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Una sonda espacial china automática aluniza en la cara oculta de la Luna.

Ayer, la sonda china Chang’e-4 alunizó sobre la cara oculta de la Luna. Es la primera vez que se intentaba algo así. Chang’e-4 fue lanzada el pasado 8 de diciembre.

Las seis exitosas misiones Apolo entre 1969 y 1972 alunizaron sobre la cara visible. También lo hicieron sobre ese hemisferio visible las sondas automáticas soviéticas y norteamericanas en su día, más recientemente las chinas. La cara oculta ha sido fotografiada, pero nunca se llegó a su superficie hasta ayer.

El sitio elegido para el alunizaje es el cráter Von Kármán de la cuenca Aitken del polo sur. Se cree que esta cuenca se formó cuando un gran asteroide chocó contra la Luna y el impacto extrajo material del manto lunar a la superficie. Así que el análisis de las muestras que se tomen allí puede aclarar la composición del interior de la Luna.

La cara oculta de la Luna tiene una corteza más gruesa y vieja que la visible, además está cubierta de más cráteres que son más profundos en promedio que los de la cara visible. En la cara visible hay más «mares», que se formaron por flujos de lava que borraron la información sobre los cráteres que había antes.

El problema de un alunizaje en la cara oculta es que la Tierra está al otro lado, no que sea oscura, pues en luna nueva ese lado está completamente iluminado. Ademas de la carencia de fotos bonitas de la esfera azul suspendida en el cielo negro, el estar en la cara oculta imposibilita las comunicaciones directas con radio con nuestro mundo. La agencia espacial china ha tenido que colocar un satélite para que haga de repetidor de la señal. En mayo pasado la agencia espacial china puso el satélite Queqiao describiendo una órbita de halo, un bucle alrededor del punto de Lagrange L2 del sistema Tierra-Luna situado a unos 65  kilómetros sobre la cara oculta de nuestro satélite. Este satélite está ahora ejerciendo el papel de repetidor.

La sonda china Chang’e-4 porta diversas cámaras de observación, una de ellas permitirá tomar fotos panorámicas. También porta espectrómetros con los que analizar los materiales superficiales. Un radar permitirá explorar en subsuelo.

Países como Suecia, Alemania, Holanda y Arabia Saudita han contribuido con diverso instrumental.

En la cara oculta de la Luna se está a salvo de la contaminación radioeléctrica procedentes de fuentes humanas. Uno de los experimentos quizás más interesantes consiste en un espectrómetro de baja frecuencia que analizará las ondas de radio provenientes del Cosmos. Puede que incluso pueda inferir el amanecer cósmico, que fue cuando empezaron a brillar las primeras estrellas. Desde siempre se ha especulado con construir radiotelescopios en la cara oculta de la Luna para evitar la contaminación radioléctrica. Esta es una oportunidad para ensayar la idea.

Como curiosidad, la sonda también lleva una pequeña biosfera con plantas y gusanos de seda para saber cómo les afecta la escasa gravedad lunar.

El alunizador porta un pequeño rover que se espera empiece a funcionar hoy viernes. El rover posee seis ruedas y puede seguir funcionando aunque falle una de ellas. Puede moverse a 200 metros por hora, sortear obstáculos de 20 cm y subir un desnivel de 20 grados.

El próximo plan de la agencia china es la misión Chang’e-5, con la que espera enviar a la Tierra 2 Kg de muestras lunares procedentes de Oceanus Procellarum, en la cara visible de la Luna.

Algunos periodistas han especulado con la posibilidad de que China planee estudiar la posible explotación minera de la Luna y este tipo de misiones serían imprescindibles para saber si merece la pena.

El gobierno chino estudia la posibilidad de enviar una misión tripulada a la Luna para 2025.

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Fuentes y referencias:
CNSA.
Fotos: China National Space Administration.