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Ecocamuflaje en polillas

Área: Biología — domingo, 8 de julio de 2018

Explican los apéndices de las alas de algunas polillas como un sistema para despitar al sistema de ecolocalización de los murciélagos.

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Las polillas se las tienen que ver con un enemigo con el que comparten la noche: los murciélagos. Ambos mantienen una carrera de armamentos evolutiva. El mamífero usa la ecolocalización para capturar las polillas, pero estas usan trucos para evitar ser detectadas con precisión por ese método. Así, por ejemplo, algunas especies producen clics que perturban el sonar de los murciélagos.

Las alas de determinadas especies de polillas de la familia de los satúrnidos (Saturniidae) tienen formas un tanto extrañas que son difíciles de explicar, pues no parece que los apéndices que poseen en las alas sirvan para un vuelo más efectivo. Los satúrnidos son una familia ditrisios de la superfamilia Bombycoidea que comprende de 1.300 a 1.500 especies.

Ahora se descubre que estas polillas usan estas estructuras de las alas para recrear una ilusión acústica y así confundir a los murciélagos para que así traten de atrapar a la polilla en el lugar equivocado. Cuánto más largas son las colas de las alas del insecto más fallan los murciélagos a la hora de atraparlas. El hallazgo ayuda a explicar por qué determinadas especies tienen esas colas absurdamente largas a lo largo de la familia.

Las polillas de esta familia presentan colas en las alas en varias especies y se diferencian por la longitud de esas estructuras. Unas son largas, otras son una simple protuberancia y otras casi no tienen. Algunas especies de esta familia no presentan este rasgo. En 2015 Jesse Barber (Boise State University, Idaho) descubrió que esas estructuras se usaban para confundir a los murciélagos. Ahora la estudiante de doctorado Juliette Rubin lo ha corroborado y cuantificado.

Esta investigadora ha estudiado a tres especies de este tipo de polillas de la seda: luna, luna africana y polyphemus (foto de cabecera). Rubin acorto, eliminó o pegó estos apéndices alares para ver cómo afectaba a las posibilidades de ser atrapadas por los murciélagos, en concreto uno de la especie Eptesicus fuscus. Fue soltando polillas en la gran jaula en donde estaba este murciélago y grabó los acontecimientos con una cámara de alta velocidad y un micrófono.

Las polillas sin los apéndices, como la polyphemus, se escapaban del murciélago en sólo un 27% de las ocasiones. Pero cuando les añadían los apéndices escapaban el doble de las veces.

Por otro lado, las especies con apéndices naturales escapaban en un 75% de las oportunidades, pero cuando estos eran recortados sólo lo hacían en un 45% de las ocasiones. La ausencia de cola hacía que las polillas sólo escaparan en un 34% de las veces.

Curiosamente, el murciélago no conseguía aprender de la experiencia y evitar las contramedidas de las polillas, aunque pasara mucho tiempo, por lo que la ecolocalización en los murciélagos sería algo muy innato y poco sujeto al aprendizaje.

Al parecer, dentro de esta familia, los apéndices alares han evolucionado independientemente varias veces. Este sería uno de posibles los trucos de evitar la ecolocalización de los murciélagos.

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El estudio podría arrojar luz sobre las formas de las alas de las mariposas, pero también puede que incluso sirva de inspiración en el futuro para construir drones militares. Al fin y al cabo, cada día es más difícil encontrar financiación para estudios de ciencia básica como este, por muy bonitos que sean, en los que se ve la evolución en acción.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Fotos: Science.

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11 Comentarios

  1. tomás:

    Está visto que para proyectos militares no hay límite.

    Quizá los murciélagos no precisen aprender porque el % de sus capturas les sea rentable en la proporción (energía obtenida)/esfuerzo y, por tanto, ni siquiera precisen que la evolución les eche una mano. Pienso que si no fuese así, sin duda habrían tenido que modificar algo para no extinguirse por inanición, bien por evolución, bien por aprendizaje (incluido en esa evolución).

  2. Dr.Thriller:

    Debe ser así, Tomás, aparte que su dieta es más variada. No sé si las mariposas les resultan un manjar o una bazofia, pero aquí el asunto es que parece más fácil la tecnología stealth cuando tienes unas alas y te mueves generando turbulencias aerodinámicas que si vas de tanqueta por el suelo (o la corteza de un árbol), mayormente porque aunque te quedes quieto se te ve igual. Anda o vuela, a la cazuela.

    Por otro lado, el consumo de recursos de ecolocalizar por modulación de frecuencias más toda la parafernalia asociada (enfermedad auditiva, chungo, problema otorrinolaringológico, chungo, es lo que tiene cazar con linterna, aunque aquí los compañeros pueden ayudar y cazamos por radar pasivo), es mucho de San Darwin como para dejar que esto se use sólo para cazar (ahí tienes los carros de Santiago Lazo, agente doble cero, los usa más para aparearse que para law and order enforcement, aunque como concepto de esto último para el mundo occidental ha quedado redondo, sobre todo el consumo de alcohol y antes, tabaco).

    Así que sí, al Vietcong puede resultarle más fácil que a la Wehrmacht. De hecho, Napoleón salió derrotado en tres campos: atrición por acúmulo (las coaliciones en su contra), negación de pelea (Rusia, hasta sacarlo fuera de su cadena de intendencia), y caos y desorden (Hispanistán). Es más de lo mismo, no hay estrategia definitiva, el problema es quedarse bloqueado. No adaptarse (por cierto que adaptarse el corso a la última citada da para novelas de primera).

  3. Miguel Ángel:

    ¿Se sabe si los apéndices tienen importancia de cara a la selección de pareja sexual?

  4. tomás:

    Querido amigo Miguel: Como escribes tras el comentario de Dr., no sé si te refieres a los apéndices de los 00 o los de las mariposas. Ya me dirás.

  5. Miguel Ángel:

    ¡Ja, ja, ja!, de las maris, mi querido Franz de Copenhage. Disculpas por el retraso, ya sabes que por vacaciones.

    Abrazos.

  6. Miguel Ángel:

    O, en este caso, polillas. Pero los abrazos, igual de electrofanfarronicos.

  7. tomás:

    Tienes razón. Lo que sucede es que, en muchos casos, no es fácil diferenciar polillas y mariposas. En plan popular solemos calificar de polillas a las nocturnas y de mariposas a las diurnas, pero en taxonomía la cosa se complica y no todos parecen estar de acuerdo. Es que creo que entre unas y otras hay cien o doscientas mil especies, o más, algunas muy parecidas exteriormente.

    Por cierto y, aunque no venga a cuento aquí, esta mañana me he enterado de que se ha encontrado un híbrido de ballena y delfín. Es que debe ser ya difícil ligar en un océano con cada vez menos seres vivos.

  8. Dr.Thriller:

    Pues entre ballena y delfín veo más problemas prácticos que entre sapiens sapiens y sapiens neandertalensis, ahora que prejuicios no son pruebas, ni podrían serlo. Qué desorden es todo, empiezo a entender la sabiduría hispanistana, donde todo es una chapuza y un la mano derecha ni quiere conocer a la izquierda y luego públicamente se Alaba al Simio del Orden Natural y Constitucional, dime qué alabas y te diré por donde desbarras, qué diferencia con la sabiduría germanistana donde la chapuza es institucional, está legislada y la mano derecha arma cada una con la izquierda que ni te cuento (luego se pide perdón y yatá), y Alaban al Simio de la Responsabilidad Social y el Estar en Tu Sitio, como si una y otra sabiduría no fuesen vamos a poner este cuadro de bazar encima de este desconchón.

    La sabiduría anglistana la dejamos para otra que últimamente está tocando fondo y es cosa siempre patética, todos somos humanos.

  9. tomás:

    Meditando por lo extraño del caso, y buscando por ahí he llegado a la conclusión de que, en realidad, ha de tratarse de un apareamiento entre algún tipo de delfín -supongo que grandote- y una orca, que pertenecen a la misma familia, lo que no sucedería si se tratase de una ballena verdadera. Además y seguramente, el hecho debió producirse en un delfinario. Ya sabemos: la proximidad produce cariño.

  10. Miguel Ángel:

    Es usual que los delfines en cautividad desarrollen comportamientos hipersexuales.

  11. tomás:

    O sea que es peligroso bañarse en un delfinario.

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