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Estrellas que favorecen la vida

Área: Espacio — domingo, 12 de enero de 2020

Las estrellas naranjas serían las que más favorecerían la vida los planetas que las orbitaran.

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Se conocen unos 4000 exoplanetas alrededor de otras estrellas y los estudios estadísticos concluyen que debe de haber unos 100 000 millones de planetas en nuestra galaxia.

El «santo grial» de este tipo estudios astrofísicos sería encontrar Tierra II, o un planeta rocoso similar a la Tierra que presente indicios de vida. Algo para lo que, de momento, no tenemos el instrumental adecuado.

Por analogía se ha creído que si hay algo así debería ser como la Tierra y que ese planeta tenía que orbitar una estrella amarilla de tipo G como el Sol. Pero este tipo de estrellas sólo representan un 10% de la población de la galaxia, entre otras cosas porque tampoco viven mucho tiempo y a los, más o menos, 10 000 millones de años se transforman en gigantes rojas.

Tampoco parece que las estrellas de clase espectral G den mucho margen a la vida compleja, pues cada vez se hacen más calientes y desplazan la zona de habitabilidad hacia el exterior. La vida en la Tierra surgió hace 3800 millones de años, pero la vida compleja apareció hace sólo unos 500 millones de años. Sin embargo, en otros 1000 millones de años la vida compleja ya no podrá sobrevivir en la Tierra porque las condiciones serán muchos más cálidas y hostiles. Un poco más tarde posiblemente no haya ni atmósfera. Si la vida compleja hubiera tardado un poco más en aparecer quizás no hubiera habido ventana de oportunidad para la vida «interesante». Quizás esto ocurra en muchos casos de estrellas de tipo G en nuestra galaxia.

Por otro lado, las estrellas enanas rojas de tipo M son las más abundantes, viven mucho más tiempo, pero tienen frecuentemente fenómenos de fulguraciones que bañan con rayos X y partículas de radiación sus inmediaciones. Sus zonas de habitabilidad son, además, muy estrechas y cercanas a la estrella, por lo que los planetas que haya ahí necesariamente sincronizan su rotación con su órbita y presentan siempre la misma cara a su estrella. Así que no parece que estas estrellas favorezcan la vida, pese a que son abundantes y son las que más ejemplos nos han dado de exoplanetas, principalmente debido a un sesgo observacional.

Por otro lado, las estrellas de tipos O, B, A o F viven unos pocos millones de años y a la vida no le da tiempo aparecer y evolucionar hacia algo interesante.

Sin embargo, entre las estrellas de tipo M y tipo G están las estrellas naranjas de tipo K. Desde hace unos años se viene especulando con el concepto de estrellas más propicias para la vida y se cree que serían, precisamente, las estrellas de clase espectral K las que mejor se prestarían.

Hay tres ves más de estrellas de tipo que te tipo G como el Sol en nuestra galaxia. Según dice Edward Guinan (Villanova University), Las estrellas de tipo K son las ideales porque son más luminosas que las estrellas de tipo M y más abundantes y longevas de las de tipo G, por lo que sería más fácil encontrar vida en los plentas que orbitaran a su alrededor. Además, presentan menos actividad en cuando a fulguraciones al no tener campos magnéticos tan intensos en comparación con las de tipo M. En su contra está el hecho de que su zona de habitabilidad es menor que para las estrellas de tipo G.

Hay unas 1000 estrellas de tipo K en la esfera de 100 años luz de radio alrededor de nosotros, objetos que deberían ser blancos principales de observación. Estas estrellas viven de 15 000 a 45 000 millones de años y son más estables que las estrellas de tipo G, por lo que permiten que las atmósferas planetarias sean estables por más tiempo. Todo ello proporciona un amplio margen para que la vida aparezca, evolucione y perviva.

En el proyecto GoldiloKs, Guinan y su colaborador Scott Engle han estado midiendo la edad, rotación, emisiones de rayos X y ultravioletas de estrellas de tipo K y tipo G. Para ello han usado los telescopios espaciales Hubble, Chandra y XMM-Newton.

Encontraron que los niveles de radiación perjudicial para la vida eran mucho más benignos para planetas que orbiten estrellas de tipo K que para estrellas de tipo M. Además, calculan que la variación de su brillo no cambia más allá de un 10 o 15 por ciento en 10 000 millones de años. Esto da un gran ventana de oportunidad para la vida compleja.

En especial estudiaron las estrellas de tipo K que albergan planetas conocidos como Kepler-442, Tau Ceti y Epsilon Eridani. Kepler-442 es orbitada por Kepler-442b, que es, hasta la fecha, el mejor candidato para Tierra II, un planeta de tipo rocoso bien situado en la zona de habitabilidad.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa
Gráfico: NASA, ESA, and Z. Levy (STScI).

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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6 Comentarios

  1. Miguel Ángel:

    Ni el Sol es el tipo de estrella idónea para sustentar vida a su alrededor, ni la Tierra es el lugar perfecto. Dentro de poco encontraremos algún «planeta superhabitable» (que es así como se han propuesto) con mejores condiciones que la Tierra para albergar vida.
    La noraleja es algo tan hiperconstatado que solamente la ignorancia o el autoengaño nos pueden llevar a pensar lo contrario: no somos los masters del Universo.

  2. Lluís:

    Dice el amigo Miguel Ángel que no somos los masters del Universo. No sé, pero uno, de momento solo conoce como ‘masters’ del universo a los que viven en este nuestro planeta.

    Puede que sí, puede que exista algún » planeta superhabitable» pero si tuviera mejores condiciones que la Tierra para albergar vida, lo más probable sería que esas mejores condiciones lo fueran para los habitantes de ese supuesto planeta superhabitable y fueran peores para los terrícolas.

    Pero bueno, al fin y al cabo, tampoco podremos ir de vacaciones a esos exoplanetas del tipo Tierra II para verificar todo eso.

    A conformarse con el estudio de sus atmósferas para tener indicios de vidas posibles allí.

    Un abrazo, Miguel Ángel.

  3. Miguel Ángel:

    Muy querido amigo Lluís:

    El concepto de planeta superhabitable se refiere a planetas con mejores condiciones para la vida como la conocemos en la Tierra. Uh ejemplo podría ser un planeta que esté en la zona de habitabilidad, que tenga agua líquida y que sea ligeramente más masivo que la Tierra: gracias a esa masa extra, puede tener un campo magnético más intenso y duradero, una atmósfera con menos escape de gases, actividad tectónica duradera, etc.

    https://es.wikipedia.org/wiki/Planeta_superhabitable

    Abrazos.

  4. Lluís:

    Ya, Miguel Ángel. Pero, por ejemplo, un campo magnético más intenso pudiera no ser demasiado bueno para nuestra salud, y una masa ‘extra’ podría representar una gravedad a la que no estamos acostumbrados y dañina por ende. Estamos ‘ajustados’ a determinados parámetros que nos permiten la vida en la Tierra, variaciones en los mismos podrían sernos adversos. De todos modos todo esto es mera especulación mía.

    Abrazos.

  5. Miguel Ángel:

    Ciertamente, querido Lluís, por eso ponía el ejemplo de que la masa fuese solo ligeramente superior. Y podría tener más masa que la Tierra, pero si es menos denso, la gravedad podría ser la misma o incluso inferior (aunque este último caso no sería el más deseable, puesto que se esfumaría la ventaja que señalaba del escape de gases de la atmósfera).
    Al hilo de la noticia, si orbita una estrella naranja también le da puntos de cara a la superhabitabilidad.

  6. tomás:

    Aunque he leído con excesiva rapidez el Wiki recomendado por Miguel, pienso que un planeta rocoso, pero bajo una buena capa de agua, posiblemente con pocos minerales disueltos, sería más óptimo para la vida -no para nosotros- y quien sabe si para una civilización tipo delfinesca. Además no sabemos si existirán otras formas de vida que no coincidan con las que aquí pueblan el planeta: eucariotas, bacterias y arqueas. Me decanto por una cubierta de agua porque esta va a tardar mucho en desaparecer o no desaparecería nunca dado que su vapor es difícil que alcance la velocidad de escape en un planeta de una masa terrestre. Pero bueno, eso puede ser una deriva de mi pensamiento que muchas veces he expuesto en el que se ve cuanto admiro a los delfines.
    Sendos abrazos.

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