NeoFronteras

Actualidad astronómica: el kiosco del astrónomo

Área: Espacio — martes, 19 de junio de 2012

Una vez más Juan Antonio Bernedo nos envía un artículo con la actualidad astronómica de los últimos tres meses. Muchas de ellas no han sido cubiertas por NeoFronteras.

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Herschel estudia el anillo de Fomalhaut: posible origen cometario

Fomalhaut es una estrella recién nacida, de sólo unos cientos de millones de años y el doble de masa que el Sol. El anillo que tiene a su alrededor fue descubierto ya hace 30 años por el satélite IRAS y ahora el Herschel nos muestra imágenes mucho más definidas, tomadas en el infrarrojo lejano.

Las temperaturas en el anillo varían entre los -230º y los 170ºC, sin embargo, al estar la estrella Fomalhaut descentrada y más cerca del borde sur del anillo, éste es más caliente que el lado opuesto. Esta asimetría puede deberse a un planeta que orbite Fomalhaut, como sugerían las imágenes previas del Telescopio Espacial Hubble.

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La imagen muestra la emisión infrarroja de la joven estrella Fomalhaut y el disco de polvo que la rodea, captada por el Observatorio Espacial Herschel. Los astrónomos creen que este disco puede ser una colección de partículas de polvo producidas por choques entre cometas. Para generarlas harían falta unas 2000 colisiones diarias si los cometas fueran de un kilómetro de diámetro o sólo 2 colisiones si los cometas tuvieran 10 kilómetros de diámetro. Fuente: ESA/Herschel/PACS/Bram Acke, KU Leuven, Belgium.

Por la dispersión de la luz y la temperatura sabemos que las partículas del anillo tienen unas micras, pero las observaciones del Hubble apuntaban a un tamaño 10 veces mayor. Esta discrepancia puede significar que las partículas de polvo no sean sólidas sino agregados esponjosos de partículas más pequeñas, similares a los que desprenden los cometas. El problema de esta explicación es que la radiación de Fomalhaut dispersaría esas partículas muy rápidamente y debería haber un suministro continuo de nuevas partículas que rellenen el anillo por medio de nuevas colisiones de cometas.

Para que haya suficientes colisiones en el anillo es necesario que existan entre 260.000 millones y 83 billones de cometas, dependiendo de sus tamaños, en esa zona similar a nuestra Nube de Oort (ver artículo siguiente para otra explicación alternativa).

Fuente: noticias de ESA/HERSCHEL, 11 abril 2012.



Alma estudia el anillo de Fomalhaut y desvela sus “planetas pastores”

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Imagen del anillo de polvo alrededor de la estrella Fomalhaut (en la parte derecha) tomada con el conjunto de radiotelescopios ALMA, sobre una imagen obtenida por el telescopio espacial Hubble. Fuente: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO) y NASA/ESA Hubble Space Telescope.

Usando el conjunto de radioantenas ALMA, todavía incompleto, los astrónomos han podido descubrir que los planetas que orbitan la estrella Fomalhaut deben ser mucho más pequeños de lo que se creía hasta ahora.

El descubrimiento fue posible gracias a las nítidas imágenes del disco de polvo, que orbita alrededor de esa estrella a 25 años-luz de nosotros, y ayuda a resolver la controversia entre anteriores observadores del sistema. Las imágenes de ALMA muestran que los límites interior y exterior del disco tienen bordes muy definidos. Este hecho, junto con simulaciones de ordenador han hicieron concluir a los científicos que las partículas de polvo del disco son mantenidas dentro del disco por los efectos gravitacionales de dos planetas pastores, uno más cercano a la estrella y otro más alejado.

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El planeta más interno, con velocidad mayor, transfiere energía a las partículas de polvo, enviándolas hacia afuera, hacia el interior del anillo. Por otro lado, el planeta exterior, más lento, absorbe energía de las partículas, haciendo que caigan hacia el interior del anillo.

Sus cálculos indican los tamaños probables de los planetas, mayores que Marte, pero menores que cinco veces la Tierra. En 2008, una imagen del telescopio espacial Hubble había revelado el planeta interior, que parecía mayor que Saturno, pero observaciones infrarrojas posteriores no pudieron encontrar el planeta. Eso impulsó a muchos astrónomos a dudar de la existencia de ese planeta. La imagen del Hubble mostraba también granos de polvo siendo barridos hacia el exterior, empujados por la radiación estelar, desenfocando la imagen de la estructura del disco de polvo. Las observaciones con ALMA, en longitudes de onda más larga que las de la luz visible, encontraron granos de polvo mayores (granos de 1mm de diámetro) que no están siendo movidos por la radiación y muestran la estructura de anillo de bordes definidos que delatan las fuerzas gravitacionales de los planetas.

Los pequeños tamaños de los planetas explican por qué no se pudieron observar en infrarrojo. El anillo está a unas 140 U.A. de la estrella. Para hacernos una idea de lo fríos que serán esos planetas, recordamos que en nuestro sistema solar, Plutón está a unas 40 U.A.

Éste es el primer artículo científico con resultados de ALMA en su primer período de operación abierto a todos los astrónomos. Las observaciones se realizaron cuando había instalada una cuarta parte de las 66 antenas proyectadas en ALMA, sin embargo ya pudieron descubrir detalles que no pudieron verse antes en ondas milimétricas en otros observatorios.

Fuente: noticias de ESO, 12 abril 2012.



Noticias de la ISS: amanecer en la cúpula de observación en la iss
y llegada de la primera nave privada: Dragon

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La Estación Espacial Internacional (ISS) pasaba sobre el centro del Pacífico meridional, cuando la tripulación de la ISS tomó esta imagen cuando aparecía el Sol por el limbo terrestre.

El día 26 de mayo, los astronautas de la ISS capturaron el módulo DRAGON, mediante el uso del brazo robótico de 17,7 metros, y lo acoplaron al módulo Harmony de la estación, cuando las dos naves sobrevolaban a 400 kilómetros de altitud el noroeste de Australia a una velocidad de 28.164 kilómetros por hora. La operación se completó con éxito pese a que Dragon solo tuvo operativo uno de sus dos sistemas de láser de aproximación final a la estación, algo arriesgado porque podría haber desencadenado el sistema automático de interrupción de la maniobra.

Después, los astronautas abrieron la escotilla de la cápsula Dragón, el primer vehículo enviado por una empresa privada a orbita, y comenzaron a desembarcar la carga. La cápsula Dragon llevaba unos 544 kilos de comida, agua, ropa y suministros para la tripulación de la estación. Una vez vaciada, fue de nuevo cargada con 590 kilos de equipo para volver a la Tierra el 31 de mayo. Tras estar unida a la estación más de 5 días, fue desacoplada y alejada del modulo Harmony con el brazo robótico, antes de soltarla al espacio.

El vehículo espacial entró en la atmósfera terrestre como un bólido ardiente protegido por su escudo llamado PICA-X. Dragon abrió su doble paracaídas, de 35 metros de diámetro cada uno, que estabilizó y frenó la nave antes de que cayera al mar, y que sirve a los equipos de rescate para señalizar el punto de su recogida.

Esta primera misión, en pruebas, de la cápsula Dragon creada por la empresa privada SpaceX, es importante para Estados Unidos, porque el año pasado la NASA puso fin a los viajes de sus transbordadores, que hicieron una parte fundamental de la construcción, el abastecimiento y los transbordos de astronautas en la ISS. Desde entonces, todo el transporte a la ISS había quedado en manos de Rusia.

La NASA otorgó a SpaceX un contrato por 1.600 millones de dólares para una docena de misiones de naves no tripuladas con la tarea de reabastecer a la Estación.

Dragon despegó a bordo de un cohete Falcon 9 desde Cabo Cañaveral el 22 de mayo. La cápsula, construida y operada por Space Exploration Technologies, SpaceX, es la primera de dos nuevas naves de carga comerciales que la NASA va a utilizar para volar a la estación.

Fuente: noticias de Nasa 26-31 mayo 2012 y de agencias



Cómo pesar un asteroide

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Esta imagen es un modelo del asteroide 1999 RQ36. Ha sido generado por ordenador a partir de datos del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico. Fuente: NASA/NSF/Cornell/Nolan.

Un científico del JPL de la NASA ha calculado la masa del asteroide 1999 RQ36, a millones de kilómetros de distancia, utilizando el radiotelescopio de Arecibo, el telescopio espacial Spitzer y la estación de radar para el Sistema Solar de Goldstone, en California.

Para ello tuvo que definir exactamente la órbita del asteroide y contabilizar todo lo que podía afectarla (cuerpos celestes cercanos y cualquier fuerza propulsora que pudiera recibir o generar).

Mediante observaciones precisas con el telescopio de Arecibo en septiembre de 2011 y con observaciones del radar de Goldstone de 1999 y 2005, y calculando las influencias de Sol, Luna, planetas y otros asteroides, vio que la órbita se había desviado unos 150 km en los últimos 12 años. Llegó a la conclusión de que el asteroide tenía alguna fuerza propia de propulsión.

El efecto Yarkovsky toma su nombre del ingeniero ruso que descubrió este fenómeno producido en los cuerpos irregulares por el calentamiento de su cara expuesta al Sol y, al girar y entrar en sombra, la reemisión de esa energía en otra dirección. En el máximo de acercamiento al Sol, esa fuerza es de sólo unos pocos gramos, por lo que las medidas deben ser muy precisas y tomadas durante un periodo largo, para poder apreciar algún cambio orbital y para ello se usaron las antenas de Arecibo y Goldstone. La otra contribución son las observaciones del telescopio de infrarrojos Spitzer que aportaron las características térmicas del asteroide. Midiendo sus emisiones se dedujeron sus temperaturas y de ahí se pudo saber que el asteroide está cubierto por una capa de fino material aislante, que es un factor clave en el efecto Yarkovsky.

Una vez determinada la órbita, el tamaño, las características térmicas y la fuerza de propulsión, se calculó su masa (60 millones de toneladas) y su densidad, que resultó casi como la del agua. Es decir: el asteroide es un agregado poroso de rocas y polvo.

Este asteroide 1999 RQ36 es de los descubiertos por el “Programa Salvaguardia Espacial” de vigilancia de objetos que se pueden acercar a la Tierra (objetos NEOs) del JPL, de la NASA. Esta agencia tiene interés especial en él, porque va a enviar la sonda OSIRIS a tomar muestras del asteroide y traerlas a la Tierra, en un intento de búsqueda de sus orígenes, análisis espectrográfico y seguimiento de órbita, pero también de análisis de su regolito y “búsqueda de recursos” (materiales valiosos).

Fuente: noticias de NASA, 24 de mayo 2012.



El volcán de Santorini se activa

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Comparando los datos de ENVISAT con otros de archivo, el volcán de la isla de Santorini está empezando a dar señales de actividad. A pesar del reciente final de la misión de Envisat, la información recogida por el satélite hasta entonces sigue produciendo resultados.

La isla de Santorini, es el punto volcánico más activo del “Arco Volcánico del mar Egeo” y ha experimentado recientemente actividad sísmica, como movimiento subterráneo de lava, que ha producido deformaciones del terreno desde enero de 2011 hasta hoy y que han sido detectadas por el radar del satélite Envisat. Desde una altura de unos 800 km sobre el suelo, ha podido medir estas pequeñas deformaciones de sólo unos centímetros.

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Vista del volcán Nea Kameni desde el pueblo de Thira en la isla de Santorini, Grecia, donde se produjo la elevación del terreno. Fuente: ESA.

Durante 2011 el terreno en la parte nordeste del volcán de Santorini, Nea Kameni, se elevó 5 cm mientras que las demás zonas del volcán lo hicieron unos 3-4 cm. Durante los primeros meses de este año 2012 se redujo la velocidad de deformación, como consecuencia de una reducción de actividad sísmica, descendiendo el nivel de peligro de una erupción próxima.

Fuente: noticias de ESA de 22 de mayo 2012.



El satélite Envisat se pierde

En cuanto a la pérdida de este satélite que aportó los datos del artículo anterior, el contacto con Envisat se interrumpió el 8 de abril de 2012 y la ESA ha decidido finalizar la misión que ha estado operativa durante 10 años. Después de un mes de intentos de los ingenieros de recuperar el control, no se ha conseguido una respuesta del satélite. La pérdida de señal fue repentina, por lo que no se ha podido averiguar el origen de la avería. Se sospecha de un cortocircuito que pudo hacer al satélite entrar en “modo seguro”, pero durante ese proceso de cerrar comunicaciones y ordenadores se debió producir otra anomalía que no le permitió llegar a ese estado “seguro” para su recuperación.

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En su vida útil de algo más de 10 años, se han publicado 2500 artículos con sus datos, que se referían, en el mar: a la extensión de los hielos árticos, nivel del mar y sus variaciones regionales, temperaturas de superficie marina en las que su precisión era de unas décimas de grado y concentraciones de clorofila; en la atmósfera: polución atmosférica, niveles de carbónico y metano, variaciones del agujero de ozono; en tierra: deforestación, desplazamientos de terreno por terremotos, erupciones volcánicas y tectónica de placas.

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Además, Envisat ha sido testigo de los deshielos polares progresivos. Desde sus primeros días en órbita, el 1 de marzo de 2002, ha estado observando los hielos antárticos y ha sido testigo de la rápida desaparición de las plataformas de hielo por el calentamiento global.

Estas mermas del hielo han sido patentes especialmente en la plataforma de hielo Larsen. Su parte A, la más pequeña se había desintegrado en 1995; la B se ha reducido casi a la décima parte de su superficie y la C, la mayor, aunque sigue estable en área, ha perdido espesor, todo debido al calentamiento que se estima de unos 2,5º en los últimos 50 años, mucho mayor que el promedio global.

El satélite tenía una vida teórica útil de 5 años. Ha cumplido el doble, aunque se había esperado que continuara su labor hasta 2013, fecha en que sus sucesores, los “Sentinel” (Centinelas) deben comenzar sus operaciones y continuar con su labor de exploración radar de las zonas polares.

Fuente: noticias de ESA-Envisat de 5 abril de 2012, noticias de ESA-Envisat de 9 de mayo de 2012.



Buscando vida en las cadenas de fosas de Marte

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Cadenas de cráteres de subsidiencia en Tharsis. Fuente: ESA/DLR/FU Berlin (G. Neukum).

Las series de fosas alineadas conocidas como “cráteres de subsidiencia” serían lugares de alta probabilidad de vida microbiana en Marte, si hubiera alguna en el planeta. Las imágenes tomadas por la Mars Express de la ESA, el 22 de junio de 2011, muestran las formaciones de Tractus Catena, en la zona de Arcadia, una parte de Tharsis en la que también se encuentran los enormes volcanes de Tharsis.

Al norte se encuentra el Monte Alba o Alba Patera, uno de los volcanes más grandes del Sistema Solar, en términos de superficie y volumen, y en cuya ladera sudeste se localiza Tractus Catena que está formada por largas cadenas de depresiones circulares que se extienden a lo largo de fracturas de la corteza de Marte.

Su origen podría ser volcánico: a veces los ríos de lava se solidifican en su superficie, formando un tubo por el que sigue corriendo la lava líquida. Cuando cesa la actividad volcánica y se vacía el tubo, queda una cavidad subterránea. Con el paso del tiempo, el techo de la cavidad puede derrumbarse, formando depresiones circulares en la superficie del terreno. En la Tierra, se pueden ver ejemplos de este fenómeno en la falda del volcán Kilauea, Hawai. En la Luna, el cañón Hadley podría haberse formado de forma similar hace miles de millones de años.

Hay otras hipótesis, como la de la tectónica de la corteza marciana, que podría dar origen a fallas o fosas tectónicas y que también suelen asociarse a fenómenos de subsidiencia.

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Tractus Catena desde arriba, en color natural en el original. Fuente: ESA/DLR/FU Berlin (G. Neukum).

Otra hipótesis posible es la de la acción de aguas subterráneas, como sucede en la Tierra en las zonas kársticas, teniendo sus mejores ejemplos en la red de cenotes de Yucatán en Méjico, profundos pozos con agua que son en realidad cavernas de caliza en las que el techo se ha desplomado.

En este caso, esas zonas hundidas en la superficie de Marte podrían ser zonas protegidas en las que los microorganismos se habrían refugiado de las condiciones extremas de Marte. En esos lugares la radiación es unas 250 veces más intensa que en la superficie de la Tierra y, si es cierto que existen cuevas bajo estas formaciones, podrían servir de refugio a futuros astronautas.

Fuente: noticias de ESA, 11 de abril de 2012.



Embriones estelares en la nebulosa de Orión

Los telescopios espaciales Herschel de la ESA y Spitzer de la NASA, han permitido descubrir que el brillo de las estrellas en formación en el interior de la nebulosa de Orión está cambiando de forma sorprendentemente rápida.

Al superponer los datos recogidos por el instrumento de infrarrojo lejano de Herschel, con los de dos instrumentos de Spitzer, que operan a longitudes de onda más cortas, se obtuvo esta imagen que muestra con detalle las estrellas en formación en el interior de uno de los objetos más conocidos del cielo nocturno.

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La nebulosa de Orión se encuentra a 1350 años-luz de la Tierra, y se puede distinguir claramente en el cielo invernal desde Europa. Situada en la ‘espada’ de Orión, esta nebulosa se encuentra debajo de las tres estrellas que forman el ‘cinturón’ de Orión ‘El Cazador’, una de las constelaciones más fáciles de reconocer.

Es una de las pocas nebulosas observables a simple vista y alberga el cúmulo de formación de estrellas más cercano a nuestro planeta, en el que las nubes de polvo y gas brillan al ser calentadas por la intensa luz ultravioleta emitida por las estrellas más jóvenes. Dentro de estas nubes de polvo, impenetrables a la luz visible, se encuentra un gran número de estrellas embrionarias, todavía desarrollándose en la fase más temprana de su proceso de evolución.

Una combinación de imágenes tomadas en las bandas del infrarrojo medio y del infrarrojo lejano nos permite atravesar esta densa nube de polvo para desvelar los secretos de las estrellas en formación. Su creación comienza cuando una densa nube de polvo y gas empieza a aglutinarse y a colapsar bajo la acción de su propia gravedad, formando un núcleo central o protoestrella rodeado por un disco de acreción. A lo largo de cientos de miles de años, el material del disco va cayendo en espiral atraído por la protoestrella, hasta que ésta alcanza la densidad suficiente para iniciar el proceso de fusión y se convierte en una estrella madura. Una parte del polvo y del gas contenido en el disco de acreción podría llegar a formar un sistema planetario, tal y como sucedió en nuestro Sistema Solar.

Un equipo de astrónomos liderado por Nicolás Billot, del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) en Granada, España, utilizó el telescopio espacial Herschel para tomar una imagen semanal de la nebulosa de Orión durante seis semanas, a finales del invierno y durante gran parte de la primavera del año pasado. El instrumento PACS de Herschel descubrió partículas de polvo frío en los discos de acreción de las protoestrellas más jóvenes, al observarlas en la banda del infrarrojo lejano. Estos resultados se combinaron con imágenes de archivo de Spitzer, tomadas en la banda del infrarrojo medio, en las que se pueden distinguir formaciones más antiguas y a mayor temperatura.

Los astrónomos quedaron sorprendidos al descubrir que el brillo de los objetos más jóvenes variaba hasta un 20% en cuestión de semanas, ya que el proceso de acreción puede durar años o incluso siglos. Ahora están tratando de encontrar una explicación para este inusual fenómeno.

Una posible hipótesis apunta a la presencia de filamentos de gas que estén canalizando material desde el disco exterior hasta la región más próxima a la estrella y calentando de forma temporal el interior del disco, lo que lo haría brillar.
Otra posibilidad es que se esté acumulando material frío en el borde interno del disco de acreción, que proyectaría sombras sobre la región exterior del disco, oscureciéndolo temporalmente.

En cualquier caso, queda claro que la gestación de una nueva estrella dista mucho de ser un proceso uniforme y regular. Gracias a su sensibilidad en el infrarrojo lejano y a su resolución sin precedentes, Herschel permite a los astrónomos contemplar y estudiar los procesos físicos que tienen lugar durante el proceso de formación de las estrellas.

Fuente: noticias de ESA, 1 marzo 2012.



Juice: la gran exploración europea de las lunas jovianas

El Profesor Álvaro Jiménez Cañete, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, ha anunciado la siguiente gran misión científica de la ESA, que tendrá como objetivo el estudio de las lunas de hielo de Júpiter.

El “Explorador de las Lunas de Hielo de Júpiter”, JUICE, en su acrónimo inglés, se convierte así en la primera misión de clase-L (del inglés Large, las de mayor tamaño) del programa Cosmic Vision 2015-2025 de la ESA. Esta misión será lanzada el año 2022 a bordo de un Ariane 5, que partirá desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa, y llegará a Júpiter en el año 2030, donde permanecerá un mínimo de tres años realizando observaciones.

La variedad de las lunas principales de Júpiter, con el fuerte vulcanismo de Ío, la superficie helada de Europa, y los grandes Ganimedes y Calisto, de roca y hielo, convierten al Sistema Joviano en un Sistema Solar en miniatura.

Cabe la posibilidad de que haya océanos bajo la superficie de Europa, Ganimedes y Calisto, por lo que JUICE estudiará la capacidad de estas tres lunas para albergar vida, tratando dos de los temas principales del programa Cosmic Vision: cuáles son las condiciones para la formación de los planetas y la aparición de vida, y cómo funciona el Sistema Solar.

JUICE observará además, de forma continua, la atmósfera y la magnetosfera de Júpiter, y estudiará la interacción de las lunas galileanas con el gigante gaseoso. La sonda visitará Calisto, el cuerpo con más cráteres del Sistema Solar, y sobrevolará dos veces Europa, midiendo por primera vez el espesor de la capa de hielo que la cubre, y analizando posibles lugares para el aterrizaje de futuras misiones de exploración in situ.

Finalmente, JUICE entrará en órbita de Ganimedes en el año 2032, donde estudiará el hielo de su superficie, la estructura interna del satélite, y en particular, su océano subterráneo. Ganimedes es la única luna del Sistema Solar con campo magnético propio, por lo que JUICE estudiará en detalle cómo interactúa este campo y el plasma con la magnetosfera de Júpiter.

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Según explica Álvaro Giménez, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, “Júpiter es el arquetipo de los planetas gigantes de nuestro Sistema Solar, y de gran parte de los planetas gigantes que se encuentran en órbita alrededor de otras estrellas. JUICE es un paso necesario, que nos ayudará a comprender mejor cómo se formaron los gigantes gaseosos y sus lunas, y su capacidad para albergar vida”.

Este anuncio pone fin a un proceso que comenzó en el año 2004, cuando la ESA se reunió con la comunidad científica para fijar los objetivos de la exploración espacial europea para la próxima década.
JUICE fue seleccionado frente a otros dos candidatos: NGO, el Nuevo Observatorio de Ondas Gravitatorias, y ATHENA, el Telescopio Avanzado para la Astrofísica de Alta Energía.

Fuente: noticia de ESA de 3 mayo 2012.



M31 Andrómeda viene directamente hacia nosotros

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Miembros del Instituto del Telescopio Espacial Hubble en Baltimore han calculado la fecha de colisión de la Gran Galaxia de Andrómeda con nuestra Vía Láctea. Han calculado mediante el efecto Doppler que la velocidad radial relativa a nuestra galaxia es de unos 400.000 km/h.

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Secuencia de la colisión de las galaxias M31 y Vía Láctea, de izda. a dcha. y de arriba a abajo:
Fila 1: M31 tal como se ve hoy en el cielo y a la derecha, como se verá 2.000 millones de años en el futuro, apreciablemente más grande. Fila 2, izda: a los 3.750 millones de años, M31 llenará el cielo de forma impresionante; a la derecha: en 3.850 millones de años, el cielo se ilumina con nueva formación estelar. Fila 3, izda: a los 3.900 millones de años, continua la formación estelar; a la derecha: 4.000 millones de años, M31 es estirada por fuerzas de marea y la Vía Láctea se curva. Fila 4, izda: en 5.100 millones de años, los núcleos de las dos galaxias aparecen como dos lóbulos brillantes en el cielo; a la derecha: en 7.000 millones de años, las galaxias se han fundido en una gran galaxia elíptica con su núcleo dominando el cielo. Fuente: NASA; ESA; Z. Levay and R. van der Marel, STScI; T. Hallas, and A. Mellinger.

Pero lo difícil era calcular su velocidad tangencial, es decir, la velocidad perpendicular a la radial, para saber si venía directamente hacia nosotros o pasaría a cierta distancia, que hasta ahora nadie había podido medir. Mediante medidas muy precisas del movimiento de M31 sobre el fondo celeste durante siete años, este equipo del Hubble ha podido determinar que la velocidad tangencial es muy pequeña y que la Galaxia se dirige directamente hacia nosotros.

Llegará a chocar con la Vía Láctea en 4.000 millones de años, pero pasará a través de ella y tardará otros 2.000 millones de años en fusionarse con nuestra galaxia produciendo otra galaxia de tipo elíptico. Más tarde la Galaxia del Triángulo M33, también se unirá al conjunto produciendo otra mayor.

Fuente: HubbleSite, newscenter, de 31 de mayo de 2012.



Últimos resultados del Cryosat

Se ha presentado el primer mapa de la variación del espesor de hielo ártico a lo largo del invierno, con datos del satélite CryoSat de la ESA, tras año y medio de recogida de datos. Los datos son de altimetría radar de pulsos muy cortos, cuyos ecos el CryoSat puede interpretar y deducir el espesor de la capa de hielo.

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Mapa confeccionado con los excepcionales datos del CryoSat. Muestra el espesor del hielo del Ártico. Fuente: CPOM/UCL/ESA.

En una colaboración especial de ESA y NASA se realizaron vuelos sincronizados con los sobrevuelos del satélite, a la vez y en la misma zona, para comprobar los datos y validarlos, demostrando la exactitud de los datos del CryoSat. Dados los rápidos cambios de las temperaturas del Ártico, estos estudios son de vital importancia.

Se cree que entre el 15% y 20% de las reservas de petróleo y gas del planeta se encuentran en esta región, y el retroceso de las cubiertas glaciares o “banquisas” está abriendo nuevas rutas marítimas. Los satélites, ahora más que nunca, pueden ayudar a garantizar el desarrollo sostenible de esta frágil región.
La banquisa ártica tiene ciclo estacional, formándose durante el invierno y fundiéndose en gran medida durante el verano. Sin embargo, los satélites han detectado que su extensión máxima no ha dejado de disminuir a lo largo de la última década.

Los instrumentos radar transportados por los satélites como el CryoSat son capaces de tomar imágenes de alta resolución de la superficie de la Tierra en prácticamente cualquier condición, incluso en la oscuridad o en días nublados. Esto los hace especialmente útiles para estudiar las regiones más remotas del Ártico, sometidas a largos periodos de oscuridad y mal tiempo.

CryoSat continuará observando la evolución del hielo ártico, monitorizando con precisión cualquier cambio en su espesor, lo que ayudará a comprender mejor cómo está afectando el cambio climático a las reservas de hielo de nuestro planeta. La misión SMOS de la ESA proporciona información complementaria al estudiar la extensión del hielo marino y el espesor de las capas más finas.

Fuente: noticias de ESA, 18 abril 2012.



Este artículo ha sido escrito por Juan Antonio Bernedo.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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