¿Dieta de insectos?
Proponen el consumo de insectos por parte de humanos en lugar de ternera y otras carnes por ser un producto más ecológico.
Los antropólogos saben que la dieta de una comunidad humana de cazadores y recolectores depende de la ecología del lugar. Una comunidad, al poco de asentarse, consumirá los animales más grande hasta que éstos sean exterminados o su población sea muy reducida. Una pieza grande de caza requiere un esfuerzo para su caza casi igual que una pequeña y proporciona mucho más alimento. La comunidad, asumiendo que no está en equilibrio ecológico con el entorno y crece sin parar, irá consumiendo animales cada vez más pequeños hasta que no quede casi ninguno. Al final sólo quedarán insectos, animales que requieren mucha energía para ser recolectados y proporcionan poco alimento. Una comida compuesta de insectos es algo que nos repugna, pero si no tenemos más remedio la comemos.
Somos 7 mil millones de habitantes en este planeta y ya parece que no hay comida para todos, al menos comida de calidad. No todos pueden comer ternera o cerdo frecuentemente. Estamos alcanzando los límites ecológicos del planeta y tarde o temprano tendremos problemas.
Por esta razón, desde un tiempo a esta parte, se proponen formas de consumir alimento que sean más ecológicas. De este modo se propone consumir productos locales en lugar de importados, que gastan mucha energía en su transporte, o el consumo preferente de vegetales, a ser posible procedentes de la agricultura “orgánica” o “biológica”. Claro que la ecuación no siempre es tan sencilla. Al fin y al cabo, somos animales omnívoros y necesitamos comer proteínas.
Hay además diferencias entre unas carnes y otras. El consumo de pollo, por ejemplo, es mucho más ecológico que la carne de vaca, pero la situación cambia si la vaca se alimenta de hierba de un prado que no sirve para otra cosa. Pero si tenemos en cuenta las emisiones de metano las vacas se llevan la palma frente a los demás.
La última idea que se propone para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es que cambiemos nuestra dieta a una en la que intervengan los insectos. Según un estudio, determinadas especies de insectos pueden ser muy nutritivas, ganan peso rápidamente y emiten pocos gases de efecto invernadero.
Para producir carne usamos piensos procedentes de grano (en el mejor de los casos) que proceden a su vez de campos de cultivos que han sido, arados, irrigados, abonados, rociados con pesticidas y recolectados. Además, el grano producido ha necesitado ser transportado y convertido en piensos. Todas esas acciones consumen bastante energía.
Como encima convertimos vacas herbívoras en vacas granívoras (en el peor de los casos en carnívoras) la eficacia del sistema no es muy buena. El sistema digestivo de estos animales está pensado para la hierba y no para el grano. Encima, la mayor parte de los nutrientes del pienso se desperdician y las bacterias anaerobias de tracto digestivo de estos animales producen metano, gas de efecto invernadero. Una vaca vive mucho tiempo, tarda en crecer y al ser un animal endotérmico consume más energía que otros. Cuanto más pequeño es un animal más ecológico es su consumo como comida. En el extremo están los insectos, que gastan poca energía (nada en mantenerse calientes) y crecen rápido.
Dennis Oonincx, un entomólogo de la Universidad de Wageningen en Holanda, y sus colaboradores han calculado las emisiones de amoniaco y tres gases de efecto invernadero (CO2, N2O y metano) de cinco especies de insectos que incluyen a los gusanos de la harina (larvas de Tenebrio molitor) y a los grillos (Acheta domesticus). Todos ellos eran más ecológicos que las vacas y uno mejor que los cerdos. Así por ejemplo los gusanos de la harina emiten un 1% de gases de efecto invernadero que las vacas y un 10% que los cerdos. Los grillos eran incluso más ecológicos.
Este investigador sostiene que el consumo de insectos parece ser mejor, desde el punto de vista la polución atmosférica, que el ganado tradicional, es decir más amigable desde el punto de vista ambiental.
Según Peter Thorne, de University of Iowa y no implicado en el estudio, es hora de ser imaginativos y dice aplaudir a estos investigadores. Pero, según él, no es honesto comparar la carne de vaca e insectos sin un análisis de los ciclos que tienen en cuenta cada componente que al final termina en la hamburguesa, desde el uso del suelo al ganado.
Oonincx se defiende de las críticas y dice que los insectos han sido parte importante de la dieta de muchas culturas durante mucho tiempo. Dice que los gusanos de la harina están bien, pero que prefiere a los grillos, “la estructura y sabor son los mejores”, dice.
Claro que, ante la expectativa de tener un plato de gusanos delante en lugar de unos tallarines, a cualquiera con sentido común se le ocurren muchas alternativas. Además de consumir menos carne, que además es bueno para la salud, la elección de esas carnes, así como un crianza más sana y ecológica de esos animales puede ser la mejor alternativa. La estabilización de la población humana también ayudaría. Un futuro con menos gente pero más feliz siempre será mejor que un superpoblado mundo de gente comedora de grillos, por muy gustoso que les parezcan a individuos sin sentido gastronómico alguno.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3356
Fuentes y referencias:
Noticia en Science.
Artículo original.
Vídeo sobre superpoblación de National Geographic.
Fotos: a hobby y George Arriola, ambas vía Flickr.
32 Comentarios
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viernes 7 enero, 2011 @ 3:56 am
Un comentario: La agricultura «orgánica» y «ecológica» es solo para chicos de clase media/alta de los paises ricos pues es extremadamente costosa en términos de utilización de recursos y terreno. Ningún hindú o chino en su sano juicio dejaría de usar fertilizantes o pesticidas pues saben que la hambruna sería inevitable. ¿Hay soluciones mejores? pues nadie las espera con mas ansiedad que ellos.
Supongo que acabaremos aún mas abajo en la cadena ecológica y dependeremos de microoorganismos cultivados en bioreactores. El día que alguien pueda cultivar carne en una fábrica a bajo costo…adios vacas.
Mientras tanto la lógica del mercado mantendrá al ganado como fuente de alimentos y a algunos que la vendan mucho mas cara por ser «orgánica» ;-)
viernes 7 enero, 2011 @ 9:19 pm
Dado que la estabilización de la población humana va a ser una entelequia,por mor de las poderosas fuerzas que se oponen al control de la natalidad,y que fueron bien detalladas por Neo hace un tiempo, mejor nos preparamos para comer grillos; aunque particularmente prefiero un entrecot a todo termina acostumbrándose uno.Vamos a tener un mundo superpoblado y comedor de insectos, gusanos y demás exquisiteces.Los hay que prefieren este tipo de mundo,ya que según ellos hemos venido aquí a sufrir para redimir nuestras culpas. La felicidad la reservan para el más allá, o más lejos todavía.
Saludos cordiales.
viernes 7 enero, 2011 @ 11:38 pm
Probablemente, la ingeniería genética , buscando mejorar la eficacia de una hipotética dieta futura a base de insectos, los modificará para lograr, por ejemplo, hermosos saltamontes con muslos comestibles de 250 gr.
O sea, que acabaremos comiendo saltapollo, versión futurista del pollo de toda la vida. O grillopollo o cualquier otra versión. Y es que el verdadero problema somos nosotros, probablemente por no tener el depredador adecuado que nos mantenga en los justos límites. O al menos eso es lo que opinan los pulgones de mi huerto.
sábado 8 enero, 2011 @ 10:02 pm
Si nuestros antepasados de Atapuerca eran caníbales la cosa aún podría ponerse peor… ¿Alguien recuerda una película llamada Soylent Green?
Saludos
sábado 8 enero, 2011 @ 11:02 pm
Que rico, el de la segunda foto hasta parece apetitoso.
Como sea, unas patas de saltamonte de unos 250g la veo difícl. El sistema respiratorio de los artrópodos no ayuda mucho.
Quizás si se criaran en cámaras herméticas con más oxígeno del normal como las libélulas de este artículo:
http://neofronteras.com/?p=3287
Bom apetite :P
domingo 9 enero, 2011 @ 12:28 am
Pues sí, Soylent Green. En España se llamó «Cuando el destino nos alcance» o algo así. Charlton Heston y el gran Edward G. Robinson trabajaban en ella. Distopía o anticipación de la situación que se puede tener en el futuro, aunque la fabricación y consumo del soylent green va en contra de la termodinámica.
Se echan de menos películas de ciencia ficción que digan algo y que no sólo sean efectos especiales y 3D.
lunes 10 enero, 2011 @ 11:51 am
La idea es muy buena, aunque el plato no se vea nada apetitoso, de hecho ya comemos lombrices, basta nada mas que las cadenas de hamburguesas lancen por ejemplo el Mc Bee (aderezado con miel y granulos de polen en lugar de sésamo) y luego algunos osados que inicien la costumbre de cocinar los suyos propios.
Por lo pronto tengo hormigas orgánicas a $20 el kilo, si alguien quiere que se ponga en contacto conmigo ;)
lunes 10 enero, 2011 @ 6:58 pm
Neofronteras tiene razón sobre Soylent Green: viola la 2ª ley de la termodinámica (igual que Matrix, desarrollar a un humano y mantenerlo consume más energía de la que se pueda producir).
Tal vez si desarrollamos técnicas para producir grandes cantidades de energía basadas en fusión termonuclear, sería factible hacer grandes edificios con granjas hidropónicas que reciban luz las 24 horas del día y aceleren los procesos de producción de alimentos. En estos momentos, entiendo que se necesitan del orden 2500 mts cuadrados de tierras agrícolas para alimentar razonablemente a un ser humano.
Supongamos que el tener 24 horas de luz reduzca esta superficie a la mitad. Luego, en un piso típico (de unos 2.3 mts de altura) puedan caber 10 capas de producción hidropónica. Esto significaría que un edificio típico de departamentos de unos 20 pisos de altura podría generar alimentos suficientes para unas 20 familias de 4 personas. Si estas «food factories» se ubican cerca de los lugares de consumo, la huella de carbono por costo de transporte se reduciría considerablemente.
Un poco de ficción, pero levemente basada en ciencia
lunes 10 enero, 2011 @ 9:11 pm
Se calculó que ya comemos normalmente unos cuantos gramos de insectos mensuales sin darnos cuenta. Así que lo que se dice en el estudio tampoco es descabellado.
Pero este sacrificio es absurdo. Como ya dice Lluís en nº2 no se entiende eso de sacrificar una dieta normal (y casi todo lo demás) para que así seamos más.
Si extrapolásemos la cantidad de sabios que había en el pasado a la población actual tendríamos que estar rodeados de ellos. Así que no parece que el ser más nos beneficie tampoco mucho desde el punto de vista intelectual.
Los cultivos hidropónicos alimentados por fusión nuclear tampoco suenan bien. Es realizable, pero una gran disponibilidad de energía no siempre nos beneficia. Antaño, para producir una lechuga se gastaba, más o menos, el equivalente energético de la misma en producirla. Ahora probablemente gastemos el equivalente energético a 100 lechugas para producir una de ellas. En cultivo hidropónico será aún peor. De hecho parece que sólo es rentable con la mariguana por obvias razones.
Todo sistema consumidor (y productor de energía) disipa calor. Así que con fusión ilimitada freiríamos el planeta sin necesidad de dióxido de carbono. Además se ha podido demostrar que el ser humano ha destruido el medio en función de la energía disponíble. Cuanta más energía a su disposición más destrucción. La fusión podría empeorar las cosas si no se usa con sabiduría y ésta es una cualidad casi inexistente en la sociedad actual. Mucho me temo que todo sería un desastre. Menos mal que está a 50 o más años vista.
Sólo el control de natalidad puede paliar un poco las cosas, pero no es la única medida. En lugar de dar cheques bebés habría que instaurar sistemas que recompensen tener dos hijos como máximo, al tercero se tendrían que pagar por muchas cosas (guardería, etc). Un beneficio colateral de esta medida sería la reducción del fanatismo religioso.
lunes 10 enero, 2011 @ 10:19 pm
Al hilo del comentario 9 de Neo, hace un mes estuve unos días en el país de los faraones. Hablando con un guía turístico joven que acababa de casarse y de tener su primer hijo, me contó que su objetivo era tener «13 o 14 hijos», porque si no, «¿para qué trabajas?». Sin embargo admitía que la situación económica de su país no era «muy buena», así que probablemente se tendría que conformar «con 6 o 7». Esta persona, por supuesto, era muy religiosa y ya había peregrinado a donde suelen peregrinar por alli. También me preguntó «porque yo seguro que lo sabía», si era verdad lo que decían por allí de que en España habían aprobado una ley que subvencionaba los «matrimonios vírgenes entre españoles para mantener la raza y costumbres». A él no le parecía mal. Hay que mantener la tradición. Desgraciadamente no me estaba «vacilando». Hablaba absolutamente en serio. Cuando le saqué de su error pareció decepcionado. Me sentí, como en la novela de Heinlein, «forastero en tierra extraña» y la cosa en esas circunstancias no está para bromas, así que silencio de momia. Esto es lo que hay.
Saludos tutancamónicos.
lunes 10 enero, 2011 @ 11:20 pm
Bonito país Egipto. Otra cosa de la uno se entera cuando está allí es que el nivel de corrupción es muy alto. Esto es algo que también influye sobre la pobreza de la gente, tiene un coste sobre la educación y en última instancia aumenta el fanatismo.
martes 11 enero, 2011 @ 12:34 pm
De acuerdo absolutamente con el 9 de Neo y más que asombrado por el 10 de joabbl. ¿Puede haber alguna esperanza con mentalidades así? ¿Cómo se puede haber recibido una educación tan aberrante? Lo peor es que haya interesados en mantener ese fanatismo e ignorancia. ¿Habrá algún límite a la corrupción mencionada en 11?
martes 11 enero, 2011 @ 2:04 pm
Interesante tema para seguirle dando vueltas. En todo caso, familias de 6 o 7 hijos suenan inviables en el mediano plazo.
martes 11 enero, 2011 @ 4:16 pm
«La agricultura “orgánica” y “ecológica” […] es extremadamente costosa en términos de utilización de recursos y terreno. »
Esto no es totalmente cierto.
La utilizacion de energia y de terreno no mejora sustancialmente con la agriculura tradicional. La agricultura organica que conbina varias especies en el mismo terreno alcanza cotas similares de productividad y consume mucha menos energia.
El problema gordo es que necesita mucha mano de obra, al no poder mecanizarse facilmente. Esto es lo que explica su carestia.
La diferencia es importante. En un entorno de energia barata (como el actual) se prefiere la «revolucion verde». En un sistema de energia cara seria preferible una agricultura organica intensiva. Y me da que este ultimo es el futuro que nos espera.
martes 11 enero, 2011 @ 4:20 pm
Por otra parte no acabo de ver razonable el tema de los insectos.
Los insectos son dificiles de criar en abundancia y los recursos consumidos son altos.
Las poblaciones que se han visto en la necesidad de alimentarse de insectos (por haber extinguido los bichos grandes) han disminuido su poblacion, no aumentado.
El ecosistema proporciona menos alimento aprovechable cuando se crian insectos a cuando se crian hervivoros.
Hay poblaciones que se comen un gusano si lo pillan a mano, pero ninguna prefiere criar gusanos a pollos. El motivo es que el esfuerzo de criar gusanos proporciona mas proteinas si criamos pollos.
Que sea mas ecologico no garantiza mayor productividad.
martes 11 enero, 2011 @ 6:28 pm
Debo sumarme al razonamiento de Neo sobre lo malo de mi propia propuesta de granjas hidropónicas alimentadas con fusión. Dado que la producción nuclear se basa en un ciclo termodinámico, sólo el 40% del calor producido sería aprovechable como energía. Eso en el mejor caso.
martes 11 enero, 2011 @ 9:02 pm
Me sorprende un poco que te sorprendas, amigo tomás….y lo que es peor son más de mil millones de personas, y una cifra que recuerdo:en Argelia, el 75% de la población no llega a los 30 añitos.En Tunez, igual, más o menos.Y supongo que en otros muchos paises de ese entorno cultural(?)la cosa debe ser parecida dados los altos indices demográficos que en esos paises se dan.
En otras culturas árabes o asiáticas es simbolo de escasa «virilidad» tener pocos hijos y si son hijas lo que se tiene, ya ni te cuento.
Lo dicho, habrá que acostumbrarse a comer piedras, porqué ni grillos(que por cierto ya no se les oye estridular en los campos) vamos a tener para todos.
Saludos.
domingo 16 enero, 2011 @ 12:43 am
Parece que los árabes creen que van a invadir a Europa «por rebosamiento demográfico» :-)
Si tu eres pobre, tener muchos hijos es un seguro para la vejez y la red de alianzas que se crean en el seno de una familia extendida numerosa ocupan muchas de las funciones de los gobiernos Europeos desde el punto de vista social que sus propios gobiernos no suplen o hacen en forma muy ineficaz. El Egipcio de 10. desarrollaba una estrategia coherente con sus circunstancias. No se trata de «educar a esos moros brutos» sino de colaborar para elevar su nivel de vida. Si tienes tus necesidades básicas cubiertas, un sistema de seguridad social efciente y un buen nivel educativo tienes menos hijos por decisión propia.
domingo 16 enero, 2011 @ 8:58 am
Pues sí, lluís, será pesimista, pero creo que no va a haber insectos para todos, como en el chiste ese, un tanto escatológico del optimista y el pesimista, que supongo conocemos todos.
Un abrazo.
domingo 16 enero, 2011 @ 9:04 am
Estimado Jose M Piñeiro: Si bien estoy de acuerdo con tu 14, el 15 -salvando el respeto y admiración que me mereces- me parece dudoso, por lo que me gustaría aportases cifras.
Por otra parte la afirmación de que «…la necesidad de alimentarse de insectos… han disminuido la población, no aumentado.», siendo un hecho, no es la causa, sino la consecuencia de un agotamiento de los recursos que, previamente, ya había hecho minorar su población.
Un cordial saludo.
domingo 16 enero, 2011 @ 12:07 pm
Estimado Jorge:
Eso que dice es la típica explicación que normalmente no soluciona nada. El seguro en la vejez puede justificar el tener hijos, pero no 7 u 8 (que encima pueden morir de hambre).
La razón es generalmente cultural y religiosa, aunque a veces es política.
En determinadas culturas el culto a la fertilidad (herencia del Paleolítico) está muy asentado. Esto se ve reforzado por las religiones y la ignorancia sobre anticoncepción.
Muchos regímenes políticos promueven la natalidad y eso lo hemos visto incluso en Europa.
También la política justifica casi cualquier cosa que provenga de cierto países. El hecho de que sean pobres no justifica todas sus acciones.
Pero si hay alguien que se sienta culpable puede, por ejemplo, donar una buena parte de su sueldo en ayudas al tercer mundo. Seguro que además podemos pasar sin TV plana gigante, sin cambiar de móvil cada año, etc.
Pero lo malo de ciertos pensamientos políticos es que siempre tienen que ser «los demás» los que lo hagan. Incluso muchos sostienen que hay que obligar a «esos otros» a hacerlo.
Es igual que el estado del bienestar. Todos lo quieren, pero nadie quiere contribuir a su mantenimiento. O eso parece.
domingo 16 enero, 2011 @ 1:45 pm
Yo vivo en el tercer mundo Neo y he visto esa transición del pensamiento de «mas hijos mejor» a «menos es mejor» en el transcurso de mi vida asi Venezuela no este ni remotamente a la altura de Europa en cuanto a recursos. Las mujeres suelen hacer ese cambio cuando su nivel educativo aumenta y su acceso a los servicios de salud mejora (en eso los hombres son menos inteligentes :-)).
¿No tienes datos sobre el cultivo de alimentos en bioreactores? Eso nos colocaría aún mas bajo en el nivel de forrajeo que con los insectos..
domingo 16 enero, 2011 @ 3:08 pm
JOrge : Venezuela si que tiene recursos, al menos uno vital : petróleo, algo que no tenemos por aquí. Aparte de las materias primas, todo lo demás lo hace la gente. Según Wikipedia :
«La población de Venezuela llegó recientemente a los 28 millones de habitantes, y se estima que la misma se eleve hasta 42 millones para el 2050.[125] El país tiene una de las tasas de natalidad más altas de Suramérica, después de Paraguay, Bolivia y Ecuador: para 2009 se estimaba que en Venezuela nacían anualmente 21 bebés por cada 1000 personas.La población concentrada en las ciudades asciende al 94%, lo que convierte a Venezuela en el país más urbanizado de América Latina»
Si no es así, habría que notificarlo a Wikipedia. Si es así, los insectos se van a quedar cortos.
En España son poco más de 10 nacimientos por cada 1000 habitantes. Debe ser de lo poco que hacemos bien… Pero todo es discutible :-).
Saludos
domingo 16 enero, 2011 @ 3:16 pm
En cuanto al cultivo de alimentos en bioreactores, no hace mucho en un programa de radio de la BBC hablaban de una universidad holandesa (país con una gran superpoblación también, pero en otro nivel) donde estaban investigando en la producción de carne sin animales. Casi nada. Por lo visto cultivaban pedazos de carne en tubos de ensayo o algo así, sin vacas ni cerdos ni nada parecido. Pero los mismos científicos que trabajaban en ello decían que aún faltaban muchos años para que su trabajo encontrara aplicaciones prácticas.
Quizá en el futuro (si lo tenemos, ojalá) comamos chuletas y solomillos «de laboratorio». Francamente, yo lo preferiría antes que los insectos, pero quizá sea un poco reaccionario…
Saludos :-)
domingo 16 enero, 2011 @ 7:32 pm
Lo que dice Wikipedia joabbl es cierto, lo que no dice es que el crecimiento demográfico de Venezuela era aún mayor hace unos años y que esta desacelerandose conforme aumenta el nivel de vida. Las familias de 8 hijos, muy comunes hace una generación, van dando paso a las de 3 y cuatro, y ya tener dos o uno no es una maldición.
En cuanto al petroleo…Es bastante relativo. Tener recursos naturales no te hace rico, así sea mejor tenerlos que no pero mas de la mitad de la población de Venezuela es pobre con servicios públicos muy deficientes y acceso limitado a la salud o la educación. La verdad nos falta bastante.
domingo 16 enero, 2011 @ 8:50 pm
Estimado Jorge:
Quizás no sea adecuado calificar de tercermundista a Venezuela. En un tiempo no tan lejano, junto con otros países iberoamericanos, parecía que iba a ser un país próspero y rico. Lamentablemente para su población las cosas se «torcieron».
lunes 17 enero, 2011 @ 9:07 am
Estimado JOrge:
Si Venezuela es uno de los países con más reservas de hidrocarburos del mundo, si también sus recursos mineros son asombrosos, un clima extraordinario para la agricultura, agua más que sobrante, si tuvo una industria importante y una buena red de carreteras, si -como Neo señala en 26- tuvo una fundada esperanza de ser uno de los países más prósperos y ricos, ¿cual es la causa de su actual declive socioeconómico? En mi opinión lo es una corrupción entre las más altas del mundo. También el anteponer idearios políticos que rozan el fanatismo a la obligación del gobernante de procurar la mejor calidad de vida para la población. Quizá ambas cosas tengan mucho que ver. Aquí, en España, se distrae al personal con leyes, generalmente prohibitivas que, pudiendo ser buenas, suelen contener contradicciones, estatutos-bibliotecas, deportes hasta en la sopa como decía un semanario ya olvidado, y programas televisivos para idiotas. Así que todos tenemos algo de lo que quejarnos.
Existe en tu país base económica para crear una clase media muy extensa, con servicios sociales satisfactorios. Aunque sólo puedo escribir de oídas, tengo familiares allí que me permiten enterarme de algo y no parece que esté aumentando el nivel de vida como se desprende de tu 25. Y ello es muy lamentable.
Recibe mi sincero deseo de que las cosas mejoren en tu tierra.
martes 18 enero, 2011 @ 1:51 am
En Iberoamérica las cosas siempre avanzan a trompicones Neo. En poco mas de 100a Venezuela pasó de un muy poco poblado pais rural, arrasado por las endemias tropicales y las guerras intestinas en un pais urbanizado, con una industrialización incipiente y una población cada vez mas educada. Lamentablemente el modelo de desarrollo hizo crisis en los 80tas (justo cuando España se desperezaba y empezaba su carrera para unirse a Europa) y en su deseo de conseguir algo diferente la gente encontró un caudillo del siglo XIX para su mal. No estamos tan mal como Somalia pero estamos a años luz de Europa o USA.
Como se dice en Venezuela: Como vaya viniendo vamos viendo :-)
martes 18 enero, 2011 @ 6:04 am
Estimado JOrge: En un país tan afortunado en recursos que sólo puede compararse a los más favorecidos y que, como dices, hubo un inicio de industrialización, el que no se haya aprovechado para crear una amplia clase media, puede deberse, quizá con alguna otra causa, como la historia, a una descomunal corrupción, lo que se constata al comprobar que ocupa uno de los primeros puestos de esa fatídica lista de la que todo país debiera avergonzarse tener un número, aunque fuera pequeño. ¡Y luego la democracia se asombra de lo que está pasando en Tunez!
Un cordial saludo.
martes 18 enero, 2011 @ 6:05 am
Y me pregunto ¿qué hace que seamos así?
martes 18 enero, 2011 @ 7:37 am
Tomás : Yo creo que quizá lo que nos haga ser así es el egoismo personal y, por encima de todo, la incapacidad casi patológica de la especie humana para pensar a largo plazo. Sacrificamos todo para que nosotros y nuestra pequeña tribu familiar pueda estar bien y mejor que bien ahora a costa de todo lo demás. Somos ciegos a todo lo que no sea nuestro entorno inmediato. Esa mentalidad nos ha traído hasta aquí pero no parece que nos vaya a llevar mucho más lejos.
Un saludo
miércoles 19 enero, 2011 @ 7:44 am
Estimado joabbl: La «tribu familiar» que mencionas me hace meditar que esto nos llegue de nuestro más antiguo pasado; al fin y al cabo no tan lejano como para variar nuestros primarios instintos.
Sobre todo en lo que se refiere a la propiedad y que debimos defender frente a nuestros semejantes -esta caza es mía, este territorio de recogida de frutos es mío, vindicando esa apropiación de las pretensiones de algún recién llegado o del vecino-, salvo que hubiésemos desarrollado más la cooperación, que también. Somos gregarios y eso nos lleva a una mezcla de egoísmo y altruismo. Algún psicólogo-paleontólogo ayudaría en la búsqueda de respuestas a estas cuesiones.
Saludos.