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Relación entre agresión, estatus y sexo

Área: Psicología — viernes, 12 de diciembre de 2008

Un investigador relaciona las conductas agresivas humanas con el estatus y el sexo de manera similar a la que se da en algunos animales.

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¿Se ha preguntado alguna vez por qué parece que la más mínima cosa puede hacer que alguien se enfade? ¿Por qué una mirada a la persona equivocada o el derrame de un vaso de agua sobre alguien puede dar lugar a una pelea o incluso a algo peor? Vladas Griskevicius de la Universidad de Minnesota explica con tres palabras por qué la gente esta inclinada evolutivamente a hacer una montaña de un grano de arena: agresión, estatus y sexo.
Aunque la hostilidad o beligerancia puede que no aparezcan inmediatamente ligadas a la reproducción, el nuevo estudio, que saldrá publicado en Journal of Personality and Social Psychology, muestra que la meta del apareamiento puede estar por detrás de comportamientos como el de la agresión. Griskevicius, un profesor de Mercadotecnia en la Escuela de Administración de la Universidad de Minnesota, y su coautor han encontrado pruebas concluyentes de que la mera activación del deseo de estatus puede disparar la agresión. La muestra de agresividad, que puede resultar en una mejora del estatus, empuja indirectamente la habilidad individual de ser atractivo a posibles parejas y por tanto aumenta las posibilidades de reproducción.
“Se reduce al hecho de que el estatus para un hombre es típicamente igual al sexo. A lo largo de diferentes culturas y épocas, cuanto más alto era el estatus de un hombre, más sexo o compañeras de mejor calidad podía tener”, dice Griskevicius. “A nivel genético, nadie quiere terminar siendo un fugaz destello de gloria (nadie quiere que sus genes se extingan). Además, a diferencia de las mujeres con bajo estatus, los hombres de bajo estatus están en grave riesgo de no reproducirse si no son deseados como pareja.»
“Piense de esta manera, -dice Griskevicius- para los hombres, la lucha por el estatus es similar a la lucha por la supervivencia de los genes. El que no le importe el estatus, que puede implicar no entrar en una pelea, puede ser evolutivamente suicida. La agresión puede desembocar en estatus. Un estatus más alto desemboca en sexo y esto da lugar a una descendencia mayor o de alta calidad.”
El empuje evolutivo sobre la agresión se mostró en una serie de tres estudios. Los resultados revelaron que si los hombres tienen el estatus o el sexo en sus cabezas (por ejemplo, están pensando en una ascenso en el trabajo o en una mujer atractiva), responderán rápidamente de una manera agresiva a cualquier insulto trivial.
El desaire parece mucho más sustancial cuando un hombre tiene el sexo o el estatus en su cabeza. Los hombres son especialmente propensos a responder agresivamente cuando hay otros hombres viendo la situación, sugiriendo esto que gran parte de la agresión es un despliegue frente a los demás en lugar de una mecanismo de autodefensa.
Las estadísticas refuerzan esta idea; los informes policiales muestran que lo que muchas veces está por detrás de los homicidios es un altercado trivial. Pero Griskevicius advierte que su trabajo no debería sugerir que las personas son atraídas hacia la agresión. En su lugar “todo es acerca del estatus, del que gana el juego, él es el que se lleva la chica. Si al final del día sus genes son transmitidos, el agresor es el ganador definitivo”.

Esta noticia es una traducción directa de una nota de prensa de University of Minnesota. NeoFronteras no posee los derechos del original.

Referencia: Fichero de audio con explicaciones del investigador (inglés).
Foto: “Nicks_1256” por Dain Sandoval, vía Flickr.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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11 Comentarios

  1. Jose Ignacio:

    Un estudio interesante sobre nosotros los hombres. A ver cuando hacen uno parecido a las mujeres.
    Es muy concluyente. La verdad que estoy de acuerdo en parte. Seria minimizar el raciocinio del ser humano, pero correcto en el resultado.
    Pues eso, a ver cuando hacen uno de las mujeres para poder comprenderlas mejor ;-)

    S2

  2. lluís:

    Pues podría desprenderse del estudio en cuestión que «la chica», está esperando a ver «quien se la lleva». En cuanto a eso de «comprenderlas mejor» del comentario anterior, creo que fue Nietzsche el que dijo aquéllo de «me moriré sin haber comprendido nunca que es lo que quieren las mujeres». No quisiera pecar de machista, pero mucho me temo que ni ellas mismas saben que es lo quieren. Evidentemente, hay excepciones.

  3. Armando Hernández:

    Amigo Lluis, pareces muy joven. Cuando te haces un poco mayor te das cuenta de lo que quieren las mujeres: todo.
    Es decir, lo sentimental y lo animal, el placer y la seguridad, lo básico y lo inteligente, la actividad y la tranquilidad, lo local y lo global, la belleza, el dinero, la posición, la comprensión, un James Bond con un poeta dentro, la casa, los niños y la pensión por el divorcio, etc. La lista es interminable y una vez que la tienen entera añade más elementos.
    Son insatisfechas por sistema, entre otras cosas porque tienen el poder del sexo y el de la reproducción. Se lo pueden permitir. Son así porque es su naturaleza, no hay que culparlas.
    Por cierto, qué pocas se pasan por aquí a comentar algo de manera inteligente.

  4. lluís:

    Gracias por el cumplido, amigo Armando, pero aunque puedo decir aquello tan trillado de «tengo el espíritu joven», no, no soy muy joven, soy de la generación que creció con los Beatles; el 68, y todo aquél desmadre «psiquedelico» de los años 60. Pero creo que estas en lo cierto, cuando dices que las mujeres lo quieren todo, lo cual no debe inducir a pensar que no es que no me gusten las mujeres o bien sea un misógino recalcitrante. Las encuentro imprescindibles y todavía me defiendo bien en la materia que nos ocupa. Otra observación que comparto contigo, es esa que haces sobre lo poco que aparecen por aquí las señoras. Saludos, Armando.

  5. tomás:

    Estimado Armando: Esto podría convertirse en una lista de quejas. Tu teoría explicaría muchas cosas. Posiblemente muchos lo hemos pasado mal alguna vez por esta especie de incomprensión entre los sexos; supongo que unos u otras.
    Aunque parezca raro, no me había dado cuenta de que sólo hombres frecuentamos esta página. ¿Por qué será? Esta pregunta es una provocación porque me gustaría que alguna respondiera. Aquí soy Diógenes con su lámpara -la pregunta- que, en pleno día, busca uaA mujer, en vez de un hombre.
    Un cordial saludo.

  6. NeoFronteras:

    Sí es verdad que participan muy pocas mujeres por aquí, periódicamente ninguna. Pero me consta que sí hay lectoras habituales.

  7. Alejandro Sánchez:

    No olvidemos esta batería de estudios que denota la complejidad de la dinámica social. En realidad todo depende preponderantemente de la cultura, como la batería de estudios lo sugiere. En sociedades más cooperativas que competitivas el status se gana por la capacidad de relacionamiento. De hecho nuestra sociedad privilegia a los que son más inteligentes en lo social y rechaza la simple y directa agresividad. La batería de estudios lo explica. En el ser humano hay un cúmulo de tendencias primarias, las más recientes lo llevan hacia la cooperación y son las que hacen a nuestra civilización. Por cierto, sí hay mucha gente que prefiere no tener sexo a tener que pelear… y no son pocos!.

  8. Gladia:

    Mmm. Me dejan muy pensativa con sus comentarios.
    Yo soy lectora asidua de esta página (la leo por lo menos una vez a la semana, desde hace unos meses que la descubrí), pero es cierto, nunca había enviado un comentario.
    Y eso de que las mujeres lo queremos todo, la verdad es un poco excesivo. Lo que queremos es lo mismo que quieren los hombres: un lugar seguro en el mundo y una pareja estable. Pero ambas cosas son difíciles de obtener.
    Además entre mujeres la competencia también es feroz, quizá incluso más que entre los hombres, solo que nosotras no reaccionamos de manera tan directa. Pero si existe agresión.
    No es común que dos mujeres se peleen a golpes, pero la peleas existen ¿Alguien ha presenciado alguna vez una discusión entre mujeres? La agresividad es evidente. Además siempre estamos evaluando a las posibles rivales, les recuerdo, por ejemplo «Competitividad sexual y fertilidad en mujeres», que salió aquí mismo en NeoFronteras, el 21 de noviembre del 2008.

    Saludos a todos.

    Gladia

  9. Armando Hernández:

    Lluis, me alegro de haberme equivocado por defecto en lugar de por exceso. Al menos a mí me gusta que se me equivoquen en ese sentido. Soy más joven que tú, pero a partir de cierta edad empieza a notarse el peso de los años, para bien y para mal. Nos hacemos mayores, aparecen las primeras arrugas en el rostro… nos hacemos más sabios. Sin embargo hay cosas que no cambian, como esa mirada que depositamos sobre el mundo o sobre el cuerpo y cara de una mujer joven y bonita. Por dentro nos sentimos igual, pero los demás no nos ven así.
    Solamente quería aclarar que no trataba de ser misógino. Como tú Lluis creo que las mujeres son imprescindibles. Solo trataba de describir su naturaleza.
    Ellas son, al fin y al cabo, las que tienen los hijos y buscan instintivamente los mejores genes para ellos, pero también quieren la seguridad de un padre protector, ya que el demandado «James Bond» de turno con buenos genes desea repartir su semilla por todas partes y al ser un macho alfa lo puede hacer, pero no cuidará la prole. Esto explica el 10% de hijos ilegítimos, portadores de genes alfa, pero cuidados por un padre protector. Es la estrategia ganadora.
    Como han dicho antes por aquí somos animales y todavía estamos en el Neolítico. Por eso somos violentos, y sólo la sociedad con sus reglas nos controla. Este estudio es una prueba más de ello. Ellas también siguen allí, en el Neolítico, pero en otros aspectos.
    A diferencia de Gladia no creo que hombres y mujeres busquemos lo mismo y todos los estudios lo confirman. Somos prisioneros de nuestros propia naturaleza animal y de nuestra historia biológica. Tampoco creo que Gladia busque «un lugar seguro en el mundo y una pareja estable», busca precisamente eso pero con el hombre «adecuado». Para ellas buscar un lugar seguro en el mundo y una pareja estable es relativamente sencillo si no piden mucho más. Lo difícil es que eso se lo dé un macho alfa.
    Por otro lado nosotros buscamos una mujer joven y bonita que nos sea fiel, otro sinsentido igual.
    En cuanto a la agresividad entre nosotros y entre ellas, tengo mi propia e inútil teoría. La violencia entre nosotros se da entre desconocidos, no entre amigos. Cuando los hombres del Neolítico salían a cazar tenían que reforzar los lazos entre ellos, tendían a hablar poco y a desarrollar sus facultades espaciales y de orientación. Había que confiar en el compañero so pena de que un error hiciera que te pisara el mamut. Cualquier otro hombre era un competidor por los recursos y por las hembras y por tanto enemigo. Ellas se quedaban en casa cuidando de las crías, hablando entre ellas y conspirando. Los hombres podemos tener altercados con hombres desconocidos, pero raramente con amigos. Con las mujeres suele ser al revés.
    Al final nosotros desarrollamos la geometría y la base de las matemáticas, ellas el lenguaje. Por eso hay más científicos que científicas y más filólogas que filólogos. Nos interesan cosas distintas porque se nos dan bien cosas distintas. Supongo que los blogs que tratan de otros temas están llenos de participantes femeninas y este no, porque no trata temas que a ellas le interesen tanto como para comentar.
    Tomás tiene razón en lo que dice, como somos distintos no nos comprendemos. Las políticas que parten de la base de que somos iguales son erróneas. Tenemos, o deberíamos tener, los mismos derechos, las misma obligaciones y las mismas oportunidades, pero no somos iguales. ¡Leche!, menos mal que no somos iguales, porque si fuera así el mundo sería muy aburrido.

  10. lluís:

    Armando, he leído alguna teoría en la que se dice que las mujeres no se quedaban «en casita», cuidando la prole; sino que dejaban sus campamentos o cuevas, con los hijos a cuestas en su caso, y solían hacer viajes largos, durante los cuales se apareaban con distintos machos. La verdad es que me sorprendió un poco eso. Pero en fin, me limito a contar lo que leí. Tienes razón cuando dices que los hombres si tenemos alguna bronca suele ser con desconocidos ya que muy difícilmente nos peleamos físicamente con amigos. Tengo la certeza de que si algo hay estable es la amistad entre buenos amigos. No sé si ocurre lo mismo con las mujeres, quiero decir entre ellas. A veces me ha dado la sensación de que ese valor tan sólido que es la amistad entre hombres, no se da tanto entre mujeres, aunque desde luego esto está dicho desde la subjetividad. Por cierto un saludo a Gladia, y a ver si decide prodigarse un poquitín más con sus comentarios por aquí.

  11. Alejandro Sánchez:

    Es increíble como el paradigma científico imperante tiene una visión tan limitadísima de todo, sobre todo del ser humano. Reducir la riqueza y complejidad de la experiencia humana a unos denominadores básicos es un engaño enorme, muy grande. La realidad es que la realidad humana es más compleja de lo proyectado. Una vez se utilizó la metáfora del escalador de montaña para describir la exploración científica. Desde esa metáfora, la exploración científica está guíada por un paradigma que trata de imaginar una montaña simple, mientras que la realidad es todo lo contrario. Mientras se continúe con este paradigma la ciencia no llegará a ninguna parte ni podrá solucionar problemas tan graves como el cambio cultural hacia una civilización en armonía con el medio ambiente y la naturaleza.

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