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Una de las vejigas crecidas en el laboratorio. Foto: Brian Walker.

Un grupo de investigadores ha conseguido hacer crecer vejigas urinarias humanas a partir de un cultivo de células y han sido transplantadas con éxito en varios pacientes.
Esta es la primera vez que se consigue crear artificialmente un órgano interno relativamente complejo. Los mismos investigadores afirman que ya están trabajando en la creación de riñones hechos a la medida, hígados o incluso corazones. Esto evitaría los problemas asociados a la escasez de donantes de órganos en ciertos casos, además de evitar problemas de rechazo por parte del sistema inmunológico.
Anthony Atala de Wake Forest University School of Medicine en Winston-Salem (North Carolina) y sus colaboradores tomaron células de una vejiga afuncional de un niño de siete años con espina bífida y la usaron para hacer crecer un delgado saco de tejido que transplantaron sobre la vejiga del propio niño. Este tipo de dolencia es típica, junto al fallo renal, de niños con espina bífida.
El trabajo se efectuó en 1999 y han estado vigilando el progreso del transplante durante estos años hasta ahora cuando el artículo con los resultados ha sido publicado en Lancet.
También se aplicó la misma técnica sobre otros pacientes. En tres de ellos que recibieron la versión más prometedora del tratamiento la vejiga funcionó mejor y tenía menos pérdidas que con las técnicas actuales, en las que por ejemplo se recortan partes del intestino para recrear la vejiga.
La pared del intestino está diseñada para absorber sustancias, que es justo lo contrario que debe de realizar la pared de la vejida, por lo que es lógico el malfuncionamiento de este tipo transplantes tradicionales.
Hacer crecer un órgano es muy difícil. Primero hacen falta las células especializadas que forman parte del tejido y luego hay que estructurarlas para que adopten la forma, tanto interna como global del órgano en cuestión. Se necesita, por tanto, un andamiaje que soporte dicha estructura. Además hay que asegurarse de que el órgano es irrigado apropiadamente con vasos sanguíneos y que puede ser conectado exitosamente a los nervios.
En este caso se trata de un órgano muy sencillo y por eso se ha intentado primero este caso. El equipo de investigadores tomó una muestra de tejido del tamaño de un sello de correos de cada paciente e hicieron que las células que lo componían proliferaran. Después pulverizaron una capa de tejido muscular en el exterior de un molde biodegradable y esférico de polímero (ácido poliglicólico) y colágeno que hacía las veces de andamiaje y añadieron otra capa de células cultivadas procedentes del endotelio interior de la vejiga en la parte interna del molde.
El órgano creado de esta manera creció en una sopa nutritiva durante varias semanas hasta que fue cosido a la vejiga del paciente.
Desde hace años ya se usa piel artificial crecida a partir de células del paciente y se trabaja ahora en la creación de parches para otros órganos con problemas.
Este nuevo resultado es importante por ser el primero correspondiente a un órgano interno que además ha demostrado su funcionalidad a lo largo de varios años.
Este mismo equipo de investigadores quiere perfeccionar la técnica para poder ofrecer este tratamiento a pacientes con problemas en sus vejigas. En particular aquellos pacientes que debido a un cáncer se les tiene que extirpar la vejiga original, aunque en este caso será difícil el uso de células posiblmente cancerígenas procedentes de la vejiga original. Especulan con la posibilidad de usar células procedentes de otras partes del cuerpo y convencerlas para que se transformen en las células que se necesitan y así solventar el problema.
Este equipo trabaja ya sobre el cultivo de 20 tipos distintos de tejidos que van de las células que forman los vasos sanguíneos a las que forman los riñones, el hígado o incluso el corazón.

Referencia: Atala A., et al. Lancet, published online doi:10.1016/S0140-6736(06)68438-9 (2006).

Fuente: WFUBMC

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