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Las descargas eléctricas de las tormentas pueden producir rayos gamma de alta energía.

La radiación producida durante las tormentas es más energética de lo que previamente se había pensado y quizás suponga una amenaza para la aviación, según científicos italianos. Estudiar esta radiación en detalle podría ayudar a los científicos a contestar ciertas preguntas aún sin respuesta sobre las tormentas eléctricas, como qué produce el disparo de los relámpagos en las nubes.
Durante largo tiempo se ha sabido que los campos de las corrientes eléctricas de las tormentas pueden generar rayos X y gamma en la vecindad de las nubes. Se les conoce como destellos gamma terrestres. Sin embargo, es difícil determinar los detalles específicos del fenómeno, como dónde se origina la radiación y en qué gama de energía.
Ahora un equipo de la agencia espacial italiana a cargo de la misión AGILE han “apuntado” el satélite hacia la Tierra y medido los destellos de rayos gamma terrestres. Este satélite se lanzó en 2007 y está destinado a la observación de rayos gamma procedentes tanto de fuentes espaciales como terrestres. Un nuevo software permite ahora que su detector de silicio pueda tomar fotos gamma en intervalos por debajo del milisegundo.
En esta misión se han podido registrar hasta ahora 130 eventos de destellos de rayos gamma de origen terrestre. Al parecer esta radiación emerge en todas direcciones de las capas altas de la atmósfera cubriendo un amplio intervalo de energías. En algunos casos los rayos gamma llegan a los 100 MeV, que es el doble de las medidas realizadas anteriormente.
Es sorprendente que se consiga emitir rayos gamma de 100 MeV durante una tormenta eléctrica. Esa energía es impresionante incluso si viene de una gran explosión en el Sol.
Según estos investigadores el interés sobre este fenómeno se debe a que los rayos gamma podrían revelar detalles acerca de los procesos que se dan en las nubes tormentosas.
Aunque los detalles específicos de la iniciación del relámpago no se conocen todavía, se cree que se necesita establecer una gran diferencia de potencial en las nubes. Esto puede transformar las nubes en aceleradores de partículas donde los electrones pueden adquirir rápidamente una gran aceleración, produciéndose una avalancha de partículas según se liberan más y más electrones. Se sospecha que la fuente de los rayos gamma son estos electrones y que los fotones gamma pueden estar implicados en la producción de la chispa inicial.
Este equipo de investigadores va seguir investigando rayos gamma durante las tormentas. Incluso planean un programa de observación en detalle de la alta atmósfera en el que se envíe algún avión equipado con detectores de rayos gamma a las cercanías de las nubes tormentosas, probablemente por encima de ellas para evitar descargas peligrosas.
Están preocupados por la posible amenaza que suponen estos rayos gamma para la aviación. En unos meses van a publicar un estudio separado de la investigación principal en el que se estima el impacto de estos rayos gamma sobre los equipo electrónicos.

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Fuentes y referencias:
Noticia en Physicsworld
Foto: satélite AGILE.