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El efecto sobre los ecosistemas de la extinción de polinizadores

Área: Ecología,Medio ambiente — domingo, 25 de junio de 2017

La extinción de polinizadores altera la estructura de la red ecológica.

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Entre los graves problemas ecológicos causados el ser humano está el de la reducción de polinizadores. Casos como el del despoblamiento de las colmenas o la reducción de abejorros pertenecen a esa problemática. Según las poblaciones de polinizadores disminuyen, se producen consecuencias para la supervivencia de las plantas, tanto silvestres como de cultivo.

¿Cómo afecta la desaparición de una especie dominante de abejorro a los ecosistemas en los que estaba? Según un estudio de campo reciente realizado en la Montañas Rocosa, algo así altera profundamente los patrones de forrajeo del resto de los polinizadores (abejas, mariposas, escarabajos, etc) del mismo ecosistema.

“Vemos una cascada ecológica de efectos a lo largo de la comunidad de polinizadores al completo, fundamentalmente cambios en la estructura de la red de interacción planta-polinizador”, dice Berry Brosi (Emory University), autor principal del estudio. “Podemos ver un desplazamiento en quién visita qué planta incluso en polinizadores que no están relacionados con las distintas especies de abejorros que han sido eliminadas del ecosistema”, añade.

Si una única especie dominante de abejorro, que por ejemplo visita un girasol alpino junto con otras especies de abejorros, es menos propensa a visitar dicha planta, otros polinizadores, incluyendo otras especies de abejorros son menos propensas a visitarla.

Si esa especie de abejorro dominante desaparece entonces la dinámica cambia, pues dicho girasol alpino termina siendo poco visitado, pero está más disponible y entonces una comunidad de polinizadores más amplia puede eligir visitarlo.

El estudio de campo muestra, además, que la eliminación de una especie dominante de abejorro da lugar a un menor número en promedio de especies de plantas que son visitadas por polinizadores. Esto supone una sorpresa, pues es lógico pensar que si hay una abundante fuente de néctar entonces habrá otros tipos de polinizadores que irán a explotarla, dejando de lado sólo las flores que son visitadas por especies especializadas en ellas.

El hallazgo es importante porque muchas plantas con flores y cultivos necesitan ser polinizadas para producir semillas.

“Básicamente, para casi cualquier grupo polinizador del que tengamos datos hemos visto un declive en esos polinizadores. Los resultados de estos experimentos de campo sugieren que la pérdida de especies polinizadoras, tanto a nivel local global de extinción, tiene un impacto sobre las poblaciones de plantas mayor de lo que previamente se había predicho con modelos simulados”, dice Brosi.

Los experimentos fueron realizados en el Rocky Mountain Biological Laboratory, que está cerca de Crested Butte (Colorado) y a poco más de 3000 metros de altura sobre el nivel del mar. A esa altura las abejas melíferas no llegan y las plantas de ese paisaje subalpino son polinizadas por una gran variedad de abejorros y otros polinizadores.

Para el estudio se seleccionaron parcelas de 20 metros cuadrados de flores silvestres. En cada una se evaluó su estado, las condiciones naturales y, en un estado manipulado, qué especie de abejorro se eliminaban usando una red. Más tarde, los abejorros atrapados eran liberados sin daño una vez el experimento concluía.

El nuevo estudio se ha construido sobre los cimientos de otro estudio de 2013 dirigido también por Brosi que mostraba que la eliminación de especies de abejorros alteraba la fidelidad o especialización floral del resto de los polinizadores, dando lugar a un menor éxito reproductivo de las plantas.

En el estudio actual los investigadores implicados analizaron más de 30 especies de polinizadores y sus interacciones con 43 especies de plantas.

Se han realizado muchos estudios observacionales previos sobre las redes de polinización. Uno de los hallazgos generales es que tienen una estructura consistente que tiende a mantenerse independientemente del ecosistema considerado o el área estudiada. Esto es cierto tanto en Groenlandia como en la selva lluviosa tropical.

Los modelos basados en simulaciones matemáticas sugieren que estas redes de polinización, basándose en la presunción de que sus estructuras se mantienen consistentes, podrían ser resistentes al darse extinciones en el ecosistema.

“Nuestros experimentos muestran que esta presunción no se puede mantener. Estas redes son dinámicas y, cuando una especie polinizadora se pierde, vamos a ver cambios tanto cuantitativos como cualitativos. En futuros modelos simulados se necesitará incorporar porcesos ecológicos como la competición que pueden conformar qué polinizador interactúa con qué planta”, finaliza Brosi.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: NeoFronteras.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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12 Comentarios

  1. SubSonica:

    Los propios fabricantes de pesticidas saben que sus productos están matando a las abejas (entre otros polinizadores) aún así, públicamente algunas como Bayer-Monsanto, lo niegan.

    http://bit.ly/2trSzbz

  2. JavierL:

    Que ironías de la vida… Iba a cobrar el escribir la divine broma :

    «pero esas empresas están botando el dinero… ¿Porque no han empezado a vender abejas transgenicas resistentes a los incepticidas?»

    Pero antes de darle a enviar decidí buscar un poco y SORPRESA

    Monsanto revela una abeja transgénica resistente a pesticidas neonicotinoides | http://www.scienceinfo.fr/monsanto-revela-una-abeja-transgenica-resistente-a-pesticidas-neonicotinoides/

    Ahora nos venderán también las abejas.

  3. JavierL:

    Que ironías de la vida… Iba a escribirles la siguiente broma :

    “pero esas empresas están botando el dinero… ¿Porque no han empezado a vender abejas transgenicas resistentes a los incepticidas?”

    Pero antes de darle a enviar decidí buscar un poco y SORPRESA

    Monsanto revela una abeja transgénica resistente a pesticidas neonicotinoides | http://www.scienceinfo.fr/monsanto-revela-una-abeja-transgenica-resistente-a-pesticidas-neonicotinoides/

    Ahora nos venderán también las abejas.

  4. JavierL:

    A propósito. Si Monsanto demanda a los agricultores si semillas patentadas terminan en sus granjas… Se imaginan las demandas por tener en tu granja abejas patentadas… ¿Tendrían que poner cercas para evitar que entren si no la han comprado?

    Ese tema de los transgénicos ya esta molesto.. Pienso que debe estar prohibido patentar seres vivos. Y punto.

  5. Pocosé:

    Me reiría un monton si fuera un chiste.
    Algo esta mal en el tema de las patentes y los derechos intelectuales, pues nadie podría descubrir, inventar o crear nada sin el bagage de descubrimientos, inventos y creaciones que la humanidad puso a su disposición, sin prerjuicio de que por descubrir, inventar o crear haya una compensación razonable.
    Supongo también por la rapidez que el sistema CRIPRS-Cas9 estará implicado.
    No va a quedar célula ni organismo vivo al que se le hayan podido cambiar unos cuantos pares de bases en su genoma sin patentar.

  6. Tomás:

    Pienso, con vosotros que ese tipo de patentes es una puerta abierta al abuso, pero si algo de esto fuese, sin la menor sombra de duda, beneficioso, no solo para la humanidad, sino para biosfera (o solo para una parte sin perjudicar al resto), de alguna forma habría de ser premiado por nuestra sociedad. Aún así, habría de tener fecha de caducidad temprana y no heredable -como lo son los derechos de autor-. Lo de Monsanto es de escándalo.

  7. Miguel Ángel:

    Me parece fenomenal que lo aclares, Tomás: estamos denunciando malos usos y costumbres, pero no estamos diciendo «transgénicos no».
    Un colaborador de Greenpeace me comentó hace poco que no les quedaba otra que pronunciarse al respecto y que, al menos de momento, han decidido oponerse a los transgénicos.

    Gracias por el aporte a SubSonica y de traca lo de la abeja patentada, JavierL.

  8. Tomás:

    La humanidad, a lo largo de milenios, ha ido domesticando las plantas y, con ello, modificando sus parásitos y sus polinizadores. Como no existía esta comunicación global actual, cada región -de superficie muy variable, desde una finca a un territorio- tenía sus variedades propias y estas eran múltiples -por ejemplo las casi innumerables clases de manzanas, tomates, patatas, etc.-. Incluso en una misma finca coexistían plantas de la misma especie pero de distinta subespecie o variedad y, por supuesto, se cultivaban diversas para cubrir las necesidades familiares. En mi niñez, todavía lo he visto así; había gran cantidad de diferentes manzanas cuyo nombre aún recuerdo: Verdedoncella, Reineta… -Petrus podría, seguramente, escribir una enciclopedia sobre este tema-. Ahora ya solo veo en el super Golden, Starkin (que empecé a oírlas en mi temprana adolescencia), Fuji, etc., que no soy ningún entendido. Pero a lo que iba: en esa domesticación ya se modificaba el ADN sin sospechar tal cosa. El gran problema ha llegado con los monocultivos que ha esclavizado grandes regiones y a veces a países enteros. Ello crea una debilidad tremenda, pues si, por una plaga se estropea la cosecha, se ha perdido toda la economía de esa región. O sea que la dependencia y el miedo son la base de que se utilicen pesticidas a mansalva -recuerdo el uso y abuso del DDT que mi pobre madre usaba con frecuencia desconociendo su peligrosidad-. Para remediarlo se patentan transgénicos y con ello, la economía de países-monocultivo -de soja o de caña, por ejemplo- se hace dependiente de esas poderosas empresas. Y ya vemos el camino: como los pesticidas eliminan a los polinizadores, se patentan modificaciones de ellos. Pero me pregunto si se ha experimentado durante un largo y suficiente tiempo en un terreno aislado -invernadero especialmente diseñado para esto-, porque ha podido suceder que cambien los parásitos de estos polinizadores y sean víctimas de enfermedades que no sospechemos.
    En resumen, que la cosa es muy compleja como para dejarla en manos de empresas cuyo fin, por definición, es el beneficio económico, no el mejoramiento de la agricultura. Pasa con esto algo similar a la privatizacón de los centros de atención de la SS. En Cambrils hay un aparato de rayos X del año en que atacaron (es una expresión de mi tierra que expresa vetustez); pues no lo cambian ni a la de tres. Es absolutamente inútil; incapaz de descubrir, ni por asomo, la rotura de unas costillas externales, que son las más robustas y detectables. ¿Por qué? Pues porque es una empresa privada y le importa muchísimo más su rentabilidad que el servicio que presta. La cosa está clara: o renta o muere. ¡Qué vergüenza esto de las privatizaciones!
    Bueno, que me voy del tema. Para los transgénicos habría que exigir unas pruebas supervisables por decenas de expertos independientes e internacionales; casi una versión menor, pero comparable al IPCC.
    Espero, Petrus, tu mucho mejor y más documentado comentario. O de Miguel Ángel que ha propiciado el mío y que tampoco es manco -y si lo
    fuera, capaz sería, como Cervantes, de alguna hazaña similar-.
    Abrazos a ambos y a todos los que comulgan con esta desconfianza y hasta gran temor a los pesticidas y transgénicos; o sea, como poco a todos los que en este artículo han comentado.

  9. Dr. Thriller:

    Bueno, hay varias cosas que responden a una intoxicación deliberada por intereses bastante obvios.

    Todo lo que la humanidad hizo antes de la ingeniería genérica es, efectivamente una manipulación, pero, por expresarlo de una manera basta y zafia, «siguiendo las reglas». La ingeniería genética no tiene por qué romperlas tampoco, pero tiene la capacidad de hacerlo. Es simplemente una tecnología más potente. Yo no puedo barajar genes a través de la tecnología histórica de aparear, incluso un híbrido realmente no bajara genes, primero porque suelen ser estériles y segundo porque los grupos de genes barajados forman parte de los mísmos clústeres por así decir. Ahora esto ya no es una limitación para nosotros.

    En realidad, el problema, como en la cultura, no está en la tecnología misma, sino en nosotros mismos. Las cosas que tenemos en la cabeza son las que dictan y guían nuestro comportamiento, y no traemos de serie un calibrado con lo que es realmente importante más allá de sistemas muy reventables de comportamiento entre especímenes. La misma cultura que engendró el renacimiento engendró a los nazis (de hecho, los nazis no hicieron cosas muy diferentes que otras que ya sucedieron en el pasado, simplemente tenían más medios tecnológicos).

    Las patontas han dejado de tener sentido. Una patente sólo tiene sentido en nuestro modelo socioeconómico, y si bien originalmente incluso hasta los derechos de autor fueron algo provechoso, Cervantes o Shakespeare existieron sin derechos de autor, y me temo que no hubieran podido escribir lo que escribieron en nuestro sistema actual sin pagar. Mucho. El AK-47 ha sido el fusil de asalto más fabricado de la historia no sólo porque es muy bueno para el fin que está concebido (lamentablemente), sino porque no está(ba) patentado, era dominio público como los datos científicos de la NASA (al igual que otra agencia federal de los EEUU) o muchas otras cosas de la URSS. Es también el fusil más plagiado de la historia, la rueda de la SGAE tampoco es nada nuevo, se le cambiaba el gatillo y se patentaba en alguna parte del mundo, lo que por cierto redundaba en fabricar exactamente el original para no tener problemas.

    Parafraseando una famosa frase magufa, tenemos muchos problemas, pero casi todos están dentro de nuestras cabezas.

    Por cierto que el artículo va de polinizadores. Como he leído en algunos comentarios, lo más sorprendente del uso que se hace de la ingeniería genética, la química, o la tradicional de toda la vida, incluso, es que a todo el mundo el papel polinizador le importa una M así de grande. Usted va a cualquier juzgado y sienta a esta gente en el banquillo, y quedan inhabilitados civilmente por tara mental. Pero claro, con esos trajes y dirigiendo esos megachiringos…

    Y eso que ya hay por ahí alguna constitución (de estado) muy moderna que dice que el medio ambiente es intocable. Deben querer decir que para tocarlo hay que pagar, porque Croacia se hincha a regar con glifosato.

  10. Tomás:

    Naturalmente, Dr. -por tu 2º párrafo-. No se ha tratado -o se ha hecho con resultados de éxito limitado- de conseguir híbridos (mula y burdégano [supe de una con descendencia que no continuó]), pero existió la teoría de Lorenz según la cual el perro procede de lobo y chacal o coyote, pienso que hoy desautorizada y en la que nunca he creído -pero tuve, en los inicios de mi adolescencia un híbrido de pastor alemán y lobo que hubo de ser regalado, por su tremenda agresividad cuando hubo crecido, a un lugareño que lo ató a una cadena corrediza, hasta que se le escapó. Tuve un zorro, también indomable dese su más tierna infancia, un chimpancé, una serpiente, un cordero que murió joven, erizos, tortugas y algunos otros que no recuerdo (por supuesto perros y gatos) pues me encantaban los animales y mi padre me los traía, que también a él le gustaban-. Sin embargo parece corroborada alguna parte genética en el sapiens actual heredada del neardental y/o del denisova. Pienso que en las plantas esto es mucho más posible. Pero, de todas formas, estoy en que las diversidades proceden de la misma especie que se han ido «domesticando», con el significado que quieras darle a esta expresión.
    Que el problema de este comportamiento patentador e irresponsable está en nuestro carácter es cosa aceptada sin objeciones.
    Y en cuanto a lo de Croacia, creo que hasta se riegan algunas calles con un compuesto de glifosato. Vamos, «pa mear y no echar gota» por cáncer de próstata.

  11. Dr. Thriller:

    Tomás, ¿seguro que no eres el hermano de Lawrence Durrell, reencarnado? Por cierto, una vez una paisana me preguntó qué opinaba del cuarteto de Alejandría y le dije que Lawrence escribía de forma muy parecida a Gerald, según mis cánones, claro, ya te harás una idea de cómo malfuncionan, pero es la famosa evisceración de la tortuga, aquella que desplegó su intestino delgado a lo Dido creando el recinto de Cartago, me recuerda ciertas aproximaciones a personajes… yo creo que le doy un sartenazo (a la paisana) en la cabeza y no se lo hubiera tomado de semejante manera. Todo esto viene a cuento a que, pienso, en general los animales, precisamente porque no hablan (como nosotros), nos entienden mejor, y seguramente viceversa.

    Mi abuelo rescató de joven un zorro herido y lo curó. Lo tuvieron unos días, y luego lo llevaron al bosque (ya no existe: hay una urbanización y un ramal de vía rápida), según el relato que me ha sido transmitido, el zorro se iba alejando mirando hacia atrás, hacia ellos (mi abuelo y sus padres), de vez en cuando, pero finalmente volvió al bosque. Y eso que lo llamaban cada vez que miraba.

    No soy experto en animales de compañía ni siquiera domésticos, que ya son así, domésticos (de hecho un perro salvaje es un engendro peligroso), pero me parece obvio que los necesitamos nosotros a ellos más que al revés, y que el balance general es malo para ellos. Claro que a diferencia de mi abuelo y su época, tener un erizo en casa suponía que yo debía limpiar las cacas (naturalmente), y debido a mi ecosistema familiar mucho me temo que eso hubiera degenerado en cierta serie de conflictos. Digo lo del erizo porque me caen muy simpáticos también.

    Siempre que he ayudado a algún bicho de estos, he guardado las distancias, alguien me dijo alguna vez que lo peor que le puedo hacer a un animal salvaje es hacerle perder el miedo por los humanos. Por cierto, no puede decirse de las simpáticas (ironia /off) gaviotas, que ya se comen sin mucho alboroto a las palomas, y de las que tengo una bonita colección de fotos urbanas donde posan descaradamente encima de los techos de los vehículos turismos para saborear plácidamente toda clase de basura. También por decir algo, en las proximidades de cierto hospital de la red pública (responsabilidad de la vía pública: municipal) pude ver una convivencia de ratas, bastante bien alimentadas, y gatos.

    Por cierto que el libro de Lorenz lo tengo por ahí, no sé dónde. Y no, se le fue la pinza, once more, tienes razón.

  12. Tomás:

    Pues no sé, Dr. También yo, un poco como tu abuelo, curé a una picaraza -así llaman en mi tierra a la urraca común- que tenía un absceso en la axila y no podía volar. No tenía yo más de once años, pero, sin decir nada a nadie, y menos a mis padres, como solía ser lo normal, primero le despejé la zona de esas plumillas suaves, le sajé el feo bulto tan grande como el final de un dedo y se lo limpié muy bien, aplicándole luego yodo en profundidad. Al día siguiente ya comía y se curó muy rápidamente. No tardó en poder volar y marchó. Durante días puse comida en la ventana con la esperanza de que volviera agradecida, pero nunca lo hizo, para mi gran desilusión. Otra vez, mi hijo, con cinco o seis años, pinchó -no sé si sin intención o por ver qué tenia dentro- a un gusano de seda y, alarmado, me llamó porque el pobre animal estaba perdiendo su «sangre» verde. Le eché polvos de talco y un trocito de papel de fumar en el pinchazo y paró la hemorragia, reanudando su vida normal. Incluso hizo su capullo, pero salió de él una mariposa contrahecha, doblada precisamente por donde se le hirió; no sé si macho o hembra.
    Y sí; no es bueno que pierdan el temor al ser humano.

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