Sobre los espectros de supertierras
Un estudio revela cómo se podría poner de manifiesto la presencia de algunos biomarcadores en los espectros de supertierras en tránsito.
Vivimos tiempos interesantes, tiempos de descubrimientos. Quizás no estamos descubriendo América o Australia, pero sí otros mundos, aunque nunca podamos viajar a ellos.
El telescopio Kepler ha descubierto recientemente cientos de posibles exoplanetas alrededor de otras estrellas. Mundos que al pasar por el disco estelar reducen la luz que recibimos de su estrella lo suficiente como para que notemos su existencia.
Kepler sólo puede tomar unos pocos datos que nos permiten calcular su tamaño y parámetros orbitales. No nos dice nada sobre la composición de sus atmósferas, algo que nos daría pistas sobre la posible vida en esos mundos. Sin embargo, uno espera que si un planeta pasa por delante de su estrella el espectro que podamos tomar sea distinto al de la estrella cuando esto no sucede. La atmósfera planetaria absorberá ciertas longitudes de onda dependiendo de los gases que la compongan.
Cuando se lance el telescopio Webb quizás se pueda realizar este tipo de espectrometría y saber la composición atmosférica de estos exoplanetas. Además de la importancia científica de los datos obtenidos puede que haya algún caso en el que se encuentren indicadores de la presencia de vida o de condiciones para la vida, aunque la probabilidad de que esto suceda sea muy baja.
¿Cómo podrían ser estos indicadores? Básicamente serían combinaciones de gases que nos dijeran que hay un desequilibrio químico, por ejemplo, la presencia simultánea de metano y oxígeno. O también la presencia N2O, que en la Tierra es producido por bacterias descomponedoras. La presencia de vapor de agua indicaría la existencia de mares. Hay varios biomarcadores de este tipo.
Pero antes de que llegue ese día necesitamos prepararnos para lo que haya que observar. Ahora un grupo de investigadores europeos ha publicado un artículo en el que estudia los posibles espectros atmosféricos que se podrían medir en supertierras en tránsito. Además lo han hecho en función de varios parámetros, como el tipo de estrella o la gravedad superficial del exoplaneta.
Se han centrado en la parte infrarroja del espectro y en planetas con una gravedad comprendida entre 1g y 3g (de 1 a 2 radios terrestres). En sus modelos dispusieron los planetas a una distancia en la que recibiría la misma energía solar que la Tierra.
Los resultados sugieren que la presencia de determinados gases como H2O, CH4, O3, N2O y HNO3 tendría un profundo efecto sobre los espectros. Además han descubierto que los efectos de la estructura atmosférica o de la fuerza de gravedad son débiles comparados con el efecto en las variaciones en los espectros base de las estrellas.
Otro parámetro que sí tiene influencia en los espectros sería la temperatura del exoplaneta, algo que también dependería del tipo de estrella considerado, incluso dentro del mismo tipo espectral M. En el peor de los casos habría falsos negativos.
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Dependiendo del tipo de eclipse y estrella considerado algunos de estos gases mostraría su presencia clara en el espectro incluso con espectros de baja resolución. En otros casos se necesitaría alta resolución espectral o casi no habría señal en el espectro como, por ejemplo, en el caso del N2O, al menos para algunos tipos de estrellas.
En definitiva, el uso de espectrometría de alta resolución podría revelar la presencia de varios biomarcadores en muchos planetas si éstos tienen condiciones para la vida o si la vida ha evolucionado sobre ellos. Una tecnología que está o estará disponible pronto.
El principal inconveniente de los espectros tomados en tránsito es que la fracción de planetas que exhiben este fenómeno es muy baja por motivos puramente geométricos. Que podamos ver esas alineaciones perfectas se debe a que observamos miles de estrellas. Podría haber un planeta con vida a la vuelta de la esquina cósmica y no podríamos saber ni su existencia, mucho menos tomar un espectro de él.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3401
Fuentes y referencias:
Artículo en ArXiv.
Ilustración cabecera: NASA/CfA/David Aguilar.
3 Comentarios
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miércoles 16 febrero, 2011 @ 9:53 am
«Aunque nunca pudieramos viajar a ellos» Aunque pudieramos ir a otro planeta a vivir, realmente no nos lo mereceriamos, a otras inteligencias, si es que las hay, no nos llamarían humanos sinó langostas.
Muy bueno el artículo
Un saludo
sábado 19 febrero, 2011 @ 10:57 pm
«buho», tu comentario me parece desafortunado, el que nuestros valores esten distorsionados, no implica que los posibles habitantes inteligentes de otras tierras tengan mejores valores que nostros.
Me parece que te equivocas.
martes 1 marzo, 2011 @ 10:04 am
Los próximos años van a ser muy interesantes en este campo: el telescopio James Webb al que hace referencia Neofronteras ha generado mucha expectación porque se va a centrar en el estudio de exoplanetas rocosos, similares al nuestro.
La sonda Nuevos Horizontes ya está mas cerca de Plutón y Caronte, por fin podremos verlos de cerca.
La sonda Rosetta seguirá dando pasadas por el cinturón de asteroides (incluidos Ceres y Vesta en su agenda), antes de intentar aterrizar y fijarse a un pequeño cometa.
La sonda Galileo ya está finalizando su misión,que nos ha mostrado un excelente candidato para buscar vida (Encélado), y parece ser que la quieren estrellar contra Saturno para no contaminar el espacio con mas chatarra.
Saludos