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Estallidos de rayos gamma y extinciones

Área: Biología,Espacio — lunes, 26 de julio de 2010

Se propone que los estallidos de rayos gamma pueden suponer una amenaza a la vida en la Tierra si se dan cerca.

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El fin del mundo tal y como era conocido en su momento se dio varias veces a lo largo de la historia de este planeta. Hasta cinco grandes extinciones masivas se dieron en el pasado y también muchas otras de menor entidad aunque no despreciables. Podemos ver sus consecuencias en el registro fósil, pero es difícil saber la causa. Se han propuesto diversas teorías, tanto externas como internas que expliquen algunas de esas extinciones. Quizás habría que reconsiderar una de ellas: los estallidos de rayos gamma.
Según un estudio realizado por investigadores cubanos un estallido de rayos gamma puede afectar al plancton marino hasta una profundidad de 75 m. Este tipo de organismos son los responsables del 40% de toda la fotosíntesis del océano, por lo que ese evento tendría un gran impacto sobre los niveles de dióxido de carbono.
Los estallidos de rayos gamma son los fenómenos electromagnéticos conocidos más luminosos que se dan en el Universo, pueden liberar en unos pocos segundos 1044 julios de rayos gamma en un estrecho haz. Hay de dos tipos, los cortos y los largos. Los más frecuentes de estos estallidos se originan durante el colapso de supernovas.
Se ha propuesto que la extinción del Ordovícico, hace 450 millones de años, pudo estar causada por uno de estos eventos. Con esta idea en la cabeza unos investigadores de la Universidad Central de Las Villas (Santa Clara, Cuba) han estudiado qué podría pasar si un estallido de rayos gamma se originara a sólo 6000 años luz de nosotros. Querían estudiar si este tipo de eventos pueden afectar el curso de la evolución biológica en la Tierra.
El peligro de estos fenómenos sobre el plancton no vendría de los rayos gamma en sí, sino de los destellos de rayos ultravioletas producidos por los rayos gamma en la atmósfera. La llegada de los rayos gamma extraer electrones de las moléculas de gas atmosférico. Estos electrones libres excitan otras moléculas, creando emisiones de rayos ultravioletas (UV). Según estos investigadores entre un 1% a un 10% de los rayos gamma incidentes alcanzan el suelo en forma de rayos ultravioletas y pueden dañar el plancton marino. El resto cae en forma de luz infrarroja que es menos dañina para la vida.
Para poder modelar el efecto de la radiación ultravioleta examinaron el albedo de los océanos terrestres y así calcular el espectro UV a diferentes profundidades. Además tuvieron en cuenta la calidad óptica del agua, porque no todos los océanos son igual de transparentes. Combinando esto con otros factores dedujeron que la radiación UV puede penetrar 75 metros en aguas claras, dañando enzimas cruciales para la fotosíntesis, así como hacer que el plancton gaste recursos en la reparación del ADN.
Esta supresión de la capacidad del plancton de realizar la fotosíntesis tiene profundos efectos sobre el clima terrestre. El plancton consume grandes cantidades de dióxido de carbono desde el fondo de la pirámide trófica. Sólo Prochlorococcus marinus es el responsable del 20% de toda la fotosíntesis de la biosfera. Además, el plancton es el primer eslabón en la cadena trófica y muchas especies dependen de él. Un evento como el que aquí consideramos podría colapsar toda la cadena trófica.
Afortunadamente, los estallidos de rayos gamma son escasos en la Vía Láctea. Se cree que la razón reside en que las estrellas de nuestra galaxia son más ricas en elementos más pesados que el helio y esto hace que la probabilidad de que se den estos fenómenos sea muy baja. Se calcula que uno de estos estallidos se da en nuestra galaxia cada 10 millones de años en promedio y para que afecte a la Tierra se tiene que dar una buena alineación y producirse cerca. Sin embargo, es plausible que algo así se haya dado en la larga historia de este planeta.

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Fuentes y referencias:
Noticia en Physics world.
Copia de artículo en ArXiv.

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