El colmillo del narval es un órgano sensorial
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Un investigador ha descubierto que el colmillo de los narvales es un órgano sensorial que permite al animal percibir cambios de la temperatura, presión y concentración de diversas sustancias en el agua.
Los narvales son cetáceos, al igual que las ballenas, delfines o cachalotes, pero a diferencia de estos últimos poseen un colmillo retorcido en espiral que le da un aspecto de unicornio de los mares. Viven en manadas de 20 a 30 individuos en los mares del Ártico, generalmente entre Canadá y Groenlandia. Cuando emigran pueden formar grupos de mil individuos. Los machos que pesan una tonelada y media y que pueden medir unos cinco metros son los que portan los colmillos, aunque algunas hembras también los poseen. Algunos ejemplares tienen incluso dos colmillos en lugar de uno solo retorcido en espiral (el colmillo normal se forma a partir de dos que se retuercen el uno sobre el otro). Los expertos siempre se habían preguntado la función de este apéndice. Entre otras teorías se propuso que podría servir para agujerear el hielo ártico de las regiones heladas donde viven, pero no se propuso nunca que pudiese ser parte de un sistema sensorial.
Ahora Martin Nweeia (Harvard University) ha descubierto que contiene 10 millones de terminaciones nerviosas que confluyen hacia el interior y que en última instancia transmiten información hacia el cerebro.
Nweeia propone que este órgano es capaz de detectar cambios en la presión del agua, temperatura, o incluso la concentración de partículas del agua. El cetáceo, que es capaz de sumergirse a más de 400 metros de profundidad, podría saber la concentración salina a distintas profundidades.
El grupo de investigadores descubrió los nervios cuando observaban uno de estos colmillos a través del microscopio electrónico. Observaron unos finos tubos que conectaban la pulpa del interior del diente con la superficie del mismo, y por tanto con el medio ambiente del exterior.
El colmillo del narval es el único de la naturaleza que se retuerza en forma espiral y esto le proporciona una extraordinaria resistencia y flexibilidad. Durante algún tiempo fue asociado con la leyenda del unicornio al que se le atribuían propiedades mágicas.
Definitivamente, y según todos los estudios realizados hasta la fecha, no es un sistema para peleas entre machos para conseguir tener éxito reproductor entre las hembras como lo son las cuernas de los ciervos. Aunque a veces restriegan su colmillo con el de otros machos como parte de un juego.
En el pasado probablemente se confundieron los restos de este animal encontrados en las playas con restos del mítico unicornio. Se pagaban verdaderas fortunas por su cuerno de propiedades mágicas, con el que incluso se confeccionaron para gente poderosa vasos y otros utensilios. En la Edad Media el unicornio simbolizaba la pureza de Jesucristo, y se sumergían trozos de este colmillo en el agua bendita para proporcionar a ésta propiedades curativas y milagrosas.
La realidad ha resultado menos mitológica pero quizás más interesante.
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