¿Es el calentamiento global inevitable?
Un estudio dice que, dado el actual sistema económico, es muy difícil evitar el calentamiento global.
Quizás entre las predicciones más terroríficas de los últimos tiempos esté la que dice que el calentamiento global es ya imparable.
Según Tim Garrett, profesor en la Universidad de Utah, las emisiones de dióxido de carbono no se pueden estabilizar, no ya disminuir, a no ser que la economía mundial colapse totalmente o se construya el equivalente a una central nuclear cada día. Algo que en la práctica parece imposible.
El estudio llega a varias conclusiones de las que se pueden extraer las siguientes a modo de resumen que:
– El ahorro de energía o la eficiencia no hacen que se consuma menos energía, en su lugar hace que la economía crezca y se acelere el consumo de energía.
– Existe una constante a lo largo de la historia que liga el uso global de la energía a la productividad económica acumulada ajustada por la inflación. Así que no es necesario considerar el crecimiento de la población y el estándar de vida para predecir el consumo de energía y la resultante emisión de dióxido de carbono.
– La estabilización de las emisiones al ritmo actual requeriría aproximadamente unos 300 Gigavatios de potencia de energía nuevos cada año libres de emisiones. O lo que es lo mismo, el equivalente a construir una central nuclear nueva cada día. Según Garrett no hay otra manera sin afectar gravemente la economía.
Algunos economistas han criticado fuertemente el estudio argumentando la carencia de conocimientos económicos de su autor. Garret se defiende que ha usado una aproximación económica a un problema que en realidad es físico y como consecuencia ha llegado a un modelo de crecimiento económico global diferente al convencional.
Garret considera que la civilización es como un motor térmico que consume energía y produce trabajo en forma de producción económica. Sin consumo de energía la civilización no valdría nada, es la energía la que mantiene el valor económico. Si nos faltase energía la civilización colapsaría.
Según él la acumulación del la producción económica en el curso de la Historia está ligada al consumo de energía por un factor constante evaluado en 9,7 ± 0,3 milivatios por dólar (ajustado por inflación). Llega a esta conclusión a partir de datos sobre el producto interior bruto y la estimación de la producción económica a lo largo de los últimos 2000 años. Luego investigó las implicaciones que esto tiene para las emisiones de dióxido de carbono.
Según Garret los economistas creen que se necesita tener en cuenta la población y el estándar de vida para estimar la productividad, pero que en su modelo la única cosa que se necesita es saber cómo de rápido es el aumento en el consumo de energía. Según él son precisamente la población y el estándar de vida los que se ajustan a la disponibilidad de energía.
Según Garret todo esto significa que la aceleración en las emisiones de dióxido de carbono es difícil que cambie pronto porque el uso de la energía actual está ligado a la productividad económica del pasado.
Según este modelo la civilización evoluciona en un ciclo de retroalimentación espontáneo mantenido sólo por el consumo de energía y la incorporación de materia medioambiental. Al crecer consume más y en consecuencia crece más y puede consumir más.
Lo más provocativo del modelo de Garret, y que es contrario a lo que creía antes del estudio, quizás sea la afirmación de que el ahorro de energía no reduce el uso de energía, sino que hace crecer la economía y por tanto el uso de energía. Según Garret hacer a la civilización más eficiente simplemente le permite crecer más rápido y consumir más energía.
“Sólo estoy diciendo que no es realmente posible ahorrar energía de una manera significativa porque la actual tasa de consumo de energía está determinada por la producción económica del pasado… Ahorrar energía hace sentir bien, y eso está bien, pero no debería de haber pretensiones de que esto marcará una gran diferencia.”
Pese a todo Garret continúa usando su bicicleta, tomando el autobús, utilizando una cuerda de tender ropa tradicional y una segadora de césped manual.
Según Garret a la hora de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero frecuentemente se discuten estrategias como el ahorro de energía, reducir la población, usar fuentes de energía alternativas… Pero casi nadie menciona una: disminuir el estándar de vida, que además se dará de todos modos si hay una fuerte crisis energética o si la economía colapsa.
Garret cree que el sistema es determinista. La población y el estándar de vida son sólo una función de la actual eficacia energética. Esto deja el cambio a fuentes de energía que no emitan dióxido de carbono como la única opción disponible. Pero para poder estabilizar las emisiones (no ya reducirlas) deberíamos de pasarnos a ese tipo de fuentes de energía a un ritmo de un 2,1% anual, que es el equivalente a construir una central nuclear al año.
“Si la sociedad invierte suficientes recursos en nuevas fuentes de energía que no emitan dióxido de carbono, entonces quizás pueda continuar creciendo sin aumentar el calentamiento global.”
Garret advierte que su estudio no es una invitación a la inacción, pero que no está claro que las decisiones políticas tengan la capacidad de cambiar el curso futuro de la civilización.
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Ilustración: Crecimiento económico previsible para varios países. Fuente: Wikimedia.
18 Comentarios
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martes 24 noviembre, 2009 @ 8:53 am
Al final = o bajamos el estandar de vida por las buenas (cambiar el todoterreno por un patinete) o bien por las malas (guerra/crisis).
Porque está claro que las verdades del estudio son «obvias» pero nadie quiere verlas
-ahorrar energía en plan high tech? Sólo hace subir el consumo final (complica los edificios, los sistemas de producción y consume más recursos). Históricamente, cada cambio de modelo energético ha traído más consumo: «chicos! tenemos energía más barata!! a consumir!»
En fin, que vamos hacia el petardazo final en manos de los lobbys pro-nucleares, los lobbys armamentísticos y una gran caja de antidepresivos en el bolsillo.
martes 24 noviembre, 2009 @ 9:54 am
Estimado Emilio:
Lo que desasosiega del estudio es que ni el ahorro de energía sirve y que haría falta un milagro para no cruzar el punto de no retorno climático.
De todos modos siempre es mejor hacer algo que no hacer nada. Se pueden hacer muchas cosas: cambiar el modelo productivo, mantener la población estable, impedir la entrada de inmigrantes, mantener un gasto fijo de energía que no se pueda sobrepasar, prohibir sistemas despilfarradores o gravarlos con impuestos altísimos, construir casas bioclimáticas, abaratar el transporte público, practicar una agricultura sostenible, reducir el transporte de mercancías, gravar la importación de productos importados baratos que vengan de muy lejos, consumir productos locales, usar bicicletas para trayectos cortos, usar bombillas de bajo consumo, colocar más aerogeneradores y plantas solares, trabajar menos horas, cobrar menos sueldo (sobre todo en los altos salarios), no consumir de manera absurda, reducir la publicidad, investigar más en ahorro y generación limpia… Todo esto pensado en tres minutos, pero la presión social, cultural y sobre todo económica lo impedirán.
Socialmente uno se compra un todoterreno para presumir (aunque nunca vaya al campo) y que a uno lo admiren. Si la sociedad despreciara al que lo hace las cosas serían distintas. Hace falta una nueva ética social que sea acorde con la situación.
Lo malo de nuestro sistema económico no es que sea de libre mercado, es que en general no lo es. Si lo fuese podríamos presionar con nuestro voto político y económico, y este último lo podríamos ejercer todos los días. Al final todo se ha convertido en una especie de mafia económica. Bancos que financian partidos políticos, compañías eléctricas y de gas recibiendo tratos de favor, compañías telefónicas que son monopolios, políticos que pasan a formar parte de esas mismas corporaciones una vez agotado su mandato. No hay competencia real ni en el mundo político ni en el económico. Y esa gente tiene mucho poder, suficiente como para impedir que se implanten las medidas antes mencionadas.
Encima la formación básica, media y universitaria es cada vez peor.
Los humanos nos movilizamos cada vez que hay un desastre, sea un terremoto o un huracán. Tenemos mucha empatía. También luchamos por sobrevivir si nos cae el desastre encima. Pero vivimos el momento presente, no pensamos en el futuro, por eso nos metemos en hipotecas a 40 años y por esa misma razón no vemos (o no queremos ver) el cambio climático.
martes 24 noviembre, 2009 @ 10:54 am
Buenos días.
Yo creo que el problema más importante reside en la superpobación. Se podrían mantener los estándares económicos actuales si redujésemos a la mitad la población mundial.
martes 24 noviembre, 2009 @ 10:55 am
Siento el doble comentario.
Para evitar malentendidos, en mi comentario anterior me refería a políticas de natalidad no ha soluciones drásticas un poco más «agresivas».
Saludos.
martes 24 noviembre, 2009 @ 11:31 am
Reducir la población a la mitad fue el argumento de una novela de ciencia ficción. La historia partía de una carestía o insufuciencia de recursos naturales, pero la solución era más ingeniosa. No se trataba de actuar sobre los nacimientos ni sobre las defunciones, sino sobre el tamaño de la gente: a escala 1/2, el volumen, el peso y sus necesidades asociadas (alimentación, etc.) se reducen a 1/8. El vestido y otros envolventes a 1/4. Además, manteniendo las proporciones corporales actuales, aumentarían mucho la fuerza y velocidad relativas. Parece que la idea no fue bien explicada o entendida, ya que a pesar de sus ventajas evidentes se produjo bastante oposición.
Con los conocimientos actuales, y usando masivamente técnicas «blandas» de reproducción asistida con selección de embriones, no es imposible lograr, en 4 ó 5 generaciones, una disminución del tamaño humano superior al 20%. Sólo con ello se duplicaría la disponibilidad relativa de recursos por unidad de biomasa humana.
martes 24 noviembre, 2009 @ 11:58 am
En «Cantos de la lejana Tierra» Arthur C. Clark propone una situación curiosa:
Se descubre que el déficit de neutrinos del Sol es real y que éste dejará de funcionar adecuadamente en un lejano futuro. Se decide que como es imposible enviar a los habitantes de la Tierra a otro sitio se escoge ir disminuyendo la natalidad hasta que esté por debajo que la tasa de mortalidad. Con el tiempo la población va disminuyendo. Así habría pocas personas a las que rescatar llegada la hora final.
Mientras tanto van enviando naves con embriones humanos congelados y robots a otros planetas habitables a velocidad lenta (única tecnología de la que se dispone) para que los colonicen. Una vez llegan al planeta los robots cuidan de los bebés humanos y los instruyen con casi todos los conocimientos alcanzados por la humanidad. Pero, entre otras cosas, se decide no darles una religión. Los cargos públicos son obligatorios por sorteo y lo sufren como una carga, pero así se garantiza la ausencia ansias de poder.
A partir de ese punto comienza la trama de la novela.
martes 24 noviembre, 2009 @ 12:09 pm
«Cánticos de la lejana tierra» es una novela excelente…
Solo la renovación tecnológica puede salvarnos, al menos eso creo. Desde luego que la presión hacia el desarrollo de energías no productoras de CO2 llegará cuando el cambio climático ya haya matado a millones de personas. En ese sentido, un cierto nivel de colapso es inevitable.
Las soluciones de Neo son localistas ¿como «limitar la inmigración» nos va a salvar del cambio climático? Europa no esta debajo de una burbuja amigo; comparten la misma atmósfera con los Magrebíes….
martes 24 noviembre, 2009 @ 1:10 pm
Estimado Jorge:
La solución no es localista si se aplica en más de un sitio. Se puede demostrar que el aumento de la población en muchos países del primer mundo se debe en gran medida a la importación de personas del tercero.
Se comprende las ganas de estos últimos de mejorar su nivel de vida, pero al llegar automáticamente consumen como gente del primer mundo contribuyendo al desastre. Además la razón última de esta importación es el mantenimiento de un sistema económico no sostenible y basado en gran medida en la explotación de las personas.
En el caso particular de España se han importando 5 millones de personas en los últimos pocos años. No hay sistema sostenible que resista eso, aunque la ideología progresista nos diga que no pasa nada.
De todos modos había expuestas muchas más medidas. Generalmente no molestan más las que nos afectan más en la vida diaria, sino las que van en contra de nuestra ideología.
martes 24 noviembre, 2009 @ 1:27 pm
El calentamiento global, no es un problema a priori.
Solo subira el nivel del mar unos metros. Bueno, algunos mas.
Ese esel principal problema, realojar a las personas procedentes de estas areas costeras, y reubicar los cultivos que tambien queden sumerjidos por las aguas.
Mi temor es lo que vendria despues en teoria. Un período Glacial, en el que realmente existira un cambio climatico para alcanzar temperaturas globales glaciares. Es decir, que este nuevo clima, destruira, casi seguro, grandes extensiones de cultivos, por lo que habria una gran hambruna.
No creo que el calentamiento sea dañino, a priori Solo en lo que a la salud se refiere. Mas particulas de C02, mas probabilidades de contraer cancer. Lo realmente malo, vendra despues, cuando cambie el clima.
Un saludo.
miércoles 25 noviembre, 2009 @ 11:07 am
Estimado Jose_2.
No estoy del todo de acuerdo con su comentario.
Creo que el calentamiento global va a ser realmente dañino a priori. Me explico, sí que va a tener repercusión directa en la salud de la población ya que afectará de a los ciclos de los cultivos para consumo humano, lo que creará un déficit importante de estos productos. Dicho déficit afectará en primera instancia a la economía(aumentará la inflación)y hará que nos sumerjamos en una profunda crisis.
Por otro lado, esta crisis creará conflictos a nivel mundial que actuarán directamente en la salud de las personas (digamos de una manera «no natural»).
En cuanto al período glacial posterior, pues sí, tiene usted toda la razón, si queda alguien en nuestro planeta para entonces lo tendrá aun más crudo, crisis energéticas brutales, un mapa político mundial inestable y la mayoría de los cultivos típicos de las zonas climáticas actuales completamente trastocados.
Pero de todas maneras creo que ese tema ha sido tratado aquí en multitud de artículos de Neofronteras.
Saludos.
miércoles 25 noviembre, 2009 @ 12:51 pm
Neo: La inmigración excesiva es un problema para los Europeos, eso no lo dudo (y estoy de acuerdo en que debe limitarse). Lo improbable es que impedirla mejore el problema del calentamiento global. Si no emigran de todos modos comerán igual, querrán superarse igual y si no compran un todoterreno de todos modos se dedicarán a cosas igualmente inadecuadas ambientalmente como tener decenas de hijos o desbrozar hectareas de bosque tropical…
miércoles 25 noviembre, 2009 @ 1:26 pm
Creo que la única solución es decrecer.
LA eficiencia energetica puede conservar nuestro nivel de vida y poblacion mientras la economia decrece.
Y tener en cuenta que la economia va a decrecer, ya que el suministro de conbustibles fósiles lo va a hacer.
No me cabe duda de que el cambio climatico se va a solucionar solito. Simplemente nos vamos a quedar sin petroleo que quemar, con lo que las emisiones de CO2 van a disminuir a la fuerza. Nuestro nivel de vida y poblacion tambien van a disminuir irremediablemente (solo nos queda escoger el mecanismo)
El unico riesgo es que el planeta entre en algun ciclo de realimentacion positiva (p.e. fusion de claratos) que aumente la temperatura sin nuestra intervencion.
jueves 26 noviembre, 2009 @ 10:04 am
La explotación de los recursos del petroleo no terminará mientras quede una gota. Lo cual implica, aparte de la contaminación intrinseca, otro problema del cual no oigo hablar. En caso de una catastrofe de dimensiones planetarias (colisión con un asteroide, erupción masiva) que impidieran la llegada de la luz solar a la superficie terrestre, como ya ha ocurrido en numerosas ocasiones, ¿no convendría mantener como reserva estos combustibles? De lo contrario más que a una reducción de la población nos enfrentaremos a una extinción total. Solo sería una pequeña ayuda, pero muy importante para la supervivencia de la especie humana. La I+D en la fusión del atomo es necesaria ya, antes de que sea tarde. En cuanto a la redución de la población temo que sea inevitable pero creo que se puede hacer de un modo no traumatico sin necesidad de guerras, ni de pandemias, ni de la aplicación de politicas de eugenesia. Simplemente controlando la natalidad en un par de generaciónes se podría reducir la población a un numero viable. Esto podría cambiar la política energetica inmediatamente, limitandola a esas necesidades de un futuro inmediato. Lamentablemente, creo que nuestros lideres no son tan capaces, al fin y al cabo solo son monos en precarios estados de evolución e hipnotizados por el brillo del poder.
jueves 26 noviembre, 2009 @ 1:38 pm
Estimado Tritio.
Creo que los dos coincidimos en los mismo. La diferencia es la gravedad con la que lo vemos. Es verdad lo que comentas, y como bien dices, lo peor llegaria despues, no durante el calentamiento, sino, durante el enfriamiento del planeta.
Esta claro que se destruiran muchas zonas de cultivo. Lo que no tenia claro y me he enterado hace poco relativamente hablando es que el 70 % de la poblacion mundial vive en zonas costeras. Este dato me dejo estupefacto. Son demasiadas personas para realojar en caso de subida del mar. Y ocurrira. Esto es algo inebitable. Asi que como se suele decir: «Que Dios nos coja confesados».
Un cordial saludo.
lunes 30 noviembre, 2009 @ 8:03 am
Bueno, el articulo y los comentarios están muy interesantes. Yo le he dado muchísimas vueltas a este asunto de la crisis ambiental y energética, y pues también tenemos una crísis económica y también tenemos una crisis social en la mayoría de países…. en otras palabras, he llegado a la conclusión de que es una crisis humana!.
Durante muchos años hemos venido diseñando instituciones, leyes e insentivos que regulen diferentes temas, a nivel nacional, regional e internacional… pero las cosas no mejoran y en la mayoría de los cosas empeoran. Creo que estas intituciones y leyes han sido construidas por el ser humano como refugios ante el colapso de la principal institución humana: a mismo ser humano.
Hemos tratado de crear organos (Leviatans, en el lenguaje Hobbsiano) y leyes e insentivos que nos regulen, que nos impidan, que nos paren, porq el individuo humano se ha hecho tan incapaz de controlarse a si mismo que no sabe que más hacer.
Así que he llegado a la conclusión que TODO problema y crisis que se viva se da porque se ha olvidado o dejado de lado el principal actor en este cuento: el individuo humano. Cada uno de nosotros es el actor principal de todo esto! NADIE MAS.
Ahora bien, qué ha pasado?? por qué el ser humano ha fracasado?. Creo vehementemente que ha fracasado porque ha perdido o dejado en el olvido la mitad de sí. El homo sapiens, como usualmente se denomina, es un ser biológico, material, pero, en definitiva y sin ninguna duda, también tiene sentimientos, ideas y pensamientos, que pues muchas veces no son explicables.
Si tu le preguntas a una persona común que desea, esta persona muy probablemente conteste que buenos estudios, un hogar, un buen trabajo, un buen carro y mucho dinero… es lo normal… y si se pone cuidado, todo está dado en términos materiales.
Es prácticamente imposible encontrar a alguien que te conteste a esa prengunta con «quiero ser feliz», o «quiero amar y vivir en paz»… obviamente si a una persona que te contesto con la respuesta convencional le planteas esas posibilidades, te van a decir: «si, obvio que si, quiero ser feliz, amar y estar en paz».
Lo que ocurre es que las personas asocian el dinero, el hogar, el carro y el trabajo con la felicidad, el amor y la paz. Los primeros conceptos no tienen NINGUNA relación directa con los segundos y, es más, la gran mayoría de las veces, tienen una relación inversa, ya que al tener todo eso y no sentirse ni feliz, ni amado ni en paz, la persona se frustra y empieza a sentir decepcion, odio, rencor, etc.
En otras palabras, el ser humano ha estado por muchísimo tiempo OFT (orinando fuera del tarro). Ha estado buscando la felicidad, el amor y la paz en cosas materiales y allí NUNCA las ha encontrado ni NUNCA las encontrará.
Hemos construido modelos socio-económicos complejos tratando de llenar nuestras espectativas internas y no se ha logrado. Para muestra un botón: el modelo neoliberal, que relaciona directamente el bienestar económico con el bienestar de la persona… cosa más falsa y alejada de la realidad creo que no ha habido.
Y así vivimos nuestro día a día, buscando el bienestar y tratando de llenar nuestras necesidades internas por medio de insumos materiales. Eso es como querer reducir los Gases de Efecto Invernadero tirando hierro al océano para que absorva más gases: el resultado es peor que el problema original.
Todo este fracaso como seres humanos (incompletos y dormidos) nos ha llevado a una crisis humana, que se ve claramente reflejada en crisis en temas específicos.
Mi conclusión final es que nada, absolutamente nada va a mejorar (al menos no sin afectar otros tópicos) hasta que el ser humano despierte y se de cuenta que está equivocando el camino, que su felicidad no depende de lo material, depende de lo que este dentro de él. Este despertar generará, inevitablemente, una cambio de actitud y de caracter, más despojado de su venenoso ego, menos apegado a lo material, lo que provocará se más llevadero, más simple, más «humano». Este cambio de actitud se verá reflejado en sus acciones, que responderán más a sus necesidades internas que a sus incoherentes e inutiles intereses económicos.
Al experimentar la verdadera felicidad, el ser humano querrá más (un instinto humano que ha sido tristemente mal dirigido) y accionará en ese sentido, solucionando los problemas de una manera mucho más simple y efectiva.
Las instituciones, leyes e insentivos ya han provado su fracaso, han nacido muertas porque han sido creadas por seres casi muertos. Es hora de volver al origen, es hora de que cada individuo humano retome su papel de actor principal, es hora provocar un cambio sistémico y global.
Carlos Paniagua
San Jose, Costa Rica.
martes 1 diciembre, 2009 @ 1:14 am
Cada día estoy más convencido que hace falta un evento repentino y cataclísmico para que la humanidad en general se de cuenta que ya no puede ir por la vía del derroche de los recursos. El derroche de recursos se ha vuelto nuestra civilización y forma de ser. La planificación plena del crecimiento poblacional se alcanzará hacia el 2030, no así el derroche de recursos.
Ya no podemos seguir con la mentalidad y cosmovisión de dominación, explotación y extinción de recursos.
martes 1 diciembre, 2009 @ 10:51 am
Estoy de acuerdo con Alejandro. ¡Qué terrible es desear un fuerte golpe de desgracias, aunque sea para evitar el mal mayor!, Pero ¿sería suficiente? o, como dice Neo no sé en qué artículo, quizá en este mismo, aunque viésemos sin hielo el Polo Norte y la Antártida, los negacionistas seguirían con su fe en que esto es un natural cambio que ya se ha dado otras veces y que no somos culpables de nada por lo que debemos seguir nuestro modo de vida sin preocuparnos.
Un cordial saludo.
viernes 18 diciembre, 2009 @ 12:50 am
Perdón: falta voluntad política, se puede y se debe reemplazar el motor a combustión, se puede y se debe reforestar masivamente, se puede y se debe controlar las emsiones contaminates tanto en china como en chile o estados unidos. Las otras soluciones, bacterias come anhídrido, y tecnologias alternativas de disminuir el co2, pueden y deben ser también financiadas y puestas en práctica. Las viejas tecnologias dependen en su origen de capitalismos anquilosados, simplemente.
Siento ser categórico, pero es verdad.