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Sobre la megafauna de Papúa Nueva Guinea

Área: Paleontología — martes, 11 de octubre de 2022

Algunos animales de la megafauna de Papúa Nueva Guinea no se extinguieron hasta tiempos recientes, cuando los seres humanos ya llegaron a la región.

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La vida en la Tierra comenzó por microorganismos muy simples hace más de 3000 millones de años. Pasó mucho tiempo antes de que evolucionaran los seres pluricelulares complejos, algo que se dio hace unos 600 millones de años.

Ese esquema temporal es el que se ha mantenido desde entonces en cada momento, pues un ecosistema sano es el que tiene muchos más seres sencillos y pequeños que grandes y complejos, estos solo pueden sobrevivir si tienen a los primeros. Si vienen mal dadas, como cuando pasó con la extinción del Cretácico, los primeros en desaparecer son los animales más grandes.

Pero incluso tras una extinción masiva, la megafauna vuele a aparecer al cabo de unas decenas de millones de años. Tras la extinción de los dinosaurios de hace 65 millones de años volvieron a aparece animales, esta vez mamíferos, de gran tamaño. Los actuales elefantes, jirafas, búfalos y otros animales africanos son un ejemplo de megafauna.

Sin embargo, los ejemplos de megafauna en otros continentes son muy escasos en la actualidad, pese a que si los hubo en el pasado. Los perezosos gigantes de América hace tiempo que desaparecieron, así como otros animales de Australia. En algunos casos se ha relacionado la desaparición de la megafuna con la llegada del ser humano al continente de turno, pues siempre sale más rentable cazar animales grandes que pequeños.

Ahora un estudio pone de manifiesto que la megafauna de Papúa Nueva Guinea pervivió hasta tiempos muy recientes desde el punto de vista de la escala geológica de tiempo. Así, un canguro gigante que deambuló sobre cuatro patas a través de bosques remotos en las Tierras Altas de Papúa Nueva Guinea pudo haber sobrevivido hace tan solo 20 000 años, mucho después de que la megafauna de Australia continental se extinguiera.

Un grupo de investigadores ha utilizado nuevas técnicas para volver a examinar los huesos de megafauna del rico yacimiento de fósiles del abrigo rocoso de Nombe, provincia de Chimbu, en un intento por comprender mejor la historia biológica de Papúa Nueva Guinea.

El nuevo análisis atribuye nuevas edades a los huesos y sugiere que varias especies de mamíferos grandes, incluido el tilacino y un marsupial parecido a un panda (Hulitherium tomasettii) todavía vivían en las Tierras Altas de Papúa Nueva Guinea cuando los humanos llegaron por primera vez, posiblemente hace unos 60 000 años.

Sorprendentemente, dos grandes especies de canguros extintas, incluida una que saltaba sobre cuatro patas en lugar de hacerlo sobre dos patas, pueden haber persistido en la región durante otros 40 000 años.

«Si estas especies de megafauna realmente sobrevivieron en las Tierras Altas de Papúa Nueva Guinea durante mucho más tiempo que sus equivalentes australianos, entonces puede haber sido porque los humanos visitaban el área de Nombe con poca frecuencia y en cantidades reducidas hasta hace 20 000 años», dice Tim Denham (Universidad Nacional de Australia).

«El abrigo rocoso de Nombe es el único sitio en Nueva Guinea que se sabe que estuvo ocupado por personas durante decenas de miles de años y conserva restos de especies extintas de megafauna, la mayoría de ellas exclusivas de Nueva Guinea. Nueva Guinea es una parte septentrional boscosa y montañosa de un continente anteriormente más extenso llamado ‘Sahul’, pero nuestro conocimiento de su historia faunística y humana es pobre en comparación con el de Australia continental», añade.

Gavin Prideaux (Universidad de Flinders) dice que el último estudio de Nombe es consistente con indicios similares de la Isla Canguro, que también sugiere que canguros gigantes pudieron haber persistido hasta hace unos 20 000 años en algunas de las zonas menos accesibles del continente.

«Aunque a menudo se asume que todas las especies de megafauna en Australia y Nueva Guinea se extinguieron de costa a costa hace 40 000 años, esta generalización no se basa en muchas pruebas reales. Probablemente sea más perjudicial que útil para resolver exactamente lo que sucedió con las docenas de grandes mamíferos, aves y reptiles que vivían en el continente cuando llegó la gente», afirma Prideaux.

El abrigo rocoso de Nombe, ubicado en las cercanías de las comunidades de Nongefaro, Pila y Nola en Papúa Nueva Guinea, habría sido visitado con poca frecuencia por grupos nómadas de pueblos de las Tierras Altas en tiempos prehistóricos.

Este abrigo rocoso oculto fue excavado por primera vez por arqueólogos en la década de 1960, pero la fase más intensiva del trabajo de campo fue realizada en 1971 y 1980 por la arqueóloga Mary-Jane Mountain (Universidad Nacional de Australia), quien también es autora del último artículo. Su investigación inicial resultó en la primera descripción e interpretación detalladas del sitio de Nombe y desempeñó un papel fundamental en la configuración de nuestra comprensión de la historia humana de las Tierras Altas de Papúa Nueva Guinea.

«Mary-Jane inicialmente planteó la hipótesis de que la megafauna en el sitio podría haber sobrevivido durante decenas de milenios después de la colonización humana, pero esto solo se ha confirmado con el advenimiento de nuevas técnicas en arqueología, datación y ciencia paleontológica», sostiene Denham.

Prideaux dice que estas nuevas aplicaciones de técnicas analíticas modernas, o nuevas excavaciones en el sitio de Nombe, confirmarían aún más la cronología de la megafauna tardía y la duración de la ocupación por humanos en Papúa Nueva Guinea.

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Fuentes y referencias:
Artículo original I.
Artículo original II.
Ilustración: Peter Schouten.

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