propicios para la vida. Allí la radiación es mucho mayor y la densidad de estrellas muy alta, factores que respectivamente esterilizaría la posible vida que pudiera surgir e impediría tener planetas con órbitas estables durante mucho tiempo.
En este caso la molécula se ha encontrado lejos del centro galáctico. Las cantidades observadas sugieren que el glicoaldehído es abundante y que por tanto es común en las regiones de formación estelar. Esto sugiere que en otras regiones de formación estelar se podrían formar también este y otros tipos de precursores químicos orgánicos y que por tanto su génesis sería común en toda la galaxia.
Todo esto implica que la difusión de esta molécula, junto con otras moléculas básicas para la bioquímica, incrementa las posibilidades de existencia de vida en regiones en donde se formen planetas similares a la Tierra. Como se trata de una región de formación estelar (y por tanto planetaria, pues los planetas son un subproducto de la formación estelar) esta molécula aparece junto a otros materiales que forman los planetas, sugiriendo que allí y en otros lugares los planetas puedan ser sembrados con los ingredientes para la vida justo al poco de haber sido creados.
El comienzo de formación de un planeta es muy violento y con condiciones incompatibles con la vida. Sin embargo, este tipo de moléculas orgánicas pueden sembrar el planeta una vez pase ese tiempo, cuando todavía se da el periodo de intenso bombardeo de cometas y asteroides portadores de estas sustancias.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Copia artículo original.
Foto cabecera: modelo de molécula de glicoaldehído (IRAM).

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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4 Comentarios

  1. Experiencia Personal:

    Espero que en esa zona del universo no sean diabéticos. ;)

  2. Alejandro Sánchez:

    Dulce región del espacio… (y después dicen que las nubes de azúcar no existen en nuestro universo).

  3. lluís:

    Conocemos poco del Universo (aunque haya bastantes teorías sobre él) y hasta ahora no se había desatado una «caza» de planetas tan intensa. ¿Por qué no habría de haber vida en otras regiones del espacio exterior? Parece que aumentan las posibilidades de hallar planetas semejantes a la Tierra. Y, por otra parte un científico de la NASA, decía, que deberíamos acostumbrarnos a pensar en una posible civilización «postbiológica», una civilización tan avanzada tecnológicamente que poco o nada tendría que ver con nuestra civilización y que posiblemente ni tan siquiera estaría interesada en entrar en contacto con nosotros sino que preferiría recibir nuestra información vía radiotelescopios. Bueno, quizá suene un tanto a especulación (o un mucho), pero aducía argumentos científicos para la existencia de esa posible civilización «postbiológica».

  4. NeoFronteras:

    Hasta que no nos gastemos dinero en sistemas de detección e imagen directa de exoplanetas sólo podemos especular. Los argumentos con sólo un ejemplo de vida valen tanto para decir que no hay vida allí fuera como para decir que está repleto.
    Las civilizaciones postecnológicas se darán si solo si hay civilizaciones tecnológicas y éstas sobreviven a esa tecnología y a sus problemas ecológicos y de convivencia.

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