Los simios planifican el futuro
Un grupo de científicos descubren que los simios son capaces de entender las consecuencias de determinadas acciones y planificar así el futuro.
Los seres humanos mostramos una sorprendente capacidad para planificar nuestro futuro. Imaginamos, planificamos y finalmente tomamos medidas para alterar el curso de los acontecimientos.
Aunque algunos animales pueden preparar un refugio o almacenar comida, son en su mayoría conductas innatas no planificas o aprendidas sin previsión de futuro. Hasta ahora se creía que los animales no tenían esta capacidad. Sin embargo, Nicholas Mulcahy y Josep Call del instituto Max Planck de antropología evolucionista en Leipzig han podido comprobar que con los grandes simios (en este caso bonobos y orangutanes) compartimos la habilidad de planificación futura y lo publican en la revista Science.
Los investigadores primero entrenaron a cinco bonobos y cinco orangutanes en el uso de unas herramientas para conseguir una recompensa en forma de fruta de un sistema mecánico. Entonces bloqueaban el acceso a la recompensa pero permitían a los simios manejar y familiarizarse con herramientas tanto apropiadas como inapropiadas para tal fin durante cinco minutos. Seguidamente los acomodaban junto con las herramientas en una sala de espera por una hora. Después de ese tiempo se les permitía elegir una herramienta y los llevaban de nuevo a la primera sala de pruebas de tal modo que si habían acarreado la herramienta apropiada podrían conseguir la recompensa.
Las dos especies de simios tomaron la herramienta apropiada y la trajeron de nuevo al volver de la sala de espera con una probabilidad superior a la predicha por una elección casual.
Una hembra de orangután, por ejmplo, realizó esta proeza en 15 de las 16 ocasiones. Incluso cuando el tiempo en la sala de espera se extendió hasta 14 horas durante la noche esta hembra tuvo éxito en usar la herramienta en más de la mitad de los casos. Un bonobo lo hizo incluso mejor, para periodos de espera prolongados de 14 horas, pues acertó al escoger la herramienta apropiada en 8 de 12 intentos.
Los investigadores realizaron dos pruebas más para determinar si los simios simplemente hacían una asociación de la herramienta con la comida o si realizaban una planificación del futuro. En la primera dos de los bonobos y dos de los orangutanes se enfrentaron a un desafío similar pero la recompensa consistía en zumo en lugar de fruta y así descartar la posibilidad de que los simios hubieran escogido previamente la herramienta adecuada porque estaban hambrientos. De nuevo lo simios demostraron planificación.
Finalmente a otros simios desentrenados se les presentaron las herramientas pero no el dispositivo que proporciona la fruta, e igualmente se les recompensaría en caso de usar la herramienta adecuada, pero casi todos ellos fallaron. Todo esto elimina la asociación entre herramienta y comida.
Por tanto los simios seleccionan, trasportan y guardan una herramienta apropiada no porque la necesiten en el momento presente sino porque podrían necesitarla en el futuro. Esto es un resultado muy interesante porque el uso de herramientas para obtener comida se había reportado en poblaciones naturales de orangutanes sólo en caso de necesidades del momento y no como algo ya planificado.
Tanto que los bonobos como los orangutanes puedan planificar el futuro sugiere que la habilidad para realizar esto evolucionó en un perido de timepo anterior a hace 14 millones de años, en lugar de hacerlo durante la evolución de los homínidos en los pasados 2.500.000 años como hasta ahora se creía.
Este resultado muestra una vez más que las diferencias entre seres humanos y los simios no son tan grandes desde el punto de vista cualitativo.
Referencia: artículo en Science
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domingo 9 agosto, 2009 @ 12:28 am
El experimento de Koehler, en la década de los cuarentas, permitió observar la fabricación de instrumentos por parte de monos que descubrian el ensamblaje de dos cañas para acceder a un manojo de plátanos, del mismo modo, la caña podia usarse como bastón para atraer plátanos de fuera de la jaula, y podian usar cajones uno sobre otro para ramos de esta fruta que colgaban del techo. A este autor le llamó la atención no tanto que los animales construyeran utensilios básicos, sino el «repentino descubrimiento» (intuición, insight) de la solución al dilema.