NeoFronteras

Hacen una prueba de vuelo en la que un avión comercial vuela parcialmente gracias a un biocombustible.

Semillas y planta de jatrofa curcas. Foto: Biopersa.

Los medios de locomoción terrestres pueden funcionar con electricidad bastante bien, incluso tienen prestaciones mejores que sus homólogos con motores de explosión interna. Sin embargo, pretender sustituir las turbinas de los modernos aviones comerciales por un sistema eléctrico con las mismas prestaciones es absolutamente ingenuo por no decir imposible.
Los aviones más modernos son extremadamente eficientes, pero aún dependen de los combustibles fósiles. La aviación comercial es responsable de un 2 o un 3 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono totales. ¿Cómo podemos solucionar el problema? Una alternativa es el uso de biocombustibles, pero hay que buscar uno que sea adecuado, tanto desde el punto de vista ecológico como técnico, porque ninguno nos queremos estrellar en un avión por muy verde que sea.
Recientemente un avión Boeing 747-400 de las líneas aéreas neozelandesas ha volado durante dos horas gracias en parte a un biocombustible. Es la segunda vez que se realiza un vuelo de este tipo. Uno de sus reactores funcionó con una mezcla al 50% de combustible tradicional y biocombustible. El vuelo, sin ningún tipo de incidentes, llegó a los 35.000 pies de altura y fue calificado de normal por el piloto.
El biocombustible estaba fabricado a partir de jatrofa. La planta de jatrofa es un arbusto que vive en zonas desérticas y cuyas semillas tienen un alto contenido en aceite. La ventaja de seleccionar esta planta como fuente de biocombustible es que no se usan tierras de cultivo para su producción.
UOP, una filial de Honeywell, se encargó de refinar el aceite de jatrofa para producir combustible sintético de aviación. El combustible obtenido no se congela hasta los 57 grados centígrados bajo cero, es decir, mejora en 10 grados al combustible habitual.
Sin embargo, este combustible no puede reemplazar totalmente el combustible habitual porque no contiene hidrocarburos aromáticos (compuestos con anillos moleculares) que los motores habituales necesitan.
Continental Airlines realizó el miércoles pasado un vuelo similar de hora y media de duración en el que se usó un biocombustible obtenido a partir de jatrofa y algas. Las líneas aéreas japonesas harán pronto algo similar con un biocombustible obtenido a partir de un aceite vegetal. Esfuerzos que se suman a los ya realizados por Virgin Atlantic.
Sin embargo, la cuestión económica no acompaña de momento a estas ideas. El biocombustible es ahora más caro que el obtenido a partir de combustibles fósiles.

Fuentes y referencias:
Noticia en Scientific American.