NeoFronteras

Nuestro cerebro está predispuesto a la jerarquía

Área: Neurología — lunes, 28 de abril de 2008

Unos investigadores muestran que para nuestros cerebros es tan importante el dinero como el estatus social que tenemos.

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Portada de Neuron. Foto: Lydia Kibiuk y Ethan Tyler, NIH Division of Medical Arts.

¿Qué es más importante el dinero o el estatus social? Según los investigadores National Institute of Mental Health la región del cerebro denominada estriatum los sopesa uno contra el otro a la hora de tomar decisiones, siendo los dos importantes. De hecho los circuitos neuronales implicados se activan por eventos importantes relacionados con un cambio en el estatus jerárquico tan intensamente como cuando se gana dinero.
Los que sueñan con una sociedad sin clases sociales puede que se frustren con este resultado, pues la percepción de la jerarquía estaría profundamente grabada en nuestros cerebros, y por tanto en nuestra naturaleza biológica.
Además, estos investigadores sugieren que nuestra posición social influye intensamente en nuestras motivaciones, así como en nuestra salud mental y física.
En estudios previos se mostró que el estatus social es un buen indicador de la salud. En animales estresados por su posición social se observo que tenían problemas cardiovasculares y padecían ansiedad y depresión. En un estudio clásico realizado en el funcionariado del Reino Unido se comprobó que los individuos de menor rango tenían más probabilidades de tener problemas de salud y mayores posibilidades de morir prematuramente. Un rango bajo comprometía la salud a través de sus efectos psicológicos. De este modo, la limitación del control sobre nuestras propias vidas o de nuestras relaciones con los demás, inherentes a tener un rango bajo, pasaba finalmente una factura en la salud. Por otro lado, en jerarquías con movilidad, en las que se podía subir y bajar en el escalafón, se vio que aquellos que estaban en la cumbre sufrían de problemas ligados al estrés ante la posibilidad de poder perder su posición.
Caroline Zink, Andreas Meyer-Lindenberg y sus colaboradores usaron resonancia magnética funcional para estudiar este asunto. Para ello crearon una jerarquía artificial con 72 voluntarios que jugaban individualmente a un juego de ordenador especialmente diseñado con el que podían ganar dinero real mientras que se vigilaba su actividad cerebral. Se les asignaba un rango en una jerarquía ficticia basado en sus supuestas habilidades jugando al juego en relación a otros «jugadores» simulados. Los sujetos del estudio, a los que se sometió al experimento individualmente, desconocían que los otros jugadores con los que jugaban simultáneamente eran ficticios. Pero mientras jugaban los participantes reales podían ver las puntuaciones y fotos de los otros «jugadores» inferiores o superiores en rango y que supuestamente jugaban en otras habitaciones simultáneamente. Los investigadores podían controlar el efecto que los resultados de los demás tenían sobre el individuo estudiado manipulando los resultados de los jugadores ficticios.
Se les aseguró que los resultados de los demás no afectarían sus ganancias monetarias, tendrían por tanto efecto solamente sobre su posición en la jerarquía.
Aunque sabían que la puntuación de los demás no afectaba a sus propios resultados y recompensas (de hecho se les dijo que lo ignoraran), la actividad cerebral y el comportamiento de los participantes se veían fuertemente influenciada por su propia posición en la jerarquía frente a la de los demás. Es decir, los jugadores se preocupaban por su puesto en la jerarquía pese a que no influía en el dinero que ganaban.
Según Zink el procesamiento de la información jerárquica parece estar fuertemente arraigado en nuestros cerebros, ocurriendo incluso fuera de un ambiente «competitivo», subrayando lo importante que es para nosotros.

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Actividad cerebral cuando el jugador veía que la posición de otro jugador de rango superior era inestable y por tanto tenía la posibilidad de subir en la jerarquía. Foto: Caroline Zink, Ph.D., NIMH Genes Cognition and Psychosis Program.

Entre los resultados encontrados se pueden citar que el estriatum ventral respondía a la posibilidad de subir o bajar en el rango tanto como a una recompensa monetaria, confirmando el alto valor del estatus social.
Con solamente ver a un jugador de mayor rango, a diferencia de uno inferior, se activaba un área cerca de la parte frontal del cerebro que parece medir a las personas, realizándose un juicio interpersonal y asignándose un estatus social.
Un circuito en la parte frontal central del cerebro, que procesa las intenciones y motivaciones de los demás, y las regiones profundas del cerebro, que procesan las emociones, se activaban cuando la jerarquía terminaba siendo inestable y permitía una movilidad hacia arriba o hacia abajo.
Jugar mejor que un jugador de rango superior activaba regiones que controlan la planificación acciones, mientras que al jugar peor que un jugador inferior se activaban regiones cerebrales asociadas con el dolor emocional y la frustración.

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Actividad cerebral cuando el jugador era consciente de que un resultado le catapultaba a un rango más alto en la jerarquía. Foto: Caroline Zink, Ph.D., NIMH Genes Cognition and Psychosis Program.

Cuanto más positiva era la disposición o estado de ánimo experimentada por los jugadores al ganar más intensa era la actividad cerebral en la circuito de dolor emocional cuando veían un resultado que les bajaba en el escalafón. Es decir, la gente que sentía más felicidad cuando ganaban sentía más dolor cuando perdían. Esta activación del circuito del dolor emocional podría estar detrás del riesgo de sufrir problemas de salud derivados del estrés entre individuos competitivos.
La clave es que todo esto proporciona la prueba de que nuestro cerebro considera la posición jerárquica tan importante como otro tipo de recompensas y que medimos nuestros beneficios en función de los beneficios de los demás. Nuestro cerebro sería exquisitamente sensible a la posición jerárquica. Si la jerarquía es estable podemos ignorar a aquellos que están por debajo y concentrarnos en los que están por encima. Si es inestable, y podemos perder nuestro estatus, entonces aparecen las emociones y los problemas.
Ahora estos investigadores están planeando seguir con el estudio en pacientes con problemas mentales, como esquizofrenia o autismo. Además están explorando unas particulares variantes de genes que podrían afectar la respuesta cerebral en este tipo de experimentos.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa en NIMH.
Artículo en Neuron (resumen).

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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21 Comentarios

  1. Bosco:

    La interpretación de los resultados del experimento me parece muy cuestionable. Claro que un descenso en la escala nos afecta, nadie es estúpido y todos sabemos lo que no nos conviene. Si fuera que a más altura en la escala, se registrara más salud sería otra cosa. Pero ahí mismo se dice que los que están en las posiciones más altas se estresan por temor a descender. Debo entender entonces que desde ese punto de vista lo mejor es no estar ni muy abajo ni muy arriba, o sea… Una sociedad sin clases o al menos , una sociedad con mínimas diferencias sociales.
    Es un clarísimo ejemplo de ideologización de la ciencia.

  2. Armando Hernández:

    Para Bosco:
    Lo que está clarísimo es que es tu interpretación es la que está ideologizada, y no el estudio. Si no nos gusta el resultado nos tendremos que aguantar, pero ahí está.
    Supongo que tenemos todavía algo de nuestra etapa de homínidos, cuando éramos poco más que monos que peleaban por ser un macho alfa y así conseguir cubrir a las hembras, y tener poder y recursos. Habremos heredado eso y todavía estará en nuestros cerebros, aunque no consigamos nada más que simple estatus como en el experimento.
    Pero la cruda realidad es que a más estatus, más dinero, más poder y más sexo con hembras jóvenes y atractivas. Si no queremos ver este resultado obvio es que además de clasistas somos o pretendemos ser tontos.
    Esta puede ser la razón por la cual una sociedad igualitaria fracasa. Al final deja de serlo. Una vez que un líder comunista llega al poder y alcanza un estatus se preocupará por permanecer allí por siempre y denegar el ascenso a los de abajo. Léase Fidel Castro por ejemplo.
    También debe de ser la razón por la cual ciertos jefes se rodean de incompetentes que nunca le harán sombra. Así nadie los desafiará para sustituirlos.

  3. Rex:

    Yo opino que la afirmación sobre que estos resultados entran en conflicto con la eliminación de clases sociales no se sigue del estudio, pues éste se atiene estrictamente a la observación de la jerarquía. Puede dar, en todo caso, cierta intuición de cómo podría ser; pero para obtener respuestas respecto a esa cuestión deberían hacerse experimentos que traten de forma directa situaciones en las que no existan clases sociales aunque sí autoridades transitorias de libre aceptación. Por ejemplo, el aceptar consejos sobre zapatos por parte de un zapatero en lugar de por un relojero.

  4. Deus Irae:

    El estudio parece bueno, ahora las conclusiones a priori parecen algo precipitadas. Por cierto, hace poco un estudio similar demostraba que la cultura afectaba la estructura del pensamiento…

  5. Bosco:

    No quiero hacer de esto una polémica entre dos pero, me parece que Armando ha entreverado las cosas.
    Es bastante obvio que nuestra experiencia como especie, tal vez como seres vivos, habría de estar codificada, de alguna manera en nuestro cerebro. Lo interesante y ponderable de la noticia es que se vayan encontrado los locus del registro (aún no su comprensión).
    En ese sentido, no es de sorprender que en nosotros, habitantes de una civilización que ha priorizado al dinero como proveedor de poder-que-nos-permite-sobrevivir-y-reproducirnos-con-las-mejores-hembras, esos centros cerebrales se nos activen ante la posibilidad de ganarlo.
    Si habitáramos en otro tipo de sociedad, tal vez se activarían ante la sola idea de fabricar la más bella máscara para que alguien use en la fiesta anual de nuestra tribu; aunque ello no implicara ganancia económica ni fuera a pertenecernos como propiedad privada.
    ¿Quién ha escrito en nuestro cerebro esos códigos aun no descifrados sino la experiencia?
    ¿No será hora de priorizar nuevos valores antes de que el planeta se transforme en un inmenso arenal?

  6. lluís:

    Pues para que no sea un polémica entre dos, me permito meter baza. No es infrecuente que suela haber algún tipo de ideología de por medio cuando un estudio científico no nos gusta y especialmente sucede esto cuando abordamos campos que tienen que ver con las neuropsiquiatría o la neuropsicología. Encuentro sólidos los argumentos de Armando Hernàndez. Lo de una sociedad igualitaria va contra la propia evolución, y en el terreno socio-político se ha demostrado un completo fracaso. Los ejemplos propuestos por el sr.Hernández son elocuentes. Hace tiempo que se inventó la socialdemocracia para paliar un exceso de diferencias de clase. Con el principio de igualdad de oportunidades, deben contar los méritos de cada uno. El estudio, por otra parte, como todo estudio científico, es refutable. Así que anímense aquellos que por lo que fuera les ha disgustado.

  7. NeoFronteras:

    Nos guste o no el resultado está ahí. El ser humano tiene unos condicionantes biológicos, fruto de una historia evolutiva, que nos condicionan. No somos una «tabla rasa». Este resultado es uno más de los muchos ejemplos que se pueden dar. Como ya se ha dicho, parte de nuestro pasado homínido está todavía por ahí.
    Por otro lado, aunque la percepción de nuestra posición y la de los demás en la jerarquía nos condiciona, no nos determina. Al igual que otros condicionantes tampoco lo hacen (salvo cuando existen trastornos psicológicos). Las leyes, la cultura, la educación recibida moldea el poso biológico. Incluso la lengua que hablamos configura la estructura de nuestro pensamiento.
    Se puede creer en un mundo más justo, con más igualdad de oportunidades sin que estos condicionantes nos determinen. Pero negar nuestra biología, nuestros condicionantes, no nos ayudaría. Siempre está bien saber más y conocer a tu «enemigo», incluso si éste está dentro de nosotros mismos. Tampoco podemos pedir peras al olmo.
    La ciencia trata de explicar pero no nos dice cómo hemos de vivir. Somos nosotros, como seres políticos que somos, los que al final deberíamos decidir.

  8. NeoFronteras:

    En cuanto al factor de salud, según los datos suministrados lo más saludable sería un sistema en el cual uno ocupa la cumbre de forma vitalicia. El rango nunca es cuestionado y no se sufre por ello. Lo malo es si te toca ser un subordinado. No parece un sistema muy justo.
    O un sistema totalmente igualitario en el que no haya rangos de ningún tipo (si es que es posible y no nos los inventamos). No parece un sistema muy productivo.

    En todo caso la competitividad siempre la sentimos. No hace falta ningún estudio que nos diga lo que en el fondo de nuestros corazones ya sabemos, aunque no lo queramos reconocer.

  9. Alejandro Sánchez:

    En otros espacios web’s se expuso el experimento de otra forma, pero el resultado es el mismo. En tribus polinesias el sentido de jerarquía va por la cantidad de flechas y plumas que un varón pueda manipular, además de saber cazar monos. En EE.UU. se trata de saber cazar humanos para venderles o aprovecharse de ellos económicamente (incluso en extremos como el de Irak). El componente sexual no es el único motivador de jerarquías, basta ver el orden que hay en las Sanghas budistas (donde el sexo no tiene nada que ver, absolutamente nada). Es una cuestión termodinámica: la experiencia y la expertitud lleva tiempo y trabajo físico; lo cual genera jerarquías por especialidad. Se supone que si queremos sobrevivir y evolucionar cultural y tecnocientíficamente, deberíamos dar mayor importancia a la jerarquía por conocimientos e inteligencia emocional. Pero resulta ser que los profesores universitarios y científicos no son los más exitosos de la sociedad (en términos económicos), lo son los futbolistas y otros deportistas; además de los cantantes; que no esta mal, pero tampoco está bien.
    Se puede lograr una sociedad sin clases sociales (en el sentido original del término: Una sociedad de relaciones opresivas socioeconómicas) Pero no una sociedad sin jerarquías funcionales, la física del universo lo impide.
    Lo que naturaleza nos impone como atavismos podemos superarlo con educación y cultura, pero son tendencias innatas que llevan años moldearlas. De todas maneras, hay personas que encuentran más satisfacción en ayudar a los demás que en ganar estatus social y no son pocas. Deberían estudiar a este segmento de personas: Voluntarios para trabajos solidarios, monjes budistas, etc. No todos viven atados innatamente a la urgencia del sexo y la vanidad.
    Que exista este tipo de gente (que no es poca) hace cuestionable el propio diseño del experimento. Hay que hacer más estudios, el ser humano no es tan animal ni tan racional como para reducirlo a un solo experimento.

  10. Rex:

    La jerarquía tal y como está entendida en este estudio no está reñida con una sociedad igualitaria. En una sociedad igualitaria al estilo, por ejemplo, de la anarquista, no existe un estado ni un gobierno, pero la gente se organiza en grupos y acepta autoridades transitorias, se asocia libremente y se autogestiona. Así que, este estudio está manejando un concepto de jerarquía como una simple cadena de autoridades, sin entrar en consideración si estas autoridades hubieran podido formarse de abajo arriba en lugar de arriba abajo.
    En cuanto a lo de los méritos que se expone en otros comentarios, no quedan eliminados en una sociedad igualitaria. Podría ponerse por caso, por ejemplo, el del anarquismo colectivista que defiende: «de cada cual según su capacidad y a cada cual según su mérito». De hecho, en nuestro país se llevó a la práctica con éxito durante la guerra civil en lugares como Cataluña y así todo no habían hecho nada más que empezar.

    Si a alguien le interesa, aquí dejo un enlace a un documental en la 2 sobre cómo pudieron funcionar estas sociedades aquí:
    http://video.google.es/videoplay?docid=-8755849295018315234

  11. DEUS IRAE:

    Esto es una basura similar en todo a la famosa «la curva de la campana» y no se como dan pábulo a esto. El estudio es un dislate y usar la palabra «predispuesto» demuestra que lo único predispuesto es el resultado.
    Hay un estudio científico que demuestra que el 90% de los estudios científicos se equivocan en las conclusiones y que hay que rectificarlos tarde o temprano.

  12. NeoFronteras:

    Estimado usuario de ONO, o simplemente Deus, tal vez, si argumentara un poco más su comentario otros lectores lo tendrían en consideración. Así, sin más, es simplemente sólo una descalificación gratuita que desmerece los buenos e interesandantes comentarios que otros han hecho.
    En cuanto a la «curva de campana», si se refiere a la campana de Gauss, es una distribución muy empleada en estadística, ciencia o simplemente en la industria. Describe muchos fenómenos, pero usted no hace referencia qué aplicación en particular de este ente matemático le ha molestado.
    Mencionar, como hace, un supuesto resultado científico (falso) para desprestigiar a la comunidad científica (que por cierto desarrolló el ordenador que usa) sería, además de paradójico, gracioso por no decir patético. La frase denota simplemente que desconoce el método científico.
    Por último, el tono empleado tampoco es el que se esperaría de seguir unas mínimas normas de cortesía, así que desde aquí agradeceríamos perderle como lector.
    Sólo recordar que en NeoFronteras se tiene tolerancia cero frente a los trolls, no se asuste si su próximo comentario es eliminado. Así que ahórrese su precioso tiempo y vaya a pastar a otros prados de Internet (perdón por la metáfora) donde seguro será bienvenido.
    Buenas tardes y buena suerte.

  13. lluís:

    Clap, clap, clap (un aplauso al comentario número 12. Realmente molesto e injuriante).

  14. lluís:

    Bien, debo aclarar lo que acabo de decir, porque no dice lo que quería decir, realmente molesto e injuriante el tono adoptado por el sr. Deus Irae. Ahora sí está bien.

  15. Ricardo Mostajo:

    La Ciencia siempre busca generar un promedio estable sobre todos los elementos, con el fin de poder llegar a una conclusión certera y concreta sobre los datos analizados. Cuando ya no hay duda sobre dichos datos, se puede decir que es una Teoría o, incluso, una Ley. En esta investigación se propone seguir investigando para comprender las naturalezas ocultas del comportamiento humano, elementos que existen en la conducta, pero en nuestra sociedad cartesiana necesitamos tener cosas claras y no dejarnos llevar por posturas ideológicas.
    La Lucha de Clases existe, pero eso no significa que debamos ser todos iguales, sino que tratar de no generar pobreza, que creo es el fin de una sociedad socialdemócrata, aunque no se logre dislumbrar en la praxis, pero cabe mencionar algo: todos necesitamos actualizarnos constantemente para no sucumbir al estancamiento que se reproduce en una vida cada vez más limitada. No se trata de ser el mejor, sino de hacer lo mejor posible dentro de nuestras capacidades. Hay que autogestionarse, pero no destruir al otro con fines egocentristas. La vida nos pone barreras que debemos sortear para seguir avanzando. Sobrevivir es parte de la naturaleza y en el mundo humano la mejor manera de hacerlo es encontrando una vocación que proponga activar todos los elementos cognitivos y emocionales en aras de crecer y desarrollarse cada vez más. Lo ideal es que sea en concordancia con el resto y que no exista pobreza, y creo que eso a sido la principal falencia del sistema capitalista, pero si dejamos de buscar ser «Los Mejores» y sólo intentamos hacer lo que nos corresponde hacer desde nuestra historia, biología, contexto, habilidad e intereses, podremos cumplir un buen rol y es muy seguro que tengamos una buena pareja y un plato de comida frente a nosotros.

  16. Deus Irae:

    Es un estudio tan conocido que solo con poner en google «curva de la campana» tiene reseñas del ese estudio para aburrir:

    http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1995/02/26/sociedad/30069.html

    «Un libro desata la polémica por afirmar que los blancos son más inteligentes que los negros
    El tañido de la campana
    Los autores defienden que la inteligencia es una cuestión principalmente genética – Los republicanos, adoptando las ideas del polémico estudio, han pedido la suspensión de todas las ayudas concedidas para eliminar diferencias por motivos raciales»

    Lo que no sé como dais cabida en vuestra prestigiosa página a este tipo de noticias.

  17. NeoFronteras:

    Este estudio es serio y está publicado en Neuron. Sólo tiene las implicaciones políticas que se le quieran dar. No es una invitación a nada.

    En cuanto a lo que menciona sobre «La curva de la campana» no es nuevo. Todavía no se sabe muy bien qué es lo que miden los test de inteligencia. Probablemente sólo la habilidad de pasar el test. Sobre esa cosa que miden los test de inteligencia se sabe que tienen una componente genética. Esta habilidad se puede además entrenar, así que sacar conclusiones de esos estudios es muy arriesgado. Sacar conclusiones políticas o réditos políticos lo es aún más. Sobre este tema Stephen J. Gould tiene un libro interesante titulado «La falsa medida del hombre»
    Desconocemos la rigurosidad del libro que menciona. Aunque sus conclusiones fueran verdad esto no significa que haya que instaurar la injusticia. En todo caso eso es una decisión política no científica.
    La verdad puede ser políticamente incorrecta, pero no debe ser necesariamente una invitación a discriminar.
    Frente a esos datos uno puede decidir cortar las ayudas o precisamente lo contrario para así ayudar a quien más lo necesita. Es siempre una decisión política.

    Francamente su enemigo no son los científicos que hacen estos estudios, son los políticos que intentan imponer una concepción de la sociedad contraria a sus gustos políticos. Está en todo su derecho de defenderlos. Pero defiéndalos bien, no se equivoque de objetivo o los primeros en salir perjudicados serán sus ideales.

  18. Deus Irae:

    Respecto a «la curva de la campana» te aconsejo que leas más sobre ese libro y la polémica que surgió en su día sobre la interpretaciones político, sociales y filosóficas que se hicieron de el, más tarde fueron todas refutadas una a una y se demostró que todo el estudio era viciado y erróneo.
    Respecto a este otro estudio he admitido que parece serio, de hecho no es nuevo, se ha visto por partes por ahí ya hace tiempo, lo que no me gusta es el tipo de conclusiones a las que se llega aquí que esas si son nuevas y sobre todo al titulo que le dais a la noticia con la palabra «predispuesto» porque salvando las distancias este tipo de interpretación me recuerda mucho a al capitalismo salvaje surgido al calor de la primeras interpretaciones de la teoría de la evolución, si hombre, aquello de que los más fuertes son los tiene que sobre vivir etc.

    Lo que me pone los pelos como escarpias es la sensación que nos da a los profanos de la suma facilidad que tienen algunos científicos de plasmar en teorías filosóficas, sociales, económicas, morales etc de sus estudios puramente físicos, a eso mi abuela lo llamó siempre arrimar el ascua a su sardina.

    Por cierto, disculpas por el toque de humor que ha sido mal interpretado, me refiero a los de lo de «el 90% estudios científicos…», era un puro toque de humor sardónico; uno a veces espera que en una exageración de ese tipo se lea entre líneas no con literalidad y que se aprecie como lo que es: un chiste que ayude a la distensión en la conversación no a lo contrario.

  19. NeoFronteras:

    Para publicar un libro sólo hace falta encontrar un editor dispuesto a hacerlo. Basta fijarse en la cantidad de libros que se publican sobre parapsicología y ocultismo para darse cuenta que lo mantenido en un libro no tiene por qué ser verdad.
    Los resultados del libro que mencionan quizás sean verdad, pero las conclusiones a las que llega son probablemente erróneas, por no decir malintencionadas.
    Los estudios basados en test de inteligencia con connotaciones raciales han sido rebatidos por muchos expertos en el campo. Si se vive en un barrio conflictivo, se estudia en una escuela mediocre y rodeado de un mal ambiente es seguro que los resultados de esos test van a ser malos, se sea blanco o negro. Y si hay un poso genético tampoco diría mucho porque no se sabe qué es lo que exactamente miden los test, salvo un misterioso coeficiente de inteligente. Reducir la inteligencia humana a un número es simplista.
    Otra cosa es la intencionalidad política de algunos. Sobre todo de los políticos. Además, recordemos que no hay que confundir ciencia con las opiniones de los científicos. Como humanos que son tienen muchos defectos y muchas tendencias políticas. Llegado el caso acercan el ascua a su sardina. Pero, nosotros, como ciudadanos que deben de estar informados y tener una conciencia crítica debemos de distinguir cuando es así. Nuestra obligación es formarnos e informarnos.
    La evolución y la Genética son lo que son y si alguno los usa para discriminar es su problema, pero la ciencia no dice que haya que discriminar, eliminar a los débiles o esterilizarlos. Esas sería decisiones políticas. Como contraejemplos se podrían mencionar los comportamientos cooperativos y simbióticos que surgen evolutivamente.
    La intencionalidad política del estudio sobre jerarquía es inexistente, sólo el que cada cual le quiera dar. La palabra «predispuesto» es la mejor traducción que se encontró en el contexto para «hard-wired», palabra que aparecía en el título de la nota de prensa. Se podría haber puesto también que la jerarquía está arraigada o grabada en nuestros cerebro. Si NeoFronteras peca de algo no es precisamente de amarillismo. Le puedo asegurar que sería extremadamente fácil triplicar los lectores y los ingresos con titulares más atractivos y contenidos más cortos y menos rigurosos.
    Este tipo de estudios tampoco son sobre Física, en la que los entes estudiados son sencillos, sino sobre la mente humana, un órgano complejo y difícil de estudiar. Hay margen para el error.
    Finalmente creo que nos estamos alejando del tema, así que daría este diálogo por terminado.

  20. Javier:

    Nos guste o no, esta predisposición (es tarde y no tengo ganas de buscar sinónimos) es lo que nos ha convertido en lo que somos.
    Pensemos como pudo surgir, si los menos adaptados sufren, además de sus dificultades, problemas de salud mueren antes y dejan de consumir los recursos que podría consumir alguien mejor adaptado. Por más débil que sea el individuo este sigue comiendo, poco pero come.
    Por otro lado, si el un único macho alfa es el único que transmite sus genes la variedad genética de la población se vería reducida, o por lo menos con un crecimiento más lento. ¿Solución? que el macho alfa dure poco en su lugar. Se que suena a un diseño, pero si tomas lo que sea y todo lo parecido desaparece por fallar aquí o allá el resultado es el mismo que si fuera hecho deliberadamente una sola vez.
    Que conste que no tengo ninguna preparación en el tema ni nada por el estilo, perfectamente esto puede ser la burrada más grande que se ha puesto en neofronteras (mi comentario, no el artículo).

  21. Alejandro Sánchez:

    Mi pedido de más estudios quedó satisfecho con este otro estudio O sea, tomando en cuenta el reciente estudio referenciado, está claro que existe una tendencia atávica (por así decirlo) hacia las jerarquías, pero el altruismo importa más para la evolución de la sociedad, por tanto terminará prevaleciendo por sobre las conductas y genes egoístas y violentos. Eso si la cultura lo permite. De todas maneras, a través de la historia, la naturaleza se encargó de poner fin a las civilizaciones con bajo grado de cooperatividad e inflexibles en los cambios de sus jerarquías. Lo importante es una sociedad igualitaria donde las jerarquías sean solo funcionales por conocimiento e investigación especializada, además de funciones especializadas. Los cargos directivos deben estar siempre bajo control y supervisión de los demás y, claro, deben ser solo temporales. Como dije antes, en una tribu polinesia la jerarquía se regula por la cantidad de flechas. Creo que podemos hacer una sociedad donde la jerarquía se regule por el conocimiento y capacidad de empatizar con los demás para una mayor producción y beneficios para todos.

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