Cóctel alargador de vida
Una combinación de fármacos alarga la vida de las moscas.
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Desde hace unos años algunos científicos trabajan en cómo alargar la vida. Hasta ahora se ha trabajado con levaduras, con nematodos o moscas de la fruta. Sólo unos pocos experimentos se han realizado con primates.
Un método que ha tenido éxito en los modelos animales más simples es la dieta de restricción calórica, con la que que se consigue alargar la vida moscas de la fruta, por ejemplo. La idea no es usar este tipo de dieta en humanos, pese al intento de algunas personas por seguirla. En realidad se trataría de encontrar algún fármaco que emule los procesos metabólico que hacen que esta dieta funcione. Pero todavía no se sabe por qué funciona.
Aún así algunos se han lanzado a experimentar con algunas sustancias para ver cómo afectan a la esperanza de vida. Hace unos días un grupo de investigadores de Instituto Max Planck y UCL publicó sus resultados sobre una combinación de fármacos. Han descubierto que una mezcla de tres sustancias eleva la esperanza de vida de las moscas de la fruta en un 48 por ciento.
Se trata de una combinación de litio, trametinib y rapamicín. El primero es un elemento que normalmente se usa para el tratamiento de los trastornos del estado ánimo, como en el caso del trastorno bipolar. El segundo es un fármaco usado en el tratamiento contra el cáncer y el tercero es un regulador del sistema inmunitario.
Según esperan los autores del estudio, un tratamiento similar podría combatir las enfermedades asociadas con el envejecimiento en humanos.
«Aquí, mediante el estudio de moscas de la fruta, que envejecen mucho más rápido que las personas, hemos encontrado que una combinación de fármacos orientadas a atacar a distintos procesos celulares puede ser un modo efectivo de reducir los procesos de envejecimiento», dice Jorge Castillo-Quan (University College London, ahora en Harvard Medical School).
El resultado se basa en estudios previos centrados en el uso por separado de cada una de estas sustancias y con las que se observó alargamientos de la esperanza de vida en moscas de la fruta y que, a su vez, están basados en otros estudios previos sobre ratones, gusanos y cultivos celulares.
Los tres fármacos actúan en distintos caminos de señalización celular que juntos forman una red que se ha conservado a lo largo de la evolución desde los gusanos y moscas hasta los humanos. Esta red ajusta lo que el cuerpo hace en respuesta a los cambios en los niveles de nutrición. Actúan sobre diferentes proteínas de esta red para ralentizar los procesos de envejecimiento y retrasar así la muerte ligada a los mismos.
Para este estudio los investigadores administraron estos fármacos tanto por separado como en combinación. Respecto al grupo de control que no recibieron tratamiento, cada una de ellos por separado extendieron la vida de las moscas en un 11%, combinadas de dos en dos un 30% y las 3 a la vez en un 48%.
Además, parece que los fármacos se complementan uno al otro para reducir los efectos secundarios, pues, por separado sí parecen tener estos efectos.
Los investigadores continuarán su investigación para comprender mejor cómo estos fármacos trabajan en combinación y esperan hacer experimentos más complejos realizados con otros modelos animales, como ratones, para así calibrar los efectos que podría tener sobre humanos este tratamiento.
Según Linda Partridge (University College London e Instituro Max Planck), es muy posible que una combinación de píldoras pueda prevenir las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Cree que parte de esas píldoras pueden estar compuestas por los fármacos que están investigando y que den lugar a tratamientos efectivos.
«Mis grupos de investigación están trabajando en comprender los mecanismos de los procesos de envejecimiento para así encontrar modos de ayudar a la gente a permanecer sana por más tiempo. No estamos tratando de engañar a la muerte, sino a ayudar a la gente a estar sana y libre de enfermedades al final de sus vidas», añade Partridge.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Wikipedia.
15 Comentarios
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miércoles 9 octubre, 2019 @ 4:09 pm
Y cuando seamos más sanos hasta el final de nuestra vida nos subirán la edad de jubilación.
Tomando en cuenta la velocidad a la que envejecemos experimentos de este tipo demorarían medio siglo.
Así que no veo en humanos un coctel de píldoras hasta mucho tiempo
miércoles 9 octubre, 2019 @ 11:38 pm
Ese es uno de los problemas, querido JavierL. También estarían los efectos secundarios que ocasionaría el tratamiento.
jueves 10 octubre, 2019 @ 12:40 pm
Y los efectos sociales de todo tipo.
viernes 11 octubre, 2019 @ 4:18 pm
Me parece muy bien que la gente pueda llegar al final de sus vidas, sana y libre de enfermedades. Estas investigaciones son muy importantes.Todo lo que sea eliminar el dolor y la decrepitud física es bueno. Y si aparecen problemas sociales debido a largas duraciones de las vidas de los humanos, seremos capaces de arreglarlo.Para algo somos animales sociales.
Si con el tiempo podemos llegar a vivir pongamos 200 años, podríamos incluso tener esas segundas oportunidades que a veces se piden para enforcar la vida de manera distinta a como se enfocó en ‘una primera vida o primera fase».200 años de vida sana y sin enfermedades serían como una » Second Life».
sábado 12 octubre, 2019 @ 10:15 am
Si estoy de acuerdo, Lluís. Lo que pasa es que soy un convencido de que somos demasiados los cerca de 7750 millones, pero si a eso le añadimos una mayor supervivencia… Ya durante el año se producen menos de la mitad de muertes que nacimientos.
«Para algo somos animales sociales», dices. Pero hemos destrozado el planeta y lo estamos sobreesquilmando.
Yo creo que a nivel personal es una esperanza maravillosa mantenerse joven y vivir más tiempo en buenas condiciones y debe continuarse ese camino, pero es imprescindible solucionar lo que a eso se opone: una superpoblación, y no veo que se trabaje duro en ese sentido.
Un abrazo.
martes 15 octubre, 2019 @ 3:17 pm
Me quedo con la frase «…encontrar modos de ayudar a la gente a permanecer sana por más tiempo.» Si mi reloj biológico tiene cuerda para llegar a una determinada edad, veo dificil ir más allà. Más factible puede ser llegar a esa edad límite en buenas condiciones. No se donde leí que las personas centenarias acostumbran a envejecer con una razonable buena salud, para llegar al fin de sus dias tras un corto periodo de deterioro general (conozco ejemplos personalmente). Obviamente la genètica es esencial, pero los fármacos que actuen sobre las enfermedades ligadas al envejecimiento permitirán mejorar la calidad de vida de los que ya hemos entrado en la «tercera fase». Aún a costa de retrasar la jubilación, porque ¿Para que me sirve estar jubilado si tampoco lo puedo disfrutar?
Saludos cordiales
jueves 17 octubre, 2019 @ 11:04 pm
Estoy de acuerdo con Ricard. El tema del envejecimiento (quizá más que la muerte) sigue siendo tan poco claro como desde que existimos. Las teorías que teníamos (deterioro natural con o sin acumulación de genes) no son correctas, o al menos por ahora no reciben indicios claros más allá de efectos individuales. Como soy un desastre, hace tiempo leí una reseña en Science Cheap o Science Mogollón o algo así, y no soy capaz de encontrarla de nuevo, pero era una idea matemática (invocaban un teorema) y venían a decir que un sistema multicelular como los nuestros es imposible que sea estable, y que lo más que se puede hacer es sostenerlo durante su lapso vital, es decir, no sería una coyuntura biológica fruto de la contingencia ecolutiva (o sí, pero por lo siguiente), sino un problema estructural. Siempre me ha sido muy llamativo que las células verdaderamente inmortales sean las del cáncer, que son además una especie de células degeneradas en la acepción cuántica de la palabra.
viernes 18 octubre, 2019 @ 2:50 am
Pues mal rollo en caso de haber esa restricción estructural, querido amigo Dr. … Además, ya has/hemos apuntado en otras ocasiones sobre otras restricciones que nos podemos encontrar, empezando por el genoma (hay que ver hasta qué punto es modificable), telomeros incluidos. Incluso manipulando el genoma, otro problema estructural del envejecimiento sería, por ejemplo, revertir la fibrosis, algo complicado porque es el tipo de tejido con el que arregla el organismo casi todos los desperfectos. La masilla de Pepe Gotera.
Otro abrazo.
viernes 18 octubre, 2019 @ 9:10 am
También me sumo a la opinión de RicardM y también lo he vivido de manera inmediata. Aunque la ilusión de Miguel Ángel: larga vida y en buena forma sea lo ideal y ya veremos lo que se consigue. Bueno, lo de «ya veremos» es un decir.
viernes 18 octubre, 2019 @ 11:42 pm
No te retractes que sí que existe posibilidad de que lo puedas ver y tratarte si así lo deseas. Soy consciente de que me repito, pero mis esperanzas se centran -y casi se circunscriben con lo que tenemos en el horizonte- a aquel tratamiento que vimos en Neofronteras que consiste en eliminar las células senescentes y del que ya se obtuvieron resultados en ratones hará cosa de 3 años: sí los trámites van al ritmo normal debe faltar muy poco para que se empiece a ensayar en humanos (tengo que ver si ya han comenzado) y no más de 5 o 6 años para que empiece a comercializarse. En principio no debería de ser caro y lo podríamos tomar todos (no se me ocurren contraindicaciones, excepto de sostenibilidad planetaria en caso de no limitar la natalidad).
sábado 19 octubre, 2019 @ 12:49 pm
Porque eres un optimista sin límite, querido amigo.
sábado 19 octubre, 2019 @ 5:32 pm
Bueno, ya dice el refranero que a grandes males, grandes remedios. Yo le veo un cierto parentesco con «de perdidos, al río» (en realidad, diría que es el mismo mimetizado de optimista), pero mentira no dice.
Una cosa es que sea imposible vivir eternamente, que ya es simplemente mucho decir, y otra, qué sé yo, que no se pueda vivir hasta los 200 años. Son dos conceptos muy diferentes, y si bien el primero tira del segundo (a la mitología cultural me remito, aunque nadie quiere vivir hecho unos zorros, siempre se busca el elixir de la eterna juventud, no el de la vida eterna, puestos a pedir el eterno feto, lo digo por 2001 que no sé si Kubrick se estaba cachondeando del personal, es cosa que le placía), la verdad es que la vida de esta especie se ha triplicado en una perspectiva histórica y recordemos que la esperanza de vida es un promedio, si marca 80, por cada uno que se ha muerto con menos tiene que haber otros que la superan.
El récord verificado es la francesa,
https://en.wikipedia.org/wiki/Jeanne_Calment
122 tacos y medio. Natural puro. Si uno quiere creer que es un fraude (el artículo está bien documento) me da igual, se puede conceder que es lo mismo,
https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_the_verified_oldest_people
El siguiente es una japo de 116, y a partir de aquí es goteo, 114, etc. Son personas que no han recibido ningún tratamiento especial, es decir, por mero desgaste algunos individuos sobrepasan los 100 años. Las estadísticas cumplen varias leyes de consistencia.
Creo que esto quiere decir claramente que es posible que se alcacen esperanzas de vida que hoy parecen ciencia-ficción (en la Edad Media muchos llegaban a los 90 años, clases acomodadas por supuesto, siempre he tenido la duda cómo gestionaban problemas inevitables como la próstata etc.). Y si M.A. cree que es posible en no mucho tardar, no veo la imposibilidad por ninguna parte.
Teniendo en cuenta la ley de Murphy, yo apostaría por ello. Y la jubilación a los 100, claro.
domingo 20 octubre, 2019 @ 11:47 am
Aceptado: Cascarla a los 90 y jubilarse a los 100. Ni Murphy pronosticaría tanta mala suerte, pero si algo puede salir mal, que salga.
domingo 20 octubre, 2019 @ 1:17 pm
Tomás, mucho me temo que en eso están. Y por supuesto, cobrarle a alguien (¿los herederos?) los diez tacos que faltan de cotización. Sólo por cuadrar las cuentas, porque hay que ser independentista para hacerle un roto al Estado yéndote sin pagar antes de tiempo. Ha sido a mala fe, no cabe duda. La historia de la deuda en la sociedad es algo muy curioso.
Se podría hablar de cómo empezaron los derechos de autor y en lo que se han convertido, lo que podría derivar en otra discusión seudodeterminista sobre si las cosas en realidad mutan tanto o es que nuestras mentes las ven tan distorsionadas que no aprecian la continuidad de la trayectoria. Esto enlaza un poco con lo que dice Petrus. Yo obviamente sin negar que hay mucho de lo segundo, es fundamentalmente lo primero, porque las cosas sí mutan debido entre otros factores a que no están aisladas de su entorno y este punto no depende de ellas mismas. Quizá el gato de Schrödinger no es que esté aislado de su entorno, es que esta relación no se fija hasta que no se colapsa.
Vamos, que hasta que llega Teddy Bautista no se fornicia la marrana.
lunes 21 octubre, 2019 @ 5:04 am
Pues rastreando a Jan van Deursen, que es el que dirigió el estudio en ratones al que me refería, no veo que se mencione si se han empezado los ensayos en humanos, pero hablan de hasta 20 fármacos senolíticos y de otra línea de investigación que también fue noticia en Neofronteras actuando sobre cambios epigenéticos.
Y un artículo de Science en inglés del pasado mes de mayo que también aborda este mismo asunto:
https://science.sciencemag.org/content/364/6441/636.summary
Abrazos cuasieternos.