Cometas de hielo y fuego
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Las muestras de cometa que la sonda Stardust trajo a la Tierra demuestran que los cometas pueden contener materiales que se formaron a alta temperatura, concepto que trastoca las actuales teorías sobre la formación del sistema solar.
Según la teoría estándar de la formación del sistema solar llegó un momento en el cual un disco de acreción contenía miles de planetesimales. Éstos eran bolas de hielo de unos pocos kilómetros de diámetro y su colisión y agregación con otros cuerpos de su misma especie fueron formando los planetas que conocemos, incluida la Tierra.
Algunos de estos planetesimales todavía se conservan en el cinturón de Kuiper, una región en forma de disco o anillo más allá de la órbita de Neptuno, y otros fueron expulsados más allá, hacia la nube de Oort. Son los restos congelados que formaron el sistema solar.
En esas regiones gélidas estas bolas de nieve sucia espera una perturbación gravitatoria de algún tipo que les lance hacia el sistema solar interior. Si sucede eso nosotros podemos observarlos como cometas, cuando la temperatura de nuestro sistema solar interior sublima el hielo de agua, metano y amoniaco que finalmente forma la cola. Pero quizás la historia de los cometas sea más compleja de lo pensado. En todo caso es muy importante estudiar la composición de los cometas porque nos puede dar pistas sobre la formación del sistema solar.
La sonda Stardust recogió unas pequeñas cantidades de material, consistente en unas 200 partículas micrométricas, procedente del cometa Wild 2 (pronunciado como Vilt) que recientemente han empezado a analizar. Stardust usó una especie de raqueta con 132 celdas de aerogel que atrapaba las partículas que incidían sobre ella. Este aerogel es una espuma de vidrio muy ligera que contiene un 90% de aire, cuando las partículas a 6 Km/s impactaban sobre él quedaban atrapadas sin ser destruidas.
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Se han encontrado con más de una sorpresa al analizar estas partículas. La más difícil de explicar consiste en que han hallado minerales que sólo se forman a alta temperatura. Este descubrimiento se ha presentado recientemente en la conferencia sobre Ciencias planetaria y lunar en Houston por Don Brownlee de University of Washington en Seattle.
Entre dichos minerales está el olivino, un compuesto de hierro y magnesio que se forma a 1100ºC. En la Tierra se encuentra en rocas volcánicas y la variedad verde, denominada peridoto, se utiliza en joyería como piedra semipreciosa. Es relativamente fácil encontrar cristales de este mineral en las playas negras de las islas volcánicas como las de las Islas Canarias.
Otros minerales igualmente “hechos a fuego” encontrados en las muestras han sido el piroxeno y la espinela.
Lo difícil es explicar cómo ese material llegó allí. En la parte más fría del sistema solar han encontrado muestras que sólo se forman a alta temperatura.
De algún modo material formado a alta temperatura en el sistema solar interior fue transportado hasta esas gélidas regiones.
Antes de este descubrimiento se creía que las partículas que iban a encontrar consistirían en partículas muy pequeñas de unas 0.25 micras y sin estructura cristalina (como el vidrio), tal y como se cree que es el polvo interestelar.
En su lugar han encontrado partículas cristalinas de unas 10 micras que sugiere que en algún momento fueron calentadas y el único sitio que se puede pensar para su creación es el sistema solar interior, muy cerca del sol o incluso otra estrella.
Se ha sugerido un posible mecanismo de transporte de este polvo creado cerca del sol. En los orígenes del sistema solar se pudieron producir corrientes eléctricas muy intensas debido a la rotación del disco de acreción que producirían campos magnéticos. Estos campos magnéticos pudieron transportar material del interior del disco hacia regiones alejadas donde fue posteriormente capturado.
Se espera hacer pronto experimentos sobre el contenido isotópico que determinarán si estos granos provienen de nuestro sistema solar o de otro distinto.
Quizás estos objetos llamados cometas, que ahora sabemos hechos de hielo y fuego nos reservan más sorpresas en el futuro.
1 Comentario
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jueves 13 marzo, 2008 @ 11:17 pm
El echo de existir los cometas hace que entren en la historia y también en sus relatos. Dicen que son gigantes pero si en verdad que son gigantes ¿por qué se ven tan pequeños en el espacio? En realidad es difícil entenderlo. Para mí pero es relevante que si un gigantesco cometa cae en nuestro hermoso planeta no existiríamos los terrestres y todo aquel ser vivo. Xao coloque más fotos sobre cometas.