NeoFronteras

Curación de paraplejia en ratas

Área: Medicina — martes, 10 de noviembre de 2009

Una terapia con células madre permite curar ratas con lesiones medulares cervicales y allana el camino a los ensayos en humanos.

Foto
Foto: University of California – Irvine.

Cuando nos cuentan las terribles estadísticas de los accidentes de tráfico o de los accidentes laborales no nos suelen decir que algunas veces las víctimas que sobreviven quedan en muy malas condiciones. Una de las situaciones más dramáticas es cuando el enfermo queda parapléjico, casi siempre con escasas o nulas expectativas de curación. Básicamente la médula espinal queda dañada a alguna altura específica de la columna vertebral y la parte del cuerpo que queda por debajo pierde comunicación con el cerebro, apareciendo entonces la parálisis. De este modo, el enfermo pierde el control sobre los esfínteres, su capacidad sexual, su capacidad motora… Si el daño se produce muy arriba, en las vértebras del cuello, las consecuencias son devastadoras, la víctima se queda tetrapléjica y, a veces, incluso ni siquiera puede respirar por sí misma. Se convierte en una cabeza pegada a un cuerpo inerte que no siente ni controla.
La situación para algunas de estas personas es demasiado triste y penosa, y pueden entrar en depresión e incluso pedir la eutanasia en vista de las nulas esperanzas que tienen de recuperación.
De este modo, el gran invento evolutivo de la notocorda, aparecido hace unos 550 millones de años, y que dio lugar a Pikaia o, más tarde, a Haikouella y todos los cordados y vertebrados que vinieron después, se convierte en una maldición en caso de lesión medular.
Cualquier descubrimiento médico en este campo, pese a que se tarda muchos años en poderse aplicar en humanos, supone un rayo de esperanza para estas personas. También merece la pena sacrificar unas ratas de laboratorio o usar células madre si con ello se avanza en métodos de curación.
Cuando hace unos años se dio el estallido en la investigación sobre células madre enseguida se pensó en utilizarlas en terapias para la curación de paraplejias. Desde entonces se han hecho avances prometedores en este campo (alguno cubierto por NeoFronteras), con resultados positivos en la curación de parálisis en ratas.
En enero pasado la FDA norteamericana dio permiso para aplicar este tipo de técnicas a humanos con lesiones medulares localizadas en las vértebras torácicas, pero no sobre las cervicales debido a que los ensayos preliminares en ratas no se habían completado.
Ahora Hans Keirstead, de la Universidad de California en Irvine, y su equipo publican en Stem Cells sus resultados al respecto, que completan esos ensayos y son bastante prometedores. Esperan que la FDA autorice pronto los ensayos clínicos en personas con lesiones medulares en las cervicales, enfermos que representan el 52% del total en este tipo de lesiones y los que peores condiciones de vida tienen.
Según Keirstead la terapia practicada en los roedores «fue fenomenal». Dice que si sólo una fracción de esos beneficios se da en humanos ya sería un logro importante.
En los experimentos se practicaron lesiones medulares a un grupo de ratas a la altura del cuello. Una parte no recibió ningún tratamiento y las demás un tratamiento con células madre. Las primeras sólo recuperaron un 38% de su capacidad motora, frente al 97% en las tratadas.
Utilizaron unas células madre embrionarias denominadas oligodendrocitos. Estas células crean mielina, que es el aislante eléctrico natural que se utiliza en las fibras nerviosas. Si no hay mielina no se puede transmitir el impulso nervioso correctamente.
Este grupo de investigadores descubrió que estas células no sólo producían mielina, sino que además evitan que los tejidos nerviosos mueran, disparan la regeneración del mismo y suprimen la respuesta inmunitaria, provocando un aumento de las moléculas anti-inflamatorias. Estas células crean, por tanto, un ambiente curativo en la médula espinal.
Keirstead es codirector del Sue & Bill Gross Stem Cell Research Center y profesor del Reeve-Irvine Research Center, centro este último nombrado en honor de Christopher Reeve, actor que quedo tetrapléjico tras un accidente hípico.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Vídeo.

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6 Comentarios

  1. Joabbl:

    Esta si es una noticia prometedora. Tal vez nunca descubramos vida extraterrestre (ojalá me equivoque) pero esta nota nos dice cuánto trabajo queda por hacer aquí y ahora mismo. Ojalá lo vean nuestros ojos …

    Saludos

  2. lluís:

    Ojalá.

  3. Carlos:

    Que bueno sería que todo esto funcione también en los humanos y en pocos años se puedan fabricar todo clase de organos para devolverle la salud a mucha gente que la ha perdido.

  4. juank:

    Este es en verdad un articulo muy completo, que extrae todo los datos relevantes de esta investigación y la evidente relevancia en la ‘humanidad’ por completo, que tiene este estudio.

    Soy una persona con discapacidad por daño en columna a nivel cervical y esto sienta un precedente muy motivante para todos nosotros. Un porcentaje en la mejoría de nuestras falencias es muy, muy importante, no solo para nosotros como tal sino para toda nuestra familia, que no olviden, son quienes lidian con todos ‘nuestros problemas’.

    Los FELICITO por tan muy buen trabajo hecho y por darnos a conocer la fuente origen del articulo.

  5. guillermo cazuza:

    ¡Ojalá Dios ilumine a los científicos, ya que esta situación es de más desesperante! ¡Un abrazo! Respondan mi email, me gustaría poder, comunicarme con ustedes.

  6. NeoFronteras:

    Estimado Guillermo Cazuza:
    Es difícil responder a un email que no se ha recibido.
    Por lo demás sólo recordar la nota médica:

    http://neofronteras.com/?page_id=636

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