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La sexta gran extinción

Área: Medio ambiente — domingo, 27 de julio de 2014

Alertan sobre la la sexta gran extinción que está induciendo el ser humano en la biosfera.

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Como ya sabemos todos, a lo largo de estos 550 millones de años evolución biológica compleja ha habido cinco extinciones masivas. Alguna de ellas, como la del Pérmico, casi barre la vida pluricelular de la Tierra. La biodiversidad ha estado recuperándose de la última de ellas desde que hace 65 millones de años un meteorito extinguió a los dinosaurios. La biodiversidad ha estado aumentando desde entonces hasta alcanzar un máximo hasta hace poco tiempo. Pero la irrupción del ser humano en los ecosistemas terrestre lo está cambiando todo.
La destrucción del medio por parte del ser humano ya empezó con la extinción de la megafauna en varios lugares hace poco más de 10.000 años, pero últimamente el impacto negativo que tenemos sobre la biodiversidad de este planeta es muy importante.
Ahora, en un estudio publicado en Science un grupo internacional de investigadores alerta de que la pérdida y declive de los animales es comparable al comienzo de la sexta extinción masiva.
Desde el año 1500 se han extinguido 320 vertebrados terrestres y las poblaciones de los que quedan muestran un declive del 25 por ciento. La situación es similar para invertebrados.
Aunque las cinco extinciones previas tuvieron causas naturales o astronómicas, la actual sexta extinción masiva está provocada por el ser humano, según Rodolfo Dirzo, profesor de la Universidad de Stanford. Este investigador ha denominado al fenómeno como “desfaunación del Antropoceno”.
Se estima que de 16 al 33 por ciento de las especies de vertebrados de la Tierra están amenazadas de extinción. Loa animales más grandes, como puedan ser elefantes, rinocerontes, osos polares, etc, se enfrenta a un declive muy importante. Una tasa de declive que encaja con las grandes extinciones del pasado. El problema con los animales grandes es que necesitan mayores áreas para mantener una población sana y tienen una reproducción lenta. Pero su tamaño los hace más atractivos para ser cazados por el ser humano.
Aunque estas especies representan un porcentaje relativamente bajo respecto a todas las especies de la Tierra en peligro de extinción, su pérdida tiene graves efectos sobre los ecosistemas que desestabilizan las poblaciones de otras especies en una suerte de reacción en cadena. Además, la belleza, importancia y carácter único de estas especies hace que su pérdida sea irremplazable. No es lo mismo perder a todos los elefantes que perder todos los ejemplares de un escarabajo exótico.
La pérdida de estas especies puede incluso afectar a la salud human. Así por ejemplo, en unos experimentos realizados en Kenia se pudo comprobar que ciertas áreas en donde fue desapareciendo la megafauna terminaron siendo conquistadas por los roedores. Se observo que aumentó la presencia de hierbas y arbustos, la compactación del suelo disminuyó, las semillas y refugios se hicieron más disponibles y el riego de la presencia de predadores cayó. Como resultado la presencia de roedores se dobló, animales que muchas veces eran portadores de enfermedades y parásitos.
“Allí donde la densidad de población humana es alta tienes grandes niveles de desfaunación, alta presencia de roedores y, en consecuencia, altos niveles de patógenos que aumentan el riesgo de enfermedades de transmisión”, dice Dirzo. “¿Quién habría pensado que sólo la desfaunación podrían tener estas consecuencias tan dramáticas? Pero puede ser un círculo vicioso”, añade.
En el estudio estos científicos detallan la problemática tendencia hacia la desfaunación de los invertebrados. La población humana se ha doblado en los último 35 años y en el mismo periodo los invertebrados han disminuido en un 45%.
Al igual que para la megafauna, la extinción de los invertebrados se debe principalmente a la pérdida de hábitats y a la alteración climática global.
La importancia de estos pequeños animales es a veces enorme. Se estima que el 75% de la comida que consumimos depende de la polinización de los cultivos por parte de los insectos. Además, los insectos tienen un papel importante en el reciclado de los nutrientes y en la descomposición de la materia orgánica, que ayudan a mantener la productividad del suelo.
Según Dirzo las soluciones son complicadas. Reducir el ritmo de pérdida de hábitats y la sobreexplotación ayudaría, pero esto debe ajustarse a las regiones individualmente y a las situaciones en particular. Tiene esperanzas de que la conciencia de que una extinción masiva está en marcha, con sus consecuencias asociadas, y que no sólo se trata de la posible desaparición de especies carismáticas pueda ayudar a realizar el cambio.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4489

Fuentes y referencias:
Artículo original.
Nota de prensa.
Foto: NeoFronteras.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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8 Comentarios

  1. Miguel Ángel:

    El caso es que aún no está desterrada la creencia premalthusiana de que el aumento de la población puede compensarse mediante avances en Ciencia y tecnología. En el último año he visto a dos «expertos» defendiéndola en sendas tertulias de televisión, algo que me ha parecido alarmante porque tertulias no veo muchas.
    Lo que cada día me va quedando más claro es que el tema de la superpoblación es tabú, o al menos da la impresión de serlo. Tenemos buen ejemplo en este mismo artículo, donde parece ser que los autores hacen alguna mención al aumento de la población pero, a la hora de sacar conclusiones, se centran en propuestas vagas (en este caso: reducir el ritmo de pérdida de habitats y la sobrexplotación) sin especificar cómo podrían verificarse y sin hacer alusión al factor que más retroalimenta la sobrexplotación, que no es otro que la superpoblación.
    No tenemos más que revisar otros artículos similares para comprobar cuán frecuentemente se hace omisión de lo que sin duda es la madre de todos los males.
    Y sí, puede ser tabú y puede que lo siga siendo mientras los que gobiernan el mundo respondan al siguiente prototipo: hombre, blanco, anglosajón, conservador y creyente.
    No deja de asombrarme lo distantes que parecemos ante este problema, desde el ciudadano de a pie -más preocupado por si le suben un 2% la factura del agua o del gas-, hasta el gobernante de un país con baja tasa de natalidad.
    De todos modos estoy abierto a escuchar si existe alguna opción mejor que reducir nuestro número para conseguir que los recursos tarden más en agotarse, reducir el ritmo de extinción y en definitiva no lograr que todo este tinglado pete en un lapso tan breve.
    Y, si se acaba verificando el desastre, al menos siempre habrá algún sabio que, como el burro de George Orwell en «Animal farm», no se muestre sorprendido:
    «Ya os conté aquella vieja historia acerca de lo que pasó en esa isla del Pacífico tan remota…hace tanto tiempo que ya no recuerdo el nombre…pero ya no importa»
    Y ciertamente, poco importará…sobretodo al enorme Cosmos inmerso en sus inflaciones.

  2. tomás:

    Pues sí, mi querido amigo. Ese es el mayor de los males de la humanidad. Ya en bachiller me enseñaron que precisamente el gran error de Malthus había sido no haber tenido en cuenta la capacidad humana para la ciencia y la tecnología. Y era el suyo un error demostrado, puesto que sus predicciones no se habían dado; al contrario, el crecimiento del alimento por habitante había superado todas las previsiones.
    Supongo que la isla a que te refieres es Pascua. Es ese un mundo en pequeño del que la humanidad no está aprendiendo la terrible lección. Supongo conoces «Colapso», donde donde J. Diamond investiga su historia y la de otros lugares similares. En todos ellos hay el común denominador de una población que logra dominar su entorno natural y crece en esa satisfacción. Y sigue creciendo y progresando satisfecha, pero su entorno de explotación no puede crecer más. El caso es que se agota alguno de sus principales recursos, y luego el siguiente, etc.
    Y es que la cosa no tiene vuelta de hoja. Los recursos son limitados y, sin embargo, la población puede crecer ilimitadamente. Esto, tan sencillo, no lo entiende el común de las gentes, o no quiere pensar el ello: es posible que se agoten los campos y los mares, pero los supermercados son inagotables; hasta los niños lo saben.
    Las religiones contribuyen con su clásica máxima «creced y multiplicaos», válida para todas, pues les convenía en la época en que se formaron sus creencias. También con la bíblica concesión para el sometimiento de todo cuanto vive sobre la tierra -aún con minúscula- pues todavía era plana.
    Todo empuja hacia la catástrofe. No creo que podamos evitarlo.
    Un fuerte abrazo.

  3. David:

    En Europa en general,y en España en particular, hasta hace pocos años las familias eran numerosas, con 4 ó 5 hijos. Ahora se tienen 1 ó 2 niños por pareja. He leído que cuantos más hijos tienes, más se empobrece una pareja; criar a un niño sale tan caro como comprar un buen piso en el centro de una Ciudad media. Se ha mejorado en la alimentación, y hay tanta mortalidad infantil o juvenil, por enfermedades. Además que antes, con que trabajase un miembro de la familia, ya daba para vivir. Ahora con los dos trabajando, se llega a final de mes con dificultades, pues los salarios no están muy allá.

    Pero, por otro lado, también he leído que para que la población de un país pueda sobrevivir, (la población nativa, y la cultura de un lugar en concreto), debe de tenerse una media de 3 niños por pareja (hoy en día con la crisis rampante, y la pocas perspectivas que hay de conseguir un empleo, tener tres niños, es una locura). El problema de España, en la actualidad, es que la población está envejeciendo rápidamente, y hay muy pocos nacimientos autóctonos (entre los abortos y las adopciones de niños de otros países, no ayuda nada). Además, como el país esta medio vacio, pues están viniendo muchos emigrantes a España, (¡vámonos a España!.) La comunidad más grande de emigrantes que hay en nuestro país, es la de marroquíes, que aunque ahora no es una población significativa, tienen una media de 7 u 8 hijos por familia, frente a 1 o 2 que tienen las parejas españolas. Algunos ya están pensando que cuando tengan más peso o importancia, y cuando puedan sustituir a los autóctonos, las cosas buenas que tienen aquí los autóctonos, serán nuestras, en cuanto podamos sustituirlos. No se si esto es verdad o es una media verdad y una exageración; pero lo que se me viene a la cabeza, cuando leo estos argumentos, es lo que aconteció al Libano, en principio de mayoría cristiana, acogieron a emigrantes de otros países próximos que huían por guerra. Estas minorías, fueron creciendo y prosperando, crearon sus propios partidos políticos. Llegando con el tiempo a superar y a desbordar a los autóctonos, cristianos, que tenían poca descendencia. Hoy los cristianos en ese país, forman una minoría testimonial, y la república del Libano, es hoy islámica. Cuentan que a los cristianos en ese país, viven tranquilos y no se les persigue y arrinconan como a las minorías de cristianos en otros países islámicos, como Iran, o Irak por que manejan o controlan resortes de poder, a diferencia por ejemplo de los coptos en Egipto, que son ciudadanos de segunda, aunque hayan nacidos allí. Sólo se salvan en parte, por las presiones que hizo Etiopía de represalias, represando el río Nilo, principal arteria de agua del país. Gadafi, también se pronunció sobre este hecho en Europa: Si no quieren ellos crecer, creceremos nosotros y entonces heredaremos Europa, cambiándola de arriba a abajo.

    A este primer colectivo o grupo de emigrantes, le sigue el colectivos de suramericanos, de cultura como la nuestra, con elementos originales, de sus países de origen.

    Sin embargo, este no es un problema exclusivo de España, ya que en Francia, p. ej. las poblaciones de emigrantes de cultura islámica, en ciudades como Lion y Marsella, es de un 40%. Y hace poco los franceses dijeron que parase la construcción de nuevas mezquitas en Francia, que ya no querían más, por que la identidad nacional de Francia, se estaba diluyendo.

    En Alemania, tienen los barrios turcos, que solo puede entrar policía turca. Y en Inglaterra, los pakistaniés. En los países del sur (España, Italia, el problema es el mismo que en Francia, Inglaterra y Francia, sólo que aquí está empezando, y en esos países, lo que ahora está empezando en el sur de Europa, ya tienen experiencia, y rodaje.)

    En otros lugares más distantes, se habla por ejemplo de Japón. En un reportaje, sobre la crisis del videojuego japonés, daban un dato interesante «El estancamiento y decrecimiento del mercado japonés. El mercado japonés no ha crecido en los últimos años tan espectacularmente como los occidentales, sino que ha disminuido. El consumo de videojuegos en Japón creció como la espuma en los 80 y los 90, y llegó a su cénit hace tiempo. No es que los videojuegos hayan dejado de ser populares en Japón, es que ya lo son tanto que es difícil que lo puedan ser más, considerando que se trata además de un país con un grave problema de envejecimiento poblacional, al que todos los pronósticos de censo le vaticinan un devastador descenso de población.» A mi esto me parece análogo a lo que está ocurriendo en España en la actualidad.

    Un saludo.

  4. tomás:

    Estimado David:
    Planteas un problema diferente, pero próximo. Está claro que la disminución de población que requeriría una buena gestión del planeta ha de ser muy bien planeada y consensuada por todos los países. De no ser así, es evidente que alguno se aprovechará para expandir sus fanatismos. Además, el envejecimiento de la población que conllevaría requeriría tremendos sacrificios. Pero es lo que hay: admitir las dificultades y planear la mejor manera de soportarlas o fenecer. Así de claro. Salvo que una epidemia de ébola o algo así se lleve a media humanidad por delante. Por mi parte preferiría un acuerdo que condujese una transición llevadera, pero dados los egoísmos del ser humano no sería fácil. Y lo pongo en condicional y no en futuro porque lo veo muy difícil.
    Saludos cordiales.

  5. NeoFronteras:

    Se puede morir de éxito y es lo que le pasará a la humanidad. Nuestro sistema de reproducción está pensado para sobrevivir en la sabana africana. En los tiempos actuales va en contra de nosotros, pues produce superpoblación, además hay factores religiosos, culturales, etc.

    Sobre el número de niños que deben tener las parejas para que «estadísticamente» el «sistema» funcione, se han dicho muchas mentiras y medias verdades cargadas de intereses e ideología. Tener 3 hijos por pareja para mantener la Seguridad Social y el sistema de pensiones no es más que un timo piramidal. Siempre se puede mantener independientemente del número de hijos que se tenga si se quiere.
    El problema es que la tecnología permite que haya poco trabajo y eso es bueno para mantener dicho sistema, pero se imponen restricciones para que sólo unos pocos privilegiados tengan trabajo y suelto en lugar de repartirlo. Ello permite mantener el sistema de explotación de los ciudadanos a base de miedo para así enriquecer a unos pocos.

    Independientemente de la prospectiva no es fácil saber si la estrategia optimista o pesimista es la mejor para asegurar la protección del medio ambiente. En todo caso, las soluciones serán cada vez más difíciles si no se van tomando decisiones.

  6. NeoFronteras:

    Quisiera desear buenas vacaciones de agosto a los seguidores de este sitio web, sobre todo a los comentaristas habituales, que tanto hacen con sus contribuciones a mantener la calidad técnica y humana del sitio.
    Últimamente la falta de tiempo y ánimo (y la escasez de resultados interesantes por la sequía estival) no me ha permitido publicar más noticias ni participar en los diálogos, perdón por todo ello.
    Espero que nos volvamos a «ver» en septiembre.

    Un abrazo a todos vosotros.

  7. Miguel Ángel:

    Maese y querido Neo:

    Felices vacaciones con mi más sincero deseo de que recupere el ánimo y reencuentre el tiempo para disfrutar.
    La vida puede resultar horrible o maravillosa en función de lo que pase por nuestra cabeza, somos lo que pensamos. Cuando los pensamientos negativos nos golpean nos sentimos a merced de ellos, pero no debemos perder la perspectiva de que tan sólo son algo que ha fabricado el cerebro, es decir, que todo ese sufrimiento no es real, sólo «existe» dentro de la mollera y sólo porque se lo ha inventado el cerebro…y, si se trata de una invención, por qué no inventar un pensamiento positivo que refute al que nos está haciendo sufrir? Lo bueno es que ya se ha demostrado mediante resonancia magnética funcional que dicha técnica funciona.
    Peor aún es cuando decimos «claro que estoy triste, es que ha pasado tal cosa»: craso error, porque estamos tratando de justificar y racionalizar algo que no es irracional como el sufrimiento y sólo lograremos que cristalice. Un buen modo de refutar este tipo de justificaciones es caer en la cuenta de que, ante una misma vivencia, una persona puede sentirse muy triste y a otra no afectarle en gran medida.
    El caso es que es muy común que personas inteligentes y bien preparadas encuentren dificultad en autorrefutar sus pensamientos (tal era el caso de Nash, cuando decía que cómo no iba a dar crédito a las voces que escuchaba si venían del mismo lugar que las fórmulas matemáticas). Pero si queremos ser felices no queda otra que pensar en rosa…eso, o encomendarse a la Virgen de la Amargura que dice Sabina, aunque no tiene mucho sentido si uno no es creyente y no tiene alguna deidad sádica a la que ofrecer ese sufrimiento esperando ser recompensado en el más allá.
    En definitiva, que si uno se impone la disciplina de invocar pensamientos positivos en cuanto surje uno negativo, la cosa empieza a mejorar: «elijo vida, elijo alegría, elijo paz y buen rollo…y además, lo elijo porque me beneficia y también a los demás».
    Lo que no tiene sentido (y corrobora el carácter irracional de los sentimientos) es que antisociales y psicópatas campen por sus respetos sin el menor remordimiento, mientras personas de gran valía como usted, sufren.

    Con todo el gusto y el mejor ánimo, le reenvío multiplicado ese estupendo abrazo.

  8. Petrus:

    Estimado Neo. Lo de la sequía estival no deja de ser un beneficio adicional al de la lluvia primaveral. Se lo dice alguien que en sus ratos libres cría lechugas ,tomates y otras frutas y verduras… Nada como unos días de calor seco para constatar el crecimiento de algunas plantas previamente regadas. Dejemos pues que la naturaleza, sabia a veces, nos permita crecer un poquito este mes de parada general , pese a las sequías de todo tipo que parecen agostarlo casi todo . Y si se tercia, siempre estará usted invitado a unas refrescantes cervezas si la vida, alguna vez nos lleva a encontrarnos más allá de esta fantástica página de ciencia y saberes varios. Saludos a todos.

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