Los líquenes no precedieron a las plantas
Un estudio cuestiona la teoría que establece que los líquenes conquistaron tierra firme y que esto preparó el terreno a las plantas vasculares que vinieron después.
Todos aprendemos, o aprendíamos, en la escuela que los líquenes no son plantas, aunque se estudien dentro de Botánica, sino que son seres simbióticos formados por un alga y un hongo.
Los líquenes pueblan las rocas y las cortezas y ramas de árboles en sitios libres de contaminación. A veces son de un colorido increíble.
Son los primeros en conquistar la roca desnuda. Sin erosión son los primeros capaces de disolver esa roca, liberar los nutrientes y generar suelo sobre el que crecen los musgos y otras plantas.
Por esta se nos dijo que posiblemente llegaron a tierra firme antes que las plantas, dadas su cualidades de poder secarse y volver a la vida cuando llega de nuevo la humedad y de poder generar suelo que permitió la llegada de las plantas vasculares. También liberarían oxígeno y cambiarían así la atmósfera. Básicamente allanarían el camino para la llegada de las plantas.
Sin embargo, un estudio publicado recientemente en Geobiology, que se basa en el análisis cladístico de las algas y hongos que componen los líquenes, sostiene que los líquenes evolucionaron millones de años después de que las plantas conquistaran tierra firme.
«Cuando miramos a los modernos ecosistemas y vemos como a la superficie pelada de las rocas llegan los primeros líquenes, crecen allí y al final terminan creciendo las plantas sobre ellos, pensamos que quizás fue así la colonización de tierra firme en tiempos remotos, pero estamos viendo que los líquenes vinieron más tarde que las plantas en este juego», dice Matthew Nelsen (Field Museum).
Hace más de 480 millones de años la Tierra era muy diferente a como es ahora. No había casi nada de vida visible en tierra firme. Pero los líquenes pueden vivir en condiciones extremas. Pueden vivir sobre las rocas y crear suelo en donde la raíces complejas de las plantas puedan desarrollarse. Así que los científicos pensaron que los líquenes llegaron antes que las plantas vasculares y prepararon unas condicones más hospitalarias para las mismas.
Nelson y sus colaboradores piensan que eso no fue así o, al menos, cuestionan tal hipótesis porque la sincronización de eventos no lo permite.
Determinar cuando aparecieron los primeros líquenes no es fácil. Para ello estos investigadores ha tratado de ver cuándo las relación entre algas y hongos permitió la existencia de la simbiosis que daría lugar a los líquenes. Se necesita examinar la historia evolutiva tanto de los hongos como de las algas que los forman.
Por otro lado, aunque el registro fósil de la época es poco claro al respecto, pues es difícil separar los fósiles de líquenes de otros fósiles, se puede apreciar que los fósiles conocidos parecen ser siempre posteriores a la aparición de las plantas en el registro fósil.
Nelsen y colaboradores extrapolaron las edades de los árboles filogenéticos de las algas y hongos que forman los líquenes usando técnicas de cladística. Además compararon estas familias con las edades de los fósiles de las plantas. A partir de estos dos caminos llegaron a la conclusión de que los líquenes aparecieron por evolución después que las plantas.
«Los líquenes no son tan viejos como pensábamos que eran. Son más jóvenes, las nuevas formas de simbiosis no han estado ahí desde siempre, cubriendo la Tierra muchos antes de que las plantas y animales aparecieran», dice Nelsen.
Por tanto, el patrón de los líquenes modernos, que muestra que aparecen sobre las rocas antes que las plantas, no significa que los líquenes aparecieran sobre tierra firme antes que las plantas en tiempos geológicos. Este patrón moderno sólo proporciona un fotograma en una historia mucho más extensa que se adentra en el tiempo geológico y que no tiene que ser así en todos sus fotogramas.
Según Nelsen este estudio remodela la comprensión de la evolución temprana de ecosistemas complejos de la Tierra.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Matthew P. Nelsen, Field Museum.
1 Comentario
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martes 19 noviembre, 2019 @ 6:26 pm
Es decir, incluso hay hueco para aventurar todo lo contrario, que no fueron los líquenes los que «ayudaron» a las plantas, sino las plantas las que «ayudaron» a los líquenes. El que primero llega, primero come, y por otro lado, no tenemos ni pajolera idea de parametrizar presiones evolutivas.
Sin embargo, el resultado neto es que los líquenes llegan a donde las plantas no llegan (supongo que de ahí el pensar en ellas como menos «capaces» evolutivamemte, en el sentido de no conquistar entornos de la misma exigencia). Si pensamos ahora en los extremófilos, se está tentado a decir que la vida presiona más que su ausencia, es decir, que adaptarse a entornos hostiles requiere de una base no tan hostial para expandirse. Pero esto puede ser el mismo columpiaje que los prejuicios planta/líquen.