Evolución rápida en lagartos
La introducción en una isla diferente a la de su procedencia ha provocado en una especie de lagarto cambios fisiológicos y de comportamiento importantes en sólo 36 años.
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En 1971 unos biólogos italianos introdujeron a cinco parejas de lagartos procedentes de la isla de Pod Kopiste, al sur del Adriático, en la isla vecina de Pod Mrcaru. Ahora un grupo internacional de investigadores demuestra que la introducción de estos lagartos pequeños (lagartijas) de espalda verde (Podarcis sicula) en un nuevo ambiente ha provocado que sufran cambios evolutivos rápidos a gran escala.
Según Duncan Irschick, de University of Massachusetts Amherst, se pueden apreciar diferencias en el tamaño de la cabeza y la forma del cuerpo, han aumentado la fuerza de su mordisco y han desarrollado nuevas estructuras en su tracto digestivo, y todo ello en solamente 36 años, que es una escala de tiempo muy corta desde el punto de vista evolutivo. Estos cambios fisiológicos han ocurrido junto a cambios dramáticos en la densidad de población y en su estructura social.
Los investigadores retornaron a la isla dos veces al año durante tres años, en la primavera y verano de 2004, 2005, y 2006. Capturaron varios ejemplares y los transportaron a un laboratorio de campo para medir sus características físicas. Las muestras de ADN tomadas confirmaron que estos lagartos descendían directamente de los originarios de la isla de Pod Kopiste.
Los cambios de la morfología de la cabeza se deben a una adaptación a una nueva fuente de comida. En la isla originaria se alimentaban principalmente de insectos, pero en el nuevo ambiente hay una gran oferta de comida vegetal, que incluyen las hojas y tallos de los arbustos nativos. El análisis del contenido de los estómagos reveló que su dieta incluía dos tercios de plantas dependiendo de la estación, una proporción muy superior a la de los lagartos de Pod Kopiste.
Como resultado los individuos de Pod Mrcaru tienen cabezas más grandes que sus parientes de Pod Kopiste que les permite tener una fuerza de mordisco superior, ya que las plantas son más fibrosas y necesitan ser masticadas más para así poder digerirlas.
El examen de su tracto digestivo reveló algo todavía más sorprendente. El comer más plantas hizo que desarrollaran nuevas estructuras, concretamente válvulas cecales. Con esto pueden reducir la velocidad de paso de la comida usando «cámaras de fermentación» donde los microorganismos pueden digerir las partes más difíciles de las plantas y obtener así más nutrientes. Esta característica nunca se encuentra en otros miembros de su especie, incluidos sus primos de la otra isla. Al parecer estas estructuras sólo se dan en un 1% de todas las especies de reptiles con escamas.
Por tanto, según estos datos la evolución de estructuras novedosas puede ocurrir en extremadamente cortos periodos de tiempo. La evolución de válvulas cecales fue acompañada de la simbiosis entre estos lagartos y microorganismos nematodos capaces de romper la celulosa y que viven en el tracto digestivo de estos reptiles.
Los cambios en la dieta también han afectado a la densidad de población y a la estructura social de estos animales. Como las plantas proporcionan un aporte de alimentos más estable y predecible hay más lagartos en Pod Mrcaru por unidad de área que en Pod Kopiste. La obtención de comida vegetal es diferente a la caza y los lagartos ya no hacen defensa de territorios.
La evolución rápida afecta por tanto no sólo a la estructura anatómica, sino que además afecta los comportamientos ecológicos.
Fuentes y referencias:
University of Massachusetts Amherst.
Artículo en PNAS (resumen).
6 Comentarios
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viernes 25 abril, 2008 @ 3:26 am
Sí, sí… pero mientras sigan siendo parte de la misma especie seguiremos teniendo creacionistas.
viernes 25 abril, 2008 @ 9:23 am
Cabe una segunda interpretación al evolucionismo, sin negar que éste exista, solo tratando de ser objetivos: que los lagartos más adaptados han sobrevivido. Habría que buscar en la isla originaria si alguno de los lagartos posee las características atribuidas a la evolución, o todos las tienen más o menos larvadas…
viernes 25 abril, 2008 @ 5:24 pm
Creacionistas los seguirías teniendo aunque un día de estos aparecieran «marcianos» con sus naves. El negocio que se han montado es demasiado suculento (y truculento) como para arruinarlo por unos cuantos «marcianos». Como pudimos ver en aquel bodrio titulado «Encuentros en la tercera fase», bodrio dirigido por Spielberg, se insinúa que los «extraterrestres», son también una creación o criaturas del «Altísimo». Así que este sorprendente estudio (por la enorme rapidez del cambio), tampoco creo que vaya a convencerlos de nada, que digo convencerlos, ni hacer que se cuestionen en lo más mínimo sus creencias.
viernes 25 abril, 2008 @ 6:10 pm
Como el creacionismo se basa en una fe absurda en las escrituras como depositarias de la verdad absoluta da igual las pruebas que se aporten, nunca se los va a convencer. Lo inaudito es que la cosa tendría solución dentro de su esquema con solamente decir que dios creó la evolución.
La verdad es que entre esa gente y los islámicos radicales no hay mucha distancia.
En cuanto a este resultado, y respondiendo a Petrus, que los lagartos mejor adaptados sobrevivan es uno de los mecanismos de la evolución. Los lagartos que se introdujeron al principio eran lagartos normales sin nada especial y de tener larvado algo sería su capacidad para cambiar genéticamente.
sábado 26 abril, 2008 @ 1:37 am
No recuerdo quien fue ni en donde lo leí, pero recuerdo que un paleontólogo dijo que los creacionistas se iban a acabar cuando encontraran un Dinosaurio con una piedra en la cabeza.
Debemos de tener fe, algún día terminará esta pesadilla (si como no).
martes 29 abril, 2008 @ 12:55 pm
No dudo de la exactitud de los datos aportados. De lo que dudo es de que se trate realmente de un cambio genético estable en tan corto período de tiempo o estaremos ante un caso verdaderamente notable de mutación. Es como si los gorriones de mi casa, que cuando era niño se bañaban a menudo en pila de agua del patio, treinta años después tuvieran ya las patitas palmeadas.