Humo de segunda mano y enfermedad hepática
Un estudio relaciona el humo de tabaco de segunda mano con enfermedades del hígado.
Un equipo de científicos de la Universidad de California en Riverside ha encontrado que incluso la exposición a humo de tabaco de segunda mano puede resultar en hígado graso, una enfermedad hepática crónica común en la que se acumula grasa en el hígado en personas que no beben o beben muy poco alcohol.
Encontraron acumulación de grasa en células hepáticas en ratones que habían sido expuestos durante un año a humo de segunda mano procedente de cigarrillos. Esta enfermedad del hígado graso o esteatosis es una condición del hígado caracterizada por la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas y puede eventualmente dar lugar a disfunciones hepáticas.
En su estudio los investigadores se centraron en dos reguladores clave del metabolismo de lípidos (grasas) que también se encuentran en muchas células humanas: el SREBP (en sus siglas inglesas) que estimula la síntesis de ácidos grasos en el hígado y el AMPK que activa y desactiva a SREBP.
Descubrieron que la exposición a humo de segunda mano inhibe la actividad de AMPK, que como consecuencia provoca un aumento de la actividad de SREBP. Cuando SREBP está más activa se sintetiza mayor cantidad de ácidos grasos y como resultado de todo esto se produce una acumulación de grasa en el hígado.
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“Nuestro estudio proporciona pruebas experimentales que apoyan la idea de que la exposición al humo del tabaco juega un papel importante en el desarrollo de esteatosis”, dice Manuela Martins-Green, profesora de Bilología Celular, y líder del estudio. “Nuestro estudio apunta a SREBP y AMPK como nuevos blancos moleculares para una posible terapia farmacológica que pueda revertir el desarrollo de esteatosis producido por la exposición al humo de tabaco de segunda mano. Estos fármacos podrían ser diseñados para estimular la actividad de AMPK, y por tanto para inhibir SREBP, dando lugar a una reducción en la producción de ácidos grasos en el hígado.”
Los resultados del estudio aparecen en el número de septiembre de la revista Hepatology.
El estudio enfatiza que desanimar a los fumadores para que dejen su hábito ayuda a prevenir no sólo el cáncer y las enfermedades cardiovasculares y pulmonares, sino además prevendría las enfermedades hepáticas.
El humo de segunda mano es la combinación del humo exhalado por los fumadores y el humo producido por el ascua del cigarrillo o cigarro. Este humo permanece en el aire mucho tiempo después de que el tabaco haya sido consumido y es involuntariamente inhalado por los no fumadores que se encuentren en la vecindad.
El humo de segunda mano es el tóxico más importante que afecta a los niños, ancianos y no fumadores que viven en la misma casa que adultos fumadores. Muchos estados y gobiernos han aprobado leyes que prohíben fumar en locales públicos. Las enfermedades asociadas al humo de segunda mano incluyen cáncer, cardiopatías, neumonía, bronquitis y asma severo.
A pesar de la gran cantidad de pruebas científicas documentando los efectos de fumar activa o pasivamente sobre el corazón y los pulmones, los estudios sobre los efectos del tabaco sobre el hígado son escasos. “Hasta nuestro estudio, el humo de segunda mano no había sido asociado al desarrollo de hígado graso”, dice Martins-Green.
A esta investigadora se le unió en el proyecto su estudiante de tesis Hongwei Yuan (primer autor en el artículo y próxima investigadora postdoctoral en ese laboratorio) y John Shyy, profesor de ciencia biomédicas en UC Riverside. Lo próximo que el equipo planea hacer es investigar la relevancia clínica de su hallazgo.
Una subvención de Philip Morris financió el estudio.
Nota: El texto previo es prácticamente una traducción literal de la nota de prensa emitida por UC Riverside cuyo enlace se muestra abajo. De este modo se trata de evitar posibles malas interpretaciones por parte de algún lector hacia las intenciones de NeoFronteras a la hora de publicar este artículo, dada la actual situación y polémica creadas en España a raíz de los planes futuros del gobierno de restringir el uso del tabaco en lugares públicos.
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original (resumen).
Tabaco en NeoFronteras.
Foto cabecera: “Smoking” por Davic, vía Flickr.
5 Comentarios
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martes 15 septiembre, 2009 @ 5:11 pm
¿Que Philip Morris financió ese estudio? Resulta un tanto sorprendente que una multinacional del tabaco financie este clase de estudios. ¿Fue condenada por algún juez para que hiciera algo en favor de la salud? ¿Dónde está el truco?
martes 15 septiembre, 2009 @ 8:34 pm
Tal vez esperaban un resultado positivo o simplemente lavar su imagen.
miércoles 16 septiembre, 2009 @ 10:20 am
Yo creo que seguimos siendo poco estrictos:
1- Leído el artículo (su resumen):
a) Está hecho con ratones
b) Expuestos CRONICAMENTE a humo (sin parar 24/h/día) de tabaco – no dicen la concentración (o no la he encontrado)-.
2- O bien aceptamos que los estudios con ratones son extrapolables a humanos (y aceptamos entonces que la telefonía móvil produce cáncer) o bien lo dejamos en suspenso.
3- Posiblemente con esas condiciones (irrepetibles en humanos ya que nadie se pasa 28 días expuesto a gran concentración de humo día y noche), seguro que tendrán fastidiado el hígado, el páncreas, la vejiga y todo lo que se menee. Imagináos los pulmones!
4- Las conclusiones de «el humo del tabaco es malo para el hígado… en humanos» son alarmistas y yo sigo diciendo que para informar, lo mejor es ser realista. Caso ejemplar es el ébola (perdón! quise decir la gripe A) :) del que íbamos a morir muchos… y se ha quedado en la ministra diciendo: yo ni me voy a vacunar, monadas.
5- por tanto, no repitamos las voces de alarma de aquel estudio que afirmaba que el éxtasis era perjudicial para el cerebro humano y que estaba basado en estudios con ratas a las que se le suministraba dosis cercanas a lo letal. La gente una vez que se ve engañada… deja de confiar en el hombre del saco.
Fumar es malo? sin duda.
Entrar en un bar con humo una vez al día hará que me salga hígado graso? Vamos, eso -leído el artículo- no lo dice nadie en su sano juicio. Antes me entrará por las dos cervezas que me lleve puestas :)
Saludos!
miércoles 16 septiembre, 2009 @ 10:24 am
Lluis y Neo, también resulta sorprendente que en anuncios de automóviles de gran cilindrada se promueva la conducción tranquila, o que las grandes eléctricas financien estudios sobre medio ambiente. Misterios del marketing…
Nota técnica: en las fotomicrografías (muy ilustrativas) que se muestran, la grasa está coloreada de rojo mediante un colorante específico liposoluble. Sin este colorante la grasa es casi invisible al microscopio de luz.
Saludos.
miércoles 16 septiembre, 2009 @ 11:24 am
Estimado Ricard:
Lo que comenta sobre el colorante me recuerda una anécdota por la que supongo muchos hemos pasado de niños. Cuando nos comprábamos el primer microscopio de juguete (el típico de 125 aumentos) era decepcionante si se trataba de ver ciertos tejidos o microorganismos, pues estos eran o bien transparentes o bien de un tono absolutamente monótono. Luego aprendíamos que lo importante era utilizar una tinción que permitiera logran cierto contraste, como el famoso azul de metileno. En todo caso era fascinante ver las escamas del ala de una mariposa, los granos de polen de una flor o los paramecios totalmente transparentes que circulaban a increíble velocidad por el campo de visión del microscopio.
En todo caso, gracias por el comentario que aclara el comentario a pie de foto.