Durante la realización de tareas monótonas podemos fantasear
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Unos investigadores encuentran que la misma red perteneciente a la región cortical cerebral que está activa cuando estamos desocupados produce ensoñaciones o fantasías cuando efectuamos una tarea mundana o monótona.
Algunas personas parece que tengan la cabeza en las nubes, puede que quizás mientras usted se toma el café de la mañana sueñe con ascender a director general de su empresa o que mientras conduce de camino al trabajo (a veces no sabemos ni cómo hemos llegado) sueñe con ser protagonista de una película junto a una actriz famosa o puede que planifique cómo recoger a los niños más tarde u otro tipo de tarea. Sería interesante saber qué es lo que hace que la mente divague de ese modo.
Investigadores del Dartmouth College puede que tengan la respuesta. Han encontrado que una red neurológica del córtex cerebral, y que se sabía que se activaba cuando la mente está completamente desocupada, está continuamente disparando pensamientos a la persona que realiza un actividad lo suficientemente rutinaria.
Malia Manson entrenó a varios voluntarios para efectuar tareas que requerían memoria espacial y verbal, y que después de cuatro días de repetición continua se volvieron tareas banales para éstos. De este modo creaba las condiciones necesarias para pudieran pensar en cosas que no estuvieran asociadas con la labor que realizaban.
De hecho, los sujetos afirmaron tener más fantasías y pensamientos cuando realizaban la tarea estándar para la que habían sido entrenados que cuando se introducían en ésta nuevos estímulos que les obligaban a aumentar su concentración.
Al cabo de cinco días los voluntarios tuvieron que realizar estas mismas tareas monótonas mientras se vigilaba la actividad de sus cerebros con un sistema de resonancia magnética nuclear funcional. Cuando los individuos no realizaban la tarea había actividad en varias regiones corticales, que incluían parte del córtex prefrontral (relacionado con la ejecución de funciones), el córtex prefrontal (que coordina los movimientos del cuerpo) y la circunvolución cingulada (parte del sistema límbico que está implicado en el aprendizaje y la memoria).
Cuando a los individuos se les pidió que ejecutaran las tareas para las que estaban bien entrenados muchas de esas mismas regiones que se activaban antes lo hacían también ahora. Pero si el trabajo era ligeramente alterado con alguna novedad entonces dicha actividad se atenuaba.
Estos resultados sugieren que esta red parece estar asociada con la producción de este tipo de pensamientos, planes y fantasías, estemos desocupados o no.
Los investigadores especulan que cuando realizamos una tarea monótona nuestra mente errante nos permite permanecer despiertos.
Alternativamente proponen que las fantasías que tenemos despiertos podrían ser una manera para unificar las experiencias pasadas, presentas y futuras de la persona.
Como tercera explicación proponen que quizás simplemente el cerebro evolucionó para efectuar más de una tarea a la vez, generando una sorprendente capacidad para la multitarea.
Sí esto último es cierto, es como si tuviéramos un sentido que controlara de lo que podemos y lo que no podemos hacer con los recursos disponibles. Es decir, tenemos un mecanismo que calcula cuántos recursos de atención sobrantes hay para así destinarlos a trabajar sobre un problema o a anticipar qué es lo que vamos a hacer en el futuro.
Puede que para escapar de lo insípido de nuestras vida cotidiana nuestros cerebros simplemente estén diseñados para tener ensoñaciones y fantasías, aunque estemos despiertos. ¿Ha tenido alguna ultimamente?
Referencia: Resumen del artículo en Science.
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martes 23 enero, 2007 @ 4:17 pm
Cada vez es más evidente las propiedades emergentes del cerebro y la mente humana.
Hay una función sicológica especial en esto: el cerebro busca resolver los problemas fundamentales (según la estructura cultural de la jerarquía de necesidades sicobiológicas) de la existencia del ser humano cuando no está ocupado totalmente.
Las fantasías forman parte de la realidad de una persona y reflejan el stress, la autoestima y las necesidades e insatisfacciones conque vive un ser humano.