Corales y transmisión de mutaciones
Transmisión de mutaciones en células somáticas a la descendencia.
La evolución funciona de una manera simple. Se produce una variación genética y el éxito reproductor se ve sometido a la presión de selección del ambiente.
Como siempre, el problema son los detalles. En estas mismas páginas ya hemos visto varios casos de transferencia horizontal de genes, que es una manera, una tanto singular, de obtener variabilidad genética. Ahora se propone una nueva de vía de obtener variabilidad genética a través de mutaciones en células somáticas.
Cuando pesamos en mutaciones que puedan dar un éxito reproductor pensamos en mutaciones en las células reproductoras, pues los genes contenidos en las células somáticas no puede transmitirse a la descendencia.
Ahora han conseguido demostrar que algunos corales transmiten mutaciones somáticas a la descendencia. Esto indicaría una nueva ruta potencial para la generación de diversidad genética, que es la materia prima para la adaptación evolutiva. Además, esto podría ser vital para permitir que los corales, que ya están en peligro de extinción por culpa del cambio climático, se adapten a cambios ambientales rápidos.
«Para que un rasgo, como la tasa de crecimiento, evolucione, la base genética de ese rasgo debe transmitirse de generación en generación», dice Iliana Baums (Penn State) y líderesa del equipo de investigación.
«Para la mayoría de los animales, una nueva mutación genética solo puede contribuir al cambio evolutivo si ocurre en una línea germinal o célula reproductiva, por ejemplo, en un óvulo o espermatozoide. Las mutaciones que ocurren en el resto del cuerpo, en las células somáticas, se cree que son evolutivamente irrelevantes porque no se transmiten a la descendencia. Sin embargo, los corales parecen tener una forma de sortear esta barrera que parece permitirles romper esta regla evolutiva», añade.
Desde la época de Darwin, nuestra comprensión de la evolución se ha vuelto cada vez más detallada. Ahora sabemos que los rasgos de un organismo están fuertemente determinados por la secuencia de su ADN. Los individuos de una población varían en su secuencia de ADN y esta variación genética puede conducir a la variación de rasgos que podrían dar a un individuo una ventaja reproductiva.
Solo en raras ocasiones ocurre una nueva mutación genética que le da a un individuo tal ventaja reproductiva (la mayoría no son ventajosas) y la evolución solo puede continuar si, y esta es la clave, el individuo transmite este cambio a su descendencia.
En la mayoría de los animales, las células reproductivas se separan de las células del cuerpo en las primeras etapas del desarrollo embrionario. Solo las mutaciones genéticas que ocurren en las células reproductivas tienen el potencial de contribuir a la evolución de la especie.
Este proceso lento de esperar mutaciones raras en un conjunto particular de células puede ser particularmente problemático dada la naturaleza rápida del cambio climático.
Sin embargo, para algunos organismos, como los corales, la segregación de las células reproductivas de todas las demás células puede ocurrir más adelante en el desarrollo o puede no ocurrir nunca, lo que permite que las mutaciones genéticas viajen desde el cuerpo de un padre hasta su descendencia. Esto aumentaría la variación genética y potencialmente podría incluso servir como un sistema de ‘preselección’ para mutaciones ventajosas.
Los corales pueden reproducirse tanto asexualmente (mediante brotes y fragmentación de colonias ) como sexualmente, mediante la producción de óvulos y espermatozoides. Los corales cuerno de alce (Acropora palmata) estudiados aquí transmiten sus óvulos y espermatozoides al agua en episodios de desove. En este caso, los óvulos de una colonia de coral generalmente son fertilizados por el esperma de una colonia vecina.
Sin embargo, este equipo de investigación descubrió que algunos huevos de esta especie de coral se convirtieron en descendientes viables sin la participación de un segundo coral, lo que parece ser una especie de reproducción sexual monoparental.
«Esta reproducción monoparental nos permitió buscar más fácilmente posibles mutaciones somáticas del coral progenitor y rastrearlas hasta la descendencia al simplificar el número total de posibilidades genéticas que podrían ocurrir en la descendencia», dice Sheila Kitchen (Penn State) y coautora principal del estudio.
El equipo de investigación analizó el genotipo de la muestras tomadas de diez lugares diferentes de una gran colonia y utilizó una herramienta molecular de alta resolución para investigar las diferencias de ADN entre ellas. Estudiaron en cuáles de ellas se había producido descendencia monoparental. Compararon esto con muestras de cinco colonias vecinas en casi 20000 ubicaciones genéticas.
Los resultados mostraron que las seis colonias de coral separadas pertenecían al mismo genotipo de coral original, lo que significa esencialmente que eran clones derivados de una sola colonia original a través de la reproducción asexual y la fragmentación de la colonia. Por lo tanto, cualquier variación genética encontrada en estos corales habría sido el resultado de una mutación somática. El equipo encontró un total de 268 mutaciones somáticas en las muestras. Cada muestra de coral albergaba entre 2 y 149 mutaciones somáticas.
Luego, el equipo observó la descendencia monoparental de la colonia de coral cuerno de alce y descubrió que el 50% de las mutaciones somáticas se habían heredado.
Aún se desconoce el mecanismo exacto de cómo las mutaciones somáticas llegan a las células de la línea germinal en los corales, pero los investigadores sospechan que la segregación entre el cuerpo y las células de la línea germinal en los corales puede ser incompleta y que algunas células del cuerpo pueden retener la capacidad de formar células germinales, lo que permitiría que las mutaciones somáticas lleguen a la descendencia.
También encontraron indicios de la herencia de mutaciones somáticas en algunos descendientes del apareamiento de dos padres coralinos separados, pero necesitarán estudios adicionales para confirmarlo.
«Debido a que los corales crecen como colonias de pólipos genéticamente idénticos, las mutaciones somáticas que surgen en un pólipo de coral pueden exponerse al medio ambiente y evaluar su utilidad sin afectar necesariamente a toda la colonia», dice Baums.
«Por lo tanto, las células con mutaciones potencialmente dañinas pueden morir y las células con mutaciones potencialmente ventajosas podrían prosperar y propagarse a medida que la colonia de coral continúa creciendo. Si estas mutaciones pueden transmitirse a la descendencia, como hemos demostrado ahora, significa que los corales tienen una herramienta adicional que podría acelerar su adaptación al cambio climático», añade.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Iliana Baums.
1 Comentario
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lunes 5 septiembre, 2022 @ 9:22 am
Parece muy interesante y me hace meditar que nuestro envejecimiento es, en cierto modo, un acúmulo de mutaciones somáticas, con la máxima expresión en los cánceres. Pero solo es una sospecha.
Abrazos, especialmente a los que más saben de esto.