Los fósiles de Doushantuo fueron embriones
Un estudio apoya la idea de que los fósiles de Doushantuo corresponderían a embriones de hace 570 millones de años.
Antes de que hubiera seres humanos, dinosaurios, gorgonópsidos, o seres como Tiktaalik hubo otros organismos. Incluso antes de los animales que protagonizaron la explosión del Cámbrico como Opabinia y Anomalocaris tuvo que haber otros animales. Quizás algunos de ellos formaron parte del jardín de Ediácara.
Pero un poco antes tuvo que darse un punto de inflexión fundamental: la aparición de los seres pluricelulares a partir de los unicelulares. Entre ese manojo de células que por primera vez jugaban a cooperar y los animados animales, la evolución tuvo que investigar métodos para recrear una complejidad que nunca antes se había dado. Una de esas maneras tuvo que ser la creación de un desarrollo embrionario.
Quizás la mejor manera de conservar la información biológica es usar seres vivos. En el genoma de cada especie que ahora puebla la Tierra hay datos sobre toda la historia evolutiva sobre este plantea. Es ahora cuando se está empezando a aprender a leer esa información, justo cuando al mismo tiempo nos dedicamos afanosamente a la extinción de todas las especies que no sirven a nuestros intereses.
La otra manera es a través del registro fósil. Pero un cuerpo orgánico rara vez fosiliza. De la multitud de especies que una vez hubo sobre este mundo, sólo conoceremos unas pocas a través del registro fósil. Las demás jamás las conoceremos, pasaron al olvido absoluto de su existencia. Esta situación es aún peor si nos retrotraemos más y más en el pasado, pues la erosión y la tectónica han tenido mucho más tiempo para destruir esa maravillosa información mineral. Además, antes de la aparición de la depredación y de la carrera de armamentos que eso supuso, no había partes duras, como dientes, exoesqueletos o caparazones. En aquel tiempo tampoco había complejidad que necesitara de huesos y esqueletos. Y un ser sin partes duras fosiliza muy mal.
Pero hay momentos en la ciencia en la que se tiene suerte y se descubren joyas fósiles. En 1997 se descubrieron unos maravillosos fósiles de 570 millones de años en el sur de China pertenecientes a unas misteriosas criaturas: los fósiles de Doushantuo.
Estos minúsculos organismos formaron réplicas pétreas que llegaron hasta nosotros, pero, a pesar de estar exquisitamente conservados, son difíciles de interpretar. Parecen grupos de células que forman lo que pudo ser un embrión, pero algunos expertos del campo discutieron esa posibilidad y propusieron la explicación alternativa de que se trataría de colonias de bacterias Thiomargarita, que son bacterias que metabolizan azufre.
Ahora, una nueva investigación apunta a que las células de Thiomargarita no fosilizarían como los fósiles de Doushantuo. Por tanto, estos primitivos fósiles no serían restos de bacterias, sino probablemente antiguos embriones.
Philip Donoghue, de University of Bristol, y sus colaboradores han comparado diversas formas de vida actual con estos fósiles. Sus hallazgos los publican en Proceedings of the Royal Society B.
Esta comparación tal cual sería poco rigurosa, así que han tratado de ver cómo esas especies se degradan y fosilizarían. La investigación no fue sencilla y básicamente tenían que observar cómo se echaban a perder muchas muestras de Thiomargarita y embriones de erizo de mar.
En el proceso natural de fosilización están implicados muchos aspectos, como la acción de hongos y bacterias o la presencia o ausencia de determinados minerales y gases en el ambiente. En algunos casos los investigadores tuvieron que recolectar para esta investigación muestras en distintos estadios de descomposición en sedimentos naturales.
Los investigadores tomaron fotografías tridimensionales de Thiomargarita y embriones de erizos marinos muertos gracias a los rayos X proporcionados por una fuente sincrotrón. Según decaían las células de Thiomargarita, éstas terminaban siendo esferas huecas, mientras que los fósiles de Doushantuo muestran células con estructura interna.
Donoghue cree que esos fósiles se formaron en un proceso en el que las bacterias del agua marina se disponen sobre un cuerpo muerto y lo recubren con una biopelícula. Cuando estas bacterias murieron sus células terminaron fosfatándose y tomaron la forma del organismo original. Lo que se observa ahora es el remanente de esa biopelícula fosilizada y no el organismo original. Este proceso parece que es habitual en la Naturaleza.
Cuando los investigadores trataron de replicar este proceso vieron que funcionó bien en embriones de erizo de mar, pero el proceso de biopelícula no funcionó tan bien sobre Thiomargarita. En lugar de dar réplicas de sí mismas las células de Thiomargarita simplemente terminaban colapsando.
La biopelícula sí que realizó bien la fosfatación sobre los embriones y no sobre Thiomargarita. Por tanto, este grupo de investigadores concluye que los fósiles de Doushantuo corresponderían a embriones.
Este equipo de investigadores sigue con el trabajo esperando saber más sobre lo que ocurrió a esos organismos después de su muerte. Según Donoghue, el proceso de decaimiento es infravalorado.
Actualización
Un nuevo estudio realizado en parte por estos mismos investigadores y publicado en Science sostiene que estos fósiles serían en realidad esporas, no serían embriones de animales. Las pruebas que aportan vienen de la estructura interna celular que pueden analizar con luz sincrotrón. Al parecer se conservan fosilizados algunos orgánulos celulares, incluido el núcleo, que permiten distinguir entre esporas y embriones.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3683
Fuentes y referencias:
Noticia en Science.
Artículo original.
Foto: J. A. Cunningham et al., Proc. R. Soc. B (2011), Online Publication.
18 Comentarios
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miércoles 14 diciembre, 2011 @ 8:51 am
Al final del tercer párrafo del muy documentado artículo, se dice «… nos decicamos afanosamente a la extinción de todas las especies que no sirven a nuestros intereses.», pero esto no refleja la tremenda estupidez humana. No sirven a nuestros intereses más inmediatos y olvidamos aquellos sólo ligeramente alejados; por supuesto los de medio o largo plazo nos tienen sin cuidado. He oído que el representante de Canadá en la reciente Conferencia de Durban ha negado comprometerse porque en estos tiempos de crisis no podía admitir penalizaciones por no cumplir lo pactado. Resultan absolutamente vergonzosas las actitudes de todos estos países que le acompañan en esta filosofía cortoplacista cuando ni siquiera igualando a los más generosos podría detenerse la extinción de tantas especies debida a la perniciosa acción humana. Y esa extinción no sólo afecta a la ciencia, sino también a esa economía que pretenden defender, pero la principal defensa es la de su puesto político-chupóptero.
Lamento mi desvío del tema principal aprovechando una frase.
Saludos.
viernes 16 diciembre, 2011 @ 12:38 am
Estimado Tomás:
La situación es tremenda alarmante, pero según un estudio, las noticias sobre medio ambiente o cambio climático tienen cada vez menos repercusión en los medios y ya casi se las ignora.
El sistema económico está tremendamente desconectado del ecológico y encima cada vez somos más para cada vez menos recursos. Al final las consecuencias las pagarán los mismos de siempre.
De todos modos, cuando el cambio climático sea ya importante ya habremos destruido por completo todos los ecosistemas terrestres. Algo que sucederá en muy pocas décadas. Ese mundo que quede será muy triste e inhumano.
Tanta evolución biológica, tantos impedimentos para conseguir el primer embrión o el primer animal complejo para, al final, alcanzar tanta estupidez egoísta.
A veces parece una suerte de justicia cósmica. Una especie capaz de hacer lo que está haciendo probablemente se merezca un destino así de cruel.
No quedará nadie que se salve, ni siquiera alguien que mire a atrás y se convierta en estatua de sal.
martes 20 diciembre, 2011 @ 12:00 am
Me gusta mucho la idea que expone tomás del valor «potencial» que pueden tener las especies que estamos extinguiendo.
Valor en cuanto a ecoturismo. Valor científico ya que al extinguirse una especie se nos puede estar escapando al mismo tiempo la posibilidad de obtener de dicha especie algún fármaco de interés general. Valor puramente cultural o estético o desde un punto de vista ético y también sentimental, porque no tenemos derecho a privar a las generaciones venideras de la curiosidad o del placer de contemplar y experimentar esas otras formas de vida, del mismo modo que no se puede entrar al museo del Prado a cargarnos un cuadro de Goya.
Saludos y abrazos
martes 20 diciembre, 2011 @ 9:31 am
Sí, estimado Miguel Angel, deseaba decir lo mismo que tú. Pero lo has dicho mejor y te lo agradezco.
Un abrazo.
martes 20 diciembre, 2011 @ 10:00 am
Estimado Miguel Angel:
Además de todas esas razones que tan bien argumenta, me atrevería a decir que no tenemos derecho moral a producir esa extinción, sobre todo porque somos racionales y los sabemos, somos plenamente conscientes de ello y lo hacemos por puro egoísmo y lo sabemos.
Si creemos que un perro, un gato u otra estúpida mascota o animal doméstico tiene derechos, entonces una especie, como tal, tiene que tener el derecho inalienable, y con mucha más razón, a no ser extinguida debido a la estulticia humana.
La desaparición de las especies no sólo pone en peligro la supervivencia del ser humano, sino que roba una fuente de conocimiento a los hombres y mujeres actuales y futuros. Propagar la ignorancia en cualquiera de sus formas es el peor pecado que el ser humano puede cometer.
Eliminar una especie es mucho peor que robar cualquier posesión humana, sea tangible o intangible, es destruir un bien que es de todos para siempre. No es cargarse un cuadro de Goya, es equivalente a destruirlo a nivel molecular y borrarlo de los libros y de la memoria de los hombres, pues muchas especies que están desapareciendo lo hacen antes de ser descubiertas.
Nos planteamos la vida en otros mundos y estamos destruyendo la vida en el único sitio del Cosmos en el que sabemos seguro que ésta existe.
Una raza que hace esto no sólo pone en peligro su existencia física y su esencia ética y moral, sino que merece desaparecer en una de las maneras más justas, ecuánimes y automáticas que se puedan concebir bajo una suerte de justicia cósmica.
En el tiempo en el que se tarda en leer este comentario probablemente ha desaparecido una especie.
jueves 22 diciembre, 2011 @ 2:51 pm
¡Qué linda Europa! Creció gorda y rica, y ahora penalizan a quien lucha por lo mismo (sin destruir medio mundo, como hicieron sus abuelos).
¿No deberían irse a ver los toros, mejor?
Vayan a Canadá, vean sus parques, sus bosques realmente ENORMES, sus ríos limpios…Lo que «destruyen» (usan en producción) es perfectamente igualado por su conservación. En cambio España…¿Qué les diré de España? Mejor vayan a ver los toros.
viernes 23 diciembre, 2011 @ 11:24 am
Daniel:
Como te refieres a Canadá y yo he mencionado a su representante,me siento aludido -quizá sin razón-. El caso es que a Europa, es posible que podamos acusarla de «gorda y rica» sólo a partir de los últimos siglos y, de ella, a una parte y dentro de esa parte a una clase. Los que se fueron a conquistar nuevas tierras no debieron de sentirse muy bien tratados aquí; más bien huyeron de la miseria y la opresión. Pero se llevaron la idiosincrasia de «el piojo que ha sido liendre…» y esclavizaron o aniquilaron a cuantos nativos se pusieron a su alcance. Ingleses, franceses, españoles y portugueses principalmente. No precisaron matar toros; con los aborígenes ya tenían bastante. Y si alguien dio ejemplo de afición fueron precisamente aquellos que ocuparon América del Norte. Pero nadie debe rehuir su parte de culpa.
No entiendo qué quieres decir con «¿No deberían irse a ver los toros, mejor?» Ya me lo explicarás si lo tienes a bien.
Canadá es tan grande que resulta ser la segunda mayor nación del mundo, mientras que su población no llega a la de España. Sus recursos de toda índole son casi inacabables. En Europa no hay nada ni ligeramente parecido.
Pero es que yo no me referí a la nación sino a su representante y sigo pensando que su frase es inaceptable. Me reafirmo en ello y no comprendo cómo quien ostenta ese cargo puede denigrar así a quien se lo otorga, máxime cuando tal nación -si es que resulta ser como dices- tiene la suerte de ser tan afortunada.
De todas formas ¿qué harían los canadienses en Etiopía por ejemplo? ¿Serían capaces de transformarla en un vergel?
Agradezco tu amable despedida. No soy partidario de las corridas de toros, pero iré a ver una por si te veo en el ruedo.
viernes 23 diciembre, 2011 @ 11:38 am
Esta entrada ha sido actualizada con información nueva que contradice el resultado anteriormente expuesto.
viernes 23 diciembre, 2011 @ 12:58 pm
Ciertamente Canadá tiene muchos recursos naturales y poca población, una excelente combinación que (a veces) da buenos resultados. Pero no siempre. Algunos paises árabes y de Sudamérica también podrían enmarcarse en esa categoría y se encuentran en situaciones bien diferentes. Quieren ser «gordos y ricos» y algunos no saben ni por dónde empezar ni estando llenos de riquezas naturales. Sin embargo países sin recursos naturales también pueden salir adelante si son serios y trabajan duro. Aunque los ejemplos no sobran. Por otro lado tenemos a China que, aunque tiene riquezas naturales, también tiene un grave problema de superpoblación y es uno de los países más contaminados/contaminadores del mundo. Como bien insinúa Tomás ningún país nace «gordo y rico» sin más. El mundo no es una foto de un momento dado. No hace tantos años Suecia era un país pobre y de emigrantes, y ahora se puede considerar un «Canadá europeo». Lo que es seguro es que ningún país sale adelante con envidias y resentimientos hacia otros que lo han hecho mejor o han tenido más suerte y se han vuelto «gordos y ricos».
Por cierto, que la situación tan idílica de Canadá como dice Tomás podría estar a punto de cambiar y quizá a eso se refería su representante en Durban: Han descubierto en su territorio «arenas de petróleo» cuya explotación es muy contaminante.
Saludos
martes 27 diciembre, 2011 @ 12:40 am
«La ideología de la Nueva Derecha trasciende el mero conservadurismo y efectúa una ruptura decisiva con el concepto de una sociedad orgánica cuyos miembros tienen responsabilidades recíprocas. En la base de su «cri de coeur» acerca del crecimiento de su poder estatal hay una tradición filosófica de individualismo que hace hincapié en la prioridad del individuo sobre la colectividad. Se considera que esta prioridad tiene un aspecto moral, en la que los derechos de los individuos tienen absoluta prioridad sobre los de la colectividad-como, por ejemplo, el derecho de destruir bosques mediante una tala masiva para sacar el máximo beneficio inmediato,- y un aspecto ontológico, en el que la colectividad no es mas que la suma de los individuos que la componen»
La cita pertenence al capítulo 1 del libro «No está en los genes» de Lewontin, Rose y Kamin.
Aclaro que cuando el autor se refiere a la «Nueva Derecha» se está refiriendo a las políticas de los regímenes de Margaret Thatcher y Ronald Reagan.
martes 27 diciembre, 2011 @ 11:25 am
Estimado Miguel Angel:
Quisiera creer que esa Nueva Derecha ha sido superada. Aunque, en realidad, se sigan explotando los recursos en irracional exceso, pienso que -en teoría al menos- parece que no puede tardarse mucho en que las gentes se convenzan de que no es posible seguir así. El problema estará en que países no cooperativos, por unas u otras razones, con gobernantes corruptos o extremistas, se aparten del consenso común no importándoles gran cosa ni su propio pueblo. Pero, como vemos, incluso avanzadas democracias, como Canadá, no resisten perseguir el aumento del PIB. Sus gobernantes precisan presentar una continua mejora del nivel de vida -en realidad capacidad de consumo- sin límite. Y resulta que se vota precisamente al que más promete en ese sentido.
Si en España hemos visto el resultado de gastar -en dinero- más de lo que se ingresa, alguna vez habrá de hacerse patente que la humanidad no puede consumir más de lo que la Tierra produce. Ni contaminar más de lo que los ciclos naturales -o incluso artificiales- son capaces de purificar.
martes 27 diciembre, 2011 @ 4:46 pm
Estimado tomás:
La «Nueva Derecha» no solo no ha sido superada, es el sistema que se ha impuesto en la práctica totalidad del mundo.
Estamos en un macrosistema capitalista que pretende crecer aún mas (leáse «globalización») y que parece ser ciego porque no contempla el tremendo peligro de justificar el individualismo, olvidandose de ocuparse del «BIEN COMUN».
Entiendo por bien común la suma, o mejor el binomio de:
bien para todos nosotros + bien del conjunto del planeta
Sin embargo la «Nueva Izquierda» tampoco se libra de la crítca en el libro al que menciono. Y es lógico cuando vemos como los regímenes comunistas no han dudado ni dudan en coaptar por completo la libertad del individuo hasta convertirle en un simple número.
Una y otra ideologías extremistas se nutren de ideas con «cierto aspecto de teoría científica» pero que en su reduccionismo han obviado la complejidad de imbricar gen-célula-órgano-individuo-sociedad.
Estas ultimas son las corrientes próximas a la Sociobiología y al «determisnimo darwiniano» del que hablamos hace poco.
Abrazos
martes 27 diciembre, 2011 @ 5:09 pm
Cuando me refiero a «ideas con aspecto» de teoría, me refiero concretemente al REDUCCIONISMO del «determinismo biológico/darwiniano o neodarwiniano).
Es un aspecto muy delicado. Hay que hacer un auténtico ejercicio de «buena fe», para exculpar, por ejemplo, el neodarwinismo reduccionista de Dawkins, y siento ser reiterativo en este tema, pero me siento en la obligación de informaros, por si no lo sabíais que ya le tocó responder hace algunos años de ciertas acusaciones de fomentar el racismo en la revista Nature.
Hay citas de Dawkins que son una auténticas invitación al pensamiento racista. LLega a proponer la vuelta a la caverna: como cuando critica al «estado benefactor» y propòne que la familia sea la auténtica «célula» de gobierno en su «gen egoista», que es en mi opinión su obra mas desacertada al intentar explicar lo que ocurre en el individuo y en la sociedad basándose unicamente en el gen (¿no hay ninguna otra variable a contemplar?. Dawkins hace un increible reduccionismo, olvidando por completo la influencia del «medio ambiente».
miércoles 28 diciembre, 2011 @ 11:07 am
Estimado Miguel Ángel:
El reduccionismo es algo en lo que se puede caer fácilmente y obviamente Dawking no es un señor que siempre tenga la razón, ni en el ámbito científico ni en otros. Tampoco es tonto y seguro que sabía que en «El gen egoista» a veces iba demasiado lejos. Cuando se tiene un martillo a uno todo se le figuran clavos a los que remachar. Esto es algo que ocurre habitualmente y es parte de la estrategia de defensa de una teoría o hipótesis.
Pero tampoco creo que Dawkins ignore la influencia del ambiente en la evolución, pues sin presión de selección no hay evolución. Las derivas genéticas es algo que si tienen efecto es mínimo.
Si habla de estado benefactor o de familia entonces ya no habla a título de biólogo investigador, sino a título personal. Un lector tiene que ser lo suficientemente hábil como para distinguirlo y tener el espíritu crítico suficiente como para analizarlo y estudiarlo sin recurrir al principio de autoridad. Muchos científicos dicen un montón de tonterías cuando se salen de su campo (el mismo Einstein por ejemplo).
Pero el problema de Dawkins no es ninguno de ellos. El problema de Dawkins es su ateísmo militante, algo que le ha granjeado la antipatía de mucha gente. Sus ideas biológicas serían probablemente estupendas para el público si no fuera por ese ateísmo.
Pero los creyentes deben entender que hay algo fundamental en la sociedad moderna que es la libertad de expresión. Y Dawkins tiene derecho a expresar su ateísmo o incluso a hacer apostolado de él, tal y como vienen haciendo las religiones desde la noche de los tiempos. Si los creyentes se sienten indignados por las ideas de Dawkins en ese terreno pueden hacer el ejercicio inverso de ponerse en la piel de los ateos que durante siglos han sido incluso perseguidos y ejecutados por ello.
En cuanto al «estado benefactor», casi nadie cree en algo así. Algunos, eso sí, sostienen que el estado debe proporcionar servicios fundamentales básicos e igualdad de oportunidades y garantizar la justicia. La «ley de la jungla» en el aspecto social o económico se ha demostrado que es un desastre, salvo para aquellos a los que beneficia, claro, que generalmente son gente sin escrúpulos.
Pero no nos debemos olvidar que hay que defender cierto nivel de individualismo. El entorno social puede ser asfixiante para el que es diferente (ateos, creyentes minoritarios, gays, solteros, minorías políticas, etc.) y el estado también tiene que garantizar las libertades individuales. El límite es algo tan sencillo como que la libertad de un individuo no destruya el bien común.
miércoles 28 diciembre, 2011 @ 11:35 pm
Estimado Neo:
Me parece encomiable el esfuerzo que hace al tratar de justificar el reduccionismo de Dawkins. Verá, usted mismo ha publicado en esta web acerca del «elevado ruido» (generado por las multiples variables que existen) al que tenemos que enfrentarnos cuando tenemos que estudiar fenómenos a escala biológica o la evolución, por ejemplo.
Si ha leído «El fenotipo extendido» verá que Dawkins reduce el medio ambiente a un mero producto de los genes. No deja espacio para nada mas, no considera la posibilidad de que exista una codeterminación entre medio ambiente y especies
No me creo, por tanto que le parezca normal ni a usted mismo.
Por otra parte, no dudo que se hay ganado enemistades con su activismo ateo, sin embargo ha vendido muchos ejemplares de su «Espejismo de Dios» y se ha convertido en el héroe de muchos.
Aunque no celebro el activismo religioso o ateo de nigún científico, no es el motivo de mi crítica, sino su falta de consistencia flagrante.
Saludos y abrazos
jueves 29 diciembre, 2011 @ 1:15 am
Bueno, Dawkins se puede equivocar, como cualquier otro científico. En época se metió contra S. J. Gould y su equilibrio puntuado, ya que Dawkings es defensor del gradualismo.
En cuanto al reduccionismo, a veces funciona para sistemas simples. Lo malo es que los sistemas biológicos no lo suelen ser.
La idea del gen egoísta está bien. Lo malo es cuando se quiere aplicar a cualquier cosa. Este defecto de «si tengo una martillo todo deben ser clavos» es muy común en la comunidad científica.
Pero Dawkins no es tondo y estúpido y suele argumentar sus afirmaciones. Otra cosa es que convenza a los demás.
jueves 29 diciembre, 2011 @ 2:27 pm
Estimado Miguel Angel:
Pienso que tu 12, respondiendo a mi 11, está cargado de razón, pues incluso en el mío, salvo en la primera frase que sólo expresa un deseo, todo lo demás son referencias que apoyan tu opinión. Claro, una cosa es lo que quisiéramos y otra la realidad.
En cuanto al diálogo que estás manteniendo con Neo sobre Dawkins, este. a mi entender es un hombre eminente. El concepto de meme -y sus derivados- es importantísimo y se lo debemos. Que sea el gen y no el individuo la unidad fundamental de la evolución, creo que es cuestión de punto de vista. A un nivel puede ser el gen y a otro el individuo. Podríamos decir que para la especie sería el individuo y para el individuo, el gen. Podría establecerse un paralelismo a lo fundamental del núcleo -gen- para el átomo -individuo- y del átomo para la molécula -especie-. Pero no conviene abusar de las analogías, tantas veces engañosas.
Tengo la impresión de que es un tanto vanidoso, pero eso no es algo grave. Ha de tener defectos, como todo humano.
Si algo no me gusta es la militancia de su ateismo aunque, en mi opinión, las religiones han tenido su papel beneficioso en la historia de la humanidad, pero ahora no sólo no son necesarias, sino muy inconvenientes. Pero en su descargo hay que tener en cuenta que conoce a fondo la sociedad de EE UU y allí el Diseño Inteligente y beligerante hace estragos.
Bueno, que me alargo. Un saludo.
jueves 29 diciembre, 2011 @ 6:50 pm
En mi opinión, plantar cara al «diseño inteligente» es lo que mejor hace Dawkins, ya lo dije en la noticia «Robots altruístas».
Aunque considero que desmontar una creencia tan desfasada como el «diseño inteligente» no es presenta dificultad en el plano teórico, reconozco el riesgo que supone hacerlo en los USA y mas del modo que lo hace Dawkins, supongo que a mas de uno le molestará que los libros de Dawkins ya estén en la universidad mientras tratan de imponer el D.I.
Tiene derecho a expresar su opinión y hacer apostolado, como dice Neo, lo que no tengo tan claro es si todas esas antipatías no compensan en forma de libros vendidos y su «Espejismo» fue todo un best seller.
Lo que no pueedo aceptar es semejante reduccionismo y que todo dependa del gen, cuando en esta misma página hemos visto que el ARN hace literalmente «lo que le da gana» (no está tan supediatado al ADN como se consideraba hace años). Este hallazgo y otros muchos que describe la Epigenética no los considera tampoco Dawkins
tomás: entiendo cuando en tu 11 dices «Quisiera creer…» y es verdad que tu 11 y mi 12 están en la misma línea.
Gran hilo. Abrazos para todos.