Nueva imagen del Hubble
Publican una nueva imagen tomada por el telescopio Hubble de un cúmulo galáctico.
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Lo hemos visto muchas veces, pero el hecho de que sea así no elimina la fascinación. El telescopio espacial Hubble ha vuelto a obtener una bella imagen de un cúmulo galáctico: el cúmulo Abell 370.
Esta agrupación de galaxias, que contiene cientos de galaxias, está sujeta por su propia fuerza gravitatoria, tanto por la masa de la materia visible como por la masa de la materia oscura que no vemos. Forma una estructura colosal sobre la que es fácil pensar, pero que es difícil de imaginar en su justa medida. Para apreciar su inmensa belleza tenemos que sumergirnos en la ciencia que contiene.
Muchas de las galaxias que vemos en esta imagen no pertenecen a Abell 370, sino que son galaxias muchos más distantes que vemos gracias al efecto de lente gravitacional. Tal y como nos dice la Relatividad General, la gravedad no es más que una deformación del espacio. A más masa mayor deformación. El espacio está tan curvado alrededor de Abell 370 que este actúa como una inmensa lupa con un tamaño de cúmulo galáctico. Así que es el mayor telescopio que podamos imaginar. Pero esta lupa tiene muchas aberraciones y las galaxias que hay detrás a gran distancia salen deformadas, generalmente en forma de arcos. Algunas veces una galaxia distante se ve en forma de varios arcos, pero también hay un caso curioso. Vemos también cinco imágenes deformadas de una misma galaxia. Es como si fuera pintada por Vicente Van Gogh:
Vemos directamente el espacio curvado, algo por lo que, probablemente, Einstein hubiera dado casi cualquier cosa.
El Hubble es también una máquina del tiempo que nos permite saber cómo era el Universo en el pasado. Sólo hay que mirar lo suficientemente lejos. Pero ni el Hubble es capaz de tomar fácilmente imágenes de las galaxias que se formaban al cabo de poco tiempo tras el Big Bang. Sólo lo puede hacer tras una exposición de muchos días y sólo en algunos casos. Pero el efecto de lente gravitatoria puede concentrar la luz de una galaxia remota y entonces la tarea se facilita. Como esta galaxia, que la vemos tal y como era hace 13.000 millones de años en esta misma imagen:
Es sólo un punto rojizo, pero representa lo que es capaz de hacer el ser humano: incluso remontarse hasta los albores del Cosmos.
Esta imagen no es una instantánea del Universo, es una pequeña gran historia de la evolución cosmológica, con galaxias en distintos pasados, cada una portando miles de millones de estrellas que nacieron, brillaron y desaparecieron.
Pero además de toda esta belleza y fascinación, de toda esta sublime esencia de la Física y de lo que significa, esta imagen también nos puede hacer recapacitar sobre nuestro lugar en el Cosmos.
Este Universo, ciego a nuestros sufrimientos y sordo e indiferente a nuestros anhelos y deseos, este universo sin sentido ni meta alguna reserva algunos de sus mejores regalos a seres como nosotros, quizás nacidos por contingencia para que ese mismo Cosmos fuera consciente de sí mismo, aunque sea a través de un cerebro evolucionado sólo para poder sobrevivir en la sabana africana de hace más de 100.000 años. No somos algo distinto, formamos parte de ese mismo Universo que a veces se nos antoja ajeno por parecer lejano, aunque en realidad no lo sea.
Posiblemente, sobre algunas de todas esa galaxias aparecieron seres inteligentes como nosotros. Cuesta creer que entre tanta estrella no sea así. Quizás, algunas de esas civilizaciones ya se extinguieron y otras puede que lograran escapar al gran filtro y que hayan aprendido a convivir con ellos mismos y con los demás. ¿Qué hallazgos habrán logrado en todo este tiempo? Serán ellos los que puedan dar finalmente sentido a la vida y al Cosmos en general. Porque eso que llamamos realidad sólo tiene el sentido que le deseemos dar.
Querámoslo o no, formamos parte de esa hermandad de seres que permiten al Universo verse a sí mismo. Quizás nunca lleguemos a contactar con algunos de ellos y, desde luego, es muy posible que ninguno de los que estamos ahora mismo vivos lo veamos. No hace falta, basta la sospecha de la posibilidad. Puede que algunos de ellos piensen lo mismo. Quizás todos nosotros estemos aquí para aprender y para hacerlo de múltiples modos.
El telescopio Hubble representa lo que podemos hacer los humanos cuando dedicamos esfuerzos a la cooperación, al avance del conocimiento, a ver un poco más allá de lo que nuestros antepasados pudieron ver, a soñar con lo casi imposible y hacer retroceder un poco, aunque sólo sea un poco, la frontera de la ignorancia. Todo lo contrario a cuando gastamos recursos en avaricia, en injusticia, en desigualdad, en armas, guerras y destrucción.
¿Qué hubiera pasado si no hubiésemos gastado tantos recursos en “defensa”? ¿Qué sabríamos ahora?, ¿qué habríamos descubierto ya? ¿Habríamos desarrollado ya nuevas fuentes de energía renovables que sustituyan a los combustibles fósiles? ¿Tendríamos nuevas formas de resolver la ignorancia y el hambre de los pueblos? ¿Habríamos parado ya la extinción masiva que estamos provocando? Nunca es tarde para empezar.
Ninguna de esas posibles civilizaciones avanzadas vendrá a salvarnos de los problemas que nosotros mismos hemos provocado. Nuestra supervivencia como seres biológicos y como civilización está sólo en nuestras manos. Es una gran responsabilidad.
Esta imagen del Hubble, como muchas otras, son un desafío a nosotros mismos. Una manera de decirnos que si queremos seguir aprendiendo más o de seguir creando más, tendremos que cambiar muchas cosas de nosotros y de cómo nos organizamos.
Una especie que ha logrado una imagen como esta quizás merece una segunda oportunidad sobre la Tierra.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=5512
Fuentes y referencias:
Nota de prensa de la NASA.
14 Comentarios
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lunes 8 mayo, 2017 @ 8:43 pm
La foto es de una belleza incomparable. Como dices, querido Neo, Einstein se hubiera sentido muy feliz si hubiese podido contemplarla, En ella se ve maravillosamente el efecto lente gravitatoria. También el artículo es una delicia.
Mil gracias.
martes 9 mayo, 2017 @ 12:20 am
En la peli 2001, sin solución de continuidad, enganchan el vuelo (parabólico) de un hueso como arma arrojado por un primate ficticio con el vuelo (en órbita) de la constelación de innumerables satélites en torno a la Tierra.
Yo hubiera puesto al mono quítate-tú-que-me-pongo-yo (Clarke le llamaba Moon Watcher) mirando al cielo, algo que seguramente hemos hecho de forma continua durante toda nuestra historia (hasta… el «alumbrado» público), después un plano del cielo tal y como se ve a ojo desnudo y, sin solución de continuidad, hubiera puesto esta foto.
Sí, él quería subrayar determinados aspectos de la tecnología, y la cultura humana que la crea. Es que esta foto subraya otros aspectos. De que esa misma cultura también tiene vías más trascendentes, creo que se puede decir.
Pero bueno, no existía esta foto tampoco.
Hacen falta más como esta.
martes 9 mayo, 2017 @ 7:41 pm
Gracias, amigo Tomás.
martes 9 mayo, 2017 @ 7:42 pm
Dr. Thriller:
Lamentablemente, el alumbrado público nos roba el cielo nocturno.
martes 9 mayo, 2017 @ 8:18 pm
Nos roba parte de nosotros, y nos cierra en esa burbuja tóxica que nos autodestruye. Es lo que quería decir, pero para llegar a ser 10% Tomás no sé yo si podré llegar (y no por falta de tiempo)… Pero bueno, aprender y errar van de la mano, o eso dicen (parece). A fin de cuentas Tomás presume de abuelo cebolleta.
jueves 11 mayo, 2017 @ 11:59 am
Sí, tiene razón el amigo Tomás, bello artículo.Un artículo «Q»antiano, sin duda alguna. Pero el «hombre de la sabana» es como es. Y no estoy demasiado seguro de que pueda ser de otra manera.La evolución por selección natural no se desenvuelve en un marco pacífico y amable precisamente.
Un saludo,Tomás.
jueves 11 mayo, 2017 @ 8:02 pm
Gracias Dr. Thriller y gracias LLuís. Prometo procurar no contar muchas aventuritas, pero no creáis que es tan fácil, que la mente está llena de recuerdos, posiblemente idealizados -según dicen-. Por ejemplo recuerdo que… ¿veis? Así que lo dejo para mejor ocasión.
Abrazos.
jueves 11 mayo, 2017 @ 11:55 pm
Pues cuéntalas. Los humanos estamos hechos de muchas cosas, entre ellas de historias. Como dice Neo, son todas la misma historia (unos ETs realmente avanzados nos calan en cinco minutos), pero las necesitamos como el comer o respirar.
Alguien dijo alguna vez (creo que fue Feynman, pero es que me patina la neurona una barbaridad, no me cuadra que fuera él) que todos los electrones del universo eran el mismo electrón (aunque después se autoprobó que no), en cierto modo todos los seres humanos somos el mismo ser humano. Y lo que nos diferencia son las historias. Es algo muy físico. En el sentido de la disciplina del conocimiento.
En realidad, todo lo que queda de nuestros antepasados, a nivel consciente, son eso, historias. Y están peor idealizadas las de los libros que las de los individuos.
viernes 12 mayo, 2017 @ 1:35 am
«No somos algo distinto, formamos parte de ese mismo Universo que a veces se nos antoja ajeno por parecer lejano, aunque en realidad no lo sea».
Eso parece, querido Neo. Tenemos…
-Una imagen que vemos distorsionada por la curvatura.
-Una imagen que no nos dice cómo es ahora, sino cómo era.
-Unos ojos y un cerebro que reinventarán la imagen.
…o sea, una distorsión de una distorsión. Pero mirando desde las nubes, todo cobra belleza y significado.
Grandísimo artículo.
viernes 12 mayo, 2017 @ 8:24 am
Muy cierto, querido Miguel. ¡Qué magníficos compañeros tengo! Sois fabulosos. Diría que conocer esta web, donde he podido conversar con vosotros es lo mejor que me ha sucedido.
Un fuerte abrazo para cada uno, por orden alfapenibético -para variar y que no riñáis-: Dr., Lluís, Miguel y Neo. También para los demás, pero no están en este artículo.
viernes 12 mayo, 2017 @ 11:45 am
Me parece recordar, a uno también le patina la neurona, que no fue Feynman el que dijo que todos los electrones del universo eran el mismo electrón, fue John A.Wheeler.
Un cordial saludo a todos.
viernes 12 mayo, 2017 @ 4:43 pm
Ayer lo estaba pensando. El Principio Holográfico de Leonard Susskind, un poderoso espaldarazo para la especulación del Universo Holográfico o Universo Holonómico, tiene unas tremendas consecuencias teóricas-científicas y filosóficas que literalmente derrumban las categorías gnoseológicas de la lógica neoaristotélica vigente (que actualmente se llama racionalismo) al punto que seguir diferenciando teleología de fenomenología ya es un absurdo para un Universo Multidimensional, Sistémico y de Complejidad Emergente que categóricamente tiene una trayectoria evolutiva en todos sus sistemas, desde los estelares hasta los biológicos. Pasa que así como pasó con la física clásica de Newton frente a la Relatividad Especial y General de Einstein, así mismo está pasando con el racionalismo científico frente a la complejidad emergente de las físicas de Vanguardia. Ya lo decía Einstein en su momento, el desafío es superar la lógica aristotélica por otra más compleja, amplia y no discreta ni absolutamente determinista, porque el determinismo lógico impide explorar todas las posibilidades del Universo.
sábado 13 mayo, 2017 @ 11:51 am
Alejandro Sánchez:
Lo que comenta nada tiene que ver con la noticia o el hilo, además de no entenderse.
lunes 15 mayo, 2017 @ 7:22 am
Eso me parecía a mí, pero ante tan categóricas y complicadas afirmaciones no me atreví a contestar. Me limité a buscar lo que Alejandro dice que Einstein dijo, pero no pude encontrarlo, así que lo dejé.