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Sobre el coche de conducción autónoma

Área: Tecnología — miércoles, 7 de junio de 2023

Se demuestra que los automóviles autónomos carecen de inteligencia social en el tráfico, por lo que no saben cuándo ceder el paso y provocan situaciones de peligro y atascos.

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¿Debo seguir o ceder el paso? Es una de las cuestiones más básicas en el tráfico, ya sea al incorporarse a una autopista o a la puerta del metro. Esta decisión es una que los humanos suelen tomar rápida e intuitivamente, porque hacerlo depende de las interacciones sociales entrenadas desde el momento en que comenzamos a caminar.

Por otro lado, los automóviles de conducción autónoma, que ya están en la carretera en varias partes del mundo, todavía tienen dificultades para considerar estas interacciones sociales en el tráfico. Esto se ha demostrado en una nueva investigación realizada en el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Copenhague. Los investigadores analizaron una variedad de videos subidos por usuarios de YouTube de autos sin conductor en diversas situaciones de tráfico. Los resultados muestran que los automóviles autónomos tienen dificultades para entender cuándo ceder el paso, pues no saben bien cuándo cederlo y cuándo seguir adelante.

«La capacidad de circular en el tráfico se basa en mucho más que las reglas de circulación. Las interacciones sociales, incluido el lenguaje corporal, juegan un papel importante cuando nos enviamos mensajes unos a otros en el tráfico. Aquí es donde la programación de los autos sin conductor todavía se queda corta. Eso es por eso que es difícil para ellos entender constantemente cuándo detenerse y cuándo alguien se detiene por ellos, lo que puede ser molesto y peligroso», dice el profesor Barry Brown, quien ha estudiado la evolución del comportamiento de los autos sin conductor en el pasado.

Compañías como Waymo y Cruise han lanzado servicios de taxi con autos autónomos en diversas partes de los Estados Unidos. Tesla ha ofertado su modelo FSD (autoconducción completa) a unos 100 000 conductores voluntarios en EEUU y Canadá. Los medios están llenos de historias sobre el buen desempeño de los autos sin conductor.

Pero, según el profesor Brown y su equipo, su rendimiento real en carretera es un secreto comercial bien guardado que muy pocos conocen. Por lo tanto, los investigadores realizaron análisis en profundidad utilizando 18 horas de imágenes de YouTube filmadas por entusiastas que probaban autos desde el asiento trasero.

Uno de sus ejemplos de video favoritos muestra a una familia de cuatro personas de pie junto a la acera de una calle residencial en los Estados Unidos. No hay paso de peatones, pero a la familia le gustaría cruzar la calle. A medida que el automóvil sin conductor se acerca, reduce la velocidad, lo que hace que los dos adultos de la familia agiten las manos como una señal para que el automóvil siga adelante.

En cambio, el automóvil se detiene junto a ellos durante 11 segundos. Luego, cuando la familia comienza a cruzar la calle, el automóvil comienza a moverse nuevamente, lo que hace que salten de nuevo a la acera, con lo cual la persona en el asiento trasero baja la ventanilla y grita: «¡Lo siento, coche sin conductor!»

«La situación es similar al problema principal que encontramos en nuestro análisis y demuestra la incapacidad de los automóviles autónomos para comprender las interacciones sociales en el tráfico. El vehículo sin conductor se detiene para no atropellar a los peatones, pero termina embistiéndolos de todos modos porque no entiende las señales. Además de crear confusión y pérdida de tiempo en el tráfico, también puede ser francamente peligroso», dice el profesor Brown.

En el San Francisco centrado en la tecnología, el rendimiento de los autos autónomos se puede juzgar de cerca. Aquí, los autos sin conductor circulan en varias partes de la ciudad como taxis, yendo por las calles empinadas entre personas y otros fenómenos naturales. Y según el investigador, esto ha creado mucha resistencia entre los habitantes de la ciudad a su adopción.

Los automóviles autónomos están causando atascos y problemas de tráfico en San Francisco porque reaccionan de manera inapropiada a otros usuarios de la vía. Recientemente, los medios de comunicación de la ciudad escribieron sobre un suceso de tráfico caótico causado por automóviles autónomos debido a la niebla. La niebla provocó que los coches autónomos reaccionaran de forma exagerada y detuvieran y bloquearan el tráfico, aunque la niebla es muy común en la ciudad.

Este tipo de automóviles ha estado desarrollándose durante 10 años y la industria detrás de ellos ha gastado muchos millones de euros para impulsar su desarrollo. Sin embargo, el resultado han sido autos que aún conducen con muchos errores, bloqueando a otros conductores e interrumpiendo el flujo fluido del tráfico.

Cuando se le pregunta por qué cree que es tan difícil programar autos sin conductor para comprender las interacciones sociales en el tráfico, el profesor Brown dice: «Creo que parte de la respuesta es que damos por sentado el elemento social. No pensamos en eso. Cuando nos subimos a un automóvil y lo conducimos, simplemente lo hacemos automáticamente. Pero cuando se trata de diseñar sistemas, deben describir todo lo que damos por sentado e incorporarlo en el diseño».

«La industria automovilística podría aprender si tuviera un enfoque más sociológico. La comprensión de las interacciones sociales que forman parte del tráfico debería utilizarse para diseñar las interacciones de los coches autónomos con otros usuarios de la carretera, de forma similar a cómo la investigación ha ayudado a mejorar la usabilidad de los teléfonos móviles y la tecnología de manera más amplia», añade.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Creative Commons.

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20 Comentarios

  1. RicardM:

    No estoy muy al dia en los avances sobre los coches autónomos, pero me viene a la mente un problema clásico sobre la toma de decisiones. Creo que se llama el «dilema del camión y el niño» (o algo así….). Un coche autónomo, con conductor, va por una carretera y se encuentra enfrente que por izquierda avanza un camión y por la derecha hay un niño. No hay tiempo para parar. ¿Que hará el coche autónomo? ¿se lanzará contra el camión a sabiendas de que implica la muerte del conductor, o bien se salvará a costa de atropellar al niño? Dejar esta decisión a una AI me parece aventurado…
    Saludos cordiales.

  2. tomás:

    Muy añorado RicardM: Se te echa muchísimo de menos. Hace unos días lo comentaba con Miguel Ángel.
    Pero, por fin, has aparecido para ponernos en un dilema: su muerte y la del otro conductor, no seguras, pero muy probables y la muerte inevitable del niño que no tiene carrocería alguna que le proteja.
    Lo que pasa es que creo que pones una contradicción -autónomo con conductor-, pero es lo mismo. Pienso que una IA iría a por el niño y lo aplastaría. Sin embargo un humano, diría que se iría a por el otro camión.
    Un fuerte abrazo y gracias por tu comentario.

  3. Miguel Ángel:

    ¡Apúntate otro abrazo, querido amigo RicardM!
    Vimos ese dilema en una publicación de Neofronteras y creo recordar que el programa salva la vida del conductor y atropella al niño.

    El otro debate es cómo (de mal) nos acostumbraremos a la conducción automática y a la semiautomática, que ya incorporan los modelos actuales. Me parece que tienen ventaja los sistemas te permiten configurarlos para que sean más o menos estrictos y te puedan resultearmás cómodos, por ejemplo, el sistema para mantenerte en el centro del carril o el que decelera cuando otro vehículo que va por delante invade tu carril.

  4. tomás:

    Parece que habrá que meter valores más complejos -o mucho más complejos- en la IA de los vehículos sin conductor.

  5. tomás:

    Meditando sobre el tema mientras hacía mi paseo diario, se me ocurrieron varios escenarios o posibilidades y matematizarlas con las edades estadísticas de los actores. Sea que el camión A es el que no lleva conductor, H el que sí lo lleva y N el niño. Supongamos que la edad media de vida de un hombre es de 85 años y que la edad del conductor es de 35 años (le esperan 50) y la del niño 10 (le esperan 75). En el caso más simple, el camión A debiera lanzarse sobre el H y salvar a N. Pero, si están tan cerca como para que frenar no sea una solución, es muy posible que el choque entre camiones, como no se detienen inmediatamente por su inercia, acabe por atropellar a N, quizá con la parte media o trasera del A, matándolo también. Bueno, la IA debe tener en cuenta todas las variables posibles que son unas cuantas.
    Abrazos.

  6. Miguel Ángel:

    Y no te digo para que sea capaz de interpretar las intenciones de los peatones que, como se señala la noticia, incluye interpretar pequeñas variaciones en la posición corporal, los ojos de los peatones e incluso microgestos. Probablemente eso le suponga al programa una cifra superior a 11 millones de bits/s, que es lo que se estima que gasta la parte inconsciente de nuestro cerebro. Y a eso habría que sumarle más capacidad, para que la IA vaya mejorando con el aprendizaje.

  7. Miguel Ángel:

    Querido Maestro y Amigo Neo:

    Si está de ánimo y tiene tiempo para celebrarlo, solo faltan unos días para el 18º aniversario de la página.

    Le adelanto mi más sincera enhorabuena y agradecimiento por todo lo que hemos podido compartir desde que descubrí la página. Y un fuerte abrazo.

  8. tomás:

    A ello me sumo -te felicito, Miguel, por tu memorión- admirado y admirable Neo. Siento haberme convertido en un malhumorado viejo cascarrabias de casi todo desengañado. Sólo aquí me siento libre al hablar-escribir; sólo aquí me siento feliz. A ti te lo debo, mi admirado Neo. Mil gracias.

  9. Eduardo:

    Con respecto a que decisión la IA ira tomar ante la inminencia del fatal accidente.
    Creo que lo mas probable sera que frene en seco. Lo que suceda a partir de ese momento depende de la cantidad y dirección de la inercia que el vehículo tenga en el momento de la frenada.

  10. Eduardo:

    Complemento al comentario anterior.
    La IA, imagino que, no está capacitada para analizar el contenido moral y ético de los integrantes del accidente, como edades, índole, inclusive probable futuro de ellos, puede ser que alguno de ellos sea bandido, o venga a ser.
    En los comentarios anteriores creo que, se está cobrando a la IA una decisión de la que ella no tiene base para apoyarse, Esto sucede por que nosotros humanos si que la tenemos, y sin querer a ella también se la atribuimos.

  11. tomás:

    Creo, amigo Eduardo, que no podemos pedir a la IA que analice sino el presente y proyectar los datos. Puede apoyarse en que, estadísticamente, una persona puede vivir 85 años de media, pero no va a saber si tiene leucemia, por ejemplo.

  12. tomás:

    … o si en el futuro va a ser un pederasta o el conductor dejará una familia desamparada con tremendas consecuencias.

    Me viene a la memoria y me voy a permitir recordar una broma que infringí a un dependiente de una ortopedia y me perdonáis si queréis o me lo reprocháis si lo consideráis de mal gusto.
    Quería que se me hicieran unas plantillas para los pies, que desde hacía ya tiempo, tenía delicados.
    Entonces pregunté: ¿conoce Vd. a algún pediatra para que me haga unas plantillas?
    -¿Un pediatra?
    -Bueno, será un pietista.
    -¿Un pietista?
    -No sé, ¿un piedólogo, un pederasta?
    Me echó el muy inculto.

  13. tomás:

    Volviendo a lo nuestro, amigo Eduardo, por tu comentario en 9, «Creo que lo más probable es que frene en seco», parece que eso le es imposible al vehículo. Además tal comportamiento evita el dilema totalmente.
    Creo que ese problema se ha tratado de diversos modos, pero no recuerdo ninguno en el que, si escoge atropellar y, consecuentemente, matar al niño, sabiendo que ese iba a ser el ineludible resultado, o matar al conductor, sabiéndo también la consecuencia, se exigieran responsabilidades ¿a quién?, ¿al diseñador?, ¿al propietario?

  14. tomás:

    Amigo RicardM: He vuelto a leer el dilema propuesto y me he dado cuenta de que, al final, pones: «¿… o se salvará a costa de atropellar al niño? Es que sumando esto a «Un coche autónomo, con conductor…», ya no me aclaro.
    Entonces, ¿lleva el coche autónomo algo así como un conductor humano por si acaso hay alguna emergencia?
    Es que no lo entiendo… Te agradecería precisases.
    Un muy cordial saludo.

  15. tomás:

    Bien, pocos días faltan para que se cierre la noticia a comentarios y mi solicitud a RicardM para que nos aclare su algo -a mi entender- comentario, no recibe respuesta.
    Espero, al menos, que se encuentre bien de salud y le envío un abrazo.

  16. tomás:

    Quería decir «contradictorio» -a mi entender-

  17. Miguel Ángel:

    Querido amigo Tomás:

    He supuesto que RicardM se refería a un coche autónomo que transporta una única persona en lo que sería el asiento de el conductor (pero las decisiones las toma la IA).

    Sobre la seguridad en los vehículos, quizá nos puedas contar alguna anécdota de esa época tan negra que fueron los años 60 y 70 y la cantidad de muertes que hubo a pesar de que circulaban pocos vehículos. En el pueblo de mi abuelo solo había 3 coches a principios de los 70, y eran 700 habitantes. Era moda entre los padres de familia ir a la máxima velocidad posible, alardeando de ello.

  18. tomás:

    Muchas gracias, querido amigo Miguel por responder a la aclaración que solicito al esquivo y siempre recordado RicardM. Me pides que haga de «abuelo Cebolleta» y tengo muchísimas anécdotas, pero sujeto mi pierna gotosa y recuerdo la más extraña: Eran los años, que supongo no habrás conocido, en los que se pretendió bajar la mortalidad en las carreteras, diría que por primer vez y a algún «cerebro» del régimen franquista se le ocurrió la feliz idea de poner en cada lugar donde había habido algunos accidentes algo así como: «Curva peligrosa. Aquí, 7 muertos», por ejemplo. Como los conductores solían ser novatos, mientras leían, se les echaba la curva encima y, ¡hala!, otro muerto más. Pasábamos por allí en un camión vacío desde Madrid hacia mi pueblo un chofer que creo recordar, se llamaba José Luís y yo, que no tenía carnet, pero conducía desde los doce o trece años. El caso es que nos para un militar, creo que capitán delante del cuerpo de una mujer muerta y un hombre lloroso que miraba más a su 600 destrozado en el fondo de un barranco que a su esposa fallecida. Nos dice el militar que llevaba allí como una hora esperando al forense y que como no venía, que echásemos el cadáver al camión, que lo llevásemos a Sigüenza, que era la población más cercana, y que allí, buscásemos al cura y le entregásemos la macabra carga, toda ensangrentada, que me manchó el calzado de sangre, lo que me hizo vomitar allí mismo porque ni él ni el apenado marido nos echaron una mano para ponerla en la caja del camión -pues pesaba lo suyo-, así que hubimos de bambolearla hasta coger altura y alcanzar la caja. Todo esto sin documento o escrito alguno que justificase la cuestión. Cuando llegamos a Sigüenza, pasamos horas hasta encontrar el cura que, además, no quería hacerse cargo de la muerta, precisamente por no llevar documentos que le obligasen. Por fin, tras muchos ruegos inútiles, le amenazamos con dejar la carga en la puerta de la iglesia, ante lo cual y viendo que íbamos en serio, accedió a llevarnos a un almacén lleno de sacos de trigo y pusimos el problema encima de uno de ellos.
    Libres ya, paramos en Alcolea del Pinar, en Casa Basilio -creo recordar el nombre- y pedimos una cervezas. Pero estaban calientes, lo que provocó mi segunda vomitina al volver a ver mis zapatos ensangrentados que ya no sé si fue por la desventura o porque, en mi apresurado ir y venir buscando al cura, pisé un clavo vertical que estaba en un tablón de una obra, pero que tal como entró salió; tal era el estado de nerviosismo en el que me hallaba.
    Y con esto se acaba la historieta pedida.
    Un abrazo, mi buen amigo.

  19. Miguel Ángel:

    ¡Pesadilla buñuelesca en toda regla, mi querido amigo! Pero has dado en el clavo en señalar que fueron los gobiernos, y no los conductores, los que empezaron a preocuparse, más que por los muertos, por los huérfanos y los que quedaban lisiados, por el gasto que ocasionaban.

    Abrazos del pasado y del presente.

  20. tomás:

    Es posible. Miguel, lo que indicas. Rectifico mi recuerdo. El propietario del café-bar se llamaba Benito, no Basilio, y hacía unos cafés inigualables.

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