NeoFronteras

Manifiesto a favor de los insectos

Área: Medio ambiente — miércoles, 12 de febrero de 2020

Un grupo internacional de científicos publican un par de artículos en los que alertan contra la pérdida de insectos en los ecosistemas y proponen soluciones al problema.

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Como ya hemos visto en el pasado en NeoFronteras, se está produciendo un colapso de las poblaciones de insectos a nivel mundial, con la extinción de numerosas especies. Esto se ve acompañado de una reducción en las poblaciones de aves insectívoras.

Esos parabrisas que en primavera se llenaban de insectos estrellados ya no los vemos y sólo unos pocos de ellos sucumben ahora a los mismos kilómetros recorridos. Esto es un indicio de lo que está pasando que ya todos podemos observar.

Lo malo es que los insectos proporcionan una serie de servicios a los ecosistemas y al ser humano que ya no se están proporcionando en la misma medida. Entre estos servicios está la polinización que nos proporciona frutas y verduras. Las consecuencias de este colapso en las poblaciones de insectos son impredecibles.

Ahora, un grupo internacional de científicos preocupados por este problema ha redactado un manifiesto para alertar a la humanidad sobre este problema y propone soluciones.

Involucrar a la población civil y a los políticos es esencial para el futuro y bienestar de tanto humanos como de insectos. Además de tratar de mitigar el cambio climático, un aspecto importante de la solución que proponen es mantener áreas de conservación suficientes y cambiar la política agrícola para que respete la coexistencia de especies.

«Es sorprendente lo poco que sabemos de la biodiversidad a nivel global, cuando sólo un 10 o un 20 por ciento de las especies de insectos y otros invertebrados han sido descritas y nombradas. Y para las que tienen nombre, conocemos poco más que una breve descripción morfológica, quizás parte de su genoma y el sitio en donde se la vio hace un tiempo», dice Pedro Cardoso (Universidad de Helsinki).

La humanidad ha empujado los ecosistemas más allá de la recuperación. Como consecuencia, una extinción de insectos no cuantificada e incuantificable se da cada día. Los treinta autores de los dos artículos exponen el problema y proponen soluciones para evitar más extinciones en el futuro. Entre otras cosas intentan cambiar la actitud del ser humano por su propio bien.

Los diversos estudios que se han realizado hasta el momento culpan de la extinción y declive en las poblaciones de insectos a la pérdida de hábitats, provocada principalmente por las prácticas agrícolas, las especies invasoras, el cambio climático, las sobreexplotación y la extinción de especies dependientes.

Cardoso afirma que con la pérdida de estas especies no sólo perdemos otra pieza más de rompecabezas complejo que es nuestro mundo viviente, si no que además se pierde biomasa, que es esencial para la alimentación de otros animales en la cadena trófica, perdemos genes únicos y sustancias que un día podrían contribuir a la cura de enfermedades, además de dañar las funciones de los ecosistemas de los que depende el ser humano.

Entre las funciones fundamentales realizadas por los insectos está la polinización y muchos de los cultivos dependen de los insectos para sobrevivir. Además, la descomposición realizada por algunos de llos contribuye al ciclo de los nutrientes, así como muchas otras funciones para las que no tenemos sustituto tecnológico ni de ningún otro tipo.

Los autores del los estudios sugieren que algunas soluciones prácticas al problema basadas en las pruebas recolectadas a lo largo de todo el mundo para así evitar la pérdida de más población de insectos y de especies.

Entre otras está la de reservar terrenos de alta calidad para su conservación, cambiar las prácticas agrícolas para promover la coexistencia de especies y mitigar el cambio climático.

Sobre todo, estaría el comunicar todo esto a la población civil e involucrar a la gente y políticos en la solución de este problema. De este modo nos podremos beneficiar de la coexistencia de humanos e insectos.

«Mientras que pequeños grupos de personas pueden impactar sobre la conservación de insectos localmente, se requiere una concienciación colectiva, esfuerzos de coordinación global para inventariar especies y vigilancia y conservación», dice Michael Samways (Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica).

Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com

Fuentes y referencias:
Artículo original I.
Artículo original II.
Foto: Universidad de Helsinki.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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8 Comentarios

  1. Lluís:

    Parecen pedir que surja una «Greta de los insectos». Seguro que saldrá alguna.

    «las prácticas agrícolas, las especies invasoras, el cambio climático, las sobreexplotación y la extinción de especies dependientes». Estos científicos deben considerar que es sencillo remediar todo esto, pero creo que es tan difícil acometer todos esos cambios que la cosa no tiene solución ya. Por ejemplo ¿ Cómo se cambian las prácticas agrícolas a nivel mundial?, por no hablar del gran problema del cambio climático o el de las especies invasoras.

    Y los ‘parches’ no servirán de gran cosa. Así que el cambio en nuestro modo de vida habría de ser tan radical como para llevar a nuestras sociedades a vivir como lo hacen los ‘Amish’, al menos los que salen en las películas.

    No sé si queda otro remedio que no sea ir aceptando nuestra extinción como especie y mientras se va produciendo ‘ ir tirando’.

  2. petrus:

    Ciertamente, para poder ver hoy un saltamontes en mi huerto tengo que buscarlo pacientemente entre las hierbas resecas que deja el glifosato.… No me cabe la menor duda de que el numero de insectos ha decaído, tal vez en los últimos veinte o treinta años, en un 50%. La solución sería crear reservas libres de acción humana del orden de al menos el 5% de las superficies cultivadas. Esto se puede llevar a cabo con facilidad por las autoridades de los países afectados, que son aquellos que tienen casi todo su territorio intervenido. Y no vale dedicar a ello los peores terrenos y los más resecos. Si no se hace, ellos sabrán por qué no lo hacen, y nosotros lo sufriremos. Claro que hacerlo nos supondrá tener que aguantar la presencia de insectos picadores, taladradores, ruidosos, molestos, insalubres y peligrosos…y bandas de pájaros maleducados y gamberros que picotearán y se comerán nuestros frutos… toca elegir.

  3. tomás:

    Querido y admirado amigo «petrus»: He pasado unos días entre extensas parcelas montuosas con abundante bosque poco intervenido y ningún insecto me ha molestado lo más mínimo. Y me he acordado de ti, ¿como no?
    Creo que el glifosato es cancerígeno, así que ten cuidado.
    He visto «camas» de jabalíes, he visto ardillas y he vivido un poco entre gallináceas, ganado menor y perros, cosa que no experimentaba desde que era un chaval. Claro que me doy cuenta de que los vallados impiden el paso de animales como ciervos y similares. En ese sentido la cosa no me ha gustado, pero la experiencia ha sido interesante. He conseguido un amigo -Antonio- generoso y tan amable que me ha regalado unos huevos de gallina auténticos, al parecer mucho mejores que los que pueden conseguirse en el super. Te contaré algo gracioso que me viene a la memoria. El perro de este amigo, es pastor de gallinas y gallos y vigila al «rebaño»; lleva a su lugar al que se ha escapado, etc., como si de una oveja se tratara.

    Me he apartado del tema, pero estoy de acuerdo en que esto tiene muy mal remedio porque dices que las «autoridades» sabrán… Yo creo que, al menos por aquí, en esta España, tales autoridades están mucho más preocupadas por otros problemas: por ejemplo en un campañas electorales que duran toda la legislatura. Ni saben ni quieren saber.

    Pienso que Lluís tiene razón, que la extinción de nuestra especie es inevitable y, mientras sucede, habrá que ir tirando como se pueda. Mal problema heredarán nuestros nietos.

    Abrazos para ambos.

  4. petrus:

    Para asegurarnos que la tierra nos rinde el máximo, primero la arrasamos con un buen trabajo de arada, luego la limpiamos con herbicidas, y la enriquecemos con abonos químicos y productos exterminadores de insectos parásitos. Hecho lo cual, la sembramos con semillas recubiertas de fungicida y esperamos. Nacen y les cae algún fitosanitario que otro hasta que, si llueve a tiempo y no graniza, se cosecha. La verdad es que ser insecto terrícola y fitógafo en estos tiempos es como ser ratón en el cielo de los gatos. Pero comemos. Y los que pueden, se dan el lujo de comer productos ecológicos. Se me olvidaba: hoy no he podido echar herbicida porque ha llovido desde temprano. Mañana, ya veremos. En estos tiempos, lo que es un lujo es ser perro, con licencia para mear y defecar en todos los parterres, los postes de farola y esquinas que les plazca. Hay tantos y tan lustrosos, que equilibran de sobra la pérdida de biomasa de insectos.

  5. Miguel Ángel:

    Ahí tengo que pasar por el confesionario: el perrito solo lo tengo por deseo de mi mujer, pero el acuario es mi pecado.

  6. tomás:

    Bueno, bueno, no os flageléis, que no sirve para nada. Si podéis hacer o dejar de hacer algo -lo que sea- que mejore la cosa, pues adelante.

    Lo que es tremendo es el derrumbe del vertedero de Zaldivar: la gente no puede ni respirar. Está claro que los vertederos no son la solución para resolver el problema de las incontables toneladas de desechos, pero ¿que hacer con tanta basura? Habrá que volver a hacer rogativas, no para que llueva, sino para que la divinidad nos inspire. Este es uno de los grandes problemas de la sociedad del superconsumo y no veo que tengamos algún modo de solucionarlo.

  7. petrus:

    Estamos en medio de una batalla interminable. Yo, y muchos conmigo, quiero comer fruta y verdura frescas durante todo el año, y en consecuencia debo cuidar mis plantas. pero hay n–>8tumbado :) bichos que desean lo mismo. Tengo que apartarlos ( los enveneno, lo confieso). Se hasta sus nombres: pulgones y mariposas de varios colores, arácnidos, trips, psilas, ácaros, y todos con excelente apetito. La solución sería comer menos frutas y verduras o comerlas con las proteínas incorporadas. Hacerlo así sería más eficaz termodinámicamente hablando y menos trabajoso para el humano. Creo que comemos o consumimos demasiado y sin hacer el esfuerzo que supone naturalmente buscar el alimento diario. Y es que no somos naturales del todo. Somos predadores súperespecializados.Tan súper que vamos a matar al predado y sucumbiremos por ello. es lo que le pasa al virus que mata al 100% de sus huéspedes.

  8. tomás:

    Muy posiblemente, amigo «petrus». En la analogía, el virus es la humanidad, y el afectado, toda la biosfera.

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