NeoFronteras

Valor simbólico del dinero y dolor

Área: Psicología — lunes, 21 de septiembre de 2009

En un artículo se evalúa la relación existente entre dinero, exclusión social y dolor físico.

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¿Por qué perseguimos el dinero? Una vez cubiertas las necesidades básicas no tendríamos que tener necesidad de buscar muchos más recursos económicos. ¿Es algo más que dinero? Según algunos tener más dinero nos hace más felices cuando somos pobres, pero una vez pasada esa barrera el dinero no nos hace más felices. Quizás, sospechamos muchos, tampoco nos haría infelices.
También hay gente que aunque tenga mucho dinero no se lo gasta y muere pobre, ¿por qué se da esto? ¿Qué tiene el dinero que tanto nos condiciona?
Un artículo publicado recientemente en Psychological Science y titulado «The symbolic power of money: reminders of money alter social distress and physical pain» nos habla de este tema y sobre la relación del dinero con el dolor social y físico.
Xinyue Zhou, Kathleen Vohs y Roy Baumeister exploran cómo el dinero puede reducir la percepción que las personas tienen del dolor físico y además negar la necesidad que suele tener de popularidad social.
Según Harriet de Wit, de f1000 Medicine, este resultado aumenta nuestra comprensión de la relación entre dolor social y dolor físico, y notablemente, muestra cómo el adquirido valor simbólico del dinero, quizás por asociación con el poder de control, puede influir en la respuesta que damos tanto al dolor físico como al emocional. Además, el hallazgo tendría una gran importancia en sistemas sociales como el nuestro, que está caracterizado por una gran disparidad en el reparto de la riqueza económica, según ella.
Zhou, Vohs y Baumeister determinan que el rechazo interpersonal y el dolor físico provocan un aumento del deseo por el dinero. Según afirman, posiblemente el dinero puede ser un sustituto de la aceptación social y confiera la habilidad de obtener beneficios (¿emocionales?) del sistema social. Más aún, en estudios previos ya se había sugerido que la respuesta al dolor físico y la angustia social comparten los mismos mecanismos subyacentes, como ya vimos en NeoFronteras (aunque no fuera muy comentado).
Según los experimentos, manejar dinero (comparado con manejar simple papel) reduce la angustia social provocada por la exclusión social y reduce el dolor físico producido por la inmersión en agua demasiado caliente. Sin embargo, recordar que se ha gastado dinero intensifica tanto la angustia social como el dolor físico, según los autores.
La trampa no deja de ser diabólica. Por un lado los condicionamientos sociales nos empujan a tener más dinero y a querer ser aceptados, o paliar el dolor de no serlo. De este modo al conseguir dinero intentamos no sentimos tan desgraciados, pero si lo gastamos también nos sentiremos desgraciados.
Quizás, y esto es un chiste, lo mejor es ser millonario, de este modo no nos importará gastar un poco de nuestra fortuna. Puede que incluso los banqueros de los bonus que han provocado la última gran recesión económica, aunque rechazados por los demás, sean muy felices y se rían de los «valores morales» del resto de los mortales.
Mientras tanto, disfruten todos de la burbuja inmobiliaria o sus consecuencias, y déjense una gran parte de su mísero suelo en un alquiler abusivo o en una hipoteca eterna, que es algo que se acerca bastante al dolor físico crónico. Al fin y al cabo la burbuja se creo porque todos querían tener más dinero.

Fuentes y referencias:
Faculty of 1000: Biology and Medicine.
Artículo original (resumen).
Neurología del dolor físico y moral.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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11 Comentarios

  1. Alejandro Sánchez:

    Primero que el estudio es particular, solo válido en una sociedad capitalista (no olvidemos que la mayor parte de China sigue en políticas puramente colectivas, dónde no existe la propiedad privada, solo en las ciudades portuarias se permitió la economía de mercado libre) y obviamente, una sociedad plenamente desarrollada (como la de EE.UU.) dónde ya casi no existe cultura tradicional (centrada en la familia, la comunidad y la relación con la naturaleza) Segundo, existe un nuevo denominador de lo que se llama «felicidad» o «estado de bienestar» de la New Economics Foundation que indica cómo ser feliz sin el planeta destruir En este índice gana Bután a Cuba y todo, conste que según la WWF Cuba es el único país con desarrollo sostenible del planeta. El secreto de Bután: un fuerte sentimiento comunitario dónde se valora al ser humano por su trato a los demás, no por su poder económico. En las sociedades neolíticas primarias y las pocas paleolíticas que siguen aisladas, el sentimiento de comunidad está fuertemente arraigado, encima del de satisfacción individual. Ello por sus creencias espirituales.

    Actualmente algunas de estas sociedades hasta presentan acciones de resistencia organizada al avance del modelo de desarrollo occidental, con muertes y todo, como el caso de Bagua, Perú, dónde los amazónicos salvaron a la selva de la Amazonía peruana.

    Es extraño que no aparezca en el índice internacional de estudios los motores psicológicos y sociales por los cuales estos aborígenes se resisten a los beneficios de la «sociedad moderna» y prefieren seguir viviendo con un modelo de vida no extractivista ni explotador de la naturaleza ni de la fuerza de trabajo de otros seres humanos.

    Conocer la psicología de estas sociedades quizás nos pueda ayudar a superar ese dolor egocéntrico que nos acelera hacia la autodestrucción de la actual civilización.

  2. NeoFronteras:

    Quizás sea verdad lo de Bután, pero lo de China no lo parece. Los chinos adoran el dinero incluso más que en ciertas sociedades occidentales, aunque su gobierno sea supuestamente comunista.
    Y sobre sostenibilidad… Bueno, hay gente que puede opinar que la sostenibilidad a costa de la eliminación de la libertad de expresión, reunión, etc. es un precio muy alto. Los expertos que lo han estudiado llevan a la conclusión que las personas bajo regímenes totalitarios suele ser muy infelices.
    Se podría tener un sistema sostenible sin necesidad de sacrificar las libertades políticas siempre y cuando se controle la natalidad.
    Por lo demás, este tipo de temas se salen de la temática de esta web.

  3. Alejandro Sánchez:

    No voy a debatir detalles políticos, esta web no tiene tal finalidad. La cuestión es que, como ya se publicó en esta web, el contexto cultural puede modificar el cerebro y a su vez estas modificaciones alteran la percepción de la realidad, la cosmovisión y la cultura nuevamente, en un sistema de retroalimentación positiva. La cultura en EE.UU. es altamente egoísta, por tanto todos los estudios que se hagan en dicha cultura tendrán tal sesgo distintivo, incluso sus investigadores. Sobre China, no olvidemos que las generalizaciones no son buenas, los mismos tienen una cultura tradicional de orientación comunitaria y feudal, fuertemente arraigada en las zonas rurales, no así en las urbanas; el componente feudal ha sido borrado política,educativa y económicamente. En cuanto a lo demás, el índice de la New Economics Foundation es claro. Uno de los componentes preponderantes para la sensación de satisfacción y seguridad es que el individuo se sienta dueño y administrador de los bienes comunes que comparte con otros. De esta manera siente que es partícipe en la construcción de su destino. Obviamente, en nuestras sociedades tremendamente centralizadas y masificadas, esta capacidad de administración autónoma se ha borrado. Con las TIC’s y en especial con la internet esto se puede volver a recuperar.

  4. lluís:

    Lo prometo. Siempre había sospechado lo que dice este estudio. De cabo a rabo. Y no sigo comentando lo de Alejandro Sánchez, porque me iría por los cerros de Ubeda. Y este tipo de temas se salen de la temática de esta web»

  5. ___Emilio:

    Bien, lo que ha dicho Alejandro es más bien «lo que ha dicho el estudio que cita Alejandro», por tanto podríamos criticar el estudio… pero si dice que Bután es mejor que, digamos, Marruecos… me lo creo. Si dice que GLOBALMENTE (y cuando digo globalmente me refiero a incluir toda la sociedad, desde las capas bajas a las altas) Bután es más feliz/sostenible que España… habrá que ver que en España hay unos 5 millones de parados, 8 millones de gente que está en la frontera de la miseria, una clase baja/media que susiste a base de 8/10 horas por mil euros y dos semanas de vacaciones y vive hacinada en 50 m2 en bloques suburbanos… ah, sí y una clase dirigente que vive de maravilla, amén de la farándula.

    No conozco NADA de Bután, pero si es como dice el estudio: sentimiento comunitario y resistencia a la occidentalización… habría que dejar la política y centrarse en opinar sobre si realmente GLOBALMENTE en España se vive mejor que en Bután o no.

    Lo que sí está claro es que tienen menos hipotecas y, por ende, si nos creemos el estudio de Neofronteras… no les dolerán tanto la cabeza como a nosotros (y no te digo cuando nos llegue el paro)

    Saludos!

  6. NeoFronteras:

    El problema que veo es que estamos mezclando conceptos. Una cosa es la sostenibilidad ecológica, otra la felicidad, otra la riqueza y otra la cultura del dinero. Las distintas combinaciones pueden ser muy variadas.
    Suponiendo que la población no pasa hambre y que todos son igual de pobres puede ocurrir que todos sean felices mientras bailan ritmos caribeños aunque no sean ricos.
    También hay países igualitarios como Vietnam y similares en los que la cuestión ecológica es inexistente y no precisamente porque vayan los de fuera a cortar sus árboles. Sin embargo, en las Tierras Altas de Nueva Guinea llevan explotando la tierra de manera sostenible durante miles de años, aunque les sea difícil llegar a viejos porque a la menor infección fallecen antes de los 40, o simplemente ni nacen. Tampoco son conscientes de tener una conciencia ecológica, pero su modo de vida les ha permitido llegar hasta ahora. No sé si son felices, pero si ocurre un desastre ellos sobreviviría y los chicos de ciudad se darían probablemente a la barbarie.
    Además la sensación de riqueza es relativa. Cualquier europeo vive ahora mejor que Felipe II cuando controlaba un imperio en el que no se ponía el Sol. Él carecía de la salud y comodidades que tenemos todos nosotros ahora, incluso los pobres. Somos o no ricos en función de lo que tienen nuestros vecinos o compañeros. Podemos tener un sueldazo brutal y enojarnos mucho si en el aumento anual de nuestra empresa nos suben menos el sueldo que al compañero.
    Un obrero europeo puede ir a África de turista con sus pocos ahorros y para los ojos de los locales es rico, aunque este señor se sienta pobre por no tener el mercedes de su vecino. En Ruanda se mataba a los padres cuyos hijos tenían zapatos para ir a la escuela, señal de riqueza durante la famosa matanza (800.000 personas pasadas a cuchillo) en la que principalmente se asesinaba a las personas por sus riquezas materiales con la excusa tribal.
    A veces lo que se paga es casi simbólico, es el estatus o la simple distinción, como los trenes ingleses con una tercera clase «estropeada a propósito». Era para que los de primera se sintieran privilegiados. No se paga lo que vale, sino el sentirse especial, como la primera clase en los vuelos domésticos que se distinguen por poco más que regalarte el periódico, pero puedes decir que viajas «en primera». Un ferrari es caro, no porque su precio sea proporcional a su valor, sino porque es exponencial al mismo. Si uno compra un ferrari se garantiza la exclusividad de ser uno de los pocos que conduce uno de ellos. Es un símbolo de distinción, y por tanto un símbolo social. Lo mismo para el caviar u otros productos exclusivos de marca o lujo, que objetivamente hasta pueden ser asquerosos.
    Las impresoras con chip puesto a propósito para que vayan más lentas son otro ejemplo un poco diferente. Los de HP hacían sólo un modelo rápido, y a parte de ellas se les ponía un chip (por lo que salían más caras de fabricar) que las hacía más lentas que las otras que vendían a precio superior.
    Otras veces la distinción es real y se basa en una estrategia diseñada por los poderosos que detentan el poder y la riqueza para seguir manteniendo el status quo en el sistema económico. Es conseguir mantener una posición de ventaja sobre los demás, aunque sea a costa del libre mercado y libre comercio. Esto elimina la meritocracia del sistema democrático para mantener un sistema dinástico y de relaciones (llevar a los niños a colegios privados exclusivos, etc.) a costa de un sistema económico que será menos eficiente. Se consigue a base de leyes locales y nacionales manipuladas (en el mejor caso) puestas por ellos mismos o los que les apoyan, aunque se hagan llamar «socialdemócratas».
    En otros sistemas se da el mantenimiento de una casta privilegiada a costa del pueblo, a los que se les promete un futuro mejor hipotético que nunca llega y nunca jamás llegará mientras se les da pan y circo pero sin pan.
    Además está la cultura local, la naturaleza humana, la psicología individual y colectiva, los recursos naturales, la Historia…
    Hemos visto varios ejemplos de experimentos que intentan estudiar estas conductas en esta web (cooperación, premio, castigo, igualitarismo, juego del ultimatum, etc).
    En definitiva, el asunto es mucho más complicado de lo que a primera vista parece, aunque algunos se empeñen en ver «izquierdas y derechas». Este tipo de visiones reduccionistas a prioristicas estrechan mucho la mirada.

  7. Alejandro Sánchez:

    Yo no niego que soy ecologista social y racionalmente radical en mis paradigmas de desarrollo y bienestar integral humano. Hace 10 años atrás pensaba que tener una mansión, un auto europeo de marca y una acumulación de títulos y de enormes cantidades monetarias de sueldo y ganancias en una gran ciudad me traerían la felicidad permanente. Estaba ciego ante la cultura consumista-hedonista que predomina en la humanidad. Hoy, gracias a la internet, al método científico y a técnicas científicamente corroboradas de desarrollo armonioso de la conciencia (meditación) mi visión ha cambiado radicalmente, privilegiando la vida en el campo, en contacto con la naturaleza, participando de la agricultura familiar y comunitaria, en una casa sencilla con todos los servicios básicos necesarios, pero con un gran patio lleno de huertas y jardines, teniendo un consumo moderado y sobrio de productos, pero con un buen servicio de TIC’s no tan exageramente derrochador de recursos, pero sobre todo con capacidad de participar y coadministrar los bienes comunes en igualdad de oportunidades. No hace más de un año que aprendí a suplantar el concepto de riqueza (acumulación de bienes materiales para derroche de recursos naturales) por el de calidad de vida sostenible con coadministración de bienes comunes.

    Esta nueva visión es la que, cultural y ecológicamente hablando, nos permite tener un futuro posible. Fuera de eso está el paroxismo del derroche autodestructivo.

    Es un proceso de reaprendizaje que aún debemos seguir desarrollando y estos estudios nos muestran justamente lo que debemos aprender a desaprender.

  8. NeoFronteras:

    Estimado Alejandro:
    El derroche autodestructivo que menciona es, sin duda, el camino hacia la perdición del género humano. El problema es cómo conseguir que no vayamos por ahí.
    Y el modo de vida que menciona: vivir en el campo, tener un huerto, una casa autosuficiente y encima tener Internet se acerca bastante a lo que muchos podemos desear por paradisiaco. Aunque según algunos estudios lo más ecológico sea, paradójicamente, vivir en una ciudad, aunque vivamos alienados en ella y el estress literalmente nos mate.
    El poco de sabiduría que uno adquiere con la edad es la que te dice que, por desgracia, no se puede tener todo. Hay que aprender a vivir sin ciertas cosas. Saber qué es importante a la hora de esas elecciones que tomamos es el problema. Elegir por nosotros mismos y no empujados por la familia y la sociedad puede ser una buena receta. Y no todo el mundo quiere lo mismo, pero a veces sí, y surgen conflictos.

  9. Jose M. Piñeiro:

    En Ruanda se mataban porque eran muchos. Con una densidad de poblacion cercana a 300 hab/km2 en una economia de agricultura basica, simplemente no habia alimentos para todos.

    Ante la falta de alimentos y tierras para producirlos, la mejor estrategia consistia en matar al que tenia mas recursos y apropiarse de dichos recursos. Se mataron mas Tutsi porque estos tenian mas riqueza.

    Pero que se matara a tutsis o a hutus ricos es la consecuencia. La razon subyacente es la sobrepoblacion.

    Creo que en nuestra sociedad alguien deberia tomar nota. Curiosamente las clases mas pudientes son las que mas se oponen al control de natalidad. Curiosamente en caso de superpoblacion seran el blanco de todas las iras.

    Por cierto, en la isla de Pascua paso lo mismo (superpoblacion) y tuvo las mismas consecuencias: mataron primero a los mas pudientes.

  10. ___Emilio:

    No puedo estar de acuerdo: el hecho de hambrunas NO explica un genocidio de 500.000 de personas a machete.

    Detras de el genocidio (que así fue: genocidio) había intereses políticos (propios y extrangeros), una mala gestión étnica y social de los antiguos colonizadores, existencia de recursos mineros gigantescos y odio social larvado. Por supuesto había sobre población: como en toda áfrica… pero en etiopía no cogen los machetes cuando la cosa se pone mala…

    Es un factor que FACILITA el caos (la gente desesperada) pero en el caso PUNTUAL de ruanda (que sigue habiendo sobre población y NO se matan hoy en día) fue un caso de intereses políticos (como toda guerra civil).

    Saludos!

  11. NeoFronteras:

    Diamond lo explica bastante bien en su libro «Colapso». La superpoblación fue la gasolina y la excusa étnica la cerilla que la prendió. Se puede estar en desacuerdo desde una posición acomodada en Occidente porque nos parece inconcebible, pero los estudios «de campo» dicen otra cosa. Los hechos ocurrieron: 800.000 personas pasadas a cuchillo. La misma población local justifica que cuando hay mucha gente se produzcan «guerras» de este tipo.

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