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Sobre el asteroide que creó el cráter Vredefort

Área: Geología — martes, 27 de septiembre de 2022

El asteroide que formó el cráter Vredefort era más grande de lo que se creía.

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Hace unos 2 mil millones de años, un impactador se precipitó hacia la Tierra y se estrelló contra el planeta en un área cercana a la actual Johannesburgo, Sudáfrica. El impactador, probablemente un asteroide, formó lo que hoy es el cráter más grande de nuestro planeta. Los científicos han aceptado ampliamente, basándose en investigaciones anteriores, que la estructura de impacto, conocida como el cráter Vredefort, fue formada por un objeto de unos 15 kilómetros de diámetro que viajaba a una velocidad de 15 kilómetros por segundo.

Pero según una nueva investigación de la Universidad de Rochester, el impactador podría haber sido mucho más grande y habría tenido consecuencias devastadoras en todo el planeta. Esta investigación proporciona una comprensión más precisa del impacto y permitirá a los investigadores simular mejor los eventos de impacto en la Tierra y otros planetas, tanto en el pasado como en el futuro.

«Comprender la estructura de impacto más grande que tenemos en la Tierra es fundamental. Tener acceso a la información proporcionada por una estructura como el cráter Vredefort es una gran oportunidad para probar nuestro modelo y nuestra comprensión de la evidencia geológica para que podamos comprender mejor los impactos en la Tierra y más allá», dice Natalie Allen (Universidad John Hopkins).

En el transcurso de 2 mil millones de años, el cráter Vredefort se ha erosionado. Esto dificulta que los científicos calculen directamente el tamaño del cráter en el momento del impacto original y, por lo tanto, el tamaño y la velocidad del impactador que formó el cráter.

Un objeto de 15 kilómetros de tamaño y que viaja a una velocidad de 15 kilómetros por segundo produciría un cráter de unos 172 kilómetros de diámetro. Sin embargo, esto es mucho más pequeño que las estimaciones actuales para el cráter Vredefort. Estas estimaciones actuales se basan en nuevos indicios geológicos y mediciones que estiman que el diámetro original de la estructura habría sido de entre 250 y 280 kilómetros durante el momento del impacto.

Allen y sus colaboradores realizaron simulaciones para igualar el tamaño actualizado del cráter. Sus resultados mostraron que un impactador tendría que ser mucho más grande (alrededor de 20 a 25 kilómetros) y viajar a una velocidad de 15 a 20 kilómetros por segundo para explicar un cráter de 250 kilómetros de tamaño.

Esto significa que el objeto que formó el cráter Vredefort habría sido más grande que el asteroide que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años y que formó el cráter Chicxulub. Ese impacto tuvo efectos dañinos a nivel mundial, incluidos incendios forestales generalizados, lluvia ácida y la destrucción de la capa de ozono, además de causar la extinción del Cretácico que se llevó a los dinosaurios.

Si el cráter Vredefort fue aún más grande y el impacto más enérgico que el que formó el cráter Chicxulub, el impacto Vredefort debería de haber causado consecuencias globales aún más catastróficas. Pero, a diferencia del impacto de Chicxulub, el impacto de Vredefort no dejó un registro de extinción masiva o incendios forestales, dado que solamente había formas de vida unicelulares hace 2 mil millones de años y no existían los árboles. La vida compleja en la Tierra surgió hace unos 600 millones de años.

Aunque el impacto posiblemente afectó el clima global más extensamente que el impacto de Chicxulub. El polvo y los aerosoles del impacto de Vredefort se habrían extendido por todo el planeta y bloqueado la luz solar, enfriando la superficie de la Tierra.

Este cambio climático podría haber tenido un efecto devastador en los organismos fotosintéticos. Después de que el polvo y los aerosoles se asentaron, lo que podría haber tomado hasta una década, los gases de efecto invernadero emitidos por el impacto, como el dióxido de carbono, habrían elevado la temperatura global varios grados durante un largo período de tiempo.

Las simulaciones también permitieron a los investigadores estudiar el material expulsado por el impacto y la distancia que recorrió el material desde el cráter. Se puede usar esta información para determinar las ubicaciones geográficas de las masas de tierra hace miles de millones de años. Por ejemplo, investigaciones anteriores determinaron que el material del impactador fue expulsado a la actual Karelia, Rusia. Usando su modelo, Allen, Nakajima y sus colaboradores encontraron que hace 2000 millones de años, la distancia de la masa terrestre que contenía Karelia habría sido de solo 2000 a 2500 kilómetros desde el cráter en Sudáfrica, mucho más cerca de lo que están las dos áreas en la actualidad. La tectónica separó estas dos ubicaciones a lo largo de este tiempo.

«Es increíblemente difícil restringir la ubicación de las masas de tierra hace mucho tiempo. Las mejores simulaciones actuales se remontan a unos mil millones de años y las incertidumbres aumentan cuanto más retrocedes», dice Allen.

Según ella, el levantamiento de mapas de eyección de material puede ayudar a obtener pruebas que permitan poner a prueba sus modelos que, además, ayuden a completar la visión del pasado.

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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Imagen: Lauren Dauphin / University of Rochester illustration by Julia Joshpe.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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1 Comentario

  1. tomás:

    Siempre creí que el mayor cráter era el de Tierra de Wilkes o quizá el de Siva. Diría que este último por haber hecho una especie de surco al ser su trayectoria algo tangente a la superficie. Diría que el rango de velocidades de choque viene a ser de entre 10 y 25 km/s, con una mayor probabilidad hacia los 15. Es una impresión.

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