NeoFronteras

¿Encontrará Kepler lunas habitables?

Área: Espacio — viernes, 4 de septiembre de 2009

El telescopio espacial Kepler podría detectar lunas habitables alrededor de exoplanetas jovianos.

Foto

Desde que el telescopio espacial Kepler fuera lanzado con éxito hace unos meses, los astrofísicos esperan con ansiedad los datos que les permitan descubrir por primera posibles mundos habitables. Hasta ahora sólo se han detectado, con otros medios, planetas de tipo joviano (gigantes gaseosos como Júpiter) o supertierras mucho más pesadas que nuestro planeta. Como el único ejemplo de vida conocido lo tenemos en la Tierra, buscamos mundos similares que nos permitan soñar. Con Kepler habrá que esperar unos años hasta tener datos estadísticos significativos que permitan anunciar este tipo de descubrimientos, pero todo llegará.
En las películas de ciencia ficción se ha propuesto que incluso puede haber vida en lunas alrededor de planetas de tipo joviano. Ahora David Kipping, de University College London, cree que Kepler podría incluso detectar este tipo de lunas habitables orbitando alrededor de planetas gigantes. El estudio se publica en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Por habitable se entiende que una luna así tendría un tamaño y composición similar a la Tierra y su planeta orbitaría a una distancia tal de su estrella que permitiera la existencia de agua líquida en su superficie.
La misión principal de Kepler es vigilar constantemente, durante años, el brillo de miles de estrellas de un área dada del cielo. Al estar libre de las perturbaciones de nuestra atmósfera podrá medir el brillo de estas estrellas con extrema precisión. Con ello se pretende ver si un planeta que orbite alrededor de alguna de ellas eclipsa brevemente la estrella, fenómeno conocido como tránsito. Con los datos obtenidos se podría calcular el periodo orbital y tamaño del hipotético exoplaneta. Naturalmente esto sucederá sólo si el plano orbital se ve de canto desde nuestra perspectiva, pero observando miles de estrellas existe cierta probabilidad de que en algunos casos sea así.

Foto

Kipping ha diseñado un método de análisis que con la actual tecnología permite detectar lunas que orbiten alrededor de esos exoplanetas. Él y su equipo han modelado las propiedades de la instrumentación a bordo de Kepler y simulado la intensidad de la señal óptica esperada que producirían este tipo de lunas sobre los tránsitos de sus planetas. Cada luna de este tipo ejercería una fuerza gravitatoria que afectaría a su planeta, haciendo que éste se bamboleara un poco en su órbita. Los cambios producidos en la órbita del planeta serían detectados por Kepler.
Estos investigadores consideraron una amplia gama de posibles sistemas solares, encontrando que la mejor oportunidad de detectar este tipo de lunas sería cuando orbitasen alrededor de exoplanetas como Saturno, en lugar de alrededor de planetas como Júpiter. En este caso no se considera la estética del planeta, sino su masa. Un exoplaneta con la masa de Júpiter casi ni se inmutaría ante la presencia de una luna con la masa terrestre y Kepler no lo detectaría. Sin embargo, si el exoplaneta tiene una masa similar a la de Saturno se bambolearía en su viaje orbital lo suficiente como para que Kepler pudiera detectar una posible luna.

Foto

Si un exosaturno de ese tipo se encuentra a la distancia adecuada de su estrella la temperatura sobre sus exolunas podría permitir la existencia de agua líquida, y por tanto de vida.
Según los cálculos realizados por estos investigadores una exoluna de este tipo con una masa de sólo 0,2 masas terrestres ya sería detectable por los instrumentos de Kepler. Potencialmente se podrían detectar algunos de estos casos entre las 25.000 estrellas situadas a unos 500 años luz de nosotros que este telescopio está ya observando. En todo el cielo podría haber muchas más lunas accesibles a ser detectadas con la presente tecnología.
Los autores del artículo especulan sobre la existencia de miles o millones de lunas habitables en nuestra galaxia. Pero saber si estos cuerpos son comunes o no en nuestra galaxia es algo que sólo las observaciones nos permitirán conocer.
Para aquellos a los que de pequeñitos les excito la película “El retorno del jedi” quizás recuerden lo interesante que era desde el punto de vista estético la luna de Endor, que consistía en una luna de tipo terráqueo o rocoso que orbitaba alrededor de un planeta gaseoso gigante. Debido a su descomunal tamaño su planeta ocupaba gran parte del cielo, con lo que la vista era impresionante. Además, al menos en la parte en donde se desarrollaba la acción, había un bosque de árboles gigantes poblado por animales y unos seres (repelentes) supuestamente inteligentes. Ahora podemos empezar a soñar con este tipo de mundos de una manera más realista.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
En busca de exoplanetas propicios para la vida.
Detección de lunas de exoplanetas.
Exoplanetas en Neofronteras.
Ilustraciones por Dan Durda.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
Compartir »

4 Comentarios

  1. JOrge:

    Hay un pequeño problema para esas lunas habitables. La mayoría de ellas tendrían su rotación parada con respecto a su planeta de modo que la duración de sus días sería excesiva para permitir un rango de temperaturas adecuado para la vida, superando la temperatura de ebullición duarante el día y bajando a muchos grados bajo cero durante la noche.

    Si estuviesen muy cerca de su planeta tal vez esto podría obviarse. Pero entonces las fuerzas de marea serían enormes y la actividad volcaníca junto con mega marejadas (en caso de existir océanos) harían muy difícil las cosas….

  2. NeoFronteras:

    Estimado Jorge:
    Eso es lo que se creía antes. Ahora incluso se cree que es posible que haya planetas habitables con rotación sincronizada con su periodo orbital (dan una vuelta sobre si mismos en un año orbital). El efecto regulador de la atmósfera y los océanos parece compensar el problema.
    En cuanto a las mareas y volcanes no son tan malos, e incluso puede que ayuden al surgimiento de la vida. En la Tierra sólo hubo microbios durante miles de millones de años, no seamos tan antropocéntricos.

  3. Juan E. Díaz:

    No comprendo mucho la linea editorial: ¿cómo es que se objetan hipótesis como el holograma mental y se tiene tanto entusiasmo por exploraciones hipotéticas, muy conjeturales, como ésta, de encotrar, en remotas estrellas,lunas similares a la tierra?
    Si esto último es para soñar una realidad y, tal vez, hacerla posible, entonces también podemos soñar con un holograma de nuestro cerebro que con un computador como soporte, o, simplemente, creer que el «holograma de los sueños» es virtualmente independiente del cerebro. O que un campo «morfogenético» es un aura constructivista del desarrollo de la vida, código genético incohado. Esto es audacia en la formulación de hipótesis. Falta lo central, claro: la rigurosidad del diseño experimental de prueba. Pero no habria razones teóricas ni metodológicas para pensar que son «altamente improbables» a priori.

  4. NeoFronteras:

    Hace unos días salió en todos los medios de comunicación la noticia del descubrimiento de una exoplaneta con un tamaño muy similar a la Tierra gracias al telescopio europeo Corot que es similar al Kepler. Así que la afirmación suya «exploraciones hipotéticas, muy conjeturales» no se ajusta a la realidad experimental actual, y menos aún a la futura, sobre todo si está basada en Física elemental, aunque la tecnología no sea fácil de desarrollar.
    La línea editorial en este sitio web es muy clara y es que la noticia esté basada en un 99% de los casos en un artículo publicado en una revista científica internacional con revisores.
    Por lo demás, los detalles de la política editorial están expuesta desde hace años en el siguiente enlace: http://neofronteras.com/?page_id=155

    Por otro lado menciona cosas como «holograma de los sueños…virtualmente independiente del cerebro», «campo morfogenético”, «aura constructivista del desarrollo de la vida», «código genético incohado».
    ¿Está hablando en serio o es ironía? ¿Qué tiene que ver eso con la investigación astronómica?

RSS feed for comments on this post.

Lo sentimos, esta noticia está ya cerrada a comentarios.