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Microfotografía del Staphylococcus aureus. Foto: KTH Biotechnology

El abuso indiscriminado de antibióticos durantes las pasadas décadas a conseguido seleccionar cepas de bacterias que son resistentes a los mismos. Estas superbacterias suponen una clara amenaza para la salud de las personas, devolviéndonos a la época anterior al descubrimiento de la penicilina.
Desde hace un tiempo se viene investigando en alternativas a los antibióticos tradicionales para atajar este problema.
Ayer en una reunión de la American Chemical Society en Washington, D.C se presentó un nuevo tipo de fármaco contra este tipo de superbacterias. Es un antibiótico que funciona donde los tradicionales fracasan.
El primer patógeno de este tipo en ser identificado fue el Staphylococcus aureus, que se encontró en los hospitales en los años sesenta. Es una bacteria que desarrolló resistencia a los antibióticos y que se ha ido extendiendo desde entonces.
Este microorganismo tiene una proteína llamada PBP 2a sobre la membrana celular que le ayuda a defenderse contra los antibióticos.
Shahriar Mobashery de la Universidad de Notre Dame y sus colegas encontraron un componente que interactúa con PBP 2a para formar una especie de barricada contra los antibióticos. El equipo acaba de crear tres antibióticos sintéticos basados en la cefalosporina (una clase de penicilina) que contienen un componente que imita la proteína que coopera con PBP 2a. Este componen se une a la PBP 2a y conlleva la desactivación del mecanismo de defensa de la bacteria, y por tanto, la deja susceptible de ser eliminada por el antibiótico.
El equipo ha probado con éxito esta solución en pruebas preliminares, viendo que el tratamiento elimina la bacteria cuando los habituales tratamientos no lo hacían.
También se espera que sea efectivo para una amplia gama patógenos, pues los mecanismos de defensa son parecidos.
Se requerirán más estudios sobre esta línea de investigación hasta que este tipo de productos sean comercializables.