NeoFronteras

Robots que hablan entre ellos

Área: Tecnología — sábado, 21 de mayo de 2011

Construyen robots que crean su propio y elemental lenguaje que usan para comunicarse entre ellos.

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Si algo caracteriza al ser humano es el uso del lenguaje. Pero el lenguaje no es algo que esté fijo, sino que los seres humanos son creadores de lenguaje, inventan palabras, modifican las que hay y crean nuevas maneras de expresarse. En definitiva, somos nosotros los que creamos el lenguaje y éste evoluciona en el tiempo gracias a nosotros. Pero, ¿es esta habilidad de crear lenguaje exclusivamente humana?
Unos investigadores de la Universidad de Queensland han construido un par de robots que están creando su propio lenguaje y en el que usan frases muy simples para explicar y comprender las relaciones entre lugares. Han denominado a este tipo de robots “linguadroides” por obvias razones. A estos robots se les enseño a “hablar” sin usar un lenguaje específico, pero ya están creando su propio léxico. Los investigadores implicados han presentado sus resultados en un congreso celebrado recientemente.
Los linguadroides consisten un una plataforma básica equipada con cámara, láser y sonar que les permite ubicarse geográficamente y evitar los obstáculos. Para que puedan hablar entre ellos están equipados además con un micrófono y un altavoz.
Estos dispositivos desarrollan su lenguaje mediante la confección de palabras que designan los sitios que visitan y las comparten con los que están a su alrededor. Este sistema es el modo más probable en el que se desarrolló el lenguaje humano.
Básicamente, los robots encuentran algo que no han visto en el pasado, crean una palabra basada en una combinación aleatoria de sílabas y dicen al otro robot la palabra que acaban de crear. Entonces los robots memorizan la nueva palabra y su asociación con el lugar específico que designa.
Pese a que los robots tienen representaciones internas del mundo que les rodea diferentes, son capaces de desarrollar un léxico y usar frases simples para explicar y “comprender” las relaciones entre lugares, incluso lugares que no han experimentado físicamente, como las regiones detrás de las puertas. Mediante el aprendizaje del lenguaje los robots son capaces de construir representaciones para esos lugares que les son inaccesibles y, más tarde, cuando se abren las puertas, usar esas representaciones para recrear un comportamiento dirigido hacia una meta.

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Mundo físico en el que viven los linguadroides con la experiencia geográfica inicial marcada en rojo (arriba), y mapa mental experimentado por uno de los robots junto al léxico toponímico extendido suma de la experiencia propia y de lo adquirido a través de la interacción con el otro robot (abajo). Fuente: Ruth Schulz, Arren Glover, Michael J. Milford, Gordon Wyeth Member y Janet Wiles.

Actualmente los linguadroides aprenden nuevas palabras mediante el juego y sólo pueden crear palabras que sean nombres de lugares. Sin embargo, los investigadores implicados esperan que en el futuro sean capaces de crear un lenguaje más complejo.
Según los investigadores los experimentos que han realizado demuestran el éxito de las tareas realizadas durante los encuentros. Los robots forman mapas independientes de su mundo basados en su propia experiencia y desarrollan un lenguaje basado en la toponimia y en la experiencia compartida. Además, generan una toponimia de distancia y dirección a través de un proceso de generación.
Esta toponimia tiene un significado real para los robots y éstos pueden desplazarse exitosamente gracias a ella y encontrarse para compartir esa toponimia imaginada (su “visión” del mundo).
No hace falta decir que son robots muy elementales que usan un lenguaje muy sencillo del que ni siquiera son conscientes, pero este tipo de estudios sientan las bases para futuras investigaciones. Según los investigadores implicados, estos resultados podrían ayudar en el estudio de procesos cognitivos relacionados con la representación del lenguaje, planificación, desarrollo lingüístico, simbolismo e imaginación.
Podríamos resumir que estos linguadroides crean su propia representación de su mundo y la comparten con los demás individuos de su especie a través de un lenguaje que ellos mismos desarrollan. No está mal para robots tan sencillos.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3496

Fuentes y referencias:
Nota en NPR.
Artículo original (pdf).

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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2 Comentarios

  1. lluís:

    Cuando se «hagan mayores», discutirán sobre el libre albedrio.
    Saludos.

  2. tomás:

    Estoy asombrado e imagino que todos quisiéramos saber más de los circuitos de esos liguadroides. ¡Jo!.

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