La Península Antártica se eleva debido al cambio climático
La península Antártica se eleva a un ritmo sin precedentes debido a la pérdida de hielo producida por el cambio climático. Esto sugiere unas características del manto muy diferentes a las esperadas.
La corteza terrestre es un sistema dinámico. Los continentes sufren deriva y viajan sobre el manto a una velocidad media similar a la que crecen nuestras uñas. Ahora, con nuestra actual tecnología, somos capaces de medir dicho proceso. Pero además de este movimiento y el de subducción hay otros movimientos curiosos como se ha revelado recientemente.
En estudios previos se vio que la corteza terrestre está rebotando en respuesta a la menor presión que ejerce el peso del hielo ahora que se está fundiendo. Se pensó que en general este movimiento consistía en una respuesta instantánea elástica seguida de una lenta subida durante miles de años.
Ahora un equipo internacional ha investigado la corteza continental de la Península Antártica usando datos de GPS y ha encontrado que se eleva al fenomenal ritmo de 1,5 cm anuales, un ritmo mucho mayor que el esperable por la respuesta elástica por sí sola.
Han demostrado por primera vez que el manto terrestre que hay por debajo está fluyendo mucho más rápido de lo esperado, probablemente debido a cambios sutiles en su temperatura y composición química. Esto implica que puede fluir más fácilmente y así responder mucho más rápido al aligeramiento de carga que se está produciendo en los miles de metros de hielo que hay por encima por culpa de la fusión del hielo producida por el cambio climático.
Desde 1995 varías plataformas de hielo del norte de la Península Antártica han colapsado y descargado masa al mar. Según los glaciares se hacen más delgados y menos extensos, la carga de peso que estaba localizada encima se reduce y entonces el manto empuja la corteza más fácilmente.
Grace Nield (School of Civil Engineering and Geosciences, Newcastle University) dice que uno esperaría un rebote que se diera durante miles de años y en su lugar se está dando de tal modo que se puede medir en tan sólo una década. “Puedes casi ver lo que está sucediendo, lo que es increíble”, añade.
Peter Clarke (Newcastle University) dice que ver esta deformación a este ritmo es algo que no tiene precedentes en la Antártida y que lo que es particularmente interesante es que se puede ver el impacto que tiene el adelgazamiento de los glaciares sobre rocas que están a más de 400 km por debajo.
Al perderse masa de hielo se reduce el peso sobre la península y es de esperar un rebote de la corteza debido a esto, pero lo medido sobrepasa los mecanismos de elevación al uso. Los investigadores creen que hay algo más empujando a la corteza o permitiendo este empuje tan rápido. El hecho es que lo medido implica que el manto que hay debajo tiene que tener una viscosidad diez veces menor de lo que se pensaba con anterioridad.
Estos investigadores sólo han estudiado la deformación vertical del fenómeno, pero próximas campañas esperan poder medir también el movimiento horizontal y, por tanto, poder hacer una reconstrucción del fenómeno. Además esperan tomar otros tipos de datos para así comprender mejor el mecanismo de flujo.
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Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: M. Martin/PIK.
10 Comentarios
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domingo 18 mayo, 2014 @ 1:18 pm
Y esto, con solo una mínima proporción fundida de la enorme masa de hielo que soportan tanto la Antártida como Groenlandia.
Como parece ser que acabamos de pasar el punto de no retorno en la fundición de los hielos continentales, más tarde o mas temprano, reajuste tectónico, terremotos y vulcanismos por doquier, cenizas a la atmósfera, glaciación y, con o sin humanos, vuelta a empezar.
Ademas todo parece ir más rápido de lo esperado.
¿Conocéis algún estudio sobre cual o cuales serán los lugares mas seguros del planeta en este horizonte de sucesos?
Yo es que he ido guardando unos ahorrillos, ya sabéis, para una vejez tranquila… … …
martes 20 mayo, 2014 @ 7:54 pm
¡Que no pasa na, hombre, que no pasa na! Sube la Antártida y Groenlandia, pues se compensa con una bajada de África, que los pobrecitos ya están acostumbrados a que los fastidien y no dirán nada.
Anoche vi una magnífica película titulada Melancolía. Trata de un planeta de ese nombre situado en Lagrange 3 que se mueve hacia la Tierra, tal como en su día suponemos que hizo Theia. Bueno, pues acabó muy bien. El planeta cumplió con se debe y, después de amagar -que si te doy, que si no te doy-, al fin dio de pleno mientras los protagonistas contemplaban la cosa más bien temblando. Es lo único que no me convenció. Debían haber tenido una actitud de expectativa, de admiración ante la magnificencia del irrepetible espectáculo. Wagner hubiera estado bien pero creo que eligieron la Novena.
Hala, tranqui y un abrazo que, como te digo, no pasa na.
martes 20 mayo, 2014 @ 7:58 pm
Querio Neo:
¿No son demasiados kilómetros esos 600 del penúltimo párrafo?
martes 20 mayo, 2014 @ 9:45 pm
Estimado Tomás:
Tiene razón, son 400 km y no 600 km (error al pasar millas a km), ya se ha corregido. Es una estimación de Peter Clarke, uno de los investigadores implicados en el estudio.
miércoles 21 mayo, 2014 @ 8:36 am
Pues no sé, estimado Neo. Si es cosa del manto, debería afectar no sólo al continente sino a toda su placa tectónica, que es muy grande. Y, al lado de su masa, la de hielo perdida es una nimiedad, teniendo en cuenta, además que las densidades están, aproximadamente, en relación de 1/3. Más me parece que la causa pudiera ser algún empuje, quizá de Nazca, aunque quede algo lejos. Pero, además, la parte más firme del continente, la más profunda y antigua -algo así como el ancla- está muy alejada, me suena que por el centro. No creo que en la península el espesor sea tan tremendo.
miércoles 21 mayo, 2014 @ 4:23 pm
Mi amigo Pocosé:
Ya sabes que es imposible saberlo con precisión pero, en líneas generales, sí que podemos decir que las zonas costeras son más peligrosas: hay más huracanes y terremotos que en las zonas de interior. De éstos últimos, algunos producen sunamis que pueden llegar a otras zonas costeras incluso a decenas de miles de km de distancia.
Abrazos.
jueves 22 mayo, 2014 @ 9:23 am
Estimado Miguel Ángel:
Muy agradecido por tus consejos.
En campañas electorales suelo entrar en depresión y esta parece ser que la cogido, según nuestro amigo Tomás, pesimista-ironizo-sádica. Para curarme me manda a Transilvania, supongo que sin conocimiento de que está en la zona de Europa más complicada en cuanto a Tectónica y Orogénesis. No veo al amigo Tomás en absoluto malintencionado, algo bromista si.
Bromas, pesimismos, ironías y sadismos aparte. Unos fuertes abrazos para ambos.
jueves 22 mayo, 2014 @ 8:39 pm
Creo que este fenómeno esta acoplado a otro: al perder peso (hielo) la Antártica o la península Antártica o La Tierra de O´Higgins, esta cambiando el equilibrio dinámico con las otras placas tectónicas de su alrededor, lo que esta haciendo un especie de efecto de dominó en todas o la mayor parte de las placas tectónicas terrestres, tomando en cuenta el otro dato descubierto: el fenómeno de rebote casi inmediato que en lo personal creo que se debe solo a la perdida de masa. Aunque los geólogos y sismólogos digan que la cantidad de sismos que ocurren en la actualidad están alcanzando apenas sólo la 1era desviación estándar de lo medido en los últimos 100-70 años y que es probable que estas mediciones de sólo 100 años no son representativas de los millones de años de tiempo geológico.
En definitiva y sólo como ELUCUBRACIÓN este fenómeno esta desestabilizando «levemente» al resto de las capas tectónicas y por eso la cantidad de sismos irá en aumento. Además hay que considerar que vivo en Chile y hemos tenido en apenas 4 años dos terremotos muy fuertes: 8,8 en la zona central de chile el 27/02/2010 y el último: 8,2 en la zona norte el 01/04/2014. En lo personal la frecuencia es alta.
PS: todo es sólo una elucubración mía.
viernes 23 mayo, 2014 @ 10:07 am
Querido amigo Pocosé:
No podía imaginar que realmente estuvieses deprimido. Me pareció que algo de broma había en que tuvieses algún ahorrillo…
En fin, mil perdones y sí, aciertas, me gusta bromear, pero no ser sádico, ni que sea a costa de otro, ni hacer daño a nadie. Sí, me agrada reírme con otros, sobre todo con los amigos, pero nunca, nunca, te lo aseguro de todo corazón reírme de alguien, sea quien sea. Eso, para mí sería ofenderle y no cabe en mi forma de ser. En resumen: sí CON; nunca DE. Además, querido amigo, te tengo en una grandísima estima.
Recibe un fuerte abrazo y me tienes a tu completa disposición.
viernes 23 mayo, 2014 @ 7:14 pm
Amigo Tomás:
¿Mil perdones?
Pues te sobran mil quinientos.
Creo que a esta alturas podemos bromear, con ironía, sarcasmo, exageración y hasta con una «mihita pique». Y la depresión puramente sarcasticaelectoralil.
Así pues, aquí tienes a tu completa disposición un sincero amigo que te aprecia y estima tanto como tu a él.
«Enga a hartarmo’h rei’h con to’h lo’h CON que poamo’h y un abrazón der caraho»