Musgos y microartrópodos fertilizadores
Los musgos se valen de pequeños artrópodos para su reproducción sexual. Los atraen con sustancias olorosas similares a las que son usadas en las flores.
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Durante cientos de millones de años no hubo plantas con flores sobre la Tierra y, por tanto, tampoco había abejas o mariposas que las polinizaran. Estos tipos de insectos coevolucionaron junto a las flores hasta dar con relaciones interespecíficas fascinantes. Las flores producen fragancias para atraer a los insectos polinizadores y sobre sus pétalos se dibujan patrones ultravioletas para guiarlos hasta el néctar. A cambio los insectos se impregnan de polen que pueden depositar en otra flor y así ayudar en la polinización cruzada.
Entre las primeras plantas que conquistaron tierra firme están los antepasados de los actuales musgos, plantas no vasculares que levantan escasos milímetros del suelo. Para su reproducción sexual estas plantas necesitan de una película acuosa sobre ellas. En el agua los espermatozoides, que en este caso tienen dos flagelos, pueden viajar para realizar la fertilización, aunque como máximo sólo pueden navegar unos 10 cm. Si el ambiente es seco entonces las partes femeninas no pueden fertilizarse.
Bueno, eso se creía hasta ahora. Al parecer, según Todd Rosenstiel (Portland State University) y sus colaboradores, los musgos como Ceratodon purpureus o Bryum argenteum pueden atraer a pequeños “fertilizadores”, entre los que se encuentra Folsomia candida. Para atraer a estos artrópodos el musgo produce un olor dulzón especial, una vez allí deambulan sobre el musgo y pueden impregnarse de espermatozoides y llevarlos de un lado a otro. La ventaja es que la fertilización puede darse a distancias mayores de esos 10 cm, en donde habrá musgos menos emparentados genéticamente.
Estos científicos analizaron los compuestos volátiles orgánicos producidos por plantas de musgo hembras y machos y encontraron que eran los mismos que usan algunas plantas con flores. Curiosamente el olor de plantas machos y hembras era diferente. En el caso de las segundas el olor era más fuerte y atractivo.
Para saber si este tipo de mecanismo funcionaba o no con distintos grados de humedad, los investigadores reconstruyeron varios ambientes y comprobaron que la presencia de microartrópodos siempre aumentaba el grado de fertilización, incluso cuando el ambiente era húmedo.
Los antepasados de tanto los musgos como de estos artrópodos estarían entre los primeros seres en conquistar tierra firme y este tipo de estrategia probablemente surgió entonces, porque en el mundo subacuático la presencia de agua estaría garantizada y este mecanismo sería superfluo.
Los genes productores de estas fragancias se transmitirían a lo largo de generaciones de plantas según aparecían nuevas especies hasta que encontraron otra vez utilidad cuando hace unos 100 millones de años aparecieron las plantas con flores. Sin duda un viaje genético fascinante.
La próxima vez que huela la fragancia de una flor de plumeria en algún lugar de Asia acuérdese de dar las gracias a los musgos que quizás estén a su lado.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3892
Fuentes y referencias:
Noticia en Scientific American.
Artículo original.
14 Comentarios
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martes 31 julio, 2012 @ 1:48 pm
Un magnífico ejemplo de evolución convergente de plantas y musgos. Es como para decir «¿cómo no se me había ocurrido a mí?». ¿Cómo no se había descubierto antes?
martes 31 julio, 2012 @ 1:50 pm
Evolución convergente de angiospermas y musgos para ser exactos.
miércoles 1 agosto, 2012 @ 2:20 am
Estimado NeoFronteras:
(para cuando pueda leerlo)
Solo con el interés de contribuir; me permito hacer una pequeña aclaración sobre este artículo: Ceratodon purpureus y Bryum argenteum son musgos y Foisomia candida es el artrópodo que contribuye en la reproducción sexual de estos. Gracias
Felices Vacaciones.
miércoles 1 agosto, 2012 @ 7:54 am
¡Caramba como afinan nuestros admirables compañeros «daniel» y Juan Manuel! Si el sitio ya es valioso en sí mismo, con vosotros aún mejora más.
Mis mejores saludos.
miércoles 1 agosto, 2012 @ 12:30 pm
Estimado Juan Manuel:
Gracias por señalar el error. Ya está arreglado (in extremis).
miércoles 1 agosto, 2012 @ 1:48 pm
Buscando en la red me he dado cuenta de que el nombre científico del artrópodo en cuestión es Folsomia candida, con «l» no con «i» en el nombre genérico (Folsomia). Se trata de un colémbolo de la familia Isotomidae:
http://www.collembola.org/key/rat/isotidae.htm
jueves 2 agosto, 2012 @ 8:34 am
Gracias, estimado «daniel», por tus precisiones. En algunos textos lo paso mal para distinguir las «i» de las «l». Debe ser la «vellesa» que dicen los catalanes y que no es precisamente la belleza.
Cordiales saludos.
lunes 6 agosto, 2012 @ 1:37 pm
Yo no veo nada de malo en que un científico pueda tener fe religiosa, siempre y cuando siga el método científico, a Einstein no le afecto.
Como una vez dijo un amigo mío (espero no ofender a nadie)
«Lo que pasa con las religiones es que son como el miembro masculino:
Esta bien tener uno
Esta bien estar orgulloso de el
Pero Lo que no esta bien es tratar de metérselo a la fuerza a los demás»
Espero les haya gustado.
Un saludo
lunes 6 agosto, 2012 @ 1:39 pm
Oye me equivoque de noticia!!! No se que me paso, era en la de las estrellas marinas!
lunes 13 agosto, 2012 @ 6:53 pm
¡Asombrosa, la lista de compuestos orgánicos volátiles del humilde musgo Ceratodon purpureus!
http://www.nature.com/nature/journal/vaop/ncurrent/extref/nature11330-s1.pdf
miércoles 15 agosto, 2012 @ 7:35 am
Ciertamente asombroso. Imposible imaginarlo.
Gracias por la información.
sábado 18 agosto, 2012 @ 3:20 am
Excelente aportación daniel. Estos compuestos formados por las plantas y otros que no son volátiles como los pigmentos de las flores, son parte del metabolismo secundario y se les encuentra en gran diversidad en una sola planta, la diversidad es única para cada familia de plantas; a excepción de las hormonas y reguladores del crecimiento vegetal, a la gran mayoría no se le conoce función alguna en la planta, algunos tienen un interesante papel ecológico como inhibidores de otras plantas (alelopatia); más que las plantas, quien si les ha encontrado utilidad a estos compuestos es el humano, se podría hacer todo un manual sobre estos compuestos; de muchos otros no se conocen las vías metabólicas concretas que los sintetizan en la bioquímica de la planta.
sábado 18 agosto, 2012 @ 3:24 am
Bueno, volviendo al tema de la noticia.
Aquí podemos ver brevemente como participan estos colémbolos con los musgos:
http://www.youtube.com/watch?v=hlHPYjZp6FQ
Ahora, veamos el sorprendente salto con garrocha gracias a la furca ó fúrcula, salto salvador en no pocas ocasiones.
Saludos a todos
http://www.youtube.com/watch?v=87jnK68qqhA&feature=related
espero funcionen bien estos enlaces.
jueves 23 agosto, 2012 @ 9:21 am
Los enlaces funcionan. Asombrosas facultades las de los colémbolos y no podía sospechar que fuesen tan numerosos ni que hubiesen colonizado la Antártida, como he podido leer en WIkipedia.
Mil gracias.