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Comida ultraprocesada y medio ambiente

Área: Medio ambiente — jueves, 7 de abril de 2022

Los alimentos procesados son malos para la salud y para el planeta.

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La dieta de cada vez más gente incluye más alimentos ultraprocesados en proporción cada vez mayor. Se sabe que esto daña la salud, pero hasta ahora no se había evaluado el daño que esto tenía sobre el medio ambiente.

Los alimentos ultraprocesados, como los aperitivos endulzados o salados, los refrescos, los fideos instantáneos, los productos cárnicos reconstituidos, la pizza y los platos de pasta preparados, las galletas y los productos de confitería se fabrican mediante el ensamblaje de sustancias alimenticias, en su mayoría ingredientes básicos y aditivos «cosméticos» (en particular aromas, colorantes y emulsionantes) a través de una serie de procesos industriales.

Estos productos son la base de una dieta cada vez más globalizada y se están volviendo dominantes en el suministro mundial de alimentos, con ventas y consumo creciente en casi todos los países. Actualmente, su consumo está creciendo rápidamente en los países de ingresos medianos altos y medianos bajos.

En consecuencia, los patrones dietéticos en todo el mundo son cada vez menos diversos e incluyen más alimentos procesados, lo que tiene un impacto en la agrobiodiversidad. En concreto esto tiene un efecto sobre la variedad y variabilidad de animales, plantas y microorganismos utilizados directa o indirectamente para la alimentación y la agricultura.
Los efectos nocivos de los alimentos ultraprocesados en la salud humana estaban bien documentados, pero aún había poca conciencia de su impacto dañino en la salud del planeta, por lo que los alimentos ultraprocesados no figuraban en las agendas de desarrollo internacional.

Debido al consumo de este tipo de alimentos, la agrobiodiversidad global está en declive, especialmente la diversidad genética de las plantas utilizadas para el consumo humano .

Más de 7000 especies de plantas comestibles se utilizan para la alimentación humana, pero menos de 200 especies tuvieron una producción significativa en 2014 y solo nueve cultivos representaron más del 66 % en peso de toda la producción de cultivos.

Hasta el 90% de la ingesta de energía de la humanidad proviene de solo 15 plantas de cultivo y más de cuatro mil millones de personas dependen de solo tres de ellas: arroz, trigo y maíz.

Los autores del estudio advierten que tal disminución de la diversidad biológica en los sistemas alimentarios está interrumpiendo y dañando los procesos y ecosistemas de la biosfera que respaldaban la producción fiable de alimentos de forma sostenible. También reducen la diversidad de la dieta y crean una barrera para los sistemas alimentarios saludables, resistentes y sostenibles.

Así, por ejemplo, en un estudio en curso sobre 7020 alimentos ultraprocesados vendidos en las principales cadenas de supermercados brasileñas se encontró que sus cinco ingredientes principales incluían sustancias alimenticias derivadas de la caña de azúcar (52,4%), leche (29,2%), trigo (27,7%), maíz (10,7%) y soja (8,3%).

Como resultado, las dietas de las personas son menos diversas y los alimentos ultraprocesados remplazan la variedad de alimentos integrales necesarios para una dieta equilibrada y saludable .

La producción de alimentos ultraprocesados implica un mayor uso de ingredientes extraídos de unas pocas de especies de plantas de alto rendimiento (como maíz, trigo, soja y cultivos de semillas oleaginosas), lo que significa que los ingredientes de origen animal utilizados en muchos alimentos ultraprocesados a menudo son derivados de animales confinados que están alimentados con los mismos cultivos.

Otro tema de preocupación es que la producción de alimentos ultraprocesados utiliza grandes cantidades de tierra, agua, energía, herbicidas y fertilizantes, lo que provocaba la degradación ambiental por las emisiones de gases de efecto invernadero y la acumulación de residuos, sobre todo envases.

Según los autores, el rápido aumento de los alimentos ultraprocesados en la dieta humana seguirá ejerciendo presión sobre la diversidad de especies de plantas disponibles para el consumo humano.

Concluyen que los futuros foros mundiales sobre sistemas alimentarios deben destacar la destrucción de la agrobiodiversidad causada por los alimentos ultraprocesados y acordar políticas y acciones diseñadas para frenar y revertir este desastre y que los responsables políticos, los investigadores, las organizaciones profesionales y los grupos de acción ciudadana deben ser parte de este proceso.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Pixabay/CC

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2 Comentarios

  1. tomás:

    En efecto, no puede ser bueno para la salud humana comer una pizza que, además, igual te la traen a casa, fomentando el poco ejercicio. Y si hablamos de los problemas ambientales de las macrogranjas… Y si tenemos en cuenta la magnitud creciente de la biomasa humana… Por no citar el sinfín de otros problemas relacionados con la alimentación.
    Un desastre.

  2. tomás:

    Es que nos parecen mucho más sabrosa la carne con su grasa. Recuerdo que, de crío, leyendo «El lazarillo se Tormes», las dos escenas que más me desternillaban de risa eran cuando el chico pone al ciego frente al pilón para que salte con fuerza, pues hay un muy pequeño arroyo que salvar y este se atiza un descomunal cabezazo -comprendo que es cruel, pero…- y aquella en la que le cambia una hermosa y calentita morcilla o longaniza, no recuerdo bien, por una fría berenjena o zanahoria -tampoco estoy seguro-. O sea que quizá es ese sabor «umami», si es que lo tiene, lo que atrajo al lazarillo al cambiazo, y el cabreo del ciego por su falta, lo que tanto le enfadó.

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