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Liberación masiva de metano si la temperatura sigue subiendo

Área: Medio ambiente — lunes, 25 de febrero de 2013

Un estudio señala que si la temperatura mundial sigue subiendo debido al cambio climático se podría producir una liberación masiva de metano del permafrost siberiano.

Foto
Distribución mundial del permafrost. El código de color indica el tipo.

El problema de nuestras emisiones no es que poco a poco van calentado el planeta, pues si así fuera siempre podríamos dar marcha atrás y recuperar las condiciones preindustriales. Lo malo es que el aumento de esa temperatura dispare procesos irreversibles que aumenten aún el calentamiento global. Así por ejemplo, el calentamiento derrite los hielos polares y glaciares y, al desaparecer el hielo blanco y ser reemplazado por roca oscura más oscura o por agua oceánica, se reduce el albedo de nuestro planeta y la Tierra absorbe aún más luz y se calienta más.
Otro proceso irreversible (al menos en la escala de miles de años) es la liberación del metano contenido en el permafrost ártico o en los clatratos oceánicos. El metano es un potente gas de efecto invernadero, así que su liberación produciría aún más calentamiento, lo que liberaría aún más metano y así sucesivamente hasta llegar a un nuevo punto de equilibrio a una temperatura bastante superior a la actual. Si se cruza la frontera, que no sabemos muy bien dónde está, ya no hay retorno.
Pues bien, parece que está a punto de ocurrir una liberación masiva y descontrolada de metano procedente del permafrost siberiano, según un estudio reciente. Sólo es necesario que la temperatura suba unas pocas décimas más.
El permafrost no es más que suelo congelado y está presente en muchas zonas del Ártico. Almacena grandes cantidades de carbono y clatratos que contienen metano. El permafrost siberiano es particularmente peligroso. La región denominada «nube de Yedoma» puede sufrir una descomposición descontrolada, una vez empiece a derretirse, porque los microorganismos metabolizarían las sustancias orgánicas ahí presentes y producirían más calor, derritiendo aún más el entorno y entonces se liberarían más gases de efecto invernadero que aumentaría el calentamiento global. Yedoma representa un punto de no retorno, una vez empiece a derretirse no parará.
Ahora Anton Vaks, de la Universidad de Oxford, y sus colaboradores aportan pruebas, basadas en el estudio del pasado, de que esto está a punto de suceder.
Sabemos que las temperaturas han subido y bajado en los últimos 500.000, así como los hielos se han retirado y avanzado durante las glaciaciones. Estos investigadores han reconstruido la historia del permafrost siberiano en ese tiempo y esto da una indicación de cómo de sensible es el permafrost a los cambios de temperatura.
Para ello se han valido de un método indirecto basado en las estalactitas presentes en seis cuevas de esa parte del mundo a lo largo de una línea norte-sur hasta el desierto de Gobi. Las estalactitas sólo crecen cuando corre el agua, así que no lo hacen cuando el suelo está congelado. Analizando los anillos de crecimiento de las estactitas se puede saber cuándo estuvo congelado el suelo y cuándo no lo estuvo.
Como era de esperar las estalactitas crecieron en los periodos interglaciares. Uno de ellos fue particularmente cálido, el que se dio entre hace 424.00 y 374.000 años. La temperatura fue sólo de 1,5 grados centígrados superiores a la que había 10.000 años antes. Según Vaks, esto significa que el permafrost actual de la región empezará a ser particularmente vulnerables cuando la temperatura global suba 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales. Una vez se supere esa temperatura no se podrá detener el proceso.
El problema es que ya hemos elevado la temperatura global y ha subido 0,8 grados respecto a la era preindustrial por culpa de nuestras emisiones. Según el IPCC, incluso si detenemos ahora mismo todas nuestras emisiones la temperatura subirá 0,2 grados en los próximos 20 años. Eso sólo deja 0.5 grados de seguridad para evitar el desastre, pero esto para el mejor (e imposible) caso posible de detener nuestras emisiones ahora mismo, pues seguiremos consumiendo combustibles fósiles a un ritmo u a otro.
Se estima que el metano liberado a la atmósfera podría ser equivalente al efecto que tendrían 160.000-290.000 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Aunque no todos los investigadores están de acuerdo en el efecto de este metano liberado, pues no se sabe qué parte de él será transformado en dióxido de carbono por los microorganismos del suelo y a qué ritmo. En el mejor escenario el aporte sería lento pero constante. La única ventaja del metano frente al dióxido de carbono es que el primero tiene una vida media en la atmósfera muchos más corta que la del segundo.
Irónicamente el permafrost en proceso de fusión dañará las tuberías que transportan gas natural (básicamente metano) desde Rusia a Europa.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4039

Fuentes y referencias:
New Scientist.
Artículo original.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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8 Comentarios

  1. tomás:

    Querido Neo:
    Este artículo es importantísimo, pero ¿dónde está el código de colores y donde Yodoma? Espero que esté lejos de Yomorra. Es una broma tonta: reír por no llorar.
    El metano, como GEI, es 23 veces más potente en peso que el CO2 y unas 8’5 en volumen. Pero no sé que relación existe entre éstos y el vapor de agua. Amenazo seriamente con calcularlo yo: ¡a correr! Por si acaso, si lo sabes, dilo.
    Y me pregunto ¿por qué no escribes «clatratos» que tiene que ver con claustro, con algo encerrado, en vez de «claratos», ya que la cosa está tan poco clara?
    ¡Vaya día que llevo! Lo del río Citarum me lo ha amargado.
    Un abrazo.

  2. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Esta es la imagen original con su código de colores. Su calidad no es muy buena.
    En cuanto a lo de los clatratos ya se ha corregido, gracias por señalarlo.

  3. tomás:

    Perdón por mi error. Leí Yodoma donde dice Yedoma. Mi chiste empeora con ello.
    Gracias por el código. Por lo visto Yedoma o yedoma no es un lugar concreto, sino una forma de permafrost localizado sobre todo en las costas del mar de Laptev. He mirado Wikipedia y las cifras de contenido de C -como metano- que da asustan. Concretamente habla de 500 Gt que dice equivalen a 100 veces lo que emitimos a la atmósfera cada año por quema de combustibles fósiles. Eso no es el conocido «fusil de los clatratos»; es la mayor bomba de hidrógeno, la llamada del Zar, con la mecha ya encendida. En mi corto recorrido he visto una fotografía donde, del hielo, sale una llama como de un metro de altura: http://www.climatehotmap.org/global-warming-locations/northeastern-siberia.html

  4. NeoFronteras:

    Efectivamente, la «nube de Yedoma» es una región geográfica de Siberia en la que la tundra tiene un alto contenido de metano. Al parecer se enclava cerca de la pequeña localidad de Yedoma.
    Se ha cambiado el texto para añadir «nube».

  5. Juan Manuel:

    Bomba de tiempo cuyo detonador será entonces el aumento de la temperatura, pues cruzar los dedos para que sea como en el mejor escenario, porque dejaremos de consumir combustibles fósiles hasta que se acaben estos, o acabemos nosotros.

    Aquí les comparto este mapa, la escala cromática es casi la misma que la de la imagen que nos presenta Neofronteras. Vaya que es extensa la zona de ocurrencia del permafrost y bastante heterogéneo, de acuerdo a esta caracterización.

    Muy informativo tu envío amigo tomás, muchas gracias.

    http://www.climate4you.com/images/PermafrostDistributionIPA%20LARGE.gif

  6. Miguel Ángel:

    Muchas gracias a Neo, tomás y Juan Manuel por la información aportada.
    Una gran ventosidad de Gaia está en camino aderezada por el mal olor del metano, pero no va a ser suficiente con taparnos las narices.
    Al enlace de mi buen amigo tomás le falta un punto antes de «html» para funcionar: habla de un incremento de las temperaturas en esta zona de entre 2 y 3 grados en sólo 50 años (4 grados en el periodo invernal) y una estimación de lo que puede pasar en los próximos años.

    Abrazos cada vez más cálidos.

  7. Miguel Ángel:

    ¡Ah!, y el chiste sigue estando muy bien aunque hablemos de Yedoma…son muy de agradecer unas notas de humor, brille el so o truene.

  8. Atanasio:

    Oh, oh… con la cultura que tenemos, ahora sí está claro que el fin de esta civilización ya ha llegado. Si la situación no es totalmente catastrófica, y sobreviven humanos y en algunos siglos la Tierra se reequilibra, éste sería el momento de empezar a guardar precipitadamente todo el legado cultural posible para ver qué de él -así sea sólo la historia- puede llegar a alguna generación del futuro que pueda hallarlo y descifrarlo. ¿Sabéis de alguien que ya lo esté haciendo? Yo he oído hablar de algo así en alguna parte de USA, pero ya no lo recuerdo… O empezar a rezar para que sí haya extraterrestres angelicales dispuestos a socorrernos…

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