La naturaleza africana en peligro
Las carreteras, oleoductos y ferrocarriles amenazan la vida salvaje africana.
África, su sólo nombre evoca todas las maravillas del mundo natural, un mundo de grandes mamíferos, extensas sabanas, selvas y el origen del ser humano. Sin embargo, toda esta riqueza natural está en peligro.
Desde hace décadas las poblaciones de grandes felinos, elefantes y rinocerontes no hacen sino menguar, principalmente por la acción humana, muchas de veces del modo más expeditivo posible debido a la caza ilegal.
Esta caza ya ha hecho desaparecer el rinoceronte de grandes extensiones del África subsahariana.
Pero ahora, según un nuevo estudio, la naturaleza africana se enfrenta a nuevas amenazas en forma de grandes oleoductos, vías férreas, carreteras y plantaciones masivas. Muchos de estos grandes proyectos ya han recibido el visto bueno de las autoridades locales. La idea es aumentar la agricultura y el transporte de minerales y recursos.
Estos proyectos van a crear corredores a lo largo del continente con una extensión total de 53.000 km. Entre otros proyectos está la carretera y ferrocarril de 4441 km que comunicará Sudáfrica con Congo o el corredor de 4349 del arco este africano entre Dakar y Nigeria.
Según los científicos esto va a suponer un desastre ecológico. Lo que es peor, la mayoría de estos proyectos no van a alimentar a la gente que vive en esos lugares, aunque esta fuera la excusa o justificación de los mismos.
Según William Laurance (James Cook University) África está experimentando la era de desarrollo más dramática de su historia. “Nadie discute la necesidad de comida y desarrollo económico. Pero estos corredores necesitan ser construidos sin crear un crisis medioambiental”, añade.
Este estudio se suma a otros previos que alertaban sobre el mismo problema. En este caso se han analizado 33 de estos proyectos y las consecuencias ecológicas que tendrán. Sobre cada lugar han considerado la población humana, el valor ecológico del lugar, plantas y animales endémicos, el número de especies amenazadas que hay, capacidad de almacenar carbono, etc. Diez de los corredores han sido ya construidos, mientras que 23 están planificándose, 9 de los cuales son una actualización de infraestructuras ya existentes.
Para poder llegar a tener los mejores beneficios agrícolas los científicos implicados proponen que los corredores sean construidos en áreas de bajo impacto medioambiental y alto valor agrícola, de este modo los daños serían limitados.
Sin embargo, sólo 5 de los 33 proyectos cumplirían estas condiciones. Seis de ellos ni cumplen la meta agrícola ni la ecológica al ser negativos para ambos. Estos seis proyectos son realmente negativos para áreas ecuatoriales y deberían se cancelados, según Laurance, ya sólo por sus efectos directos. En cuanto a los indirectos son toda una panoplia del mal que incluyen la caza y minería ilegales.
Como ejemplo se pone la carretera trans-amazónica que se completó en los años setenta del pasado siglo y que ahora tiene un ancho de 400 km de selva desforestada.
Diez de los proyectos todavía no se han empezado, así que los científicos implicados proponen a los inversores que reconsideren sus planes, pues su reubicación proporcionaría mayor retorno económico sin destruir hábitats importantes.
Si se continúa tal cual con estos 33 planes se alteraran irreversiblemente 408 áreas protegidas y se producirán daños en 1800 reservas, lo que pondrá en un mayor peligro de extinción a los grandes mamíferos.
La presión sobre el África subsahariana es intensa y hay que ser conscientes de ello, entre otras cosas por la explosión demográfica. Algunos de los expertos en el campo proponen que este tipo de estudios se hagan país por país y que se entreguen las conclusiones a los gobiernos de cada uno de ellos para que tomen medidas que mejoren las condiciones de su población sin destruir el medio. Algo con lo que Laurance está de acuerdo, pero que necesitaría ayuda de expertos locales al ser la tarea muy ardua.
Cuanto antes se pongan manos a la obra mejor para todos, porque el patrimonio natural africano pertenece a toda la humanidad y no sólo a las empresas sin escrúpulos chinas, asiáticas, norteamericanas o europeas.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4826
Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: William F. Laurance.
Mapa: William F. Laurance y colaboradores, Current Biology.
9 Comentarios
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martes 8 diciembre, 2015 @ 5:17 pm
– Tremendo dilema. ¿Hay que detener el progreso en África? ¿hay que dejar que sigan creciendo demonios como Boko-Haram, Al-Qaeda,ISIS,el salafismo..etc.? Porque, en gran parte, ese monstruo de siete (o setecientas) cabezas crece por el infradesarrollo económico y cultural. Pero luego está la otra cara de la moneda: el tremendo impacto medioambiental, según dicen esos científicos que critican todos esos proyectos.
– Cuesta entender que pudiéndose construir todas esas infraestructuras y corredores en » áreas de bajo impacto ambiental y alto valor agrícola» se contruya en zonas en las que el impacto medioambiental es un altísimo precio a pagar. Supongo que algunos podrían tratar de explicarlo acudiendo al lugar común del » politiqueo » y los grandes intereses de las perversas multinacionales. Quizá sea así, pero ¿ hemos de pensar que todo el mundo es corrupto en África?. No sé.
– Pero lo que sí sé, es que África debe desarrollarse y no poco, de lo contrario y entre otras cuestiones no menores, la avalancha migratoria seguirá en aumento,sin cese ni pausa.
miércoles 9 diciembre, 2015 @ 8:47 pm
Diría que no todo el mundo es corrupto en África, pero mi impresión es que está dirigida por grandísimos corruptos, que la ignorancia de la gente es tremenda y que si eso se une a las grandes riquezas que tiene y la ambición de las grandes empresas, el resultado es, y lo será aún más, lo que ya esta sucediendo. Soy tan pesimista en ello que lo creo un continente perdido, más rápidamente que los océanos y las selvas.
Pero, a lo mejor, es que tengo un mal día. Ojalá.
miércoles 9 diciembre, 2015 @ 9:06 pm
Bueno en occidente desarrollo significó deforestación, extinción de flora y fauna local y destrucción de medio ambiente… Todo le dio paso a las ciudades… Ahora queda la pregunta, ¿se pudo hacer mejor?
África es una historia reciente El Progreso científico y tecnológico de tantas décadas debería evitar que se cometan los mismos errores ¿podrían lograr desarrollarse mientras mantienen un equilibrio con el medio ambiente? Lo que sí parece es que ese progreso científico y ese conocimiento se concentra en el primer mundo y no esta disponible fácilmente para los africanos. Así que podemos culparlos a ellos por hacer cosas «quizás» por ignorancia o ¿deberíamos culpar al primer mundo por no asesorar correctamente?.
Diciéndoles que lo que intentan no es ecológico y que no es ecológico les podemos dar a entender que no queremos que se desarrollen…. Pero planteando asesoría correcta de desarrollo sostenible no damos a entender eso!
jueves 10 diciembre, 2015 @ 6:59 am
En efecto, el progreso del Viejo Mundo se hizo a costa de la naturaleza más próxima, la propia, pero también estropeó sin miramientos los inmensos espacios de sus colonias, que abarcaban el mundo entero. Ahora debería tocarnos ayudar con todos nuestros medios a que África no se pierda. Ello puede conseguirse diseñando planes coordinados para la mejora de vida de sus gentes, planes diplomáticos para echar a sus corruptos y planes propios para impedir que empresas del primer mundo corrompan a sus dirigentes.
jueves 10 diciembre, 2015 @ 8:56 pm
debemos trasmitirles el saber que ha adquirido el primer mundo… Pero el primer punto en la agenda es que se desarrollen… Si no no lo van a aceptar… Ellos ven dos opciones en el mundo, desarrollo sin naturaleza o pobreza con ella… El primer mundo tiene que dar su apoyo para una tercera opción.
Y amigo tomas, Si empezamos por sus corruptos es difícil que lo acepten, tomando que quien aceptaría la ayuda sería los mismos corruptos que gobiernan.. No aceptarán nada que los saque del juego a la primera… Y Adicionalmente en la situación actual de África siempre saldría un corrupto nuevo.
debemos partir por planes que vallan directo a la gente… por educación, salud, por emprendimiento económico de su gente (trasmitirles todo lo que tenemos sobre sistemas verdes y ecológicos en la producción de bienes y energía), campañas de concienciación a la gente sobre control de población Etc… Creo que una población culta y con poder económico acabará con sus corruptos por sí sola o por lo menos reducirá la misma.
Si todo va bien el primer mundo podría refundarse en base a la experiencia en África
viernes 11 diciembre, 2015 @ 6:41 pm
Es un falso dilema en varios sentidos.
Primero: la explotación de los recursos africanos no revierte en los propios africanos, sino en las empresas del primer mundo o asiáticas y en los políticos locales. El africano local sólo recibe trato de mano de obra esclava. Así que la explotación de África es para beneficio de algunos en el primer mundo.
Segundo: la biodiversidad del medio natural en Europa es mucho menos rica que en África y puede recuperarse fácilmente. La selva destruida no hay quien la recupere y el desierto no hay quien lo borre una vez implantado. Sólo hay selva ecuatorial en tres puntos del globo: la cuenca del Amazonas, África ecuatorial y sureste asiático. No podemos permitirnos el lujo de perder ninguna de ellas.
Tercero: el que alguien haga mal algo y saque beneficio de ello no exime de culpa a otro que trate de hacerlo para «progresar» igual que lo hizo el primero. Así que no se puede robar un banco porque fulano lo hizo antes o no se puede asesinar a la esposa porque zutano consiguió así un «divorcio» favorable y uno quiere lo mismo.
Cuarto: un desastre medioambiental tal vez no es buscado en una primera instancia y te encuentras con ello, se puede alegar ignorancia o desconocimiento. Un segundo desastre una vez sabido del primero no tiene perdón. Que el primer mundo haya comedido errores (incluso a sabiendas) no da al tercer mundo licencia moral para hacer lo mismo.
Quinto: el patrimonio natural de África o de la selva amazónica también pertenece a la gente nativa que vive allí desde hace miles de años administrándolo bien, que, casualmente, son los primeros en ser engañados, en desaparecer, en ser despojados de sus derechos y sus tierras, en ser asesinados, en ser desubicados, en ver como su caza y pesca desaparece, en ver cómo se contaminan su medio… Gente a la que nunca se le pregunta y no importan a nadie. Esto ya se ha dado con indios amazónicos, bosquimanos o pigmeos.
sábado 12 diciembre, 2015 @ 3:10 am
Querido Neo, referente a tus puntos tres y cuatro yo trataba de indicar que la mayor responsabilidad no es del africano y de su gobierno, sino del primer mundo, (como indicas en el punto uno) pero también por el hecho que la tecnología, el conocimiento científico y el conocimiento del problema medioambiental que necesitara áfrica para no cometer los mismos errores la tiene justamente el primer mundo.
Trataba de indicar que no debemos dejarlos solos y luego echarles la culpa… El primer mundo debe apoyar «el desarrollo» de África bajo los conceptos de protección al ambiente y trasmitirles la tecnología y la educación necesaria.
Y por su puesto protegerlos de las trasnacionales, e incentivar el desarrollo económico local. No solo por las razones de siempre sino también porque las trasnacionales harían lo mismo que ha hecho siempre en el tema medioambiental.
sábado 12 diciembre, 2015 @ 7:51 am
Estoy muy de acuerdo con Neo, pues lo presenta bastante completo. Hubiera añadido que también los bosques boreales y la taiga, que son lo mismo, y, aunque su biodiversidad es muchísimo menor que la presentada por las selvas tropicales, también contribuyen a la producción de oxígeno y al almacenamiento de dióxido de carbono en su madera.
sábado 12 diciembre, 2015 @ 12:25 pm
Estimado Tomás:
Sí claro, no hay que dejarlos solos. La ventaja que ellos tienen ahora es que se pueden pasar al carro de las renovables sin pasar por los combustibles fósiles, por ejemplo. Algo similar ha pasado con la telefonía. En muchos sitios han saltado directamente a la móvil sin pasar por la fija.
También necesitan mejor formación y educación. Además de dejar algunos comportamiento culturales propios a un lado.