NeoFronteras

Cambio climático y extinción del Ordovícico

Área: Geología — jueves, 10 de febrero de 2011

Consiguen determinar con precisión la temperatura oceánica y el volumen de los hielos continentales del Ordovícico tardío y ven una conexión entre la extinción masiva de esa época y un cambio climático.

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Isla Anticosti (Canadá), uno de los sitios en donde se recolectaron fósiles. Fuente: Caltech.

Se han producido cinco grandes extinciones masivas a lo largo de la historia evolutiva de la vida compleja terrestre. Saber las causas de esas extinciones no sólo tiene valor en sí mismo y enriquece nuestra cultura y capacidad de comprender el mundo, sino que además nos puede ayudar a comprender la extinción masiva en la que nos encontramos ahora: la sexta gran extinción masiva.
Una de esa cinco extinciones se dio hace 450 millones de años y fue la segunda en importancia de todas ellas. La extinción de Ordovícico tardío se llevó por delante al 75% de todas las especies marinas. Las causas de esta pérdida tan grande en biodiversidad permanecen en el misterio. Pero unos científicos del Caltech han descubierto nuevos detalles que apoyan la idea de que la extinción se dio debido a un cambio climático, en concreto a un cambio hacia un clima más frío. Aunque desde hace tiempo se sospechaba que esta extinción podría estar ligada a un cambio climático, los mecanismos precisos estaban poco claros.
Según dice Seth Finnegan, esta extinción coincidió con un periodo glaciar durante el cual las temperaturas globales bajaron. En esa época lo que hoy es Norteamérica estaba en el ecuador, formando el supercontinente Gondwana junto con otras tierras emergidas.
Usando un método indirecto estos investigadores han podido medir las temperaturas de esa época y determinar la magnitud de esa glaciación y su cronología. Según Woodward Fischer, otro de los investigadores implicados, el sistema climático de ese momento fue distinto de cualquier otro en 100 millones de años.
El hecho de que en esa época lo que es ahora África y Sudamérica estuvieran recubiertas de capas de hielo hace especialmente difícil evaluar el papel del clima. No es fácil distinguir entre cambios en la temperatura y cambios en el tamaño de las capas de hielo continental.
Con tanto agua congelada en esas capas de hielo, el nivel del mar bajó, reduciéndose así la extensión de los ecosistemas situados en aguas someras. Recordemos que gran parte de estos ecosistemas se sitúan justo en la plataforma continental. Si el nivel del mar baja tanto como para exponer grandes áreas de plataforma sólo queda la profunda cuenca oceánica.
El método convencional de calcular temperaturas de tiempos pasados consiste en medir las proporciones de distintos isótopos de oxígeno en minerales precipitados por el agua de mar. Estos ratios dependen tanto de la temperatura como de la concentración de estos isótopos en el agua marina en la época, pero el hielo continental atrapa preferiblemente uno de los isótopos, así que es difícil desligar la temperatura de la presencia de hielo y determinar, por tanto, la temperatura.
Este grupo de investigadores usó un método distinto para medir paleotemperaturas, sistema desarrollado por John Eiler. Este método no se basa en la concentración isótópica de oxígeno en los océanos, sino en ciertos isótopos pesados en los fósiles, que tienden a agregarse cuando baja la temperatura. Así que estos investigadores analizaron la química de ciertos fósiles (braquiópodos, trilobites, gasterópodos, etc.) para así determinar la composición isotópica del agua de mar de hace 450 millones de años. Con este dato pudieron corregir el sistema para calcular temperatura y además determinar el tamaño de las capas de hielo continental durante el Ordovícico tardío.
Es la primera vez que se consigue evitar el problema antes mencionado y medir la temperatura de la época con precisión.
Sabiendo esto se puede conocer mejor el clima del Ordovícico y como éste pudo afectar a los ecosistemas marinos. Así por ejemplo, ahora saben que la extinción masiva coincidió con ritmos de cambio climático elevados.
Antes de la extinción masiva la temperatura de los océanos tropicales eran más elevadas de lo que lo son hoy en día y había glaciares de tamaño moderado cerca de los polos. Pero durante los intervalos de extinción la glaciación se disparó, la temperatura de las aguas superficiales descendió 5 grados y el hielo que cubría Gondwana creció hasta los 150 millones de kilómetros cúbicos, es decir, más que los glaciares que cubren la Antártida y el Ártico durante las glaciaciones de hace 20.000 años.
Según estos investigadores hay una conexión directa entre este cambio climático y la extinción masiva de la época.
En todo caso es fascinante poder medir la temperatura del mar o el volumen de hielo de hace 450 millones de años.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.

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4 Comentarios

  1. joabbl:

    Cuando leo este tipo de noticias y el enorme trabajo y rigor que requieren estas investigaciones no puedo evitar pensar en la infinita arrogancia de los llamados «creacionistas». Sin molestarse en aprender nada y bien pertrechados de soberbia e ignorancia dejan de lado el sentido del ridículo, se aferran a la biblia de 2000 pesetas y ya está, voilá. La Tierra es plana, el centro del universo, y fue creada por abracadabra ayer por la tarde.

    Saludos

    (Y, por supuesto, Elvis está vivo y los extraterrestres nos visitan los fines de semana para hacer picnic. Yo los he visto, pero no se lo digo a nadie).

  2. NeoFronteras:

    Estimado joabbl:
    Lo interesante de estos estudios, además del resultado, es cómo se ha llegado a ese tipo de conclusiones, el ingenio y el proceso del método científico.
    Es la respuesta a la pregunta del ignorante: y eso, ¿cómo lo saben?

  3. tomás:

    Estimado joabbl: Los creacionistas, que son todos los creyentes, lo que hacen es aplicar la Navaja de Occam a su cómoda ignorancia. No me refiero a los que con conocimiento de causa intentan, interesadamente, explicar pseudocientíficamente la imposibilidad de que la perfección de un ojo sea debida «al azar» de la selección y tan improbable como que en una tormenta se forme un Boeing -algo así he leído alguna vez-; o conciban la teoría del diseño inteligente y de la complejidad irreducible, etc. Estos, que sí tienen cultura, son soberbios y, seguramente, viven y quizá medran con la ignorancia de las bases. Estas sólo son sus víctimas y gran parte de ellos, creen con la mejor intención.
    Los de Presley, aquellos que su dios es Maradona y los amigos de ET, son simplemente tontos.

    Es muy importante la observación que hace Neo cuando a uno le preguntan ¿cómo lo sabes? Porque la respuesta es que, con la absoluta seguridad que ellos lo saben -lo pone en el libro-, nosotros no lo sabemos y diría que, en detalle, nunca lo sabremos, pero asumiendo eso, nos estrujamos la sesera, usamos todos los medios que la ciencia y la técnica nos permiten para comprender de forma racional y no nos conformamos cómodamente con respuestas sencillas. Pero no es fácil que den crédito a tan humilde confesión. La única defensa ya es el ataque, poniéndolos ante sus contradicciones. O preguntando ¿por qué crees que sólo tu interpretación religiosa es la correcta cuando hay, por lo menos, cientos de ellas distintas? ¿Por qué estás tan seguro de que sólo la tuya es correcta? Durante un fugaz instante su cerebro se detiene; luego descartan todo pensamiento y se aferran a su fe. El ser humano es así y todos participamos, un poquito al menos, de esa forma de ser en todas o en algunas de nuestras opiniones.
    Un saludo.

  4. joabbl:

    A vueltas con estos temas ayer paseando por la city me abordó una pareja de testigos de una religión de esas que pululan por ahí biblia en mano. Tuvimos una conversación bastante graciosa que me hace pensar que efectivamente los extraterrestres están entre nosotros o bien yo soy uno de ellos. ¿Qué piensa usted de la situación actual, de la crisis? Todo esto está previsto en la biblia. Por supuesto, claro, lástima que su dios no exista, aunque quizá sea mejor para él. ¿Pero usted no cree que en el mundo hay un orden, un diseño? Cuando ve ese edificio… Por supuesto, como cuando veo un hormiguero o una colmena, ¿qué tiene que ver eso con dios? Pero piense que la Tierra está justo a la distancia… y su rotación hace que haya noche y día para que podamos trabajar y dormir… Todo eso está diseñado por dios. Claro, y que previsor su dios que le puso las orejas y la nariz justo en el sitio adecuado para que pueda usar gafas (aquí se quedó un poco descolocado, pero en plan buen rollito). Y que detalle que colocase el rio Nilo justo al lado de la civilización egipcia para que el faraón pudiese dar un paseo en faluca al atardecer. Bueno, sí, pero existen las peras y las manzanas para que nos alimentemos, ¿quién las creó? ¿Ya, y quién da forma a las nubes que justo ahora pasan sobre nosotros? Bueno, el viento. Ah, eso dios lo subcontrata, ¿no? Pero la biblia predice todo lo que… Sí claro, yo también, mire: habrá más guerras en el futuro y a veces ganarán los buenos y a veces los malos, ¿no le parece?

    Y así hasta en infinito y más allá. ¿Qué conclusiones se pueden sacar de estas cosas? Lo que más me preocupa es la inmensa ignorancia sobre el mundo en que vivimos que es el caldo de cultivo de todas las religiones estrambóticas (valga la redundancia) que nos rodean. La ignorancia hace a la gente infantil y vulnerable a estas ideas. Y estoy hablando de un señor más que jubilado.

    ¿Es que nunca escarmentaremos?

    Saludos

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