La mitad de los árboles amazónicos en peligro
Según un estudio reciente, la mitad de las especies de árboles del bosque amazónico están amenazadas.
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Las consecuencias de la destrucción de la mayor y diversa selva del planeta no se hacen esperar. Según un estudio reciente, la mitad de las especies de árboles del bosque amazónico están amenazadas.
Sin embargo, a la vez se indica que si consigue administrar adecuadamente se podrían proteger la mayoría de la especies en peligro.
El equipo investigador implicado en este estudio contó con 158 científicos de 21 países y fue liderado por Hans ter Steege (Centro Natural para la Bioversidad de Holanda) y Nigel Pitman (The Field Museum).
La selva amazónica ha estado declinando desde los años cincuenta del pasado siglo, pero los científicos todavía no comprenden bien cómo afecta esto a las poblaciones de especies individuales.
El estudio se ha realizado comparando datos de campañas realizadas in situ con mapas que representan la deforestación actual y proyectada para el futuro. Se ha conseguido estimar cuántas especies se han perdido y dónde.
Los autores concluyen que están amenazadas de extinción del 36% al 57% de las 15.000 especies de árboles estimadas del Amazonas si se consideran los criterios de la lista roja de especies amenazadas del IUCN.
El estudio ofrece, por tanto, una nueva estimación de cómo las especies de árboles son afectadas por la deforestación pasada y cómo pueden ser afectadas por la futura.
Según Pitman la situación en el Amazonas ha terminado siendo peor para las distintas especies de árboles.
Como las tendencias observadas en la cuenca del Amazonas son aplicables a lo largo de todos los trópicos, los investigadores implicados sostienen que la mayoría de las 40.000 especies de árboles tropicales están amenazadas igualmente.
Por fortuna, las áreas protegidas y los territorios indígenas cubren ahora la mitad de esta selva y contienen poblaciones de la mayoría de las especies amenazadas. Así que los esfuerzos de algunos países por crear parques protegidos y territorios reservados para comunidades indígenas tienen grandes beneficios para la biodiversidad.
Sin embargo, estas regiones protegidas no pueden evitar la extinción de las especies amenazadas si siguen degradándose como lo hasta ahora. Entre las amenazas están la invasión directa de estas áreas, la minería ilegal, la construcción de embalses y las sequías intensificadas por el calentamiento global.
“Es una batalla que vamos a ver librar en nuestras vidas. O bien nos ponemos firmes a la hora de proteger estos parque críticos y las reservas indígenas o la deforestación los erosionará hasta alcanzar un extinción a gran escala”, dice William Laurance (James Cook University, Australia), uno de los coautores.
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Fuentes y referencias:
Artículo original
19 Comentarios
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martes 8 diciembre, 2015 @ 4:12 pm
Puesto que se hace mención a los indígenas del amazonas, tal vez les guste este impresionante documental de la tribu Korubo. Llama la atención su estilo de vida, muy diferente del nuestro. Son considerados los indígenas más temidos de la selva amazónica. Saludos.
https://www.youtube.com/watch?v=Kd6NRMWpbjE
miércoles 9 diciembre, 2015 @ 8:45 pm
Me recuerda cuando el entonces presidente de Brasil Lula da Silva dijo que si el primer mundo quería salvar el Amazonas iba a tene que pagar una cuota anual porque él no iba a permitir que un amazónico se muriera de hambre debajo de un árbol. (Como si fuera la única forma de ganarse la vida ¿no?)
http://www.bbc.com/mundo/ciencia_tecnologia/2009/11/091127_0745_manaos_cumbre_lula_wbm.shtml
jueves 10 diciembre, 2015 @ 6:50 am
A mí no me parece nada descabellado. Cierto es que cada país debe proteger su ambiente de la destrucción, pero, cuando el patrimonio es tan importante y vulnerable, y cuando su conservación exige un costo tan alto, y si decimos que ese oxígeno que produce es para todo el mundo, ese mundo debe ayudar en su protección.
jueves 10 diciembre, 2015 @ 7:46 pm
Amigo tomas, la verdad yo no estoy a favor ni en contra de la idea de que el mundo pague… Pero tomando en cuenta que no es el país quien paga sino los ciudadanos con sus impuestos me da curiosidad dos cosas: ¿Estarías dispuesto a pagar un impuesto por el aire que respiras? Y ¿estarían los españoles en tu opinión dispuestos a pagarlo?
Ahora lo que yo preguntaría antes de aceptarlo es como lo usaría por ejemplo Brasil. Diría que sí sí es Para sembrar árboles y pagar fuerzas de seguridad contra la tala ilegal (pues necesitas fondos para eso, es justo el apoyo económico mundial y le das trabajo a los leñadores)…. Pero diría un rotundo no si es para «dar dinero sin actividad alguna» a fin que literalmente el leñador no se muera de hambre debajo del árbol.
viernes 11 diciembre, 2015 @ 7:58 pm
No sé si me has entendido. Digo que paguemos el primer mundo. Yo estaría dispuesto a pagar, evidentemente. Todos hemos de pagar según nuestras posibilidades.
sábado 12 diciembre, 2015 @ 12:17 am
He visto anunciar un documental que afirma que en los próximos 100 años van a desaparecer el 50% de las especies de plantas y animales de la Tierra. Esa cifra es desoladora, la madre de todos los desastres.
Muchas gracias, queridos «r» y JavierL por vuestras aportaciones. Os tengo un gran afecto.
sábado 12 diciembre, 2015 @ 3:27 am
Gracias Miguel Angel, es mutuo.
Si amigo tomas, te había entendido, creo mas bien que no me entendiste tu. solo quería tu opinión sobre ¿que pensaría el ciudadano del primer mundo sobre dicho impuesto?, incluso mi opinión es hipotética si yo fuera habitante de alla por que con nuestra porción de selva no nos toca pagar sino recibir pago.
sábado 12 diciembre, 2015 @ 6:59 am
Amigo JavierL:
Todo impuesto es impopular, aunque sea para bien; al menos hasta que es comprendido. Del primer o del tercer mundo y del intermedio, pagar nadie lo quiere. Pero no es un impuesto; es una tasa. ¿no la pagamos ya por el agua que bebemos? Y se ha comprendido que, durante su curso, los ríos reciben toda suerte de porquería y que hay que limpiar el agua antes de beberla. Pues con el aire ya lleva tiempo sucediendo lo mismo, sobre todo en las grandes ciudades. Para que una fábrica china produzca, ha de hacer polvo los pulmones de los habitantes de Pekín por ejemplo. Pero esa polución no queda ahí, sino que se reparte por los suelos, las tierras y todo ser vivo de la Tierra. Ello no lo paga la fábrica. Son costes que pagamos todos con la degradación descomunal a que nos vemos abocados. ¿No sería preferible pagar antes de que se ensucie el aire o el agua, o los suelos,o los mares? Y prohibir esa clase de actividades en cuyo coste no se tiene en cuenta los males que producen.
Un abrazo.
sábado 12 diciembre, 2015 @ 12:16 pm
Hay algo que nos define muy bien como civilización. Somos capaces de tomar agua potable limpia, clara y cristalina y usarla para mezclarla con nuestros excrementos en el inodoro. Hasta que no evitemos que ese acto simbólico desaparezca casi no tenemos derecho a decir nada sobre el agua.
Dicho lo cual, el agua de ríos, embalses, lagos, mares y la que sale de nuestros grifos tiene que tener titularidad pública y como tal tiene que estar recogido en la constitución de los países.
Y siempre, siempre, hay que fomentar su ahorro, algo incompatible con el negocio de las concesionarias. Estas deben ser expropiadas y se tiene que proceder al despido de sus directivos.
Si luego añadimos un impuesto progresivo indirecto al agua que consumimos que ayude a su tratamiento y recogida es perfectamente legítimo.
domingo 13 diciembre, 2015 @ 7:00 am
Muy de acuerdo, querido Neo. El problema del aire es que no puede ir por tuberías y llena todo nuestro espacio vital y el de gran parte de todos los seres de la Tierra.
Abrazos.
lunes 14 diciembre, 2015 @ 6:31 am
Con gusto Miguel Ángel, también siempre aprecio mucho las aportaciones de todos. Saludos.
lunes 14 diciembre, 2015 @ 7:01 pm
El acuerdo del cop21 indica referente al tema:
55. Reconoce la importancia que revisten los recursos financieros adecuados y previsibles, incluidos los pagos basados en los resultados, según proceda, para la aplicación de enfoques de política e incentivos positivos destinados a reducir las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal y promover la función de la conservación, la gestión sostenible de los bosques y el aumento de las reservas forestales de carbono, así como para la aplicación de enfoques de política alternativos, como los que combinan la mitigación y la adaptación para la gestión integral y sostenible de los bosques, a la vez que se reafirma la importancia de los beneficios no relacionados con el carbono que llevan asociados esos enfoques, alentando a que se coordine el apoyo procedente de, entre otras, las fuentes públicas y privadas, y tanto bilaterales como multilaterales, por ejemplo el Fondo Verde para el Clima, y fuentes alternativas, de conformidad con las decisiones pertinentes de la Conferencia de las Partes;
martes 15 diciembre, 2015 @ 9:01 am
Espero, amigo JavierL, que ese 55 sea perfectamente comprendido por las gentes más sencillas. Está redactado para que alcance hasta a los bosquimanos y así dejarán de quemar la poquita madera que encuentran.
Sí, me siento culpable de ironizar, pero es que te veo tan entusiasmado por algo que, a mi entender, ha sido tan poco exitoso, tan pobre ante la urgencia y magnitud del estado de la naturaleza, que solo puedo entristecerme. Porque tú eres culto y estás concienciado del vasto problema que alcanza todas las facetas de nuestro mundo. Y, sin embargo, parece satisfacerte. Lamento, y mucho, no poder estar de acuerdo contigo.
Un abrazo.
martes 15 diciembre, 2015 @ 11:19 am
Amigo tomas creo que me mal interpretaste, ese 55 del acuerdo lo compartí solo para informar… No puedo estar de acuerdo, satisfecho ni contento con que solo «reconozca la importancia» de evitar la deforestación y ¡más nada! en todo el acuerdo.
Seguro fue por mi opinión en otro post sobre el acuerdo en general, pero hombre, solo manifesté fue sorpresa porque (malo como ES) era mejor de lo que esperaba… Y es que esperaba menos… Pero esa sorpresa esta muy lejos de llamarse alegría o satisfacción. Quizás esperanza porque veo el acuerdo cómo una puerta a un mejor acuerdo futuro…
miércoles 16 diciembre, 2015 @ 5:50 am
Entonces estupendo, querido amigo JavierL. Tengamos esperanza a ver si no es tan vana como la que expresó la orquesta del Titanic.
Un fuerte abrazo.
miércoles 16 diciembre, 2015 @ 9:47 am
No hay esperanza. Una especie que hace, por ejemplo, esto:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/12/151215_china_destruccion_arrecifes_mar_az
o esto otro:
http://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/indonesia-lleva-120-000-incendios-en-2015-y-cada-ano-pasa-algo-parecido
está condenada.
jueves 17 diciembre, 2015 @ 8:20 am
Sí, China es poderosa e imperialista. Parece querer comerse el mundo aun a costa de que sus gentes no puedan ni respirar. Me parece una especie de fascismo-comunista. Como dijeron los «Pedros», los extremeños se tocan. Bajo mi punto de vista ello es posible por su régimen de dictadura.
En Indonesia la situación es grave porque están destruyendo su propio país y dañan a los demás con sus incendios. Pero no hay que olvidar que es occidente quien compra con avidez su aceite de palma. O sea que todos somos culpables -al menos las empresas de nuestros países que luego nos lo hacen comer ocultando la información de los componentes alimenticios escribiéndola en letra pequeña y en negro sobre fondo rojo, que no puede leerse ni con lupa-. ¡Prevengo!: ¡Desconfíen de la información en esa forma! Es para ocultarla y debiera prohibirse ese formato.
Sí, Neo, poco margen queda para la esperanza. Pero me niego a perderla, y hagamos lo que podamos para que mejoren las cosas. A lo mejor el cielo se compadece de nosotros y, para evitar el suicidio colectivo, nos envía un descomunal meteorito.
¡Alegría y felicidad para estas fiestas!
viernes 18 diciembre, 2015 @ 4:31 am
Oye neo, Solo me quedaba la esperanza y ya me la quitaste.
Ya en serio, la esperanza es lo último que se pierde, esas noticias nos muestran la necesidad de renovar nuestros consumos y avanzar a un mejor mundo.
Ojalá podamos hacerlo…
viernes 18 diciembre, 2015 @ 6:43 am
Que sí, JavierL, que sí. Solo, con optimismo y paciencia, reciclando y cosas así, esperaremos felices el meteorito. Si viniera por Navidad -no por esta precisamente, sino por otra cualquiera-, podría recordar a la estrella de los Reyes Magos, y los niños cantarían villancicos. ¡Qué bonito!
Hala, un abrazo de consuelo.